Te explicamos qué fue la política de apaciguamiento del período de entreguerras. Además, sus principales protagonistas y sus consecuencias.
¿Qué fue la política de apaciguamiento?
La política de apaciguamiento o appeasement fue una política exterior que buscaba solucionar los conflictos entre países por medios pacíficos y de compromiso en lugar de recurrir a la guerra. La política de apaciguamiento fue promovida por los gobiernos británico y francés frente al expansionismo alemán de los últimos años del período de entreguerras. Su principal representante fue el primer ministro británico Neville Chamberlain.
La política de apaciguamiento consistía en ceder ante algunas exigencias del líder nazi Adolf Hitler para calmar sus impulsos militaristas y evitar el estallido de una nueva guerra en Europa. Los momentos más destacados de la política de apaciguamiento fueron la pasividad franco-británica frente a la anexión alemana de Austria en marzo de 1938 y la firma del Pacto de Múnich en septiembre de 1938, que permitió a Alemania anexar los Sudetes de Checoslovaquia.
La política de apaciguamiento fracasó en su intención de evitar un nuevo conflicto mundial, pues en marzo de 1939 Hitler incumplió el Pacto de Múnich e invadió el resto del territorio checoslovaco. Pocos meses después, Hitler invadió Polonia y tanto el Reino Unido como Francia declararon la guerra a Alemania, lo que provocó el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Puntos clave
- La política de apaciguamiento fue promovida en la década del treinta por el primer ministro británico Neville Chamberlain para hacer frente el expansionismo nazi. Fue también adoptada por el gobierno francés.
- El apaciguamiento consistía en aceptar algunas exigencias territoriales de Adolf Hitler para evitar un conflicto que pudiera desatar una nueva guerra mundial.
- El apaciguamiento fracasó porque Hitler continuó su expansión militar, conquistó Checoslovaquia e invadió Polonia, lo que provocó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
- Ver además: Período de entreguerras (tercera etapa)
El contexto histórico
Tras la victoria aliada en la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Alemania fue obligada a firmar el Tratado de Versalles (1919). Entre la opinión pública británica se consideraba que Alemania había sido maltratada, especialmente por dos razones:
- Las exorbitantes reparaciones de guerra que fueron impuestas a Alemania.
- La aplicación del principio de las nacionalidades en Austria, Danzig o los Sudetes, que implicó la pérdida de territorios con población germana que antes habían pertenecido a los imperios alemán y austrohúngaro.
Esto llevó a muchos británicos a mostrarse favorables a una revisión del tratado. A ello se sumó el deseo de evitar una nueva guerra mundial y la conciencia de que el poder británico para hacer frente a los desafíos internacionales estaba en declive.
Antes del nombramiento de Neville Chamberlain como primer ministro del Reino Unido, la actitud del gobierno británico frente a las crisis internacionales y al militarismo de la Alemania de Adolf Hitler (quien había llegado al poder en 1933) anticipaba la política de apaciguamiento. Los ejemplos más claros fueron:
- La falta de reacción ante la invasión japonesa de Manchuria en 1931.
- El acuerdo naval germano-británico de 1935, por el que el Reino Unido acordó ignorar las cláusulas del Tratado de Versalles que impedían el rearme alemán
- La falta de respuesta ante la reocupación militar alemana de Renania en 1936.
- La adhesión británica a la política de no intervención en la guerra civil española (1936-1939).
Cuando Neville Chamberlain accedió al cargo de primer ministro en mayo de 1937, lo único que hizo fue continuar y profundizar dicha política.
- Ver también: Tratados de paz de la Primera Guerra Mundial
Las consecuencias de la política de apaciguamiento
La aplicación de la política de apaciguamiento por parte de Neville Chamberlain se explica, por un lado, por el hecho de que pensaba que Hitler era un líder político con el que se podía llegar a acuerdos, y por otro lado, porque desconfiaba de la Unión Soviética (URSS), que en ese entonces estaba enemistada con la Alemania nazi.
Esto explica que no reaccionara frente al Anschluss, acuerdo por el que Alemania se anexó Austria en marzo de 1938. También explica que, cuando estalló la crisis de los Sudetes en 1938, diera por sentado que el pueblo británico no iría a la guerra “por una disputa en un lejano país entre gente de la que no conocemos nada”.
