Fin de la Guerra Fría

Te explicamos cómo fue el fin de la Guerra Fría. Además, el contexto histórico, los acontecimientos clave y las repercusiones mundiales.

El fin de la Guerra Fría y la desintegración de la URSS fueron fenómenos paralelos.

¿Qué fue la Guerra Fría?

La Guerra Fría fue el proceso de enfrentamiento político, económico y cultural entre dos bloques, liderados por Estados Unidos (bloque occidental o capitalista) y la Unión Soviética (bloque oriental o comunista)

La Guerra Fría, que incluyó episodios militares en áreas de influencia de ambas potencias pero nunca las enfrentó de modo directo en un campo de batalla, tuvo lugar entre el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y la disolución del bloque oriental y la Unión Soviética (URSS) en 1991.

Las revoluciones de 1989 contra el dominio comunista en Europa oriental fueron un acontecimiento histórico de múltiple resonancia. Por un lado, constituyeron el derrumbe de los sistemas comunistas construidos tras 1945. Por otro lado, significaron la pérdida de la zona de influencia que la URSS había construido tras su victoria contra el nazismo (y que muchos denominaban “imperio soviético”).

La Guerra Fría, el enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, terminó de una forma que nadie se había atrevido a pronosticar unos años antes: por el derrumbe y la desintegración de uno de los contendientes (la Unión Soviética). El fin de la Guerra Fría y la desaparición de la Unión Soviética fueron dos fenómenos paralelos que cambiaron radicalmente el mundo.

Puntos clave

  • La Guerra Fría fue un período de enfrentamiento político, económico y cultural entre dos grupos de países liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética respectivamente.
  • El proceso de la Guerra Fría ocurrió entre el fin de la Segunda Guerra Mundial (1945) y la caída de la Unión Soviética (1991).
  • Durante la Guerra Fría en Europa central y oriental (territorio del bloque comunista) hubo transiciones a gobiernos democráticos, crisis económicas y un debilitamiento de la influencia de la Unión Soviética tras la asunción al poder de Mijaíl Gorbachov.
  • Los principales acontecimientos que marcaron su cese fueron: la cumbre de Malta (1989) entre George Bush y Mijaíl Gorbachov, la caída del Muro de Berlín (1989), las nuevas relaciones internacionales que representó, la Carta de París (1990), y la disolución de la Unión Soviética (1991).

El contexto histórico

Las reformas de Mijaíl Gorbachov en la URSS

Mijaíl Gorbachov promovió un acercamiento de la URSS a Estados Unidos.

La Guerra Fría terminó debido al progresivo derrumbe de la Unión Soviética y el bloque comunista a partir de las reformas de Mijaíl Gorbachov, quien asumió el cargo de secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en 1985. 

La situación a la que se enfrentaba el nuevo líder del Kremlin era difícil: tras largos años de estancamiento, la economía se hallaba al borde del colapso y la sociedad soviética se encontraba inmersa en una verdadera crisis moral, caracterizada por la falta de compromiso ideológico y el escepticismo general.

El desafío de la Iniciativa de Defensa Estratégica del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, había hecho conscientes a los dirigentes soviéticos de sus limitaciones para hacer frente a la competencia tecnológica y militar de Estados Unidos. La URSS necesitaba urgentemente reducir su gasto militar (que, según las fuentes, oscilaba entre el 16 y el 28 % de su presupuesto) y dirigir sus recursos a paliar las múltiples carencias de la economía soviética. Para Gorbachov, la necesidad de un acercamiento a los Estados Unidos era evidente.

La reforma en la política exterior llegó antes que la perestroika (reestructuración económica) o la glasnost (transparencia) en la política interna. En octubre de 1985, Gorbachov comenzó a visitar diversas capitales occidentales. En su primer encuentro con el presidente Reagan en Ginebra, en noviembre de 1985, el líder soviético planteó la necesidad de una distensión y de la reducción de armamentos nucleares.

El “nuevo pensamiento político” de Mijaíl Gorbachov

Gorbachov proclamó en el XXVII Congreso del PCUS en 1986, a través de su consejero en política internacional, Anatoli Dobrinin, lo que denominó un “nuevo pensamiento político” (Novy Myshlenie): el nuevo mundo se caracterizaba por la “interdependencia global”, en adelante había que olvidarse de la lógica de la Guerra Fría y buscar la cooperación y el consenso en la dirección de las relaciones internacionales. 

