Civilización incaica

Te explicamos qué fue la civilización incaica y cómo era su organización política. Además, sus características, economía, literatura y más.

Civilización Inca
El imperio inca fue la potencia regional más importante del continente suramericano.

¿Qué fue la civilización incaica?

La civilización incaica fue una cultura precolombina suramericana que habitó el altiplano andino entre los siglos XIII y XVI d. C. Logró conquistar a los pueblos vecinos y crear un imperio que abarcó territorios de las actuales Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Argentina y Chile.

Desde Cusco, su capital, los incas desarrollaron una tradición cultural que permanece activa hoy en día en diversas comunidades. Inventaron técnicas agrícolas y arquitectónicas que les permitieron controlar diferentes zonas ecológicas y aprovechar una amplia variedad de recursos. Fueron grandes constructores, y su red de caminos llegó a sumar más de 30.000 kilómetros, que hoy atraviesan montañas, mesetas y planicies.

Muchos de los centros urbanos incaicos más importantes hoy permanecen como sitios arqueológicos y permiten a los especialistas conocer su civilización, como Machu Picchu, Choquequirao, Ollantaytambo y Písac, entre otros.

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Organización territorial de la civilización incaica

Civilización incaica
Alrededor de Cusco, la capital del imperio, los incas construyeron templos y santuarios.

Los incas se asentaron en la cordillera andina suramericana y extendieron su área de influencia hasta el mar: ocuparon una franja larga del continente en el territorio de los actuales Bolivia y Perú, y llegaron a abarcar parte de Ecuador, de Colombia, de Chile y de Argentina.

La gran capital del imperio era la ciudad de Cusco, actual Perú. Esta ciudad estaba dividida simbólica y territorialmente en dos mitades: Hanan (que significa “alto” en quechua) y Hurin (que significa “bajo”). Esta dualidad se vinculaba además con otros símbolos importantes de la cosmología incaica:

  • Hanan Cusco: asociado a lo alto, lo masculino, el Sapa Inca (rey), el sol y el oro.
  • Hurin Cusco: asociado a lo bajo, lo femenino, la Coya (reina), la luna y la plata.

Los incas llamaban a su Estado Tawantinsuyu, que en quechua significa “cuatro partes”. Esta cuatripartición era geográfica, social, política, jerárquica y fundamental para la organización de las tareas laborales y rituales de la sociedad incaica. Físicamente, se manifestaba desde la ciudad de Cusco hacia el resto del imperio.

  • Chinchaysuyo: parte del Hanan Cusco y se extiende hacia el norte.
  • Antisuyo: parte del Hanan Cusco y se extiende al este.
  • Collasuyo: parte del Hurin Cusco y se extiende al sur.
  • Contisuyo: parte del Hurin Cusco y se extiende al oeste.

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Historia de la civilización incaica

Civilización incaica
El escudo de la dinastía Hanan representa la grandeza de los Incas y su expansión imperial.

La historia incaica puede dividirse en dos periodos según la dinastía de sus gobernantes:

  • Dinastía Hurin (c. 1200-1320 d. C.). Muchos de los relatos sobre esta época vienen de la tradición oral; son pocas las evidencias históricas escritas que permiten narrar la historia de esta dinastía de gobernantes. Esta familia dinástica fundó la ciudad de Cusco, creó las primeras técnicas de agricultura de terrazas y desarrolló una red comercial en la región. Sus gobernantes fueron:
  • Manco Capac (c. 1200-1230 d. C.)
  • Sinchi Roca (c. 1230-1260 d. C.)
  • Lloque Yupanqui (c. 1260-1290 d. C.)
  • Mayta Capac (c. 1290-1320 d. C.).
  • Dinastía Hanan (1320-1533 d. C.). La historia de esta dinastía está marcada por el continuo aumento de poder de los gobernantes y la necesidad de controlar las disputas internas de la nobleza inca. Las figuras de los gobernantes reforzaron sus rasgos militares y sagrados:
  • Inca Roca (c. 1350-1380 d. C.), Yahuar Huacac (c. 1380-1410 d. C.) y Viracocha Inca (c. 1410-1438 d. C.) comenzaron a gobernar sobre los territorios que conquistaban.
  • Pachacuti Inca Yupanqui (1438-1471 d. C.) fue quien fundó el Tawantinsuyu y aceleró el ritmo de conquistas y la expansión del Estado inca.
  • Topa Inka Yupanqui (1471-1493 d. C.) y Huayna Capac (1493-1525 d. C.) continuaron el legado de Pachacuti Inca Yupanqui.
  • La disputa entre los hermanos Huascar (1525-1532 d. C.) y Atahualpa (1532-1533 d. C.) llevó a una década de conflictos políticos dentro del imperio, que terminaron con la victoria de Atahualpa. Sin embargo, hacia 1533 los conquistadores españoles sometieron al último emperador de esta dinastía.

