Plan Marshall

Te explicamos qué fue el Plan Marshall y cómo fue su aplicación. Además, sus consecuencias.

El Plan Marshall formó parte de la doctrina de contención del comunismo promovida por Harry Truman.

¿Qué fue el Plan Marshall?

El Plan Marshall es el nombre por el que se conoce al Programa de Recuperación Europea anunciado por George Marshall, el entonces secretario de Estado estadounidense, en un discurso pronunciado en la Universidad de Harvard el 5 de junio de 1947.

El Plan Marshall tenía el objetivo de promover la recuperación de la economía europea, en particular de los países de Europa occidental, luego de la destrucción y los problemas económicos provocados por la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). El plan se basaba en la ayuda económica de parte de Estados Unidos a los países que aceptaran formar parte del programa.

El gobierno de Estados Unidos buscaba generar condiciones de estabilidad económica que permitieran a los países europeos pagar las importaciones estadounidenses. También buscaba fortalecer la estabilidad política para afianzar las instituciones democráticas, extender la libertad de mercado y detener el avance del comunismo.

El Plan Marshall fue convertido en ley el 3 de abril de 1948, bajo la presidencia de Harry S. Truman, y fue aplicado sobre diecisiete países durante cuatro años, lo que contribuyó al crecimiento económico de Europa occidental. Los mayores receptores de fondos fueron el Reino Unido, Francia y Alemania Occidental.

La ayuda económica del Plan Marshall también fue ofrecida a la Unión Soviética y a los países bajo su influencia en Europa central y oriental, pero estos la rechazaron. Este hecho dejó marcada la diferencia que caracterizó a la Guerra Fría entre el bloque occidental, bajo la hegemonía estadounidense, y el bloque oriental, bajo la hegemonía soviética.

Preguntas frecuentes

¿Qué fue el Plan Marshall?

El Plan Marshall fue un programa de recuperación económica patrocinado por el gobierno de Estados Unidos para promover la reconstrucción de la economía europea tras la Segunda Guerra Mundial. Fue propuesto por el secretario de Estado estadounidense George Marshall en 1947 e implementado en Europa occidental entre 1948 y 1952.

¿Cómo se implementó el Plan Marshall?

El Plan Marshall supuso una ayuda estadounidense de 13.000 millones de dólares que debieron ser repartidos entre los países europeos que aceptaron formar parte del plan. El programa se aplicó entre 1948 y 1952 con la coordinación de un organismo creado por los gobiernos europeos: la OECE (Organización Europea de Cooperación Económica).

¿Qué países participaron en el Plan Marshall?

La ayuda económica del Plan Marshall fue ofrecida a casi todos los países de Europa pero la Unión Soviética y los países bajo su influencia la rechazaron. Los países que efectivamente participaron en el Plan Marshall fueron: Alemania Occidental, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y Turquía.

¿Cuáles fueron las consecuencias del Plan Marshall?

La aplicación del Plan Marshall favoreció el crecimiento económico y la recuperación industrial de los países de Europa occidental, que durante los años de aplicación del plan incrementaron su producto nacional bruto entre un 15 % y un 25 %. También permitió el incremento de las importaciones estadounidenses en Europa y la consolidación de las instituciones democráticas. En términos geopolíticos, el plan reforzó la separación entre el bloque occidental o capitalista, bajo la influencia de Estados Unidos, y el bloque oriental o comunista, bajo la hegemonía de la Unión Soviética.

El contexto histórico

Tras la Segunda Guerra Mundial, gran parte de Europa había quedado devastada debido a las pérdidas humanas y materiales. El gobierno de Estados Unidos temía que la pobreza y el desempleo alentaran el avance del comunismo en Europa occidental. En este contexto, el 5 de junio de 1947 el secretario de Estado, George Marshall, pronunció un discurso en la Universidad de Harvard en el que propuso la creación de un programa de ayuda económica a los gobiernos europeos.

