Perestroika y glasnost

Te explicamos qué fueron la perestroika y la glasnost en las políticas reformistas de Mijail Gorbachov. Además, su relación con la caída de la URSS.

Como líder de la Unión Soviética, Gorbachov impulsó una serie de reformas para intentar mejorar la economía.

¿Qué fueron la perestroika y la glasnost?

Se conoce como perestroika y glasnost a los principios fundamentales de la política reformista de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética (URSS) a finales de la década de 1980. La palabra perestroika significa “reestructuración” en ruso y apuntaba a generar una cambio estructural en la organización política del gobierno con el objetivo de mejorar la economía soviética. La palabra rusa glasnost significa “apertura” y se vinculaba a la idea de abandonar la censura política con el objetivo de democratizar la sociedad rusa. 

Estas iniciativas reformistas de Gorbachov se aplicaron entre 1985 y 1991, y se enmarcan en la profunda crisis que la Unión Soviética y todo el Bloque oriental comunista estaba atravesando. La intención original de Gorbachov no era alterar de manera radical la estructura de la URSS ni abandonar el comunismo, sino introducir reformas que aceleraran la economía y combatieran la corrupción

Sin embargo, con el devenir de los hechos la naturaleza de estas políticas se radicalizó. Para 1987, Gorbachev estaba introduciendo elementos de una economía de mercado y, hacia 1989, se celebraron las primeras elecciones de candidatos múltiples en la URSS. 

Para muchos especialistas, la implementación de la perestroika y la glasnost aceleró la crisis y llevó al final de la Guerra Fría, con la salida de los países europeos del Bloque comunista, la reunificación de Alemania y, finalmente, la disolución de la Unión Soviética en 1991. 

Contexto histórico de la perestroika y la glasnost

Cuando Mijail Gorbachov asumió el gobierno de la Unión Soviética en 1985, la economía estaba estancada, los niveles de producción industrial eran muy limitados, había poca circulación de bienes de consumo y las condiciones de vida de la población eran muy bajas. 

Gorbachov sostenía que los líderes anteriores de la Unión Soviética habían sacrificado el bienestar de los ciudadanos soviéticos por su competencia con las potencias occidentales del Bloque capitalista en el marco de la Guerra Fría. En las últimas décadas el desarrollo industrial se había concentrado en la producción de recursos bélicos y militares, en vez de invertir en bienes de consumo para la población civil. 

En ese contexto, Gorbachov creía que era necesario reducir los gastos económicos orientados a la defensa militar y para eso había que mejorar las relaciones con las potencias occidentales. Por otro lado, la inversión económica debía concentrarse en la producción de bienes que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos.

Perestroika

La perestroika incorporó, a lo largo de los años del gobierno de Gorbachov, diferentes medidas orientadas a la reestructuración económica y política de la Unión Soviética.  

Las reformas económicas de la perestroika

Durante los primeros años, la reforma económica de la perestroika se promovió bajo la idea de “aceleración”. Se unificaron diferentes ministerios y secretarías de economía con el objetivo de mejorar la producción de ciertos rubros fundamentales para la calidad de vida de la sociedad soviética, como por ejemplo, la producción de maquinaria agrícola y de construcción de viviendas. Así, se buscaba mejorar la calidad de los bienes.

Hacia 1987, el énfasis de la reforma económica se puso en la consolidación de un “socialismo de mercado”. Se legalizó la existencia de pequeños negocios privados y la conformación de cooperativas de trabajadores para ofrecer servicios y desarrollar bienes manufacturados. Luego, se habilitó la inversión de capitales extranjeros en conjunto con firmas soviéticas, para fomentar la producción industrial de bienes de consumo. 

Las reformas políticas de la perestroika

Al principio de su gobierno, Gorbachov buscó hacer algunas modificaciones modestas de la organización política. No buscaba romper de manera absoluta con el sistema soviético sino generar una versión reformada del comunismo, en búsqueda de lograr un socialismo más democrático

En 1987, llamó a elecciones con múltiples candidaturas para las posiciones de secretariado del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS, el partido que gobernaba la URSS desde su creación en la década de 1920). Hasta entonces, las candidaturas eran elegidas de manera secreta por el Politburó del PCUS. 