La firma del Pacto de Múnich en septiembre de 1938 fue la consecuencia lógica de este planteamiento. Hitler consiguió que Chamberlain y el presidente del Consejo de Ministros de Francia, Édouard Daladier, aceptaran la anexión alemana de los Sudetes con el argumento de que en dicha región la población era mayoritariamente alemana. Gran parte de la opinión pública británica vitoreó a Chamberlain a su regreso de Múnich, cuando este declaró que había conseguido la “paz para nuestro tiempo”.
La política de apaciguamiento finalmente fracasó, como demostró la ocupación nazi de Checoslovaquia en marzo de 1939. El apaciguamiento había llegado a su fin y tanto el Reino Unido como Francia prometieron apoyar a Polonia en caso de ser atacada. El Pacto de no agresión germano-soviético firmado en agosto de 1939 dejó el camino libre para el ataque alemán a Polonia.
Por otro lado, lejos de satisfacer a Hitler y calmar sus impulsos expansionistas, la política de apaciguamiento promovida por Chamberlain persuadió al gobierno alemán de que Francia y el Reino Unido permanecerían inactivas si invadía Polonia. La invasión se produjo el 1 de septiembre de 1939 y dos días después el Reino Unido y Francia declararon la guerra a Alemania.
- Puede servirte: Expansión alemana antes de la Segunda Guerra Mundial
Protagonistas y críticos de la política de apaciguamiento
Neville Chamberlain (1869-1940)
Neville Chamberlain fue un empresario y político británico. Tras gestionar las plantaciones de su padre en Bahamas y prosperar en la industria siderúrgica, inició su carrera política en el gabinete de David Lloyd George durante la Primera Guerra Mundial. Fue diputado por el Partido Conservador desde 1918 y fue nombrado primer ministro del Reino Unido en 1937.
Enfrentado al expansionismo de la Alemania nazi, aplicó la política de apaciguamiento, relacionada con la tradicional postura británica favorable a la revisión del Tratado de Versalles. Esta política culminó con la firma del Pacto de Múnich en septiembre de 1938.
Tras la firma del Pacto de Múnich, Chamberlain regresó al Reino Unido y fue aclamado por muchas personas como un héroe. La posterior invasión alemana de Checoslovaquia demostró que la política de apaciguamiento había fracasado.
Chamberlain rectificó su posición y declaró la guerra a Alemania tras la invasión de Polonia en septiembre de 1939. La invasión alemana de Francia en mayo de 1940 precipitó su sustitución por Winston Churchill en el cargo de primer ministro. Pocos meses después falleció.
Anthony Eden (1897-1977)
Anthony Eden fue ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido en tres ocasiones: entre 1935 y 1938, entre 1940 y 1945, y entre 1951 y 1955. Fue diputado por el Partido Conservador desde 1923 y culminó su carrera política como primer ministro entre 1955 y 1957.
En su primer período como ministro de Asuntos Exteriores, estuvo primero bajo la autoridad de Stanley Baldwin y luego de Neville Chamberlain. Renunció en febrero de 1938 en protesta por la política de apaciguamiento aplicada por Chamberlain.
En mayo de 1940, cuando Winston Churchill sustituyó a Chamberlain, volvió al gobierno y se desempeñó nuevamente como ministro de Asuntos Exteriores hasta julio de 1945, cuando la derrota electoral ante los laboristas dio por terminado el gobierno de Churchill.
Tras otro período como ministro de Asuntos Exteriores entre 1951 y 1955, nuevamente en un gobierno presidido por Churchill, Eden accedió al cargo de primer ministro en 1955. Tuvo que enfrentarse a la crisis de Suez, precipitada en 1956 por la nacionalización del canal de Suez por el presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser.
El 5 de noviembre fuerzas anglo-francesas atacaron Egipto, días después de que Israel iniciara el ataque a este país. La reacción contraria de los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Soviética forzó la retirada de las tropas anglo-francesas.
Eden renunció en enero de 1957 y declaró que lo hizo por razones de salud.
Edward Halifax (1881-1959)
Edward Frederick Lindley Wood, primer conde de Halifax, fue el cuarto hijo del vizconde Halifax. Fue una figura importante de la Iglesia anglicana y fue elegido diputado por el Partido Conservador en 1910. En adelante desempeñó diversos cargos gubernamentales.
Fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores por Neville Chamberlain tras la renuncia de Anthony Eden en febrero de 1938. Su aceptación del cargo fue controvertida porque significaba apoyar la “política de apaciguamiento” que venía aplicando Chamberlain.
