Te explicamos qué fue el período cretácico y cómo está dividido. Además, cuáles son sus características y cómo evolucionaron las plantas y los animales durante este período.
¿Qué fue el período cretácico?
El Cretácico fue el último período de la era mesozoica, que empezó hace 252,2 millones de años y terminó hace 66 millones. Es el tercero de la era, después de los períodos Triásico y Jurásico.
El período cretácico comenzó aproximadamente hace 144 millones de años y terminó hace 65 millones. Tuvo una duración de 79 millones de años, por lo que es el período más extenso de la historia geológica del planeta.
Durante el Cretácico, continuó la separación del supercontinente Pangea, que se había iniciado durante el Jurásico. También siguieron expandiéndose los océanos Atlántico e Índico. Respecto del clima, las temperaturas eran elevadas en casi todos los continentes, ya que aún la deriva continental no los había acercado a las latitudes polares, más frías.
El final del período cretácico y de la era mesozoica estuvo determinado por el llamado Evento K-Pg, que causó la extinción de los dinosaurios y de muchas otras especies. Las causas de ese evento no se conocen con claridad, pero se cree que pudo haberse desencadenado por la caída de un gran meteorito en la península de Yucatán, en el actual territorio de México.
El término Cretácico proviene del vocablo latino cretaceus, que significa “tiza”. Este nombre fue introducido por el geólogo belga Jean d’Omalius d’Halloy en 1822, quien notó la presencia de formaciones de roca caliza blanca y tiza en el norte de Francia y el sur de Inglaterra que datan de este período geológico.
- Ver además: Período jurásico
Características del período cretácico
Las principales características del período cretácico son:
- Se inició hace 144 millones de años y terminó hace 65 millones.
- Es el período más extenso de la historia geológica del planeta.
- El clima era predominantemente cálido y húmedo.
- Los dinosaurios dominaban los continentes y los mares.
- La separación de Pangea continuó y los continentes se fueron acercando a las ubicaciones que tienen en la actualidad.
- Se formaron nuevos mares internos en Pangea.
- Apareció por primera vez la flora angiosperma, es decir, plantas con flores, semillas y frutos.
- Aparecieron insectos polinizadores como las abejas.
- Tuvo lugar el evento de extinción masiva de especies denominado K-Pg, que coincide con el final del período.
División del período cretácico
El período cretácico se divide en dos épocas o series, las cuales abarcan seis edades o pisos:
- Cretácico inferior o temprano. Se inicia tras el cierre del período jurásico, hace 144 millones de años aproximadamente, y se extiende hasta hace unos 100,5 millones de años. Comprende las edades Berriasiense, Valanginiense, Hauteriviense, Barremiense, Aptiense y Albiense.
- Cretácico superior o tardío. Se inicia hace unos 100,5 millones de años y se prolonga hasta hace unos 65 millones de años aproximadamente. Comprende las edades Cenomaniense, Turoniense, Coniaciense, Santoniense, Campaniense y Maastrichtiense.
Geología del período cretácico
La división del supercontinente Pangea, que ya había comenzado en el período jurásico, se acentuó en el Cretácico. En un principio, solo se distinguían dos continentes, Laurasia y Gondwana, separados por el mar de Tetis. Con el avance del período, los continentes continuaron su deriva y se fueron acercando a las posiciones actuales.
El aumento del nivel de los océanos y el movimiento de los continentes contribuyeron a la formación de mares internos, lo que permitió a su vez el incremento de la humedad en gran parte del planeta. Durante el Cretácico, la superficie continental de la Tierra era de tan solo el 18 %, mientras que el 82 % correspondía al mar. En la actualidad, la superficie continental es del 29 %, lo que demuestra que durante el Cretácico el aumento del nivel del mar había sumergido enormes superficies continentales.
Clima del período cretácico
Se cree que el clima durante el período Cretácico fue relativamente cálido y húmedo en gran parte de la superficie del planeta. Esto se basa en la ausencia de casquetes de hielo en los polos y en los registros fósiles y paleobotánicos de la época, que muestran una gran biodiversidad terrestre y marina.
Las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono, fueron más elevadas durante el Cretácico en comparación con los niveles actuales. Esta situación pudo haber contribuido al incremento en las temperaturas globales y a la ausencia de capas de hielo en las regiones polares.
La temperatura de los océanos también era más elevada que en la actualidad. Esto colaboró con el aumento de la humedad atmosférica del planeta y permitió el desarrollo y la expansión de especies animales de aguas cálidas en gran parte de los océanos.
