Descolonización en el siglo XX

Te explicamos qué fue el proceso de descolonización en el siglo XX. Además, su historia, causas y consecuencias.

Mahatma Gandhi fue uno de los principales impulsores de la descolonización en Asia.

¿Qué fue la descolonización en el siglo XX?

La descolonización fue el proceso por el que las antiguas posesiones de los imperios coloniales europeos, especialmente en Asia y África, consiguieron la independencia política. La descolonización fue una de las principales consecuencias de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y se dio en un contexto internacional marcado por la Guerra Fría.

A partir de fines de la década de 1940, y especialmente durante las décadas de 1950 y 1960, decenas de nuevos estados africanos y asiáticos nacieron en los territorios que habían dominado las potencias coloniales. Junto a los estados latinoamericanos que se habían emancipado del dominio europeo en el siglo XIX, este conjunto de naciones constituyó lo que se denominó el Tercer Mundo (en ocasiones también designado con el término “países subdesarrollados” o “en vías de desarrollo”).

Estos nuevos países, donde vivía la mayor parte de la población mundial, se enfrentaron con el reto de construir gobiernos estables y eficientes, superar el subdesarrollo económico en un momento de acelerado crecimiento demográfico, y, en algunos casos, definir una identidad nacional que nunca habían tenido.

Algunas de las dificultades derivadas de la colonización y el posterior proceso de descolonización perviven en la actualidad. Por ejemplo, el Medio Oriente se convirtió en un foco de tensión internacional que aún perdura a inicios del siglo XXI.

Preguntas frecuentes

¿Qué fue la descolonización en el siglo XX?

Fue un proceso en el que diferentes territorios, especialmente en Asia y África, lograron independizarse del sometimiento colonial impuesto por las grandes potencias.

¿Cuántos años duró el proceso de descolonización?

La mayoría de los procesos de independencia se desencadenaron luego de la Segunda Guerra Mundial (1945) y duraron hasta fines de la década de 1960, aunque todavía hoy existen colonias del Reino Unido, como las Islas Caimán, y de Estados Unidos, como las Islas Vírgenes.

¿Cuáles fueron las consecuencias de la descolonización en el siglo XX?

Las principales consecuencias fueron la autonomía política, la inestabilidad de los regímenes de gobierno y las dificultades económicas de los territorios libres. Paradójicamente, los problemas económicos contribuyen a que los territorios independientes sigan siendo, en gran parte, subordinados de las grandes potencias, que establecen condiciones políticas y sociales a cambio de préstamos de dinero e inversiones.

Causas de la descolonización en el siglo XX

Entre las causas que explican los procesos de descolonización en Asia y África se cuentan:

  • El nacimiento de ideas nacionalistas e independentistas. La educación occidental recibida por las elites locales y la fundación de escuelas permitieron que los habitantes accedieran a los discursos nacionalistas en las regiones colonizadas.
  • Los efectos de la Segunda Guerra Mundial sobre las poblaciones colonizadas. En algunos casos, las naciones colonizadas aprovecharon el desprestigio de las naciones europeas que habían sufrido derrotas a lo largo de la guerra (como Francia y Gran Bretaña) para fortalecer el sentimiento antiimperialista y nacionalista. En otros casos, la participación de tropas coloniales en los ejércitos europeos legitimó los reclamos independentistas.
  • Los efectos de la Segunda Guerra Mundial en los países europeos. Las dificultades económicas de Europa condujeron a concentrar los esfuerzos en las políticas de reconstrucción interna de cada país, al tiempo que algunos líderes políticos y la opinión pública se mostraron favorables al derecho de autodeterminación de las naciones de Asia y África.
  • El impulso de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) para suprimir el colonialismo. En el contexto de la Guerra Fría, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética (URSS), se habían erigido como potencias mundiales, y se mostraban ahora contrarios a la perduración del viejo orden colonial europeo.

El nacimiento de los nacionalismos

Los líderes nacionalistas de cada país le dieron su propio sello a la lucha independentista.

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) aceleró el surgimiento de movimientos nacionalistas en los países colonizados de Asia y África. Esto fue posible debido a que las elites indígenas habían enviado a sus hijos a estudiar a universidades europeas, donde se familiarizaron con ideas de democracia y libertad política.

