Te explicamos qué son los liberales y los conservadores y qué ideas sostienen. Además, cuáles son sus características y su rol en la actualidad.
¿Qué son los liberales y los conservadores?
Los liberales y los conservadores son los representantes de dos tendencias políticas contrapuestas, conocidas como liberalismo y conservadurismo. Los liberales promueven la libertad individual y la autonomía de los ciudadanos en los aspectos políticos, económicos, sociales y culturales. Los conservadores, por su parte, defienden las tradiciones sociales, los valores morales (como el rol de la familia y la religión) y la conservación del statu quo (el “estado de las cosas” de una sociedad).
Históricamente, la dicotomía entre liberalismo y conservadurismo comenzó entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, cuando estalló la Revolución francesa y los sectores políticos se dividieron entre quienes apoyaban los movimientos de cambio asociados a las ideas ilustradas y liberales, y quienes se oponían a la transformación social y defendían el mantenimiento del sistema político y social tradicional.
El conflicto entre liberales y conservadores se manifestó en distintas regiones, especialmente a lo largo del siglo XIX, y adquirió diversas características en cada una de ellas. En general, cada filosofía asumió una posición determinada en ciertos debates en torno a lo económico (libre mercado contra proteccionismo), lo social (modernización contra tradición), lo político (democracia contra autoritarismo) o lo religioso (laicismo contra valores cristianos). Algunos de estos conflictos derivaron en guerras civiles, como la Guerra de Reforma (1858-1861) en México.
En la actualidad, los términos pueden tener distintos significados según el país en el que se empleen. Por ejemplo, en Estados Unidos se llama liberales a los sectores progresistas, mayormente vinculados con el Partido Demócrata, que promueven la acción del Estado para implementar políticas de bienestar social, mientras que los conservadores son generalmente identificados con el Partido Republicano, que promueve el liberalismo de mercado y la libertad individual y se suele oponer al intervencionismo estatal.
En cambio, en otros países los liberales son quienes promueven la libertad de mercado y las libertades individuales mientras que los conservadores son quienes defienden las políticas proteccionistas y las tradiciones nacionales. También existen identidades políticas que combinan el liberalismo económico con el conservadurismo social (por ejemplo, la defensa de la libertad de mercado junto con el rechazo de ciertos derechos civiles, como el matrimonio igualitario). En la actualidad, liberales y conservadores suelen ser clasificados como parte de la derecha política y, en ocasiones, coinciden en un mismo espacio político. Por esta razón, actualmente es más notoria la oposición entre conservadores y progresistas que entre conservadores y liberales.
Puntos clave
- Los liberales y los conservadores son dos tendencias políticas que comenzaron a enfrentarse a fines del siglo XVIII.
- Los liberales defienden la libertad de mercado, la libertad individual, el progreso y la separación entre religión y Estado.
- Los conservadores defienden la tradición y los valores morales asociados a la familia, la religión y la patria.
- En América Latina, el desacuerdo entre liberales y conservadores generó conflictos y guerras durante el siglo XIX.
- En Estados Unidos, se llama “liberales” a los progresistas del Partido Demócrata y “conservadores” a los republicanos.
- Ver además: Centralismo y federalismo
Orígenes del conflicto entre liberales y conservadores
Los orígenes del liberalismo se remontan a los siglos XVII y XVIII, con el pensamiento político del filósofo inglés John Locke (1632-1704) y las ideas económicas del filósofo y economista escocés Adam Smith (1723-1790). El surgimiento del liberalismo estuvo relacionado con la lucha contra el absolutismo monárquico y fue una pieza esencial para el surgimiento de las democracias liberales. Estas democracias introdujeron un sistema de contrapesos y división de poderes para limitar el poder de los gobernantes y garantizar los derechos de los ciudadanos, además de proclamar la separación entre la religión y el Estado.
Las ideas económicas del liberalismo, basadas en los conceptos de propiedad privada y libertad de mercado, también contribuyeron a consolidar el capitalismo, pues proponían el fin del proteccionismo y del intervencionismo estatal. A su vez, el liberalismo promovió la modernización económica para adecuar las infraestructuras a las posibilidades que ofrecían los negocios y el comercio.
Por su parte, el conservadurismo surgió entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX como una postura opuesta a las ideas que contribuyeron al estallido de la Revolución francesa de 1789, como la Ilustración y el liberalismo. En su lugar, defendía el orden tradicional que caracterizaba a las monarquías del Antiguo Régimen.