Ante la crisis europea y la imposibilidad financiera de comprar productos estadounidenses, este plan de ayuda demandaba para su aplicación una coordinación previa entre los países europeos. Para ello se reunió entre junio y julio de 1947 una conferencia en París a la que, tras muchas dudas, acudió la Unión Soviética. El gobierno soviético pronto declinó el ofrecimiento de participar en el Plan Marshall y obligó a sus países satélites a hacer lo mismo con el argumento de que el plan era un instrumento del imperialismo estadounidense.

Pese a la campaña de los partidos comunistas europeos en contra del plan, dieciséis países aceptaron la ayuda estadounidense y se reunieron en una conferencia en París en septiembre de 1947. 

La conferencia tenía un triple objetivo: 

  • impedir la insolvencia europea que hubiera tenido consecuencias negativas para la economía estadounidense (acreedora de los países europeos y exportadora de productos y materias primas), 
  • prevenir la expansión del comunismo en Europa occidental,
  • crear una estabilidad que favoreciera la implantación y el mantenimiento de regímenes democráticos.

La aplicación del Plan Marshall

El golpe de Praga de febrero de 1948, ejecutado por el Partido Comunista de Checoslovaquia, aumentó el temor al avance del comunismo en los países occidentales y precipitó la aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos del Plan Marshall en abril de 1948. Ese mismo mes se creó la OECE (Organización Europea de Cooperación Económica) para repartir y concretar la ayuda.

Se calcula que en total el Plan Marshall supuso una ayuda de 13.000 millones de dólares entre 1948 y 1952. Los diecisiete países que formaron parte del plan fueron: Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Islandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, Suecia, Suiza, Turquía, el Reino Unido y Alemania Occidental. El éxito del plan fue esencial para la recuperación económica, el desarrollo industrial y la consolidación de los regímenes democráticos en Europa occidental.

La implementación del Plan Marshall también contribuyó a marcar una separación entre los países del bloque occidental, que quedaron bajo la hegemonía de Estados Unidos, y los países del bloque oriental, que permanecieron bajo la supervisión de la Unión Soviética.

La España de Francisco Franco, que no cumplía ningún requisito democrático, fue excluida del Plan Marshall, lo que hizo más lento el proceso de recuperación económica en dicho país, que no había participado en la Segunda Guerra Mundial pero había resultado afectado por la guerra civil española (1936-1939).

¿Quién fue George Marshall?

George Marshall propuso el Programa de Recuperación Europea durante la presidencia de Harry S. Truman.

George Marshall fue un general estadounidense que se desempeñó como jefe del Estado Mayor del Ejército (1939-1945), secretario de Estado (1947-1949) y secretario de Defensa (1950-1951).

Como militar profesional, fue el jefe de las operaciones estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. Winston Churchill lo llamó “el verdadero organizador de la victoria”.

Su nombramiento como secretario de Estado en 1947 fue el reflejo del endurecimiento de la postura estadounidense hacia la Unión Soviética. Ese año el presidente Harry S. Truman formuló la Doctrina Truman de contención del comunismo. 

En un discurso en la Universidad de Harvard en junio el propio Marshall anunció el Programa de Recuperación Europea, más conocido como Plan Marshall. Este plan fue exitoso y puso las bases de la recuperación económica europea tras la Segunda Guerra Mundial y de la formación de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Marshall se retiró por motivos de salud en 1949 pero fue convocado como secretario de Defensa por Truman en 1950 para reconstruir el ejército estadounidense debido al estallido de la guerra de Corea. Se retiró definitivamente en 1951 y, dos años más tarde, recibió el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento al plan de ayuda económica a Europa.

Discurso del Plan Marshal, Universidad de Harvard

5 de junio de 1947

(...) No necesito decirles, señores, que la situación mundial es muy seria (...). Al considerar lo que se precisa para la rehabilitación de Europa, fueron correctamente estimadas la pérdida física de vidas y la destrucción visible de ciudades, fábricas, minas y ferrocarriles, pero en los últimos meses se ha hecho evidente que esta destrucción visible fue probablemente menos grave que la dislocación de todo el tejido de la economía europea (...).