Al volver a sus países de origen sufrieron la discriminación del sistema colonial, que los excluía de los cargos administrativos y políticos, por lo que formaron los primeros grupos nacionalistas y anticolonialistas. Cada líder nacionalista tomó un camino propio: Mahatma Gandhi en la India apeló a la conciencia religiosa hindú; Habib Burguiba en Túnez se inspiró en el nacionalismo laico del turco Kemal Atatürk; mientras que Ho Chi Minh en Vietnam unió la revuelta anticolonial con la revolución comunista.

La modernización económica —infraestructuras, hospitales, escuelas— impulsada en las colonias por las metrópolis tuvo un doble resultado contradictorio. Por un lado, los adelantos médicos provocaron en el período de entreguerras el inicio de un acelerado incremento demográfico. Por otro lado, el desarrollo económico fue insuficiente y desigual. Esto generó desocupación en el campo y hacinamiento en las ciudades, y el consiguiente descontento social fue aprovechado por los nacionalismos anticolonialistas.

Los efectos de la Segunda Guerra Mundial

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) precipitó la crisis de los sistemas coloniales. Varios factores lo explican:

  • La rápida derrota de Francia, Bélgica y Países Bajos supuso un fuerte desprestigio de las metrópolis en sus respectivos imperios coloniales. La victoria de Japón sobre el imperialismo inglés en gran parte de Asia provocó un sentimiento similar, incitado por los japoneses que alentaron la rebelión contra la dominación de los “blancos” europeos.
  • El Reino Unido y la Francia Libre enrolaron en sus ejércitos a muchos habitantes de las colonias. Más de dos millones de indios lucharon en el ejército británico, decenas de miles de magrebíes se enrolaron en el ejército francés que luchó en Italia junto a los aliados. La sangre derramada legitimó las reivindicaciones de los pueblos colonizados.
  • Las dos superpotencias surgidas de la guerra, Estados Unidos y la Unión Soviética, defendían posturas contrarias a los viejos imperios coloniales europeos. Los estadounidenses, además de recordar su propio origen nacional, apoyaron la apertura de mercados para sus capitales y productos, así como el fin de las trabas coloniales. Los soviéticos aprobaron el proceso de emancipación desde su ideología anticapitalista y antiimperialista.
  • La ONU impulsó el proceso descolonizador gracias al acuerdo de las dos superpotencias, al que pronto se fue uniendo el voto de los países que iban naciendo en el proceso de descolonización.

Los modelos de descolonización

Se pueden distinguir diversos tipos de descolonización. En relación con el lugar que ocupó la violencia en el proceso, se puede distinguir entre:

  • Descolonización sin guerra de independencia. Esta situación tuvo lugar cuando las metrópolis comprendieron la inutilidad de resistirse a un proceso histórico que consideraron ineludible. La ausencia de guerra de independencia no implicó que no hubiera disturbios importantes (como en Marruecos o Túnez), o incluso gravísimos conflictos o guerras civiles entre comunidades indígenas rivales (como sucedió en la India entre hindúes y musulmanes).
  • Descolonización con guerra de independencia. Esta fue la situación cuando las metrópolis se negaron a aceptar el cambio y acordar la independencia. Los ejemplos más claros fueron Argelia e Indochina en el Imperio francés e Indonesia en el Imperio neerlandés.

Si se tienen en cuenta los dos principales imperios coloniales, se puede distinguir entre:

  • Modelo francés de descolonización. Tras la humillación de 1940 ante la Alemania nazi, el gobierno francés no estaba preparado para aceptar la pérdida de sus colonias, algo que contemplaba como una nueva derrota. Pese a que en 1946 sustituyó el término “imperio” por el de Unión Francesa, el gobierno de París intentó retener por la fuerza sus colonias, lo que dio lugar a un proceso de descolonización violento (como en Argelia e Indochina).
  • Modelo británico de descolonización. El gobierno británico tenía cierta experiencia en la descolonización, pues en el período de entreguerras reconoció la autonomía de los “dominios” que integraban el imperio (como Australia, Nueva Zelanda, Canadá o Sudáfrica) y admitió la independencia de Irak y Egipto. Además, creó la Commonwealth (o Mancomunidad) en 1931, cuyo objetivo era mantener lazos con las antiguas colonias. No obstante, en algunos casos el proceso descolonizador que siguió a la Segunda Guerra Mundial provocó enfrentamientos entre fuerzas locales y el gobierno británico (como la revuelta de Mau Mau en Kenia), o guerras entre poblaciones enemistadas que han continuado hasta el siglo XXI. Es el caso de hindúes y musulmanes en la antigua colonia de la India, hoy prolongado en el conflicto entre India y Pakistán, y la situación del Mandato Británico de Palestina, cuyo final en 1948 dio origen al conflicto árabe-israelí.