Fuentes históricas de la civilización incaica

Los incas se establecieron en la región andina entre los siglos XII y XVI d. C. Los especialistas sostienen que es difícil trazar una cronología exacta de su historia ya que los incas no tenían interés en crear una narrativa general de su pueblo de manera lineal. Además, su concepción del tiempo era cíclica y consideraban que eventos de diferentes momentos del pasado habían sucedido al mismo tiempo.

Los incas compartían su conocimiento de generación en generación de manera oral y registraban el tiempo a través de un sistema de quipus. Los quipus eran un conjunto de hilos anudados y teñidos de colores, que utilizaban para registrar y comunicar fechas importantes, sucesos y cálculos.

Las principales fuentes escritas que existen para conocer el pasado incaico son las crónicas de los conquistadores españoles, que tienen muchas contradicciones. Los españoles se concentraron en registrar la historia política de los incas, resaltando los rasgos militaristas que llevaron a la creación del imperio, con poca atención a las otras culturas o pueblos sometidos que habitaban el espacio incaico.

Organización política de los incas

civilización inca
El Sapa Inca era el soberano absoluto y se relacionaba con Inti, el dios Sol.

Las conquistas de los incas en los siglos XV y XVI llevaron a la existencia de un imperio sumamente numeroso, con poblaciones muy disímiles entre sí, que tenían diferente nivel de complejidad y riqueza en su propia organización.

Para poder mantener el imperio unido, los gobernantes incas necesitaron no solo un ejército fuerte sino también una administración rigurosa que permitiera controlar a la sociedad. Para ello, se abocaron a que cada habitante cumpliera con las normas y los ritos establecidos desde el corazón del imperio. Además, crearon un sistema jerárquico de organización política:

  • Sapa Inca. El Tawantinsuyu estaba encabezado por un soberano absoluto, llamado Sapa Inca: dictaba las leyes, ejercía como juez supremo, comandaba los ejércitos y era el líder religioso. Los incas consideraban que su gobernante era descendiente directo de Inti, dios Sol. El Sapa Inca gobernaba junto a su Quya, que era la reina y esposa principal. Sus hijos eran quienes podían ser sucesores reales. Además, el Sapa Inca tenía otras “esposas menores” con quienes se casaba para formar alianzas con los linajes importantes de la sociedad incaica.
  • Willaq Umu. Era el sumo sacerdote del rito a Inti, dios del Sol. Debía ser un pariente cercano del Sapa Inca y ejercía su cargo cuando este moría, hasta que se establecía la sucesión legal. Organizaba el ceremonial de todo el imperio, supervisaba a los villcas (sacerdotes de alto rango) y actuaba como consejero especial del Sapa Inca.
  • Consejo del reino. Estaba integrado por 16 nobles que representaban a los linajes incas de Cusco y de los cuatro suyos.
  • Tukuy Rikuq. Eran inspectores que trabajaban en diferentes áreas y espacios del gobierno incaico y debían informar al Sapa Inca sobre todo lo que sucedía.

Organización social de los incas

Civilización incaica
Los nobles incas utilizaban aros que les agrandaban las orejas, como símbolo de distinción.