Los acuerdos con el gobierno estadounidense para la reducción de armamento se sucedieron durante los años siguientes. Además, Gorbachov anunció en diciembre de 1988 ante las Naciones Unidas una reducción unilateral de 500.000 hombres en las fuerzas armadas soviéticas y la retirada de tropas y carros de combate de la Europa oriental. 

Simultáneamente, la dirección soviética inició una política de desvinculación de sus compromisos con sus aliados a lo largo del mundo: gradualmente fue comunicando a sus aliados (como los regímenes cubano, nicaragüense, etíope, entre otros) el fin de su apoyo militar y económico. También se comprometió a retirar sus tropas de Afganistán, lo que empezó a hacer efectivo en febrero de 1989.

A lo largo de 1989 se sucedieron en Europa central y oriental las revoluciones y transiciones a gobiernos democráticos, parlamentarios y con economías de mercado que fueron desintegrando el bloque comunista, y a partir de 1990 comenzó la disgregación de la propia Unión Soviética, que se concretó cuando dimitió Gorbachov el 25 de diciembre de 1991 y la URSS dejó de existir. Poco antes, había quedado sin efecto el Pacto de Varsovia, la alianza militar que había comprometido a la Unión Soviética y los países del bloque oriental desde 1955.

Los acontecimientos que precipitaron el fin de la Guerra Fría

En Malta, Gorbachov y Bush proclamaron una nueva era en las relaciones internacionales.

Los historiadores no se ponen de acuerdo respecto al momento exacto en el que la Guerra Fría concluyó. Los principales acontecimientos diplomáticos que marcaron los años 1989, 1990 y 1991 fueron:

  • La Cumbre de Malta entre el presidente estadounidense George Bush y el dirigente soviético Gorbachov, que para muchos historiadores marcó el fin de la Guerra Fría. Ambos líderes se reunieron en el buque Máximo Gorki fondeado en las costas de Malta los días 2 y 3 de diciembre de 1989. Pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín, que había sucedido el 9 de noviembre, los dos mandatarios se reunieron para comentar los vertiginosos cambios que estaba viviendo Europa y proclamaron oficialmente el inicio de una “nueva era en las relaciones internacionales”, así como el fin de las tensiones que habían definido a la Guerra Fría. Bush declaró su intención de ayudar a que la URSS se integrara en la comunidad internacional, y pidió a los hombres de negocios norteamericanos que “ayudaran a Mijaíl Gorbachov”. El líder soviético proclamó solemnemente que “el mundo terminaba una época de guerra fría (...) e iniciaba un período de paz prolongada”.
  • Otros investigadores señalan que el fin del conflicto tuvo lugar el 21 de noviembre de 1990, cuando Estados Unidos, la URSS y otros treinta estados participantes en la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa firmaron la Carta de París, un documento que tenía como principal finalidad regular las relaciones internacionales tras el fin de la Guerra Fría. La Carta incluía un pacto de no agresión entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. Tras firmar el documento, el presidente Bush manifestó: “Hemos cerrado un capítulo de la historia. La guerra fría ha terminado”.
  • Solo dos días antes de la Carta de París se había firmado el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (el 19 de noviembre de 1990), que suponía una fuerte reducción de tropas y armamento no nuclear en el continente europeo. Tras entablar negociaciones en Viena en marzo de 1989, se llegó al acuerdo de que ambas superpotencias debían reducir sus tropas en Europa a 195.000 hombres cada una. Se partía de la presencia de 600.000 soldados soviéticos y 350.000 estadounidenses.
  • El 16 de enero de 1991 una coalición internacional dirigida por Estados Unidos inició su campaña militar para desalojar a las tropas iraquíes que habían invadido Kuwait. El apoyo soviético a las sanciones de la ONU contra Irak, que precedió al desencadenamiento de la guerra del Golfo, fue acordado en la cumbre de Helsinki, celebrada el 9 de septiembre de 1990 entre Bush y Gorbachov. Este apoyo fue un ejemplo palpable del fin del antagonismo y de la supremacía estadounidense.
  • El 1 de julio de 1991, tras las revoluciones de 1989 en Europa central y oriental, y en pleno proceso de descomposición del estado soviético, el Tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua firmado en Varsovia en 1955, más conocido como Pacto de Varsovia, dejó oficialmente de existir. La OTAN quedó como la única gran alianza militar del mundo.
  • Finalmente, el 31 de julio de 1991, Bush y Gorbachov firmaron en Moscú el Tratado START I de reducción de armas estratégicas. Este acuerdo fue rápidamente superado al año siguiente, el 16 de junio de 1992, por la elaboración del Tratado START II y su firma, el 3 de enero de 1993, por Bush y el nuevo líder ruso, Boris Yeltsin. Los dos antiguos contendientes acordaron importantes reducciones en sus arsenales nucleares.

