Antropología

Te explicamos qué es la antropología, cuál es su objeto de estudio y cuáles son las ramas en que se divide. Además, sus principales corrientes y su importancia.

¿Qué es la antropología?

La antropología es la disciplina que se dedica al estudio del ser humano desde una perspectiva integral, que incluye sus rasgos biológicos y culturales. Quienes se dedican a este tipo de estudio son llamados antropólogos.

Fundamentalmente, se interesa por las prácticas sociales, políticas y culturales de los grupos humanos, así como por los procesos de interacción entre las distintas sociedades y de ellas con el medio ambiente. Por lo tanto, su enfoque es múltiple, ya que la existencia humana es compleja y posee muchas facetas.

La antropología aspira a producir y organizar el conocimiento especializado sobre cada aspecto de la experiencia humana. Para ello, tiene varias ramas que se especializan en diferentes cuestiones, como la observación de los comportamientos sociales de distintos grupos sociales, el estudio de sus expresiones culturales, religiosas y lingüísticas, e incluso la evolución biológica de la especie.

Ver además: Ciencias sociales

Origen de la antropología

En la Edad Antigua, existieron observadores que practicaron una forma incipiente de antropología o etnografía, es decir, el estudio descriptivo de una cultura distinta a la propia. Este fue el caso de Heródoto (c. 484-420 a. C.), quien también es considerado el primer historiador.

En la Edad Moderna, algunos exploradores influidos por la Ilustración registraron observaciones y descripciones de otras culturas, y algunos filósofos reflexionaron sobre ellas.

Ya en la Edad Contemporánea, se atribuye al explorador François Péron (1775-1810) el uso del término “antropología” por primera vez. Péron lo usó para titular un ensayo de 1800 sobre la necesidad de observar de manera sistemática a los nativos de Tasmania y Australia en una expedición marítima en la que estaba a punto de participar.

Sin embargo, la antropología como disciplina independiente, dotada de un campo de estudio específico, surgió en el siglo XIX. Es decir que es una de las disciplinas académicas más jóvenes.

El origen de la antropología estuvo vinculado con el colonialismo europeo. Por lo tanto, en sus inicios, mantuvo una mirada paternalista y, a veces, racista respecto de los pueblos indígenas de otras regiones del mundo, que solían ser vistos como inferiores en comparación con los imperios europeos y la cultura occidental.

Las investigaciones de la antropología clásica se basaban más que nada en etnografías de Asia, Oceanía, África y América. El foco en estas sociedades continuó durante gran parte del siglo XX. Sin embargo, a comienzos del siglo XX, aparecieron nuevas interpretaciones y metodologías que desafiaron el paradigma etnocéntrico y evolucionista que había dominado durante el siglo anterior.

Así surgieron, por ejemplo, el relativismo cultural y el particularismo histórico, que cuestionaron la clasificación de los grupos humanos en razas superiores e inferiores, y la idea de que la civilización occidental era más avanzada que las demás culturas. También surgieron la antropología social o cultural, inspirada en el funcionalismo, y la antropología estructuralista, ambas interesadas en la estructura y el funcionamiento de la sociedad.

A partir de la década de 1960, la antropología extendió su área de estudio a cualquier grupo social, incluida la propia sociedad del investigador. Además, incorporó nuevos enfoques y preguntas, vinculados con múltiples aspectos de la experiencia humana.

¿Qué estudia la antropología?

A grandes rasgos, el objeto de estudio de la antropología es el ser humano. Por lo tanto, su propósito es producir y ordenar el conocimiento referente a las sociedades humanas, lo que implica la posibilidad de adoptar múltiples perspectivas.

Estas perspectivas inciden en las preguntas que se formulan y en el modo en que se aborda el tema. Por ejemplo, es posible estudiar la humanidad a partir de sus características biológicas y su evolución como especie, o bien centrarse en los aspectos sociales, culturales y lingüísticos que la distinguen de otras especies y que pueden diferenciar a unos grupos humanos respecto de otros.

En general, tanto en unos casos como en los otros, se suele hacer hincapié enlas respuestas del ser humano ante las condiciones de su medio ambiente y de su entorno sociocultural e interpersonal.

