Conferencia de Potsdam (1945)

Te explicamos qué fue la Conferencia de Potsdam y qué importancia tuvo en el final de la Segunda Guerra Mundial. Además, sus resoluciones sobre Alemania y el ultimátum a Japón.

Los “Tres Grandes” (Winston Churchill, Harry Truman y Iósif Stalin) protagonizaron la Conferencia de Potsdam.

¿Qué fue la Conferencia de Potsdam?

La Conferencia de Potsdam fue una reunión celebrada en un suburbio de Berlín por los líderes de las tres principales potencias aliadas de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tras la derrota de la Alemania nazi. Participaron el primer ministro del Reino Unido (Winston Churchill y, luego, Clement Attlee), el presidente de Estados Unidos (Harry S. Truman) y el líder de la Unión Soviética (Iósif Stalin), además de sus ministros de Asuntos Exteriores.

La conferencia se desarrolló entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945. Los objetivos principales fueron decidir la forma de administrar Alemania y Austria bajo la ocupación aliada y definir las nuevas fronteras de Polonia. Se decidió seguir lo acordado en la Conferencia de Yalta sobre la repartición de Alemania y Austria en cuatro zonas de ocupación y se resolvió dividir también las ciudades de Berlín y Viena.

Además, se establecieron reparaciones de guerra y se decidió implementar una política de desmilitarización y desnazificación de Alemania, que incluyó el enjuiciamiento de criminales de guerra. 

La frontera occidental de Polonia quedó fijada en la línea Óder-Neisse, lo que supuso la pérdida de territorio por parte de Alemania. También se envió un ultimátum a Japón en el que se le exigió la rendición incondicional con la amenaza de que, en caso contrario, su territorio sería devastado. El rechazo japonés al ultimátum decidió el lanzamiento de dos bombas atómicas por parte de Estados Unidos sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.

Puntos clave

  • La Conferencia de Potsdam se celebró poco después de la rendición de Alemania pero antes de la rendición de Japón que puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
  • Participaron los tres mandatarios de las principales potencias aliadas, llamados los “Tres Grandes”: Iósif Stalin (Unión Soviética), Harry S. Truman (Estados Unidos) y Winston Churchill (Reino Unido, reemplazado durante la conferencia por Clement Attlee).
  • Las resoluciones principales fueron la repartición de Alemania, Austria y sus capitales en cuatro zonas de ocupación, la desnazificación, desmilitarización y democratización de Alemania, el reclamo de reparaciones de guerra y la fijación de la frontera entre Alemania y Polonia.
  • Estados Unidos, el Reino Unido y China enviaron desde Potsdam un ultimátum a Japón para que aceptara la rendición incondicional. Tras el rechazo japonés, Estados Unidos lanzó dos bombas atómicas sobre Japón que precipitaron el fin de la guerra.

El contexto histórico

A pesar de los acuerdos, en Potsdam quedaron patentes los intereses particulares de cada nación.

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar que enfrentó a los Aliados (encabezados por el Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Soviética y China) con las potencias del Eje (la Alemania nazi, la Italia fascista y el Imperio del Japón).

En los últimos meses de la guerra se fue haciendo cada vez más evidente que las potencias del Eje serían derrotadas. En este contexto, los representantes de los Aliados celebraron una serie de reuniones o conferencias para decidir las últimas acciones militares y acordar algunos principios sobre la organización del mundo de posguerra y, en particular, sobre el modo en que sería administrada Alemania.

Los acuerdos alcanzados por los “Tres Grandes” (como se llamó a los primeros mandatarios de la Unión Soviética, Estados Unidos y el Reino Unido) en conferencias como las de Teherán (1943) y Yalta (1945) fueron retomados y completados en la última gran conferencia aliada: la Conferencia de Potsdam

Esta se celebró entre julio y agosto de 1945, es decir, poco después de la rendición de Alemania (que tuvo lugar en mayo de 1945) pero antes de la rendición de Japón (que se produjo en septiembre de 1945).