La dualidad característica de la cultura incaica se vio reflejada en su organización social. Por un lado, la sociedad incaica estaba organizada a partir de grupos de personas, llamados ayllus, que se consideraban descendientes de los mismos antepasados. Cada ayllu tenía un lugar sagrado de referencia, donde veneraban a sus ancestros y presentaban ofrendas. Un conjunto de ayllus formaba una comunidad liderada por un curaca.

Por otro lado, los incas tenían una sociedad estratificada y conformada por:

  • Nobleza real (Panaca). Controlaba la administración del Estado y del culto religioso. Estaba compuesta por los linajes familiares aristocráticos, entre ellos el del Sapa Inca (emperador) y la Coya (emperatriz). Los nobles gozaban de privilegios: eran educados para ser gobernantes, guerreros o sacerdotes, los hombres podían tener muchas esposas y utilizaban joyas y vestimentas que los diferenciaban del resto de la población.
  • Nobleza de provincia (Curacas). Este grupo estaba integrado por los jefes de cada comunidad de ayllus, considerados una nobleza de segunda categoría. Se ocupaban de representar a sus comunidades frente al Estado, recaudaban el tributo y reclutaban la mano de obra para los trabajos públicos.
  • Artesanos y campesinos (Hatun runa). Eran quienes realizaban todas las actividades de producción de alimentos y manufacturas. Debían contribuir a la construcción de obras públicas y prestar servicios militares.
  • Yanaconas. Estas personas habían sido separadas de su comunidad de origen y perdían el contacto con sus familias. Se dedicaban a prestar servicios al Estado o a la nobleza. Sus condiciones de vida podían ser muy buenas, dependiendo del rol que cumplieran y las funciones que se les otorgaran. No eran siervos, pues eran personas libres.

Economía incaica

Civilización incaica
Los incas utilizaban un sistema de terrazas para cultivar en las laderas de la montaña.

La economía incaica se basaba en:

  • El trabajo comunitario. El trabajo campesino se organizaba en torno a los ayllus. Todos sus integrantes tenían obligaciones específicas en función del beneficio común. Los niños y niñas protegían los sembrados y el ganado, y se ocupaban de otras tareas como buscar leña y tejer lanas. Las personas adultas trabajaban la tierra y cumplían la mita (trabajo periódico en obras públicas). Los mayores organizaban los depósitos de almacenamiento y cuidaban del ganado junto a los niños.
  • El control de tierras. Todas las tierras cultivables del imperio se organizaban en tres grupos. Las tierras del Sapa Inca eran trabajadas por campesinos para mantener a la nobleza real; las tierras del Sol también, pero su producto era para los sacerdotes y las ceremonias religiosas. Las tierras de los ayllus pertenecían a las comunidades y, todos los años, eran repartidas entre las familias por el curaca.
  • El trabajo estatal. El Estado exigía que todos los integrantes del ayllu de 18 a 50 años aporten al bienestar del imperio a través de la mita (un sistema de turnos de trabajo para la construcción de obras públicas), el servicio militar (cuando era requerido) y el pago de impuestos (en forma de alimentos y artesanías).
  • La reciprocidad y la redistribución. El imperio inca aprovechaba la reciprocidad característica de las comunidades de ayllus (todos trabajaban para el beneficio común) y la combinaba con el principio de redistribución: el Sapa Inca se encargaba de disponer el intercambio entre las diferentes zonas del imperio, almacenaba productos pagados como impuestos y, cuando era necesario, entregaba a las comunidades aquellos alimentos o manufacturas que necesitaba. De esta manera, el Sapa Inca consolidaba su posición y se mostraba como un “dador de bienes”.
  • El aprovechamiento de los recursos. El imperio se caracterizó por crear técnicas para aprovechar los recursos de cada ecosistema que habitaba:
  • En las zonas costeras, el sistema de riego se hacía por canales, acequias y pozos, y se podían obtener ajíes, calabazas y tomates. Además, practicaban la pesca y obtenían mariscos.
  • En las zonas montañosas, crearon terrazas de cultivo y el riego se hacía en base a la lluvia y al deshielo. Producían maíz, frijoles, papas, coca, quínoa y criaban llamas y alpacas.
  • En las zonas selváticas, utilizaban el sistema de roza para crear áreas de cultivo (talaban árboles e incendiaban el suelo para poder sembrar) para cosechar algodón, yuca, maní y frutas.