Ver además: Sociología

Ramas de la antropología

Según la clasificación tradicional, existen cuatro grandes ramas de la antropología:

• Antropología social y cultural. También llamada etnología, dirige su estudio a los aspectos sociales y culturales de los grupos humanos, como sus creencias, rituales, ceremonias, costumbres, normas, representaciones y valores.
• Antropología física o biológica. Se caracteriza por abordar el estudio de la humanidad a partir de su variabilidad biológica, su historia evolutiva y otros aspectos vinculados con sus características físicas y su comportamiento como especie.
• Arqueología. Se centra en el hallazgo, la recuperación y el estudio de los restos materiales de las culturas del pasado, con el objetivo de reconstruir aspectos de su organización social. En algunos países, no es considerada una rama de la antropología, sino una disciplina independiente.
• Antropología lingüística. Consiste en el abordaje de las lenguas habladas por las distintas sociedades humanas y su relación con la comunicación y la organización social en su contexto cultural. Es decir, estudia al ser humano a través de sus manifestaciones lingüísticas y de la relación entre estas y la diversidad cultural y social.

Subramas de la antropología

Las ramas de la antropología se subdividen, a su vez, en varias subramas. Cada una de ellas delimita aún más el foco de estudio, pues se centra en asuntos muy específicos, como pueden ser:

• Antropología urbana. Estudia las condiciones de vida en el contexto de las ciudades, desde un punto de vista etnográfico y transcultural. Es una de las subramas más comunes de la antropología social y cultural en la actualidad.
• Antropología de la religión. Aborda los distintos sistemas de creencias en sociedades tanto tradicionales como modernas, y suele adoptar enfoques tanto descriptivos como comparativos. Es una subrama de la antropología social y cultural.
• Antropología filosófica. Se centra en el problema de la existencia humana, por lo que es más bien una corriente de la filosofía, que desarrolla argumentos sobre preguntas de tipo ontológico. Entre otras cosas, intenta responder qué significa ser humano.
• Antropología forense. Se ocupa del estudio y la identificación de los restos humanos esqueléticos, con el propósito de reconstruir sus causas de muerte y de obtener conclusiones sobre su estilo de vida y la cultura a la que pertenecían. Está emparentada con la biología y las ciencias forenses, y es considerada una subrama de la antropología física o biológica.
• Paleoantropología. Centra su interés en los antepasados homínidos del ser humano y en los restos fósiles y arqueológicos más antiguos del Homo sapiens para comprender el proceso de la evolución humana. Suele ser considerada una subrama de la antropología física o biológica.
• Arqueología subacuática. Es una especialidad dentro de la arqueología, que aplica las técnicas de la arqueología terrestre, pero las adapta a contextos submarinos o subacuáticos.

Principales corrientes de la antropología

Las principales corrientes o escuelas de la antropología son:

• Evolucionismo social y neoevolucionismo. Defienden la posibilidad de entender los procesos sociales en términos evolutivos, sin imprimirles una carga valorativa. En este sentido, se diferencian de la postura evolucionista clásica, abandonada en el siglo XX, que entendía la historia como el gradual progreso desde un estadio primitivo hacia otro civilizado.
• Escuela francesa. Tiene una fuerte impronta del estructuralismo, un método de análisis surgido en el seno de la lingüística. Se debe principalmente a la obra de Claude Lévi-Strauss (1908-2009), quien organizó centros de estudio antropológico en Francia que dialogaban con las escuelas británica y estadounidense. El estructuralismo propone estudiar la estructura de la sociedad como un sistema de relaciones y sentidos que subyace a las voluntades individuales de sus miembros.
• Funcionalismo británico. Originado en Gran Bretaña, se basó en la obra del sociólogo francés Émile Durkheim (1858-1917) y tuvo como principales representantes a Bronislaw Malinowski (1884-1942) y A. R. Radcliffe-Brown (1881-1955). El funcionalismo propone un enfoque centrado en las estructuras sociales de las comunidades humanas, estudiadas de forma sincrónica, pues se interesa en el funcionamiento de sus partes y en la estabilidad del sistema.
• Culturalismo estadounidense. Se diferencia de la escuela británica en que centra su atención en la cultura. Tiene un enfoque rigurosamente empírico y propone el estudio de cada grupo humano en el contexto de su historia y su cultura particulares, sin generalizar ni buscar explicaciones o procesos universales. Surgió a partir de la obra del antropólogo Franz Boas (1858-1942).

