Te explicamos qué es un huracán, cómo es su estructura y clasificación. Además, cuáles son sus características generales, consecuencias y más.

¿Qué es un huracán?
Los huracanes son un tipo de ciclones tropicales caracterizados por vientos de alta intensidad, tormentas eléctricas y lluvias cuantiosas y constantes. Son característicos de la cuenca noreste del Océano Pacífico y la del Atlántico Norte, en donde se incluyen el Mar Caribe y el Golfo de México.
Los huracanes son desastres naturales muy comunes en la región, a menudo ocasionando pérdidas humanas y materiales cuantiosas. Muchos de ellos, de hecho, se conservan en la memoria popular debido a lo brutales que fueron.
Sin embargo, los huracanes se forman siempre dentro de una temporada específica, y fuera de ella no suelen producirse excepto en casos muy particulares. Esto permite preverlos y tomar las medidas pertinentes para minimizar su impacto.
Para ser considerado propiamente un huracán, cualquier ciclón debe presentar vientos de 119 kilómetros por hora como mínimo.
Ver además: Meteorología.
Origen de un huracán
Los huracanes se originan en el océano, en aguas cálidas (26 °C mínimo) y en presencia de mucha humedad atmosférica. La diferencia de peso entre las masas de aire caliente y frío que el viento entonces pone en movimiento, se empujan cíclicamente la una a la otra formando una espiral (aire caliente hacia el interior, aire frio hacia afuera) hasta generar un centro de baja presión que hace crecer el circuito.
Estructura de un huracán

Los huracanes poseen una estructura de viento giratoria, observable desde el espacio como una gran espiral blanca, en torno a un ojo o centro de baja presión que puede llegar a medir casi 50 km de ancho y en el que se produce una calma relativa. Alrededor de él, en cambio, existe una pared de vientos lluviosos de los más intensos que pueda generar el huracán.
Nomenclatura de un huracán
Los huracanes suelen ser nombrados apenas alcanzan la cifra mínima de velocidad de vientos requerida para ser tomados como tales (119 kmph). Es común usar nombres comunes para ello.
Por otro lado, dependiendo de su intensidad, un ciclón tropical puede catalogarse como depresión tropical (menor intensidad), tormenta tropical (intensidad media) o huracán (mayor intensidad).
Similarmente, de acuerdo a su ubicación pueden llamarse también tifones, cuando tienen lugar en los mares de las Islas Filipinas o de China.
Tipos de huracán

Conforme a la escala de Saffir-Simpson para medir huracanes, existen cinco categorías para clasificarlos:
- Categoría 1. Vientos sostenidos peligrosos de entre 119 y 153 kilómetros por hora, a pesar de lo cual se considera el tipo de huracán más liviano.
- Categoría 2. Vientos extremadamente peligrosos de 154 a 177 kilómetros por hora, que pueden derribar árboles y destruir edificaciones precarias.
- Categoría 3. Vientos que ocasionan daños graves, entre 178 y 208 kilómetros por hora.
- Categoría 4. Vientos capaces de daños devastadores, y que oscilan entre 209 y 251 kilómetros por hora.
- Categoría 5. Vientos capaces de generar verdaderas catástrofes, que superan la velocidad de los 252 kilómetros por hora. Esta es la categoría máxima conocida.
Rotación de un huracán
Debido al efecto coriolis, que imprime cierta aceleración sobre los huracanes debido a la rotación terrestre, los huracanes de cada hemisferio giran hacia el polo: los del hemisferio norte tienden hacia el Polo Norte girando en sentido contrario a las manecillas del reloj; mientras que los del sur tienden al Polo Sur girando en sentido de las agujas del reloj.
Disipación de un huracán

Los huracanes llegan a su término en cuanto se producen algunas de estas condiciones:
- Entran en aguas más frías. Esto suele ocasionar la pérdida de calor y enfriamiento del “motor” que hace girar el huracán.
- Tocan tierra. El agua sobre la tierra suele estar más cálida, por lo que rompe el balance justo de temperaturas que mantiene andando al ciclón.
- Si permanecen mucho rato en la misma zona. Dado que funcionan extrayendo calor de la superficie del océano, al estar mucho rato fijos logran enfriarla y por lo tanto pierden la energía que los sostiene.
- Al tropezar con otros fenómenos de baja presión. Como tormentas no ciclónicas de baja presión, que podrían absorber el huracán (y fortalecerse ellas mismas, sin embargo).
Temporadas de huracán
Las temporadas de huracanes sobre el Océano Atlántico tiene lugar entre agosto y finales de octubre. En el Océano Pacífico oriental, en cambio, va de mayo a finales de noviembre. En total, el Océano Atlántico suele ver unos cinco o seis huracanes anuales.
Consecuencias de un huracán

Los huracanes pueden arrojar toneladas de litros de agua sobre la tierra al pasar, lo cual ocasiona directamente inundaciones, deslaves, oleaje alto y desbordes de ríos y lagunas, lo cual hace de las zonas costeras las más vulnerables a su paso.
Además, sus fuertes vientos pueden derribar árboles y estructuras endebles, arrancar techos y postes, ocasionando así fallos en los servicios públicos y pudiendo herir fatalmente a seres humanos y animales.
Marejadas ciclónicas
Se llama así a una de las más peligrosas consecuencias de los vientos huracanados de los grandes ciclones: el crecimiento del mar sobre la costa en enorme olas sucesivas. Este fenómeno está bien descrito y suele ocasionar la mayor cantidad de daño y muertes en las poblaciones costeras que se enfrentan a un huracán. Son semejantes a los tsunamis, pero a menor escala.
Mayor huracán de la historia

El mayor huracán de la historia fue Patricia, en octubre de 2015, cuyo tamaño enorme fue percibido desde la Estación Espacial Internacional y cuyas ráfagas de viento alcanzaron los 400 kmph. Este huracán azotó las costas mexicanas de Jalisco, Colima y Nayarit, ocasionando 19 fallecimientos y millones de dólares americanos en daños materiales.
Sigue en: Huracán Patricia.
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