En un proceso muy rápido, la Unión Soviética y Estados Unidos pusieron fin al largo enfrentamiento que habían iniciado tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. El orden establecido en la Conferencia de Yalta (1945) se derrumbó en unos pocos meses, ante la mirada atónita del mundo. 

El 25 de diciembre de 1991, Gorbachov dimitió y la Unión Soviética dejó de existir, sustituida por 15 estados independientes. El presidente de Estados Unidos, Bush, se refirió a la nueva situación como un “nuevo orden mundial”.

El fin de la Guerra Fría y sus repercusiones en el mundo

El derrumbe de la URSS dejó a Estados Unidos como la única superpotencia mundial. La victoria en la Guerra Fría borró los recuerdos de la derrota en Vietnam. En adelante, Washington pudo ejercer el papel de “gendarme mundial” sin temor a la concurrencia de otra superpotencia. Además, el fin de la Guerra Fría y la nueva situación mundial tuvieron importantes repercusiones en diversas partes del mundo.

Repercusiones en Oriente Medio

La guerra del Golfo (1990-1991)

Cuando Saddam Husseín, presidente de Irak, invadió el 2 de agosto de 1990 el pequeño y rico estado de Kuwait, con el objetivo de paliar las enormes pérdidas ocasionadas por la guerra que había enfrentado a Irak con Irán entre 1980 y 1988, no tuvo en cuenta la nueva situación que se había creado con el fin de la Guerra Fría.

Siguiendo las propuestas de Estados Unidos, la ONU condenó la agresión, decidió aplicar sanciones económicas a Irak y, finalmente, autorizó la intervención militar. La Unión Soviética, tradicional aliado de Irak, no tenía fuerza suficiente para vetar en el Consejo de Seguridad de la ONU las directrices de la política estadounidense.

Así, el presidente estadounidense, George Bush, pudo articular una gran coalición internacional. Además de sus aliados tradicionales en la OTAN, se sumaron o apoyaron a la coalición la URSS, los nuevos regímenes de Europa oriental, Egipto y la mayoría de los países árabes, Japón y los nuevos países industrializados de Asia. Todas estas naciones buscaron la alianza y la amistad con la superpotencia.

El desenlace de la guerra del Golfo era previsible. Saddam Husseín apenas pudo lanzar algunos misiles Scud sobre Israel, muchos de ellos interceptados por el sistema antimisiles estadounidense Patriot (la intención era que Israel entrara en la guerra y forzara la salida de los países árabes de la coalición, pero esta estrategia resultó frustrada). Tras un intenso bombardeo iniciado el 15 de enero de 1991, cuando concluía el ultimátum lanzado a Irak por la ONU, las tropas de la coalición liberaron con gran facilidad el territorio kuwaití.

Para la sorpresa de muchos, las tropas estadounidenses no continuaron su camino hacia Bagdad (la capital de Irak), y permitieron que Saddam Husseín continuara en el poder. El 28 de febrero de 1991 se acordó un alto el fuego, aunque los conflictos con Irak se reanudaron en los años siguientes.

El proceso de paz árabe-israelí

Tras el estallido de la Intifada (revuelta palestina contra la ocupación israelí) en 1987 en Gaza y Cisjordania, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y su líder, Yasser Arafat, consiguieron consolidarse en la dirección de la resistencia palestina. 

En ese contexto, se reunió el Consejo Nacional Palestino en Argel en 1988 y acordó la proclamación de la independencia del Estado de Palestina, mediante la aceptación del acuerdo de la ONU de noviembre de 1947 que decidió la partición de Palestina en dos estados (lo que implicaba, a su vez, el reconocimiento del Estado de Israel).