Antropología en América Latina

Los estudios antropológicos en América Latina surgieron entre 1930 y 1970 por influencia de la escuela culturalista estadounidense. Su propósito era valorar las particularidades culturales de las comunidades indígenas, incorporarlas al Estado moderno y mejorar sus condiciones de vida.

Esta tendencia fue desplazada a partir de 1960, cuando el marxismo y otras corrientes críticas con la modernización se volvieron dominantes en las escuelas de antropología. Al mismo tiempo, la mirada de los antropólogos se volvió cada vez más hacia las ciudades y la rápida expansión urbana en países como Brasil, Argentina, Ecuador, México y Perú.

A finales del siglo XX y comienzos del XXI, las crecientes reivindicaciones políticas de comunidades indígenas de América Latina promovieron el diálogo y la participación conjunta con antropólogos para la investigación etnográfica y el diseño de políticas públicas.

Carrera universitaria de Antropología

La carrera de Antropología se dicta actualmente en muchas universidades de distintas partes del mundo. Suele tener una duración de entre cinco y seis años, y su título de grado suele ser el de licenciado. A veces, la carrera recibe el nombre de Ciencias Antropológicas.

También existen carreras de posgrado en Antropología, como maestrías y doctorados, y muchos antropólogos trabajan para centros de estudios e institutos académicos, tanto públicos como privados.

La carrera goza de especial interés en naciones pluriculturales y plurinacionales, en las que conviven culturas diferentes y se fomenta el respeto a la diversidad cultural.

Ver también: Diversidad cultural

¿Qué hace un antropólogo?

Los antropólogos tienen un campo laboral bastante diverso, ya que son especialistas en la interpretación de los procesos internos y externos de las sociedades. Además de dedicarse al estudio académico, el trabajo de campo, la reflexión intelectual y la docencia, suelen estar capacitados para intervenir en conflictos sociales y asesorar en reformas educativas, culturales o políticas.

Además, pueden formar parte de organizaciones sin fines de lucro, organizaciones no gubernamentales (ONG), organismos de cooperación internacional e instituciones públicas. Como docentes, se pueden desempeñar en museos, universidades, academias o institutos, según su formación específica.

¿Por qué es importante la antropología?

La antropología es una de las principales herramientas que tiene la humanidad para conocerse a sí misma. Es una disciplina que combina sus propios métodos con aspectos técnicos y teóricos de otras disciplinas, con el objetivo de ofrecer una comprensión integral de lo que es y hace el ser humano.

Para lograr su objetivo, la antropología acude a distintas técnicas, como la etnografía (la observación y descripción de una cultura), el estudio del lenguaje y el análisis de restos óseos. Por esta razón, utiliza diferentes tipos de muestras: grupos sociales contemporáneos, registros históricos o relatos orales sobre comunidades del pasado, restos humanos, piezas de arte o representación visual, yacimientos arqueológicos, entre otros.

Críticas a la antropología

La antropología fue a menudo criticada debido a su origen asociado al colonialismo. Incluso en la actualidad, a veces se acusa a los antropólogos de ostentar una posición de poder frente a los pueblos que investigan, que pueden llegar a ser tratados como meros objetos de estudio.

Sin embargo, existen pautas éticas para el trabajo del antropólogo. Este debe ser muy cuidadoso y evitar reproducir una mirada reductora y cosificante de los pueblos a los que estudia, sobre todo cuando se trata de etnias aborígenes. También debe tratar con respeto los restos humanos y tomar en consideración las creencias de quienes se reconocen como descendientes de los difuntos cuyos restos son estudiados.

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Referencias

• González Alcantud, J. A. (1998). Antropología (y) política. Sobre la formación cultural del poder. Anthropos.
• Kuper, A. (2004). Anthropology. En A. Kuper y J. Kuper (Eds.), The Social Science Encyclopedia (pp. 29-34). Routledge.
• Llobera, J. R. (1999). La identidad de la antropología. Anagrama.
• Seeger, A. et al. (2025). Anthropology. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com