La verdad de la cuestión es que las necesidades de Europa para los próximos tres o cuatro años en alimentos y otros productos esenciales procedentes del exterior, principalmente de Estados Unidos, son tan superiores a su capacidad de pago actual que tiene que recibir una ayuda adicional sustancial o enfrentarse a un deterioro económico, social y político de carácter muy grave.

El remedio consiste en romper el círculo vicioso y restaurar la confianza del pueblo europeo en el futuro económico de sus propios países y de Europa como un todo. El fabricante y el agricultor a lo largo y ancho de amplias zonas debe tener capacidad y voluntad de intercambiar sus productos por monedas cuyo valor continuo no se ponga en duda.

Aparte del efecto desmoralizador sobre el mundo en general y de las posibilidades de que se produzcan desórdenes como resultado de la desesperación de la gente afectada, las consecuencias para la economía de Estados Unidos deberían ser evidentes para todos. Es lógico que Estados Unidos haga todo lo que pueda para ayudar a volver a una salud económica normal en el mundo, sin la cual no puede haber estabilidad política ni paz asegurada. Nuestra política no se dirige contra ningún país ni doctrina sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos. Su objetivo debe ser la recuperación de una economía que funcione en el mundo de forma que permita la aparición de condiciones políticas y sociales en las que puedan existir instituciones libres. Estoy convencido de que tal ayuda no debe prestarse a cuentagotas a medida que se desarrollen las distintas crisis. Cualquier ayuda que este Gobierno pueda prestar en el futuro debe proporcionar una cura antes que un simple paliativo.

Cualquier gobierno que esté dispuesto a ayudar en la tarea de la recuperación encontrará plena cooperación, estoy seguro de ello, por parte del Gobierno de Estados Unidos. Cualquier gobierno que maniobre para bloquear la recuperación de otros países no puede esperar nuestra ayuda. Es más, los gobiernos, partidos políticos o grupos que traten de perpetuar la miseria humana para beneficiarse de ella políticamente o de otra manera, encontrarán la oposición de Estados Unidos.

Es ya evidente que, antes de que el Gobierno de Estados Unidos pueda avanzar mucho más en sus esfuerzos por aliviar la situación y ayudar al mundo europeo a iniciar su camino hacia la recuperación, tiene que haber algún acuerdo entre los países de Europa en cuanto a los requisitos de la situación y a la parte que estos mismos países tomarán para dar el efecto adecuado a cualquier acción que pueda ser emprendida por este Gobierno. No resultaría ni apropiado ni eficaz que este Gobierno comenzara a elaborar unilateralmente un programa encaminado a poner a Europa de pie económicamente. Esto es asunto de los europeos. La iniciativa, pienso yo, debe partir de Europa. El papel de este país debe consistir en una ayuda amistosa en la elaboración de un programa europeo y en el posterior apoyo a dicho programa en la medida en que nos resulte práctico hacerlo. El programa debería ser un programa conjunto, acordado por varias naciones europeas, si no por todas.

Una parte esencial de cualquier acción exitosa por parte de Estados Unidos es que el pueblo de Estados Unidos comprenda por su parte el carácter del problema y los remedios que deben aplicarse. La pasión política y los prejuicios no deben intervenir. Con previsión, y con la voluntad de nuestro pueblo de hacer frente a la enorme responsabilidad que la historia ha puesto claramente sobre nuestro país, las dificultades que he esbozado pueden ser y serán superadas. (...)

George Marshall

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Referencias

  • Aldcroft, D. H. (2003). Historia de la economía europea 1914-2000. Crítica.
  • Britannica, Encyclopaedia (2023). Marshall Plan. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Carpentier, J. & Lebrun, F. (dirs.) (2006). Breve historia de Europa. Alianza.
  • Pogue, F. C. (2022). George Catlett Marshall. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Powaski, R. E. (2000). La Guerra Fría: Estados Unidos y la Unión Soviética, 1917-1991. Crítica.

¿Cómo citar?

"Plan Marshall". Autor: Augusto Gayubas. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/plan-marshall/. Última edición: 2 octubre, 2023. Consultado: 27 abril, 2024.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 2 octubre, 2023
Fecha de publicación: 28 septiembre, 2023

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