Cuando la derrota de Francia ante Alemania precipitó el cambio de gobierno en mayo de 1940, el nuevo primer ministro, Winston Churchill, lo mantuvo en el cargo por poco tiempo. En diciembre de 1940 Churchill nombró a Halifax embajador en Estados Unidos.
Su periodo como embajador, que duró hasta mayo de 1946, fue el momento más destacado de su carrera. Su labor fue esencial para fortalecer los lazos entre el Reino Unido y Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Albert Sarraut (1872-1962)
Albert Sarraut fue un político francés del Partido Radical. Fue diputado entre 1902 y 1924 y desempeñó diversos puestos ministeriales. Se destacó por su política liberal como gobernador de Indochina (1911-1914 y 1917-1919), donde amplió los derechos de la población indígena.
Fue senador entre 1926 y 1940, ministro del Interior en varias ocasiones y presidente del Consejo de Ministros dos veces: entre octubre y noviembre de 1933 y entre enero y junio de 1936.
En su segundo mandato como presidente del Consejo de Ministros, tuvo que enfrentarse a la remilitarización alemana de Renania ordenada por Adolf Hitler. Pese a las duras declaraciones de Sarraut contra la amenaza alemana, el gobierno francés no tomó ninguna acción. Renunció a su cargo en junio de 1936.
Édouard Daladier (1884-1970)
Édouard Daladier fue un profesor de historia y político francés que ejerció como diputado radical-socialista entre 1919 y 1940.
Fue presidente del Consejo de Ministros de Francia entre enero y octubre de 1933 y volvió a asumir el cargo en enero de 1934 pero se vio forzado a renunciar pocos días después, tras unos desórdenes organizados por grupos de extrema derecha.
Entre 1934 y 1936 trabajó en la organización del Frente Popular, y tras el triunfo de esta coalición de izquierda, ocupó el puesto de ministro de Guerra en el gobierno de Léon Blum. Tras la caída del Frente Popular, presidió sin el apoyo socialista un nuevo gobierno entre abril de 1938 y marzo de 1940.
Consciente de la amenaza nazi, Daladier abandonó cualquier programa de reformas sociales, lo que lo enfrentó con la izquierda, y pidió a los franceses un esfuerzo productivo para hacer frente a Adolf Hitler. En septiembre de 1938 se adhirió a la postura británica y firmó el Pacto de Múnich con la intención de evitar una nueva guerra.
En marzo de 1940 fue sustituido por Paul Reynaud. Cuando Alemania invadió Francia, Daladier fue hecho prisionero por el régimen de Vichy. Fue juzgado y apresado. Tras ser liberado en 1945, continuó su carrera como diputado radical-socialista hasta 1958.
Edvard Beneš (1884-1948)
Edvard Beneš fue un estadista checoslovaco que se desempeñó como presidente de Checoslovaquia entre 1935 y 1938 y entre 1945 y 1948. Relacionado desde su juventud con el político Tomás Masaryk (presidente de Checoslovaquia entre 1918 y 1935) y con el nacionalismo checo, encabezó la delegación del recién nacido Estado checoslovaco en la Conferencia de París de 1919.
Como ministro de Asuntos Exteriores buscó establecer un equilibrio de poder en Europa central que frenara el expansionismo alemán y el revisionismo húngaro (es decir, el intento húngaro de revisar los tratados de paz para beneficiar territorialmente a Hungría). Para ello formó junto a Rumania y Yugoslavia la Pequeña Entente, a la que se unió Francia en 1924. En 1935 Beneš firmó un pacto de mutua asistencia con la Unión Soviética.
Tras la renuncia de Masaryk en 1935, Beneš accedió a la presidencia. No pudo impedir la firma del Pacto de Múnich y la consiguiente cesión a Alemania de los Sudetes. Polonia pronto se anexionó Teschen. Ante la irreversible fragmentación del país, renunció y marchó al exilio en 1938. Formó un gobierno en el exilio que regresó a Praga en 1945.
Beneš se mostró impotente ante el ascenso comunista y, tras negarse a firmar la nueva constitución impuesta por el Partido Comunista, renunció en junio de 1948. Murió poco después sin haber terminado la escritura de sus memorias, que se publicaron póstumamente con el título De Múnich a la nueva guerra y la nueva victoria.