La descolonización en Asia meridional y oriental

India: la independencia y la partición

En la India, el movimiento nacionalista se reunió principalmente en el Partido del Congreso, fundado en 1885. El principal líder independentista indio, Mahatma Gandhi, llegó a presidir dicho partido luego de la Primera Guerra Mundial, y encabezó la lucha contra la dominación británica mediante la doctrina de la no violencia.

Las negociaciones con los británicos luego de la Segunda Guerra Mundial dieron lugar a un desacuerdo entre la idea de Gandhi de formar un estado multirreligioso y el plan de la Liga Musulmana de formar dos estados: uno musulmán y otro hindú. Esto provocó un conflicto civil que concluyó en 1947 con la partición de dos estados independientes: la India (hindú) y Pakistán (musulmán). El primer presidente de la India independiente fue Jawaharlal Nehru.

La independencia de Indonesia

En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, el Imperio del Japón ocupó en 1942 las Indias Orientales Neerlandesas (Indonesia), que hasta entonces eran colonia de los Países Bajos. Este hecho dio un renovado estímulo a un movimiento nacionalista preexistente, liderado por Sukarno, que luego de la derrota de los japoneses en agosto de 1945, proclamó la independencia de Indonesia.

El gobierno de los Países Bajos intentó recuperar los territorios perdidos, lo que provocó un conflicto armado que concluyó en 1949, cuando los neerlandeses reconocieron la independencia. El primer presidente de Indonesia fue Sukarno.

La guerra de Indochina

La guerra de Indochina (1946-1954) culminó con la derrota francesa ante el Viet Minh en Dien Bien Phu.

La guerra de Indochina (1946-1954) fue la primera fase de un conflicto que se prolongó en la guerra de Vietnam. Los franceses, al igual que los neerlandeses en Indonesia, fueron desalojados de su colonia en Indochina (Vietnam, Laos y Camboya) por Japón durante la Segunda Guerra Mundial. El 2 de septiembre de 1945, Ho Chi Minh, líder del Viet Minh, guerrilla comunista y nacionalista, proclamó la independencia de Vietnam.

Esta situación provocó una guerra entre el Viet Minh y Francia (que quería restaurar su dominio), iniciada en 1946 y finalizada en 1954 cuando, tras la derrota francesa en la batalla de Dien Bien Phu, se firmaron los Acuerdos de Ginebra. En ellos se acordó la independencia de Laos y Camboya y la partición en dos estados de Vietnam, uno comunista al norte y otro pro-occidental al sur. Sin embargo, al año siguiente estallaron nuevos conflictos entre Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, ya sin la intervención de Francia pero con la creciente implicación de Estados Unidos.

La descolonización en África

Las independencias en la región del Magreb

El Magreb es una región del África noroccidental que, luego de la Segunda Guerra Mundial, estaba dominada por los gobiernos francés y español. En Túnez, el líder del partido Neo-Destur (Nueva Constitución), Habib Burguiba, planteó una estrategia negociada por etapas para alcanzar la independencia respecto a Francia. 

Estas negociaciones fueron interrumpidas por el gobierno francés en 1951, lo que provocó una lucha armada que llevó al reconocimiento francés de la autonomía política de Túnez en 1954, y finalmente a la independencia en 1956.

En Marruecos, el partido Istiqlal (Partido de la Independencia) agrupó a los nacionalistas que consiguieron que franceses y españoles abandonaran el país en 1956, durante un proceso negociado que no estuvo exento de episodios de violencia. La independencia se concretó con la formación del reino de Marruecos, bajo el reinado de Mohamed V.

El proceso de independencia en Argelia fue mucho más violento. El gobierno francés se negó a aceptar las demandas nacionalistas, lo que derivó en una encarnizada guerra de liberación entre el Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino y el ejército francés. La guerra de Argelia (1954-1962) provocó una gran cantidad de muertos y concluyó con la firma de los “Acuerdos de Evian” (1962), que decidieron el abandono francés del territorio y condujeron a la proclamación de la independencia de Argelia en julio de 1962.