Tras obtener la victoria sobre la Alemania nazi, los “Tres Grandes” (Iósif Stalin, Harry S. Truman y Winston Churchill, este último reemplazado durante la conferencia por Clement Attlee) se reunieron en Potsdam, un suburbio de Berlín, entre el 17 de julio y el 2 de agosto de 1945, para decidir la suerte del país vencido.

Pese a la victoria común sobre Alemania, que se concretó los días 7 y 8 de mayo con la rendición incondicional de la Wehrmacht (fuerzas armadas alemanas), el ambiente en la Conferencia de Potsdam había cambiado con respecto a Teherán o Yalta. Las relaciones cordiales de los encuentros anteriores fueron gradualmente reemplazadas por un clima de sospecha y por la defensa de los intereses particulares de cada nación.

También cambiaron algunos de sus protagonistas. Si bien Stalin permaneció como líder soviético en todas estas conferencias, Truman sustituyó a Franklin D. Roosevelt, el presidente estadounidense que había participado en las conferencias anteriores, quien había fallecido unos meses antes. Por otro lado, Clement Attlee, el líder laborista británico, sustituyó durante la conferencia a Churchill, quien había resultado derrotado en las elecciones generales de 1945.

Clement Attlee (1883-1967) fue un político británico del Partido Laborista que ejerció como Primer Ministro del Reino Unido entre 1945 y 1951. Como otros líderes de su época, orientó la la organización estatal bajo los principios del Estado de Bienestar con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y garantizar su acceso a los derechos elementales (vivienda, trabajo, salud y educación). Respecto a la política internacional, dirigió el proceso de descolonización británica en la India, Birmania, Ceilán, Palestina y Transjordania. Promovió una política de contención en los orígenes de la Guerra Fría y consolidó la alianza entre Estados Unidos y el Reino Unido. Además, apoyó la Doctrina Truman, el Plan Marshall, la creación de la OTAN en contra del Bloque soviético y envió tropas británicas a la Guerra de Corea (1950-1953) para asistir al gobierno pro-occidental de Corea del Sur.

Las resoluciones de la Conferencia de Potsdam

En la Conferencia de Potsdam, los dirigentes de la Gran Alianza (el Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética) acordaron:

  • Establecer una autoridad suprema interaliada en Alemania cuyo poder real residiera en un Consejo Supremo de Control formado por los comandantes militares de las cuatro zonas de ocupación: estadounidense en el sudoeste, británica en el noroeste, francesa en el oeste y soviética en el este. Era una mera división administrativa de Alemania y, en aquel momento, ninguno de los líderes reunidos pensó en una división política como la que se consolidó a comienzos de la Guerra Fría.
  • Dividir Austria en cuatro zonas de ocupación, y hacer lo mismo con su capital (Viena) y con la capital de Alemania (Berlín).
  • Implementar el denominado plan de las cuatro "D": desnazificación, desmilitarización, descartelización (abolición de los grandes “carteles” o grupos económicos alemanes) y democratización. Este plan debía ser la base de la reconstrucción de Alemania:
    • Desnazificación. Todas las organizaciones nazis debían ser disueltas, la administración depurada de simpatizantes del nazismo y los criminales de guerra castigados en un tribunal que tendría como sede Núremberg, la capital de los grandes congresos nazis (eventos masivos de celebración del nazismo).
    • Desmilitarización y descartelización. Todas las organizaciones militares y paramilitares debían ser disueltas y la industria armamentística debía ser desarticulada, al igual que los grandes conglomerados industriales.
    • Democratización. Debía volverse a la legalidad de los partidos políticos y sindicatos, celebrarse elecciones locales y restablecerse las libertades civiles.
  • Preparar un tratado de paz definitivo con Alemania y sus países satélites, tarea de la que debían encargarse los ministros de Asuntos Exteriores de los principales países aliados. Los tratados con Italia, Rumania, Hungría, Bulgaria y Finlandia fueron firmados en 1947 y el tratado con Austria se firmó en 1955. Sin embargo, el tratado oficial entre los Aliados y Alemania se firmó recién en 1990, debido al estallido de la Guerra Fría y la partición de Alemania en dos Estados.
  • Definir la frontera oriental de Alemania con Polonia. Aunque no hubo acuerdo sobre el trazado de la frontera entre ambos países, la Unión Soviética impuso una política de hechos consumados mediante la anexión a Polonia de importantes territorios alemanes y consiguió que se fijara la línea Óder-Neisse como la frontera definitiva. Este cambio de fronteras se vio acompañado de la expulsión de más de diez millones de alemanes de territorios orientales y de amplios desplazamientos, a menudo dramáticos, de población en toda la Europa oriental. La frontera fue aceptada oficialmente en los tratados firmados durante el proceso de reunificación de Alemania en 1990.
  • Demandar el pago de reparaciones de guerra a Alemania. En lo referente a este asunto, se acordó tras duras discusiones que las reparaciones serían extraídas por cada potencia en su área de ocupación, aunque a la Unión Soviética se le permitió obtener del 10 al 15 % del equipamiento industrial de las zonas occidentales a cambio de productos agrícolas y otros recursos provenientes de su propia zona de ocupación.

