Océanos

Te explicamos qué son los océanos, cuáles existen y sus características. Además, sus dimensiones, sus problemáticas ambientales y más.

Océanos
Los océanos cumplen un rol vital en los ciclos naturales del planeta.

¿Qué son los océanos?

Los océanos son grandes extensiones de agua salada que separan dos o más continentes. Cubren la mayor parte de la superficie de la Tierra (el 71 %) y contienen más de 1,3 billones de kilómetros cúbicos de agua, lo que representa el 97 % del suministro de agua del planeta.

Existen cinco grandes océanos en la Tierra: el Pacífico, el Atlántico, el Índico, el Glacial Antártico y el Glacial Ártico. La sumatoria de su superficie alcanza los 361.000.000 km2 y poseen una profundidad media de 3.900 metros. El punto de mayor profundidad se encuentra en la fosa de las Marianas, en el océano Pacífico, con 10.992 metros bajo la superficie del agua.

En los océanos se originó la vida y en la actualidad albergan a una gran biodiversidad, desde pequeños organismos unicelulares hasta grandes mamíferos como la ballena azul, el animal más grande del planeta. Además, los ecosistemas acuáticos que se desarrollan en los océanos son fundamentales como fuentes de recursos para los seres humanos.

Los océanos son un elemento vital del ciclo del agua y son fundamentales para la regulación del clima del planeta. Asimismo, almacenan gran cantidad de dióxido de carbono y liberan vapor de agua que luego se convierte en precipitaciones que se trasladan a todos los rincones de la Tierra.

Características de los océanos

Los océanos presentan las siguientes características:

  • Están conformados por agua salada.
  • Cubren el 71 % de la superficie del planeta.
  • Contienen más de 1,3 billones de kilómetros cúbicos de agua y poseen una profundidad media de 3900 metros.
  • Representan el 97 % del suministro de agua en la Tierra.
  • Son el hábitat de muchas especies y fuente de gran biodiversidad.
  • Son fundamentales para el ciclo del agua y la regulación del clima.
  • Son fuente de recursos para los seres humanos.

Origen de los océanos

Los océanos se formaron a partir de la separación de los continentes a lo largo del tiempo geológico. Hace 200 millones de años, todos los continentes actuales se encontraban unidos y formaban un supercontinente llamado Pangea. En ese momento, el único océano existente era Panthalassa, que rodeaba a Pangea.

Cuando los continentes comenzaron a separarse, se formaron los océanos que conocemos hoy en día. Así, la separación de África, Europa y América conformó el océano Atlántico; la separación de África y Oceanía, el océano Índico; cerca del polo norte, se conformó el océano Glacial Ártico, y en las cercanías de la Antártida, se formó el océano Glacial Antártico. El resto de Panthalassa conformó el océano Pacífico.

Composición de los océanos

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El agua oceánica contiene magnesio, potasio, calcio y otros elementos.

Los océanos están conformados por agua salada. Su composición es 97 % H2O y el resto son sustancias sólidas en disolución, entre las que se encuentran el cloruro de sodio (la más abundante y la que explica la salinidad), el cloruro de magnesio, el sulfato sódico, el cloruro de calcio y el cloruro de potasio.

La salinidad del agua de los océanos se debe a diversos factores, como las sales que arrastran los ríos que desembocan en el mar, los elevados niveles de evaporación que aumentan la concentración de sales y las erupciones volcánicas que suceden en las profundidades.

Por estas razones, no todos los océanos tienen la misma salinidad. En aquellos sectores oceánicos donde haga más calor y haya más evaporación, o donde los ríos que desembocan transporten mayor cantidad de cloruro de sodio, el agua será más salada.

Temperatura de los océanos

La temperatura de los océanos varía según la ubicación, la estación del año y la profundidad.

  • Según la ubicación. Los sectores de los océanos que se encuentran en regiones cálidas tienen agua más caliente. Las zonas cercanas al Ecuador y los trópicos presentan temperaturas oceánicas que pueden superar los 30 °C, mientras que en las regiones polares el agua de los océanos puede estar por debajo de los 0 °C.
  • Según la estación del año. La temperatura del agua de los océanos aumenta en los meses de verano y disminuye en el invierno. En las zonas más frías, durante los meses de invierno, el agua puede descender por debajo de los -1,9 °C (es el punto de congelación del agua salada) y volverse hielo.
  • Según la profundidad. A medida que aumenta la profundidad y la influencia del calor del sol disminuye, la temperatura del agua de los océanos tiende a bajar. En las profundidades de los océanos, donde no llega la luz solar, las temperaturas suelen mantenerse muy cerca del punto de congelación de -1,9 °C.

Flora y fauna de los océanos

La flora y la fauna de los océanos están condicionadas por las características del lugar donde se desarrollan.

  • Intermarea. Es la zona en la que el mar se conecta con la tierra firme. Por la marea, dos veces al día el mar sube y sumerge parte de la costa, y dos veces al día se retira y deja una mayor extensión de playa sin sumergir. Los elevados niveles de luz y nutrientes, junto con la abundancia de oxígeno, hacen de la zona intermareal un ambiente biológicamente productivo, de modo que pueden encontrarse almejas, caracoles y cangrejos en abundancia, y todo tipo de plantas, como las spartinas o las algas.
  • Mar abierto. Es la región más densamente poblada por animales de todo tipo. La complejidad ecosistémica disminuye a medida que aumenta la profundidad. La variedad de especies animales es enorme: desde pequeños cangrejos hasta tiburones y ballenas conforman ecosistemas muy desarrollados. El fitoplancton es la especie vegetal más abundante del océano, y es fundamental para la producción de oxígeno en el planeta a través de su fotosíntesis.
  • Fondo oceánico. En aguas marinas poco profundas, menos frías y más luminosas, pueden aparecer organismos como los lechos de prados marinos o los arrecifes de coral. En los fondos oceánicos más profundos, entre los 6000 y los 9000 metros de profundidad, la falta de luz, la elevada presión y las bajas temperaturas representan un importante limitante para el desarrollo de la vida. Los animales y plantas que allí se encuentran tienen adaptaciones biológicas que les permiten sobrevivir en esas condiciones. Un ejemplo de esto son los animales bioluminiscentes, que generan su propia luz, como el pez linterna.