De este modo, el conflicto entre liberales y conservadores fue originalmente característico de Francia y el Reino Unido. Sin embargo, ambas posiciones políticas se nutrieron de diversas tendencias y doctrinas en varios países, tanto de Europa como de América. Por ejemplo, en las jóvenes repúblicas de América Latina que se independizaron de España, se enfrentaron durante el siglo XIX los bandos que defendían distintos proyectos de nación, unos identificados con las ideas liberales, los proyectos de modernización y el laicismo, y otros identificados con las ideas conservadoras, la defensa de la tradición colonial y el respeto por las instituciones religiosas. En muchos casos, estos conflictos coincidieron con la oposición entre federales y centralistas.
Ideales liberales
Los ideales liberales pueden resumirse en:
- Individualismo. Concede un lugar de primacía al individuo, a quien se le reconocen derechos y libertades inviolables (la vida, la seguridad, la propiedad privada, entre otros), por encima de los deseos de entidades colectivas (como el Estado o cualquier grupo de pertenencia).
- Competencia. Defiende la conveniencia de que los individuos y otros actores sociales compitan, tanto económicamente como en el ámbito político electoral, para garantizar un orden social dinámico.
- Igualdad ante la ley. Postula el principio de que todas las personas son iguales ante la ley, para garantizar los derechos ciudadanos y evitar la discriminación por razones de etnia, género, religión, opinión política u otras.
- Valoración del cambio. Cree en la capacidad humana para progresar mediante el uso de la razón y, por lo tanto, promueve el cambio y la modernización. En este punto, se asemeja al progresismo.
- Libertad de culto. Defiende el derecho de las personas a profesar libremente su religión o a adoptar una posición agnóstica o atea, pues promueve la separación entre la religión y el Estado y el establecimiento de un Estado laico.
- Cosmopolitismo. Al hacer hincapié en el individuo, la libertad y la capacidad para entablar relaciones basadas en la razón, manifiesta una tendencia hacia lo universal y lo global, lo que queda de manifiesto en la defensa del fenómeno de la globalización.
Ideales conservadores
Los ideales conservadores pueden resumirse en:
- Familia, Estado e Iglesia. Otorga una importancia fundamental a las instituciones sociales y políticas (como la familia, el Estado y la Iglesia) para inculcar valores y limitar las pasiones y otros impulsos que considera naturales del ser humano, como el egoísmo y la violencia.
- Rechazo de teorías sociales abstractas. Se manifiesta como un conjunto de principios y valores más que como una doctrina, y suele desconfiar de los planes de cambio social basados en argumentos teóricos e intelectuales, pues considera que no tienen en cuenta la complejidad de las sociedades humanas.
- Orden y tradición. Aspira a preservar el orden establecido, o a restablecerlo si fue alterado, y a garantizar la estabilidad contra posibles transformaciones radicales o tendencias novedosas que pongan en riesgo las formas de vida y los valores tradicionales. Por lo tanto, rechaza la mirada optimista del liberalismo respecto al cambio y la modernización.
- Religión. Defiende el rol social y moral de las instituciones religiosas (como la Iglesia católica o los movimientos protestantes), pues las considera parte de la identidad cultural de la nación y un ámbito de enseñanza de valores que garantiza que las personas actúen con responsabilidad.
- Nacionalismo. Favorece categorías de pertenencia colectiva como la “nación”, la “patria”, lo “propio” o lo “nuestro” frente a categorías como lo “extranjero” o lo “extranjerizante”, que aluden a tendencias, prácticas, instituciones o intereses que son percibidos como una amenaza a la identidad nacional y a las costumbres autóctonas.
Principales corrientes liberales
El liberalismo tiene diversas tendencias y enfoques. Algunas de las principales corrientes del liberalismo son:
- Liberalismo clásico. Defiende la libertad individual, el libre mercado, el laissez faire (“dejar hacer”) y el imperio de la ley frente a los potenciales abusos del poder político y el gobierno. Surgió en los siglos XVII y XVIII con la obra de pensadores como John Locke y Adam Smith e influyó en diversas corrientes del liberalismo político y económico contemporáneo.