Flora y fauna del período cretácico
En el comienzo del período Cretácico, se produjo un evento revolucionario en el mundo botánico: aparecieron las primeras plantas con flores, semillas y frutos, denominadas angiospermas. Su éxito evolutivo fue tal, que en solo 20 millones de años los niveles de polen de estas plantas aumentaron del 1 % al 40 %. Así, hacia fines del período, ya existían 50 de las 500 familias modernas conocidas, tales como hayas, higueras, abedules, acebos, magnolias, robles, palmeras, sicomoros, nogales y sauces.
La labor de los insectos fue clave en los procesos de polinización, y las plantas debieron atraerlos mediante secreciones dulces y colores llamativos. La primera abeja del Cretácico, por ejemplo, se descubrió en 2006, en Myanmar. Estaba preservada en ámbar y se cree que tiene más de 100 millones de años de antigüedad. Por eso puede afirmarse que los insectos y las angiospermas evolucionaron conjuntamente.
Otro tanto ocurrió con las plantas gimnospermas, alimento consumido por los grandes dinosaurios herbívoros, que desarrollaron espinas, sabores desagradables y otros mecanismos de defensa para impedir que se comieran sus porciones superiores, donde más sol recibían. Esta presión evolutiva resultó en una enorme diversificación de las especies vegetales.
En cuanto a la fauna, la vida animal en el Cretácico alcanzó importantes niveles de diversificación, fruto de la competencia iniciada en el Jurásico.
En los mares se encontraban especies de amonitas, peces de diverso tamaño y grandes reptiles acuáticos, como los plesiosaurios, de cuello muy largo, y los mosasaurios, ambos feroces depredadores. También aparecieron los primeros tiburones, rayas y tortugas, que reemplazaron a los extintos ictiosaurios.
Además, continuó la transformación de los dinosaurios alados en aves. Los mamíferos, por su parte, siguieron siendo un grupo pequeño, poco importante y menor de la fauna, aunque mucho más diverso que en períodos anteriores.
En los continentes, el mundo animal seguía dominado por los dinosaurios, con grandes depredadores terrestres como el Tyrannosaurus rex, el Carnotaurus, el Spinosaurus y los raptores (Velociraptor y Deinonychus).
En el Cretácico se formaron los depósitos de materia orgánica animal y vegetal que luego constituyeron las grandes reservas de petróleo del mundo entero, entre ellas, las del golfo Pérsico, el golfo de México y las costas de Venezuela.
Extinción masiva o Evento K-Pg
Se llama Evento K-Pg (Cretácico-Paleógeno) a la extinción masiva de especies animales y vegetales a finales del período cretácico. En dicho evento, se extinguieron todos los dinosaurios de tierra y de mar, y gran parte de otras especies diferentes, de una manera repentina.
Se sabe que sobrevivieron buena parte de los reptiles terrestres de menor tamaño (salamandras, tortugas, serpientes, cocodrilos), insectos, anfibios y mamíferos placentarios, así como buena parte de los pobladores marinos invertebrados.
Se manejan distintas hipótesis sobre sus causas:
- Eventos climáticos. Ya que la población afectada fue en su mayoría tropical, mientras que la de las latitudes elevadas quedó relativamente intacta, puede suponerse que buena parte de la vida del período no pudo adaptarse a los cambios de temperatura producidos como consecuencia del movimiento de los continentes hacia zonas más frías.
- Impacto de un meteorito. Es la teoría más aceptada, propuesta por Luis Álvarez y Walter Álvarez. A raíz del abundante iridio hallado entre los sedimentos del Cretácico, se puede suponer que la extinción se produjo por el impacto de un meteorito en Yucatán, México, ya que este metal es poco frecuente en la Tierra. El meteorito habría generado una capa de polvo en la atmósfera, que habría bloqueado la luz solar y enfriado sensiblemente el planeta. También se cree que el impacto pudo haber producido terremotos, tsunamis e incendios forestales, que pudieron contribuir a la extinción de las especies.
- Causas extraterrestres. Existen diversas teorías que atribuyen la extinción a causas extraplanetarias, como supernovas cercanas o fenómenos solares, que pudieron haber cambiado dramáticamente la cantidad de radiación en el planeta.
Referencias
- Fisher, A. (2022). Así fue el período Cretácico: la era en la que el cambio climático acabó con el dominio de los dinosaurios. National Geographic en Español. https://www.ngenespanol.com/
- National Geographic. (2010). Período Cretácico. https://www.nationalgeographic.es/
- Tarbuck, E. y Lutgens, F. (2005). Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología física. Pearson Educación.
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