La descolonización del África subsahariana

Patrice Lumumba lideró la independencia del Congo pero fue asesinado.

En el África subsahariana, la descolonización se realizó de forma progresiva y en general sin mayores resistencias de las metrópolis.

En el África anglófona, Costa de Oro alcanzó su independencia en 1957 debido a la actividad de líderes como Kwame Nkrumah, y el país cambió su nombre a Ghana. El resto de las colonias se independizaron en la década de 1960, y algunas atravesaron posteriormente períodos de intensas guerras civiles, como Nigeria entre 1967 y 1970.

En el África francófona, se destacó la figura de Sedar Senghor, líder nacionalista senegalés que contribuyó a la independencia de Senegal en 1960. A lo largo del año 1960 se independizó la mayor parte de los territorios de Francia en África.

El Congo belga se independizó en 1960 bajo el impulso del líder nacionalista Patrice Lumumba, quien asumió como primer ministro de la República Democrática del Congo. Sin embargo, un grupo de colonos belgas se amotinó en la provincia de Katanga. Posteriormente, Lumumba fue asesinado y terminó ocupando la presidencia el general Mobutu en 1965, quien gobernó dictatorialmente el país (rebautizado República del Zaire) hasta 1997.

Todos estos jóvenes estados se agruparon en la Organización para la Unidad Africana (OUA), fundada en 1963 con la intención de evitar conflictos fronterizos y secesiones. Uno de los problemas que debieron afrontar los países africanos fue que las fronteras habían sido decididas en Londres o París, sin tener en cuenta las identidades tribales preexistentes. Por lo tanto, tras la descolonización, se hicieron frecuentes los conflictos entre estados que no respondían a realidades nacionales o las guerras civiles entre grupos étnicos dentro de un mismo estado.

Finalmente, las colonias portuguesas, como Angola, Mozambique y Guinea-Bissau, se independizaron entre 1974 y 1975, luego de un largo período de insurrecciones armadas y de la resistencia del gobierno portugués a ceder sus territorios coloniales. La descolonización de las colonias portuguesas se produjo en un marco internacional caracterizado por el recrudecimiento de la Guerra Fría, lo que explica en gran medida las largas guerras civiles que se abatieron sobre estos países, incluso después de la independencia.

Consecuencias de la descolonización en el siglo XX

Entre las consecuencias de los procesos de descolonización del siglo XX, se cuentan:

  • La autonomía política de las nuevas naciones respecto a los gobiernos europeos, aunque en general permanecieron subordinadas económicamente ya sea a alguno de los países de Europa occidental o a alguna de las superpotencias de la Guerra Fría (fenómeno que algunos historiadores llamaron neocolonialismo).
  • La inestabilidad política, que muchas veces derivó en guerras civiles (por ejemplo, conflictos étnicos derivados del hecho de que las antiguas fronteras coloniales no habían respetado las identidades locales), y el establecimiento de cruentas dictaduras (como la de Idi Amin en Uganda). Algunos de estos conflictos perduran en el siglo XXI.
  • Las dificultades económicas vinculadas con un rápido crecimiento poblacional, una economía “subdesarrollada” y la explotación de recursos naturales por parte de empresas multinacionales, lo que amplió la pobreza entre la población y provocó, a lo largo de los años, distintas crisis humanitarias.
  • El surgimiento del Movimiento de Países No Alineados, que buscaba vincular entre sí a los países del Tercer Mundo y favorecer políticas independientes de los intereses de las dos superpotencias de la Guerra Fría, aunque en la práctica los nuevos estados solían quedar bajo la influencia de uno u otro bloque.

La Resolución 1514 de la Asamblea General de la ONU

La ONU promovió el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial. La Carta de las Naciones Unidas, el documento que dio nacimiento a la organización en 1945, estableció el principio de la “igualdad de derechos” y la “libre determinación de los pueblos” como condición para el fomento de la paz entre las naciones.

Sobre la base de este principio, y en el contexto de las luchas de independencia en Asia y África, la Asamblea General de la ONU aprobó en Nueva York el 14 de diciembre de 1960 la Resolución 1514 (XV), una declaración en la que proclamó la necesidad de favorecer la descolonización en los territorios que aún estaban sometidos a relaciones coloniales. A continuación se reproduce íntegramente dicha declaración.

Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU)

14 de diciembre de 1960

La Asamblea General,

"Teniendo presente que los pueblos del mundo han proclamado en la Carta de las Naciones Unidas que están resueltos a reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas y a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad.

Consciente de la necesidad de crear condiciones de estabilidad y bienestar y relaciones pacíficas y amistosas basadas en el respeto de los principios de la igualdad de derechos y de la libre determinación de todos los pueblos, y de asegurar el respeto universal de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión, y la efectividad de tales derechos y libertades.

Reconociendo el apasionado deseo de libertad que abrigan todos los pueblos de pendientes y el papel decisivo de dichos pueblos en el logro de su independencia.

Consciente de los crecientes conflictos que origina el hecho de negar la libertad a esos pueblos o de impedirla, lo cual constituye una grave amenaza a la paz mundial.

Considerando el importante papel que corresponde a las Naciones Unidas como medio de favorecer el movimiento en pro de la independencia en los territorios en fideicomiso y en los territorios no autónomos.

Reconociendo que los pueblos del mundo desean ardientemente el fin del colonialismo en todas sus manifestaciones.

Convencida de que la continuación del colonialismo impide el desarrollo de la cooperación económica internacional, entorpece el desarrollo social, cultural y económico de los pueblos dependientes y milita en contra del ideal de paz universal de las Naciones Unidas.

Afirmando que los pueblos pueden, para sus propios fines, disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales sin perjuicio de las obligaciones resultantes de la cooperación económica internacional, basada en el principio del provecho mutuo, y del derecho internacional.

Creyendo que el proceso de liberación es irresistible e irreversible y que, a fin de evitar crisis graves, es preciso poner fin al colonialismo y a todas las prácticas de segregación y discriminación que lo acompañan.

Celebrando que en los últimos años muchos territorios dependientes hayan alcanzado la libertad y la independencia, y reconociendo las tendencias cada vez más poderosas hacia la libertad que se manifiestan en los territorios que no han obtenido aún la independencia.

Convencida de que todos los pueblos tienen un derecho inalienable a la libertad absoluta, al ejercicio de su soberanía y a la integridad de su territorio nacional.

Proclama solemnemente la necesidad de poner fin rápida e incondicionalmente al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones.

Y a dicho efecto

Declara que:

1. La sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundiales.

2. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural.

3. La falta de preparación en el orden político, económico, social o educativo no deberá servir nunca de pretexto para retrasar la independencia.

4. A fin de que los pueblos dependientes puedan ejercer pacífica y libremente su derecho a la independencia completa, deberá cesar toda acción armada o toda medida represiva de cualquier índole dirigida contra ellos, y deberá respetarse la integridad de su territorio nacional.

5. En los territorios en fideicomiso y no autónomos y en todos los demás territorios que no han logrado aún su independencia deberán tomarse inmediatamente medidas para traspasar todos los poderes a los pueblos de esos territorios, sin condiciones ni reservas, en conformidad con su voluntad y sus deseos libremente expresa dos, y sin distinción de raza, credo ni color, para permitirles gozar de una libertad y una independencia absolutas.

6. Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

7. Todos los Estados deberán observar fiel y estrictamente las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de Derechos Humanos y de la presente Declaración sobre la base de la igualdad, de la no intervención en los asuntos internos de los demás Estados y del respeto de los derechos soberanos de todos los pueblos y de su integridad territorial."

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Referencias

  • Cooper, F. (2021). Historia de África desde 1940. Rialp.
  • Getz, T. (s.f.). Political Decolonization, c.1945-1997. Khan Academy. https://www.khanacademy.org/ 
  • Metcalf, B. y Metcalf, T. (2014). Historia de la India. Tercera edición. Akal.
  • Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU, 14 de diciembre de 1960, en: Portal oficial de las Naciones Unidas. https://www.un.org/
  • Springhall, J. (2001). Decolonization since 1945. The Collapse of European Overseas Empires. Red Globe Press.

¿Cómo citar?

"Descolonización en el siglo XX". Autor: Augusto Gayubas. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/descolonizacion-en-el-siglo-xx/. Última edición: 4 marzo, 2024. Consultado: 26 abril, 2024.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 4 marzo, 2024
Fecha de publicación: 28 septiembre, 2023

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