Te explicamos qué es una selva, cómo es su biodiversidad y temperatura. Además, cuáles son sus características, clasificación y más.

¿Qué es la selva?
La selva, jungla o bosque lluvioso tropical son términos que aluden fundamentalmente a lo mismo: un paisaje bioclimático de abundantes precipitaciones, clima cálido y vegetación exuberante, organizada en varios niveles de altura. En ellos reside la principal biomasa del planeta, contando plantas y animales, con el mayor rango en la variedad de especies.
Sin embargo, no existe una definición clara y estable que reconcilie estos términos, empleados más o menos arbitrariamente para denominar a las grandes aglomeraciones húmedas de plantas y árboles de altura, a menudo con añadidos como selva tropical o selva ecuatorial, para hacer alusión a su ubicación latitudinal.
Las selvas actualmente se encuentran bajo asedio de las industrias madereras o del papel, así como de la expansión constante de la mancha urbana mundial.
Ver además: Bosque tropical.
Ubicación geográfica de la selva

Si bien se ubican en variadas latitudes del planeta, las selvas cubren un 6% del total de su superficie y abundan principalmente en la zona intertropical.
Las principales y más frondosas selvas del mundo son la Amazonía (o Selva Amazónica) en el corazón de Suramérica, o la Selva del Congo, en África. Se estima que tengan unos 5.500.000 y 700.000 kilómetros cuadrados respectivamente.
Precipitaciones de la selva

La lluvia es un factor abundante en la mayoría de las zonas selváticas, necesario para sustentar la enorme masa vegetal que contiene. La humedad selvática es indispensable para los procesos de descomposición de materia orgánica en el suelo, que a su vez reintroduce nutrientes al suelo y sirve de sustento a especies animales y de hongos que subsisten de su aprovechamiento.
En promedio, el rango de pluviosidad en zonas selváticas oscila entre los 1500 y 2000 mm, alcanzando en las zonas ecuatoriales cifras de 3000mm o más. Esto significa una abundante hidrografía cercana, como ríos o lagos, sobre todo porque suelen ser lluvias continuas a lo largo del año.
Incluso las zonas que tienden al límite inferior poseen una alta frecuencia estacionaria, que garantiza a la selva su irrigación uniforme a lo largo del año.
Biodiversidad de la selva

En las distintas selvas se encuentran contenidos dos tercios de la biodiversidad total del planeta, por lo que se estima que en ellas existan millones de especies vegetales y animales aún por descubrir.
Son, además, los grandes centros de generación de oxígeno del mundo (alrededor del 40%) y constituyen refugios ecológicos importantes a nivel global, albergando incluso comunidades humanas que aún se sostienen en base a un modo de vida premoderno, tribal, tal y como los indígenas Yanomami en la Amazonía.
Temperaturas de la selva
La media de temperatura en las zonas selváticas es alta, al menos en la franja tropical, oscilando entre los 27 y 29 centígrados; a partir de los 400 metros de altura o de latitudes subtropicales la media desciende a los 22.
En el caso de las selvas de montaña o selvas de altitud, puede disminuir aún más, hasta unos 17 o 18 centígrados. También ha de considerarse el rango de humedad, como un factor determinante de la variación en la temperatura de la selva.
Amenazas

Numerosas extensiones selváticas del mundo se encuentran bajo asedio de las industrias madereras o del papel, así como de la expansión constante de la urbanización.
Actividades como la minería ilegal (los garimpeiros brasileños, por ejemplo, en la Amazonía) generan un impacto ambiental mucho más drástico y acelerado, ya que emplean sustancias altamente contaminantes como el mercurio y métodos de extracción que deterioran el suelo de manera semipermanente.
Se estima que en la década de 1990 hubo un incremento en el ritmo de la deforestación que redujo la mancha selvática del 14% de la tierra a únicamente el 6% actual, una reducción anual promedio de 58.000 kilómetros cuadrados. Se ha advertido que de continuar con dicho ritmo de destrucción de los bosques, para el año 2050 prácticamente habrán desaparecido del planeta.
Tipos de selva según latitud