- Socioliberalismo o liberalismo social. Persigue un equilibrio entre las libertades individuales y el bienestar social, por lo que defiende la existencia de un Estado que garantice el desarrollo individual e intervenga en políticas de asistencia social y promoción económica. Surgió en el siglo XIX y actualmente es representado por tendencias progresistas, como el liberalismo moderno del Partido Demócrata en Estados Unidos.
- Liberalismo libertario o libertarismo. Aboga por un capitalismo centrado en las libertades individuales, en el que exista un mercado desregulado y un Estado mínimo que garantice la vida, la propiedad y la autonomía de las personas. Tiene varias corrientes, como el minarquismo y las vertientes que se acercan al conservadurismo en su defensa de la familia y la religión. En Estados Unidos, representa una combinación entre conservadurismo fiscal, liberalismo cultural y rechazo a las intervenciones en el extranjero. No debe confundirse con el adjetivo “libertario” aplicado a otros movimientos, como el anarquismo.
- Minarquismo. Promueve la figura del Estado mínimo, es decir, un Estado que intervenga lo menos posible en la sociedad y se concentre únicamente en defender la propiedad privada y la libertad individual, mediante la administración de unas pocas áreas consideradas indispensables, como los tribunales, la policía, las prisiones y la defensa militar.
- Anarcocapitalismo. Apuesta por un modelo de sociedad en el que desaparezca la autoridad estatal y prevalezcan la propiedad privada, la autonomía individual, la libertad de mercado y el principio de no violencia, todo ello basado en la voluntad de intercambio y el respeto mutuo entre los individuos. Debido a que rechaza la coacción estatal y la figura del Estado como garante de la propiedad privada, propone un sistema en el que cada persona deba proteger su vida y su propiedad mediante la contratación de agencias de seguridad privadas.
Neoliberalismo
Se suele llamar neoliberalismo a una tendencia económica y política que hizo resurgir las ideas del liberalismo clásico a finales del siglo XX, al promover políticas de liberalización económica, libre comercio, flexibilidad laboral, privatizaciones, reducción del tamaño del Estado y disminución del gasto público.
La aplicación de las recetas neoliberales comenzó durante las administraciones de Margaret Thatcher en el Reino Unido (1979-1990) y Ronald Reagan en Estados Unidos (1981-1989), y se extendió a numerosos países, especialmente en América Latina, donde fueron implementadas con el objetivo de hacer frente a crisis económicas y procesos inflacionarios.
Sin embargo, el término no corresponde a una corriente dentro del liberalismo, sino que es usado para describir las recetas liberales aplicadas en diversos países a fines del siglo XX, especialmente entre quienes responsabilizan a estas políticas de las crisis económicas que estallaron a comienzos del siglo XXI (como la crisis de 2001 en Argentina o la crisis financiera mundial de 2007).
- Más en: Neoliberalismo
Principales corrientes conservadoras
El conservadurismo se compone de diversas corrientes. Algunas de ellas son:
- Conservadurismo tradicionalista. Sus principios se remontan a la figura del británico Edmund Burke (1729-1797), quien planteó que era imposible construir un Estado basado en la razón (como el que perseguían la Ilustración y el liberalismo en el contexto de la Revolución francesa) y prefería retornar a los valores tradicionales y dejar que el cambio social sucediera naturalmente y no mediante transformaciones sociales aceleradas o revoluciones. El conservadurismo tradicional defiende las instituciones y normas ancestrales como creadoras de lazos sociales y rechaza el individualismo y las innovaciones que puedan amenazar las costumbres o la identidad cultural y religiosa.
- Conservadurismo nacionalista. Comparte algunos principios del conservadurismo tradicionalista, como la defensa de los valores culturales, religiosos y familiares, pero hace hincapié en la identidad nacional, la necesidad de medidas económicas proteccionistas y la lucha contra la inmigración irregular. En Europa, se suele vincular con un discurso euroescéptico (es decir, contrario a la Unión Europea).
- Conservadurismo liberal. Integra el principio liberal de la libertad de mercado, las libertades políticas y civiles de los individuos y la mínima intervención del Estado en la economía, con la defensa de los valores conservadores que hacen hincapié en el rol de la familia, el Estado y la Iglesia. En Estados Unidos lo representan ciertas facciones del Partido Republicano, y en el Reino Unido el Partido Conservador.