Józef Pilsudski (1867-1935)
Józef Pilsudski fue un político y estadista polaco que se desempeñó como primer jefe de Estado del renacido Estado de Polonia entre 1918 y 1922. Desde muy joven fue un activista nacionalista que conspiró contra el dominio ruso y organizó un grupo armado, la Legión Polaca, que luchó bajo el patrocinio austrohúngaro contra Rusia durante la Primera Guerra Mundial.
Fue hecho prisionero en Magdeburgo por diferencias con los alemanes y, al terminar la guerra, llegó a Varsovia como un héroe nacional. Fue proclamado jefe del Estado y del ejército. Su popularidad se incrementó cuando dirigió a las fuerzas armadas polacas en su lucha victoriosa contra el Ejército Rojo.
Tras retirarse por un corto tiempo en 1922, dio un golpe de Estado militar en 1926 y estableció un nuevo gobierno en el que desempeñó el cargo de ministro de Defensa. En la práctica fue el “hombre fuerte” del nuevo régimen.
En 1933 propuso a Francia un ataque preventivo contra la Alemania nazi. La negativa francesa lo forzó a firmar en 1934 un pacto de no agresión con Alemania. A la vez prolongó el tratado de no agresión que Polonia había firmado en 1932 con la Unión Soviética.
En adelante trató de aplicar una política de equidistancia con Alemania y la Unión Soviética, implementada por su ministro de Asuntos Exteriores y hombre de confianza, Józef Beck. Murió en 1935 y fue enterrado en la catedral de Cracovia, entre los antiguos reyes polacos.
Józef Beck (1894-1944)
Józef Beck fue un militar y político polaco. Tras luchar contra la Rusia zarista en la Primera Guerra Mundial, fue oficial del recién creado ejército polaco. En 1926 fue nombrado jefe de Gabinete por el mariscal Józef Pilsudski, quien había dado un golpe de Estado y establecido un nuevo régimen en Polonia.
Beck fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores en 1932. Implementó una controvertida política exterior basada en mantener a la vez buenas relaciones con la Unión Soviética y la Alemania nazi. Firmó tratados de no agresión con la Unión Soviética en 1932 y con Alemania en 1934 y, al mismo tiempo, intentó mejorar la posición internacional de Polonia.
En 1938, tras la anexión alemana de los Sudetes, arrebató Teschen a Checoslovaquia. Sin embargo, no pudo impedir la firma del Pacto de no agresión germano-soviético que se concretó en agosto de 1939 e implicaba el futuro reparto de Polonia entre Alemania y la Unión Soviética.
El 6 de abril de 1939, Beck firmó una alianza con el Reino Unido, que se sumó a la que ya mantenía con Francia. Esta alianza precipitó el inicio de la Segunda Guerra Mundial pues, luego de que Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, Francia y el Reino Unido declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre.
Maksim Litvínov (1876-1951)
Maksim Litvínov fue un dirigente soviético de origen polaco que ingresó en las filas bolcheviques en 1903. La revolución bolchevique de 1917 lo sorprendió en el exilio en el Reino Unido, donde fue arrestado y, posteriormente, canjeado por el cónsul general británico en Moscú.
Fue comisario de Asuntos Exteriores desde 1930, cuando sustituyó a Gueorgui Chicherin. Inició una política basada en la seguridad colectiva y en la colaboración con las grandes potencias. En 1933 consiguió que Estados Unidos reconociera al régimen soviético, y en 1934 la Unión Soviética ingresó en la Sociedad de Naciones.
En la Sociedad de Naciones llamó a resistir al expansionismo alemán y negoció tratados con Francia y Checoslovaquia para prevenir futuras agresiones de la Alemania de Hitler. Sin embargo, su posición se demostró contraria a la política de apaciguamiento promovida por los gobiernos británico y francés y, por lo tanto, fracasó en su intento de conseguir una alianza con las potencias democráticas contra la Alemania nazi y la Italia fascista.
En mayo de 1939 fue sustituido por Vyacheslav Molotov para facilitar la firma del Pacto de no agresión germano-soviético. Fue embajador en Estados Unidos entre 1941 y 1943.
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Referencias
- Britannica, Encyclopaedia (2020). appeasement. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Britannica, Encyclopaedia (2023). Neville Chamberlain. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Kershaw, I. (2013). Un amigo de Hitler. Inglaterra y Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial. Península.
- Sevillano Calero, F. (2020). La Europa de entreguerras. El orden trastocado. Síntesis.
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