Te explicamos qué es una ciudad y sus características. Además, cómo funciona, su estructura, el estilo de vida de su población y más.

¿Qué es la ciudad?
La ciudad es un área en la que se asienta una población determinada que se caracteriza por la alta densidad de habitantes y por aspectos físicos particulares que definen el paisaje, como edificios, puentes, autopistas, transporte público y por el acceso a servicios públicos, como luz, agua y cloacas.
Como consecuencia del constante desarrollo de infraestructura y de la intensa actividad que se desarrolla en la ciudad se generan altos niveles de contaminación ambiental, tanto de las aguas, del aire, del suelo, como sonora.
En general, se considera a una aglomeración como ciudad cuando supera los 10.000 habitantes. La población vive concentrada en una zona urbanizada y edificada en la que, además, se realizan las actividades de los sectores secundario y terciario, es decir, industriales, comerciales y servicios.
La definición de ciudad en base a la cantidad mínima de habitantes puede variar según cada país, el sistema de leyes, el tipo de geografía y las características sociológicas de una población determinada. Sin embargo, todas las ciudades comparten las características de una alta densidad poblacional y el desarrollo de las actividades secundarias y terciarias.
Ver además: Población rural y urbana
Características de la ciudad

La ciudad se caracteriza por:
- Una alta densidad de la población, es decir, que hay muchos habitantes en relación al tamaño de la ciudad.
- La cantidad de habitantes que, como mínimo, deben ser 10.000 personas.
- El fácil acceso a diversos medios de comunicación.
- El desarrollo de centros comerciales y atractivos turísticos.
- La concentración de organismos estatales, financieros y de actividad política.
- El gran desarrollo de infraestructura, residencial, comercial, educativa, de esparcimiento e industrial.
- El acceso a múltiples servicios, como la luz, el gas, el agua, la salud, la educación, el transporte y las autopistas, entre otros.
- El sistema vial que permite ordenar, tanto el transporte particular como el público de los ciudadanos.
- El alto índice de contaminación ambiental.
Funcionamiento de la ciudad

El funcionamiento de una ciudad está coordinado por una administración a cargo de un intendente, concejal, alcalde o jefe. Desde la administración se planifican y ejecutan diferentes decisiones y acciones, según la legislación del país del que forme parte.
La actividad económica de una ciudad depende de su actividad local y, principalmente, de la actividad de diversos sectores del país. Sin embargo, la actividad económica general se concentra, en especial, en las ciudades capitales en las que abundan los comercios y las oficinas.
La diversidad de ofertas de empleo y el acceso al trabajo desde el hogar conforman unas de las principales ventajas por las que las personas eligen vivir en las ciudades. Además, por la posibilidad de acceder a capacitaciones y estudios superiores que permiten alcanzar mejores puestos de trabajo.
Las instituciones de salud más sofisticadas también se encuentran en los principales centros urbanos que, además de asistir a los ciudadanos, pueden brindar servicios para habitantes de pueblos cercanos que se asientan en las afueras de la ciudad.
Estructura de la ciudad

La ciudad suele estar estructurada en:
- La zona central. Corresponde al centro comercial y financiero con oficinas, entes de gobierno e instituciones educativas. Las viviendas residenciales son muy escasas. Además, se encuentran los principales centros históricos de la ciudad, parques y atractivos turísticos.
- La zona periférica. Corresponde a los barrios residenciales que disponen de pequeños centros comerciales o mercados, sectores industriales y grandes empresas relacionadas con el sector primario.
Estilo de vida en la ciudad
El estilo de vida en la ciudad es cada vez más acelerado debido a la cantidad de actividades que se realizan y a las que están expuestos los ciudadanos. La rutina laboral condiciona los hábitos alimentarios y de consumo en general.
La vida en la ciudad es ambivalente: brinda múltiples beneficios, desde oportunidades laborales hasta acceso a múltiples servicios pero, también, condiciona a seguir un ritmo acelerado para cumplir con extensas jornadas de trabajo y la competencia que se genera ante la gran demanda de trabajo.
La concentración de personas conlleva a cierta incomodidad y desequilibrio. A pesar de que la ciudad funciona de manera coordinada, es inevitable evitar momentos de gran concentración de personas, como los horarios pico de ida y de vuelta al trabajo, una manifestación, un evento que convoca a miles de personas, entre otros.
Los ciudadanos suelen destinar la mayor parte del día al trabajo, por lo que el resto del tiempo prefieren disfrutar y distenderse en lugar de seguir realizando tareas en el hogar. Suelen preferir actividades recreativas o deportivas, y por eso contratan empleados que se ocupan de las tareas domésticas o del cuidado de los hijos y así delegan actividades que les generan más gastos por lo que deben trabajar aún más tiempo.
Todos los hábitos que adoptan las personas en la ciudad impactan en su vida emocional y en su salud. Es importante aprender a adaptarse al entorno y a saber elegir y adquirir buenos hábitos, como una alimentación más consciente en lugar de la comida rápida y más actividades físicas y recreativas para compensar las extensas jornadas laborales.
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Referencias:
- “20 important characteristics of urban community” en Your article library
- “El espacio urbano” en Junta de Andalucía
- “Población de Buenos Aires” en Redalyc
- “City” en Wikipedia
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