Tecnocracia

Te explicamos qué es la tecnocracia, cómo se originó y cuál es su filosofía. Además, sus características generales, usos y ejemplos.

Tecnocracia
La tecnocrácia proponía aplicar los pasos descritos en el método científico.

¿Qué es la Tecnocracia?

El término tecnocracia significa literalmente el “gobierno de la técnica”, lo cual se traduce en el intento de aplicar a la política metodologías de gobierno que se rigen por datos empíricos y experimentales, en lugar de consideraciones ideológicas.

A quienes persiguen este cometido se les considera “tecnócratas” y suelen, por lo general, pertenecer a sectores científicos o tecnológicos del conocimiento.

Inicialmente, este término describía la doctrina que proponía aplicar los pasos descritos en el método científico, sobre el cual se erigen las ciencias exactas, al campo de la resolución de los problemas sociales, en lugar de enfoques económicos, políticos y filosóficos de la materia.

Actualmente, el término se emplea también para describir la tendencia a la administración política aparentemente desprovista de la influencia de grupos sociales (oligarquía), apegada más bien a las disciplinas y las experticias específicas del conocimiento especializado, y al mismo tiempo la tendencia que rechaza la consideración política de las variables no cuantificables y mensurables.

Ver además: Funcionalismo.

Origen del término Tecnocracia

La palabra tecnocracia proviene de los vocablos griegos tekhné (técnica, arte) y krátos (poder, dominio), y fue empleada en los años de 1930 para describir la creciente influencia en la sociedad de los especialistas técnicos en producción (como físicos, químicos e ingenieros) que se hallaban a cargo de los segmentos industriales de la misma.

De esta manera se pensaba que si se podía controlar la dinámica de producción de bienes de consumo, se podía regir igualmente la dinámica política de la sociedad industrial.

Antecedentes de la tecnocracia

Auguste Comte - tecnocrácia
Comte propuso reemplazar el ejercicio de la política por el de la tecnología.

Los orígenes filosóficos de la tecnocracia se remontan al siglo XIX, en particular a los ensayos del filósofo francés Claude-Henri Rouvroy, el conde de Saint Simon, quien exponía en su tratado de Reorganización de la sociedad europea (1814), la tesis de que si las ciencias, fuera cual fuera su campo de interés, no eran más que un conjunto de problemas aguardando su solución o de fenómenos esperando a ser observados, entonces el método científico en que se fundamentaban podría ser aplicado al campo de la política y servir para la resolución de los problemas sociales del hombre.

Así, Rouvroy proponía reemplazar al gobierno de los hombres por “la administración de las cosas”, y en ese exacto principio se define el espíritu de la tecnocracia.

Un segundo antecedente a destacar fue el pensamiento del filósofo Auguste Comte, quien a partir de su observación de la sociedad industrial como consecuencia de una evolución histórica humana, propuso reemplazar el ejercicio de la política por el de la tecnología, pues quienes pudieran administrar el proceso productivo administrarían también la sociedad industrial entera.

Filosofía tecnocrática

Filosofía-tecnocracia
Para la mentalidad tecnocrática la verdad y la racionalidad son sinónimos.

La filosofía tecnocrática es heredera de la Ilustración y la Revolución Industrial, sobre todo del positivismo que depositó su fe en la razón humana y el avance científico como fuentes del futuro bienestar de la humanidad y resolución de todos los problemas sociales.

Esto demostró ser falaz, ya que nuevos inventos trajeron consigo nuevas complicaciones, pero a la par nuevas soluciones para los viejos inconvenientes.

Para la mentalidad tecnocrática la verdad y la racionalidad son prácticamente sinónimas, de manera que todos aquellos aspectos irracionales o subjetivos del ser humano quedan relegados en sus consideraciones sobre la sociedad.

Desconfianza en el individuo

Uno de los principios comunes a toda doctrina tecnocrática es la desconfianza en el individuo, corruptible y susceptible de manipulaciones, incompetencias o emocionalidades, apostando más bien por la teoría y por el imperio del conocimiento.

El sueño tecnocrático es lograr que el funcionamiento político responda a las leyes de lo exigido como lo hacen las máquinas o los procesos científicos, es decir, de manera controlada y predecible.

Neoliberalismo tecnocrático

tecnocrácia
La Universidad de Chicago es un centro destacado de tecnócratas.

La tecnocracia neoliberal o neoliberalismo tecnocrático fue como se llamó a la vertiente político-económica que promulgó el resurgimiento del liberalismo a finales del siglo XX, amparada en conceptos teóricos y una clase universitaria especializada en la administración y las teorías económicas.

Un centro destacado de tecnócratas de la década del 70 fue la Universidad de Chicago y sus “Chicago Boys”, un grupo de asesores que tuvieron participación en las medidas económicas de la dictadura de Pinochet.

La tecnocracia en el siglo XXI

En un mundo tan determinado por la tecnología como el del siglo XXI, el pensamiento tecnocrático forma parte de las filosofías políticas comunes.

Esta tendencia suele desplazar el poder político, en lugar de asesorarlo, y reemplazarlo por modelos de decisión fruto de cálculos y especulaciones teóricas, otorgando poder a los sectores que mayor control ejercen sobre el desarrollo científico o tecnológico, que suelen ser las grandes corporaciones trasnacionales.

La tecnocracia futura

tecnocracia futura
Distopías de ciencia ficción indagan en que la ciencia termine controlando al hombre.

Muchos sueñan (aterradora o felizmente) con un mundo futuro en el que el ejercicio de la política no sea necesario, librándonos así de sus vicios (y virtudes), pues habrá sido reemplazado por modelos de gestión de la vida amparados en tecnologías venideras. Muchas distopías de ciencia ficción indagan en dicha posibilidad: la de que la ciencia termine controlando al hombre y no al revés.

Objeciones al pensamiento tecnocrático

Si bien el pensamiento tecnocrático puede resultar seductor por su empeño en la efectividad y la planificación, muchos sectores critican las consecuencias morales, éticas y humanísticas de reemplazar estos valores del ejercicio político, centrándose en los cálculos y las previsiones para alcanzar objetivos concretos. Esto bien puede construir modelos incompatibles con la vida civilizada, a pesar de cumplir con patrones científicos de exigencia.

Usos del término tecnocracia

tecnocracia
La tecnocrácia puede referir a un gobierno que perdió contacto con la realidad social.

En la actualidad el término “tecnocracia” se emplea como sinónimo de aquellos modelos de gobierno en los que la concepción teórica especializada de la sociedad predomina por sobre las consideraciones sociales, o aquellos que centran su interés en el desarrollo cuantificable y tangible de la misma.

También se emplea con una consideración despectiva para referir a los modelos de gobierno que han perdido el contacto con la realidad social, que se quedan en las teorías especializadas y los modelos científicos.

Ejemplos de Tecnocracia

La tecnocracia en pleno jamás se ha aplicado, por lo que no existen ejemplos como tal de un modelo de gobierno 100% tecnocrático, pero sí pueden señalarse tendencias tecnocráticas dentro de las democracias capitalistas (casos de México o de Ecuador durante ciertas etapas del siglo XX) o incluso de modelos nada democráticos como puede ser la dictadura chilena de Augusto Pinochet, cuyos preceptos económicos eran dictaminados por especialistas estadounidenses en materia económica (tecnócratas).

¿Cómo citar?

"Tecnocracia". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/tecnocracia/. Última edición: 9 enero, 2024. Consultado: 28 marzo, 2024.

Sobre el autor

Fecha de actualización: 9 enero, 2024
Fecha de publicación: 3 agosto, 2018

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