Las selvas pueden clasificarse de muchas maneras. La primera es de acuerdo a su ubicación latitudinal y sus promedios de temperatura, a saber:
- Selva ecuatorial. La de características biológicas más exuberantes, se encuentra en los climas cálidos (35 °C de promedio diario) de la franja cercana al ecuador. Por lo general este término alude a tres regiones selváticas en particular: la Amazonía, la selva del Congo y Malasia (entre Asia y Oceanía).
- Selva tropical. Emplazada en climas predominantemente cálidos del trópico (temperaturas superiores a 24 °C de promedio anual), comprende la Zona de Convergencia Intertropical, donde los vientos alisios del norte y los del sur confluyen, garantizando un clima cálido y húmedo.
- Selva subtropical. De menor extensión que la anterior, se caracteriza por un verano caliente y un invierno relativamente frío, conservando una media de temperatura anual entre 18 y 24 °C. A esta clasificación pertenecen también las selvas de montaña, aunque se encuentren en latitudes más bajas.
- Selva templada. Menos frecuentes y densas aún, se les conoce también como bosques laurifolios y se hallan en zonas templadas con climas fríos pero abundante humedad, lo cual permite la densificación arbórea.
- Selva subpolar. Conocido también como bosque subpolar lluvioso, se halla en costas de fiordos y lagos glaciales. Con alta biodiversidad y perennifolio, es decir, nunca pierde su follaje. Un ejemplo de ello es el bosque subpolar magallánico, al sur de Suramérica.
Tipos de selva según humedad

Otra posible clasificación de los territorios selváticos se basa en sus márgenes de humedad, necesarios para la proliferación vegetal y de la biomasa asociada a estas regiones. Existen, según esto, tres tipos de selva:
- Selva pluvial o perhúmeda. Debido a sus climas lluviosos durante el año completo, suelen ser siempre verdes (perennifolios), aunque es posible que en ciertos casos una etapa breve de sequía cueste no más de un 25% del follaje, con una rápida reposición del verdor. La franja de precipitación requerida para este tipo de selva es de alrededor de 4000mm para las selvas tropicales o 2000mm para las subtropicales o de montaña.
- Selva estacional, monzónica o húmeda. Presenta una pérdida parcial del follaje durante su época de sequía que puede oscilar entre un 25% y un 50%, si bien conserva una humedad relativa a lo largo del año. Los márgenes de pluviosidad oscilan entre 2000 y 3000mm para la selva tropical, y entre 1000 y 2000mm para la subtropical o de montaña.
- Selva seca o subhúmeda. En estas zonas se alterna entre períodos secos y lluviosos, siendo estos últimos breves, típicos del clima tropical seco. En realidad se prefiere para este tipo de selvas el nombre de bosque seco, y los árboles suelen perder todas sus hojas durante la sequía prolongada. Posee una menor biodiversidad pero mayor densidad de una misma especie arbórea, por lo que son ideales para fines industriales.
Tipos de selva según altitud
Finalmente, pueden clasificarse las selvas de acuerdo a la elevación del terreno sobre el cual se encuentran. A saber:
- Selva basal o de llanura. Se encuentra en la planicie, por debajo generalmente de los 1000 metros sobre el nivel del mar. Se les conoce como selvas de tierras bajas y son propensas a las inundaciones, convirtiéndose en restingas o en áreas pantanosas, como en la selva aluvial.
- Selva montana o de montaña. También conocida como bosque nuboso o selva nublada, o yungas (al oriente de la Cordillera Andina). En zonas tropicales se estima que la altura de estas selvas menos densamente pobladas sea de entre 1000 y 2200 metros sobre el nivel del mar, con gran biodiversidad y condensación de la humedad. En las regiones subtropicales la altura indicada sería de 500 a 1300 metros.
- Selva de galería. Se trata de la que rodea a los ríos o lagunas en las llanuras de la Sabana. Suelen ser extensos y húmedos, propios de la zona intertropical.
Nomenclatura de la selva

No existe, como se ha visto, claridad terminológica respecto a las distinciones entre selva, bosque y jungla. Sin embargo, tradicionalmente se les asigna consideraciones diferentes de cara a la densidad vegetal y a otras implicaciones culturales.
Si bien los términos provienen de etimologías distintas (selva del latín silva, “terreno con árboles”; bosque del germánico busch, “arbusto” o “conjunto de arbustos”; y jungla del sánscrito jangala, “terreno no cultivado”), coinciden en su imagen de un territorio virgen, poblado densamente por árboles de mucha envergadura.
Aún así, se emplea el término jungla tradicionalmente para aludir a las selvas más impenetrables y hostiles. Mientras que bosque favorece la alusión a conjuntos arbóreos semidensos, de diversa naturaleza, pudiendo ser florestas ralas e incluso bosques xerófilos de clima desértico y de coníferas en climas fríos.
Explotación medicinal de la selva
Alrededor de un cuarto de los medicamentos de consumo humano común se elaboran a partir de plantas selváticas, lo cual hace de su continua exploración biológica y farmacológica una misión de suma relevancia.
Se tiene esperanzas de que en el interior de los densos ecosistemas inexplorados en el interior de las selvas se encuentren nuevas especies de plantas, con propiedades medicinales eficaces en el tratamiento de las enfermedades actuales del hombre.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Muchas gracias por visitarnos :)