Corrientes oceánicas

Las diferencias de temperatura en los océanos originan las corrientes oceánicas, que son flujos de agua en movimiento dentro de los océanos. Las regiones ecuatoriales y subtropicales tienen agua más cálida que las regiones polares, y estas diferencias de temperatura impulsan la circulación oceánica.

Las corrientes oceánicas pueden ser cálidas o frías:

  • Las corrientes cálidas, como la del Golfo y la de Kuroshio, transportan agua cálida desde regiones ecuatoriales hacia latitudes más altas. Esto afecta el clima de las áreas costeras y puede dar lugar a cambios significativos en las temperaturas locales.
  • Las corrientes frías, como la de California o la de Humboldt, transportan agua fría desde latitudes altas hacia las regiones ecuatoriales y pueden influir notoriamente en las temperaturas y las precipitaciones de las zonas costeras que atraviesan.

Mareas

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Las mareas se producen por la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol.

El agua de los océanos nunca está quieta, sino que se halla en constante movimiento debido a los distintos tipos de mareas existentes. Las mareas son oscilaciones periódicas del nivel del mar, que se producen como resultado de las fuerzas gravitatorias ejercidas por la Luna y el Sol sobre la Tierra. Este fenómeno oceánico se manifiesta en la elevación y la bajante regular de la altura del mar.

La interacción gravitatoria de la Luna y el Sol genera dos tipos principales de mareas: las mareas de pleamar, que corresponden a las crecidas del mar, y las mareas de bajamar, que se caracterizan por las bajadas del nivel del mar. Estas variaciones se producen dos veces al día en la mayoría de las zonas costeras.

Los puertos y las áreas costeras suelen tener tablas de mareas que proporcionan información detallada sobre las mareas previstas en un lugar específico, lo que es esencial para la navegación, la pesca y otras actividades relacionadas con el océano. Las mareas también desempeñan un papel importante en la ecología y la geología costera, ya que condicionan la distribución de especies marinas e influyen en la erosión del litoral.

Desastres naturales en los océanos

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Los tsunamis son desastres naturales que suceden en las costas.

Un desastre natural común en los océanos son los huracanes, un fenómeno meteorológico que se caracteriza por fuertes vientos y lluvias intensas. Los huracanes pueden causar daños devastadores en las áreas costeras y en el entorno marino. Estos eventos son alimentados por la evaporación del agua del mar y suelen aumentar su intensidad a medida que se desplazan sobre agua más caliente. Son fenómenos que suceden solamente en aquellas áreas de los océanos que se encuentran en climas cálidos.

Los tsunamis, por otro lado, se desencadenan por terremotos que suceden en la corteza oceánica o en la corteza continental cerca de las costas. Estos eventos pueden generar olas gigantes que se propagan a gran velocidad por el océano y que, al llegar a las costas, pueden producir importantes daños.

Contaminación de los océanos

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La contaminación por plásticos es una de las principales problemáticas ambientales de los océanos.

La contaminación de los océanos es un fenómeno global que se caracteriza por la introducción de sustancias y desechos nocivos en los ecosistemas marinos. Los principales contaminantes de los océanos pueden clasificarse en dos grandes categorías:

  • La contaminación química. Los productos químicos tóxicos como los metales pesados (por ejemplo, el mercurio y el plomo) o los pesticidas y herbicidas son los principales contaminantes químicos en los océanos. Estos pueden proceder de fuentes terrestres, como la contaminación agrícola o industrial, o de fuentes marinas, como los vertidos de buques y las actividades petroleras en las plataformas continentales.
  • La contaminación por plásticos. La acumulación de desechos plásticos en los océanos es un problema creciente. Los microplásticos (fragmentos de plástico diminutos) y los macroplásticos (como envases y redes de pesca abandonados) amenazan la vida marina y afectan la calidad del agua.

En la actualidad se cree que existen cinco grandes “islas de plástico” en los océanos, esto es, enormes acumulaciones de basura que flotan en el agua. La más extensa, ubicada en el océano Pacífico, tiene una superficie aproximada de 1,6 millones de kilómetros cuadrados y contiene unas 80.000 toneladas de plásticos.

En respuesta a estas problemáticas, la Organización de las Naciones Unidas ha establecido convenios y acuerdos internacionales. Uno de ellos es el Convenio MARPOL (Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques), que regula la descarga de sustancias peligrosas y desechos de buques en aguas marinas.

Además, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, por sus siglas en inglés) establece principios generales para proteger y preservar los ambientes marinos.

Referencias

Sigue con:

¿Cómo citar?

"Océanos". Autor: Gustavo Sposob. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/oceanos/. Última edición: 18 abril, 2024. Consultado: 18 abril, 2024.

Sobre el autor

Autor: Gustavo Sposob

Profesor de Enseñanza Media y Superior en Geografía (UBA).

Fecha de actualización: 18 abril, 2024
Fecha de publicación: 14 marzo, 2017

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