Pese a la proclamación solemne de que las grandes potencias asumían la responsabilidad colectiva en el establecimiento de una paz justa y concertada, y a pesar de la adhesión unánime a los principios de la Carta del Atlántico (1941), la realidad fue que en la Conferencia de Potsdam afloraron las diferencias ideológicas y las ambiciones nacionales que llevaron en el corto plazo al fin de la Gran Alianza y al inicio de la Guerra Fría.

Ultimátum a Japón aprobado en la Conferencia de Potsdam

26 de julio de 1945

En el contexto de la Conferencia de Potsdam, los líderes del Reino Unido (Winston Churchill) y Estados Unidos (Harry S. Truman) firmaron junto al presidente del gobierno de China (Chiang Kai-shek) una declaración el 26 de julio de 1945. En ella exigieron la rendición del Imperio del Japón bajo una serie de términos.

Esta declaración funcionó como un ultimátum al gobierno japonés en el que se proclamó que, si no aceptaba rendirse, sufriría una devastación total. El gobierno soviético no firmó la proclamación porque todavía no había declarado la guerra a Japón.

La negativa japonesa a rendirse de acuerdo con las disposiciones del ultimátum motivó al gobierno estadounidense a lanzar dos bombas atómicas sobre Hiroshima (6 de agosto de 1945) y Nagasaki (9 de agosto de 1945). La Unión Soviética declaró la guerra a Japón el 8 de agosto. Finalmente, la rendición japonesa fue firmada el 2 de septiembre de 1945.

Proclamación de los jefes de gobierno de Estados Unidos, China y el Reino Unido

"1. Nosotros, el presidente de Estados Unidos, el presidente del Gobierno Nacional de la República de China y el primer ministro de Gran Bretaña, en representación de los cientos de millones de nuestros compatriotas, hemos conferenciado y acordado que debe darse una oportunidad a Japón para poner fin a esta guerra.

2. Las prodigiosas fuerzas terrestres, navales y aéreas de  Estados Unidos, el Imperio británico y China, varias veces reforzadas por sus ejércitos y flotas aéreas llegados desde el oeste, están preparadas para asestar los golpes finales a Japón. Este poder militar está sostenido e inspirado por la determinación de todas las naciones aliadas de proseguir la guerra contra Japón hasta que este deje de resistir.