Además, comenzó a promover la democratización en la elección de funcionarios para los diferentes niveles de gobierno. En 1988, creó un nuevo cuerpo legislativo que incorporaba candidatos elegidos en elecciones populares, candidatos designados por el PCUS y funcionarios elegidos por otras instituciones públicas importantes. 

Las primeras elecciones demostraron la importancia de este cambio y los candidatos que promovían las reformas más radicales del sistema soviético obtuvieron bancas en la nueva legislatura. En 1990, creó el cargo de Presidente de la Unión Soviética elegido por el Congreso y, de esta manera, le quitó peso al PCUS en la toma de decisiones.

La política internacional de la perestroika

Uno de los aspectos más importantes de la perestroika fue el cambio en la política internacional de la Unión Soviética. Gorbachov sostenía que para mejorar la economía soviética era fundamental recomponer las relaciones políticas con las potencias occidentales, para poder disminuir los gastos en defensa militar y reinvertir el capital en la producción de bienes para mejorar la calidad de vida de la población.

En ese contexto, hubo tres situaciones de caracter internacional en los que la política exterior de Gorbachov hizo un cambio fundamental.

  • En relación a los países comunistas del Bloque oriental, Gorbachov promovió el principio de no interferencia. Prometió que la Unión Soviética no iba a intervenir en la política interior de los países socialistas y apoyó a las facciones reformistas de los partidos comunistas durante todo su gobierno. 
  • En relación a su poderío militar, Gorbachov anunció la reducción unilateral del ejército soviético y declaró la libertad de cada país comunista a elegir su propio camino respecto al desarme militar. Además, propuso que todos los misiles de alcance medio sean eliminados en Europa y que para el año 2000, todas las armas nucleares sean desmanteladas. 
  • Respecto a la competencia con Estados Unidos por la influencia en el devenir político del escenario internacional, Gorbachov demostró su política de no intervención en tres asuntos fundamentales: negoció el fin de la Guerra de Afganistán y la retirada de tropas soviéticas en 1989, aceptó la reunificación de Alemania y su incorporación a la OTAN, y apoyó a Estados Unidos y Kuwait en la guerra del Golfo de 1990 y 1991.

Glasnost 

Las reformas enmarcadas dentro de la glasnost estuvieron orientadas a la liberalización de la vida política e intelectual de los ciudadanos soviéticos. Gorbachov creía que la mayor libertad de pensamiento y expresión iba a llevar a que la población viera la necesidad de reformas y apoyara al gobierno en contra de la oposición más conservadora dentro del PCUS. 

En 1986, el gobierno de Gorbachov liberó la censura y fomentó que los medios de comunicación trataran los temas que habían sido tabú en la Unión Soviética. Se volvió posible hablar sobre los problemas de la población soviética, como la delicuencia, la prostitución, el medio ambiente (ese mismo año había sucedido la desgracia de Crernobil) y la pobreza. Volvieron a circular libros, películas y obras que hasta entonces habían estado prohibidas. 

Esto permitió a la sociedad soviética reflexionar sobre su pasado y su presente, y discutir sobre cuestiones fundamentales del sistema soviético, como los privilegios de los miembros del PCUS. A su vez, generó una nueva mentalidad y criticó la visión tradicional stalinista del mundo bipolar, en el que Occidente era visto como una fuerza hostil contra la pacífica Unión Soviética. Los medios de comunicación empezaron a mostrar otra imagen de la vida en Estados Unidos y Occidente que revelaba la mejor calidad de vida de sus habitantes y el mejor funcionamiento de sus instituciones democráticas.  

La libertad de expresión y la transparencia de la información promovidas por la glasnost alcanzaron también a las fuerzas armadas. Por primera vez, la ciudadanía pudo conocer los gastos económicos, la cantidad de tropas y los recursos destinados a la industria militar. Gorbachov esperaba que con estas revelaciones, la opinión popular legitimara su política de desarme y la necesidad de reorientar la inversión económica hacia la producción de bienes para el consumo. 