- Neoconservadurismo. Llamado comúnmente “neocon”, surgió en Estados Unidos en la década de 1970 como reacción a la contracultura de los años 1960. Combina los valores conservadores, como la familia, la moral y la religión, con el rechazo al comunismo y la defensa de las libertades individuales y el libre mercado. Promueve la defensa militar de la democracia en el extranjero y tuvo especial influencia en las presidencias republicanas de Ronald Reagan y George H. W. Bush, e incluso en otros países, como el Reino Unido durante el mandato de Margaret Thatcher.
Conflictos entre liberales y conservadores en América Latina
A lo largo de la historia contemporánea, liberales y conservadores se enfrentaron en diversas ocasiones, incluso mediante las armas. En América Latina, el conflicto provocó insurrecciones y guerras.
En México, el derrocamiento de la dictadura de Antonio López de Santa Anna en 1855 desató un enfrentamiento entre dos bandos: los liberales, que promulgaron una Constitución federal en 1857 y una serie de leyes que separaron la Iglesia del Estado y buscaron construir un Estado democrático moderno, y los conservadores, que rechazaron la Constitución y defendieron los privilegios nobles y eclesiásticos heredados de la época colonial. Este enfrentamiento llevó a la Guerra de Reforma (1858-1861), que culminó con la victoria de los liberales, si bien las tensiones con los conservadores continuaron algunos años más.
En Chile, tras la renuncia de Bernardo O’Higgins al cargo de director supremo en 1823, se desató un conflicto entre dos facciones que se enfrentaron en una guerra civil entre 1829 y 1830. De un lado estaban los “pipiolos” o liberales, que defendían un gobierno democrático, y del otro los “pelucones” o conservadores, que agrupaban a antiguos realistas, monárquicos, aristócratas y sectores del clero que proponían un orden autoritario y tradicionalista.
Los conservadores contaron con el apoyo de los o’higginistas (seguidores de O’Higgins) y los estanqueros (grandes comerciantes) y vencieron en la guerra. Así comenzó el período conocido como República Conservadora (1831-1861). Sin embargo, en 1849 antiguos “pipiolos” fundaron el Partido Liberal y poco después se produjeron levantamientos liberales y una fractura dentro del sector conservador que facilitaron la instauración de la llamada República Liberal (1861-1891).
En Venezuela, los liberales y los conservadores se enfrentaron militarmente en la Guerra Federal (1859-1863). Los liberales defendían los principios económicos del liberalismo y un proyecto de organización nacional de tipo federal, mientras que los conservadores abogaban por un proyecto de nación centralista, si bien compartían algunos principios económicos del liberalismo (como el libre comercio). La victoria liberal en la guerra se consagró con la firma de un tratado de paz que llevó a la promulgación de una Constitución federal en 1864.
Liberales y conservadores en la actualidad
En la actualidad, las posturas liberales y conservadoras están muy diversificadas y tienen matices. En muchos casos, continúan enfrentadas, tanto en los planos económico y político como en aspectos sociales, morales y religiosos. Sin embargo, en algunos partidos políticos y alianzas electorales las ideas liberales y conservadoras están integradas, y es común hablar de conservadurismo liberal y liberalismo conservador.
En general, muchos dirigentes políticos son liberales en materia política y económica pero conservadores en lo social, es decir, defienden la libertad de mercado y las instituciones republicanas pero se oponen a la ampliación de derechos sociales y defienden los valores tradicionales. Por otro lado, muchos liberales en lo económico defienden gobiernos autoritarios y socialmente conservadores siempre y cuando impulsen políticas de liberalización económica.
En Estados Unidos, los progresistas que integran el Partido Demócrata son llamados “liberales” y defienden una forma de liberalismo en lo social. Sin embargo, si bien aceptan la economía de mercado, suelen rechazar las recetas más extremas del liberalismo económico. Por otro lado, los conservadores que forman parte del Partido Republicano suelen combinar la defensa de los valores morales y religiosos tradicionales con la autonomía individual y la libertad de mercado.
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Referencias
- Bobbio, N., Matteucci, N. y Pasquino, G. (Dirs.). (2015). Diccionario de política. Siglo XXI.
- Freeden, M. (2015). Liberalism. A Very Short Introduction. Oxford University Press.
- Girvetz, H. K., Dagger, R., Ball, T. y Minogue, K. (2024). Liberalism. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Viereck, P., Ball, T., Dagger, R. y Minogue, K. (2024). Conservatism. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
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