3. El resultado de la inútil e insensata resistencia alemana al poderío de los pueblos libres del mundo levantados se presenta con terrible claridad como un ejemplo para el pueblo de Japón. El poderío que actualmente converge contra Japón es inconmensurablemente mayor que aquel que, cuando se aplicó sobre los nazis que resistían, necesariamente devastó las tierras, la industria y el modo de vida de todo el pueblo alemán. La utilización plena de nuestro poder militar, respaldada por nuestra determinación, significará la inevitable y completa destrucción de las fuerzas armadas japonesas y también la inevitable devastación total de la patria japonesa.

4. Llegó el momento para Japón de decidir si continuará controlado por esos obstinados consejeros militares cuyos cálculos poco inteligentes condujeron al Imperio del Japón al borde del aniquilamiento, o si elegirá el camino de la razón.

5. He aquí nuestras condiciones. No nos desviaremos de ellas. No hay alternativas. No toleraremos ningún retraso.

6. Debe eliminarse para siempre la autoridad e influencia de aquellos que engañaron y confundieron al pueblo de Japón para que se embarcara en la conquista del mundo, ya que insistimos en que no será posible un nuevo orden de paz, seguridad y justicia hasta tanto el militarismo irresponsable no sea expulsado del mundo.

7. Hasta que sea instaurado ese nuevo orden y quede probado de manera convincente que el potencial de guerra de Japón está destruido, los puntos del territorio japonés que sean designados por los Aliados serán ocupados para asegurar que se alcancen los objetivos básicos que aquí estamos enunciando.

8. Se cumplirán los términos de la Declaración de El Cairo y la soberanía japonesa quedará limitada a las islas Honshu, Hokkaido, Kyushu, Shikoku y las islas menores que determinemos.

9. Las fuerzas armadas japonesas, después de ser completamente desarmadas, tendrán permitido regresar a sus hogares con la oportunidad de llevar una vida pacífica y productiva.

10. No tenemos la intención de que los japoneses sean esclavizados como raza ni destruidos como nación, pero se impondrá una justicia severa a todos los criminales de guerra, incluidos los que infligieron crueldades a nuestros prisioneros. El gobierno japonés removerá todos los obstáculos que puedan impedir el renacimiento y fortalecimiento de las tendencias democráticas entre el pueblo japonés. Se establecerá la libertad de expresión, de religión y de pensamiento, así como el respeto a los derechos humanos fundamentales.

11. Japón quedará autorizado a conservar las industrias que sirvan para sostener su economía y permitan la exacción de justas reparaciones en especie, pero no aquellas industrias que le dejen capacidad de rearmarse para la guerra. Con este fin se le permitirá el acceso a las materias primas, pero no su control. Se permitirá la eventual participación japonesa en las relaciones comerciales internacionales.

12. Las fuerzas de ocupación de los Aliados serán retiradas de Japón tan pronto como se hayan cumplido estos objetivos y se haya establecido, de acuerdo con la voluntad libremente expresada del pueblo japonés, un gobierno responsable y de intenciones pacíficas.

13. Hacemos un llamamiento al gobierno de Japón para que proclame ahora la rendición incondicional de todas las fuerzas armadas japonesas y proporcione garantías apropiadas y adecuadas de su buena fe en tal acción. La alternativa para Japón es la pronta y total destrucción."

Potsdam, 26 de julio de 1945

Harry S. Truman
Winston S. Churchill
Aprobación del presidente Chiang Kai-shek por radio.

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Referencias

  • Britannica, Encyclopaedia (2023). Potsdam Conference. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Britannica, Encyclopaedia (2022). Potsdam Declaration. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/ 
  • Plokhy, S. M. (2011). Yalta. The price of peace. Penguin Books.
  • Stone, N. (2013). Breve historia de la Segunda Guerra Mundial. Ariel.

¿Cómo citar?

"Conferencia de Potsdam (1945)". Autor: Augusto Gayubas. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/conferencia-de-potsdam-1945/. Última edición: 5 marzo, 2024. Consultado: 26 abril, 2024.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 5 marzo, 2024
Fecha de publicación: 28 septiembre, 2023

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