Por otro lado, la población soviética pudo reflexionar también sobre su propia naturaleza y establecer una nueva mentalidad en relación a sus prioridades, sus valores y sus lealtades. La mayor libertad de expresión y de actividad política revivió a los movimientos nacionalistas de las diferentes poblaciones que estaban bajo el dominio de la Unión Soviética.

Consecuencias de la perestroika y la glasnost

A medida que las reformas de la perestroika y la glasnost se volvieron más radicales, comenzaron a generar la oposición de la facción más conservadora del PCUS, de los oficiales de alto rango de la KGB (la agencia de inteligencia) y del ejército soviético. Estos funcionarios veían como las reformas limitaban cada vez más su poder y creían que la Unión Soviética se estaba debilitando ante las críticas y el levantamiento de los movimientos nacionalistas.

En 1989 y 1990, comenzó a haber cada vez más manifestaciones anticomunistas en la población. A la vez, las facciones conservadoras comenzaron a organizarse y la violencia empezó a verse en las calles. Los miembros del PCUS exigieron el uso de la fuerza para reprimir las manifestaciones y Gorbachev se negó. 

Esto llevó a que, en 1991, los conservadores intentaran llevar a cabo un golpe de Estado para expulsar a Gorbachov del gobierno. Sin embargo, el golpe fue un fracaso y Gorbachov logró mantenerse en el poder, pero vio su autoridad profundamente deslegitimada.

En diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Belarús (tres de las repúblicas que constituían a la Unión Soviética) disolvieron la URSS y crearon una comunión de Estados independientes en su lugar.

La perestroika y la glasnost guiaron el intento de traer un cambio revolucionario en la Unión Soviética a través de  una evolución de reformas controladas desde arriba. Sin embargo, sus efectos fueron mucho más allá y llevaron a la disolución de la Unión Soviética. 

La perestroika en palabras de Gorbachov

Para explicar su política reformista, Gorbachov presentó la noción de perestroika como un principio fundamental para mejorar la vida de los ciudadanos soviéticos. En su libro La perestroika y la nueva mentalidad publicado en 1988 Gorbachov buscó definir, explicar y defender la necesidad de reformar el sistema político y económico soviético.

La perestroika y la nueva mentalidad, de Mijail Gorbachov

1988

"He escrito este libro con el deseo de dirigirme a los pueblos; a los de la URSS, de Estados Unidos y, de cualquier país (…)

He escrito este libro con la fe en el sentido común de dichos ciudadanos. Estoy seguro de que ellos, al igual que nosotros y esto es lo principal, están preocupados por el destino de nuestro planeta. (...)

Perestroika no es un tratado científico ni un panfleto propagandístico, aunque las opiniones, conclusiones y enfoques analíticos que el lector hallará en el libro se basan, desde luego, en premisas teóricas y valores bien definidos. Más bien consiste en una colección de pensamientos y reflexiones acerca de la perestroika, de los problemas que tenemos planteados, de la envergadura de los cambios necesarios y de la complejidad, responsabilidad y singularidad de nuestra época (...) Gran parte de él se ocupa del nuevo pensamiento político y de la filosofía de nuestra política exterior. (...)

Actualmente, la perestroika se halla en el foco de la vida intelectual de nuestra sociedad, lo cual es lógico porque influye en el futuro de este país (...) También los de más países socialistas demuestran un natural y pronunciado interés en la reestructuración soviética. También ellos están atravesando un difícil pero sumamente importante período de búsqueda en su evolución, ideando y experimentando nuevas formas de acelerar el desarrollo económico y social. El éxito de estos intentos dependen en gran medida de nuestra interacción, de nuestras preocupaciones y empresas conjuntas (...)

No cabe duda de que la Unión Soviética está viviendo un período crucial. El Partido Comunista realizó un análisis crítico de la situación a la que se había llegado a mediados de los años ochenta y formuló la política de la perestroika o reestructuración, una política tendente a acelerar el desarrollo económico y social del país y a renovar todas las esferas de la vida. El pueblo soviético comprende y acepta esta política: la perestroika ha vivificado el conjunto de la sociedad (...).