Cultura incaica

Civilización incaica
Los incas construyeron una red de caminos que llegó a tener más de 20.000 kilómetros.

Los principales rasgos culturales de los incas fueron:

  • Idioma. Los incas hablaban la lengua quechua clásica, adoptada como lengua oficial del imperio, que convivía con los idiomas aymara, mochica y puquina. Los primeros documentos escritos en quechua provienen de los cronistas y misioneros europeos, quienes realizaron adaptaciones fonéticas al alfabeto español. Los incas no conocieron la escritura alfabética, por lo que hoy no hay cómo representar los sonidos originales de la lengua incaica.
  • Arquitectura. Una característica fundamental de la cultura incaica fue la construcción planificada de ciudades, caminos y puentes. Para crear un imperio en base a cientos de pueblos y culturas comunitarias distintas, los incas se valieron de la arquitectura para dar homogeneidad e integrar a las diferentes regiones que lo componían. A medida que avanzaron en la conquista de territorios, los arquitectos diseñaron templos de estilo imperial y caminos que unían diferentes zonas y llegaban hasta la capital del imperio. El Qhapaq Ñam o Camino Real, de 5.200 km de longitud, era el eje central de una red de caminos e infraestructuras de alrededor de 20.000 km de superficie, que recorría el imperio superando los posibles obstáculos y atravesando los diferentes ecosistemas.
  • Comunicación. La cultura incaica implementó un sistema de correo y mensajería imperial sumamente veloz, que se organizaba en torno a chasquis (mensajeros corredores) apostados en los distintos caminos. Los chasquis se pasaban entre sí mensajes o paquetes a través de puestos ubicados a 1.5 km de distancia el uno del otro.
  • Religión. La religión incaica era politeísta. Sin embargo, los dioses más venerados eran Inti (dios Sol) y Viracocha (dios creador). El culto oficial era dirigido por el Willaq Umu (sumo sacerdote). Se organizaban dos ceremonias anuales de gran importancia, a través de las que se hacían ofrendas a Inti y a Viracocha y, a su vez, los jefes de cada comunidad reafirmaban su fidelidad al Sapa Inca. Otras divinidades importantes eran Illapa (Trueno), Pachamama (Madre Tierra), Quilla (Luna) y Mamacocha (Madre Agua).
  • Tradición oral. Las historias y los mitos incas se transmitían de manera oral, de generación en generación. Había además personas especialmente educadas como relatores. Muchos de los relatos se narraban a partir de cantares, que integraban coplas de amor populares (harawi), himnos de alegría (haylli) e historias épicas que contenían los valores imperiales y las leyendas mitológicas. Algunos relatos eran registrados a través de quipus, un sistema de notación que permitía registrar a través de cordones anudados fechas, números y dataciones.

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Referencias

  • Espinoza Soriano, W. (1978). Los modos de producción en el imperio de los incas.
  • Rostworowski de Diez Canseco, M. (1988). Estructuras andinas del poder: Ideología religiosa y política. Instituto de Estudios Peruanos.
  • Covey, R. A. (2008). The Inca Empire. In The handbook of South American archaeology (pp. 809-830). Springer, New York, NY.
  • DeMarrais, E. (2013). Colonización interna, cultura material y poder en el imperio inca. Relaciones-Sociedad Argentina de Antropología, 38(2), 351-376.
  • Favale, R. D. (2005). El Imperio Inca. Comercio exterior Universidad de Barcelona.

¿Cómo citar?

"Civilización incaica". Autor: Teresa Kiss. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/civilizacion-incaica/. Última edición: 27 febrero, 2024. Consultado: 28 marzo, 2024.

Sobre el autor

Autor: Teresa Kiss

Profesorado de Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 27 febrero, 2024
Fecha de publicación: 25 abril, 2017

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