Gorbachov había recibido a Arafat en abril de 1988 y le había solicitado que tomara en consideración “los intereses de la seguridad de Israel”. El fin de la Guerra Fría facilitó que Estados Unidos y la Unión Soviética convocaran una Conferencia sobre la Paz en Oriente Próximo en Madrid en octubre de 1991.

En la capital de España se abrió un difícil proceso de paz basado en el principio de “paz por territorios”. Tras arduas negociaciones secretas en Oslo, en septiembre de 1993 se firmó en Washington la “Declaración de principios sobre las disposiciones relacionadas con un gobierno autónomo provisional” que dio inicio a un proceso de paz que terminó fracasando.

Repercusiones en Europa

En Europa, el fin de la Guerra Fría provocó básicamente dos reacciones contrapuestas:

  • En Europa occidental se acentuaron los procesos de integración. Tras la firma del Acta Única en 1986, los doce países asociados en la Comunidad Económica Europea firmaron el Tratado de Maastricht de 1992, que daba nacimiento a la Unión Europea (1993). Tres años después, la Unión Europea se ampliaba mediante el ingreso de Suecia, Finlandia y Austria.
  • En Europa central y oriental, el derrumbamiento de los sistemas comunistas y de la URSS abrió un período de disgregación política. En algunos casos fue un proceso pacífico, como el “divorcio amistoso” entre la República Checa y Eslovaquia (en lo que había sido Checoslovaquia) en 1993; en el caso de Yugoslavia, se abrió un proceso desgarrador que introdujo nuevamente la guerra en Europa tras un período de paz iniciado en 1945. 
  • La caída del régimen comunista organizado por el mariscal Tito despertó enfrentamientos nacionalistas entre los pueblos de la Federación Yugoslava. La política ultranacionalista del líder comunista serbio Slobodan Milosevic produjo la reacción de las otras repúblicas yugoslavas. En 1991, Eslovenia y Croacia declararon su independencia, lo que provocó una cruenta guerra entre serbios y croatas. La situación se hizo aún más dramática cuando, un año más tarde, la guerra se trasladó a la vecina Bosnia-Herzegovina. El conflicto étnico-religioso entre serbios ortodoxos, croatas católicos y bosnios musulmanes hizo manifestarse nuevamente en Europa el nacionalismo radical y la “limpieza étnica”.

Repercusiones en otras regiones del mundo

La situación mundial en los inicios de la década de 1990 era claramente contradictoria. Por un lado, conflictos como el árabe-israelí, el del Líbano o el de Camboya entraban aparentemente en vías de solución, y se producían importantes avances en el respeto de los derechos humanos, como el fin del régimen del apartheid en Sudáfrica en 1990-1991 y la convocatoria en dicho país de las primeras elecciones democráticas y sin restricciones basadas en argumentos raciales en 1994.

Por otro lado, conflictos localizados, como la brutal guerra entre las comunidades hutus y tutsis en Ruanda y Burundi (1990-1994), hicieron patentes las dificultades de la comunidad internacional para instaurar un “nuevo orden mundial” basado en el respeto de los derechos humanos, la solidaridad internacional y los valores democráticos que organismos como la ONU afirmaban defender.

En cuanto a Latinoamérica, el fin de la Guerra Fría y la disolución de la Unión Soviética abrieron un período especialmente crítico (conocido como “período especial”) para el régimen comunista cubano, cuya economía dependía en gran medida de sus vínculos con el bloque soviético. Esto generó escasez de recursos y una política de racionamiento más estricta, lo que a su vez provocó protestas de la población y llevó al fomento gubernamental de la inversión extranjera en algunas áreas de la economía, como el turismo.

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Referencias

  • Britannica, Encyclopaedia (2022). Cold War. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/ 
  • Britannica, Encyclopaedia (2022). Collapse of the Soviet Union. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/ 
  • Powaski, R. E. (2000). La Guerra Fría: Estados Unidos y la Unión Soviética, 1917-1991. Crítica.
  • Veiga, F., Da Cal, E. & Duarte, A. (2006). La paz simulada. Una historia de la Guerra Fría. Alianza.

¿Cómo citar?

"Fin de la Guerra Fría". Autor: Augusto Gayubas. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/fin-de-la-guerra-fria/. Última edición: 16 octubre, 2023. Consultado: 26 abril, 2024.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 16 octubre, 2023
Fecha de publicación: 28 septiembre, 2023

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