En Estados Unidos, como en todo Occidente, existen diferentes interpretaciones de la perestroika. Por ejemplo, se ha dicho que es una medida impuesta por la desastrosa situación de la economía soviética y que implica un desencanto del socialismo y una crisis de sus ideales y últimos objetivos. Nada más lejos de la verdad que este tipo de interpretaciones, sean cuales fueran los motivos de quienes las mantienen.

Desde luego, la perestroika se ha visto considerablemente estimulada por nuestra insatisfacción con el modo en que han ido las cosas en nuestro país en épocas recientes. Pero el más importante de los elementos que la han inspirado ha sido la comprensión de que no se estaba utilizando plenamente todo el potencial del socialismo. Ahora, en el septuagésimo aniversario de la nuestra Revolución, nos damos cuenta de ello con especial claridad (...)

Quiero advertir desde el primer momento que la perestroika ha resultado más difícil de lo que imaginábamos en un principio. Hemos tenido que modificar muchas de nuestras evaluaciones. Aun así, con cada paso adelante nos sentimos más convencidos de que estamos en el buen camino y hacemos las cosas correctamente.

Hay quien afirma que han sido los ambiciosos objetivos fijados por la perestroika en nuestro país los que han motivado las propuestas de paz que hemos presentado recientemente en los foros internacionales. Tal interpretación es demasiado simple. Es un hecho bien sabido que la Unión Soviética trabaja desde hace mucho tiempo por la paz y la cooperación, y ha presentado muchas propuestas que, de haber sido aceptadas, habrían normalizado la situación internacional (...)

Nuestra nueva forma de pensar, sin embargo, va aún más lejos. El mundo está viviendo una atmósfera no sólo de peligro nuclear, sino también de grandes problemas sociales sin resolver, de nuevas tensiones provocados por la revolución científico-tecnológica y la agudización de los problemas globales. (...). La acumulación de armamentos, particularmente los nucleares, hacen cada vez más probable que estalle una guerra mundial por accidente, casualmente, ya sea por un fallo técnico o por causa psíquica. En tal caso serían víctimas todos los seres vivos de la Tierra (...)

En una palabra, nosotros, en la dirección soviética, hemos llegado a la conclusión y no nos cansaremos de repetirla, de que es indispensable un nuevo pensamiento político. (...)

¿Cuál es el alcance del nuevo pensamiento político? En realidad, este abarca toda la problemática principal de nuestra época (...)

La política tiene que basarse en realidades. Y la verdad más impresionante del mundo de hoy consiste en la concentración de un colosal arsenal militar, incluido el nuclear, en manos de Estados Unido y de la Unión Soviética. Esto impone a nuestros países una especial responsabilidad ante todo el mundo. Impulsados por esta conciencia, nos esforzamos sinceramente, por sanear las relaciones soviético-norteamericanas, y deseamos alcanzar aunque sea el mínimo de comprensión mutua indispensable para resolver los asuntos de los cuales dependen los destinos del mundo.

Decimos sinceramente que son inaceptables las aspiraciones hegemonistas y las pretensiones globalistas (...)

No tenemos ninguna mala intención hacia el pueblo norteamericano. Queremos y estamos dispuestos a colaborar en todos los ámbitos. Pero la colaboración debe basarse en la igualdad, la compresión y en el avance mutuos.

En ocasiones no sólo nos defrauda, sino que también nos lleva a serias meditaciones el que nuestro país sea percibido en Estados Unidos como un agresor, como «el imperio del mal» (...).

El tiempo corre y podemos perderlo. Hay que actuar. La situación no permite esperar el momento ideal: el diálogo amplio y constructivo es necesario hoy (...).

Estamos lejos de pensar que sólo nuestro enfoque es el veraz. No tenemos recetas universales, pero estamos dispuestos a buscar, franca y honestamente, junto con Estados Unidos y los demás países, las respuestas a todas las interrogantes, aún las más difíciles."

Mijail Gorbachov

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Referencias

  • Britannica, The Editors of Encyclopaedia (2023). "Perestroika". Encyclopedia Britannica
    https://www.britannica.com/  
  • Tato, M. I., Bubello, J. P., Castello, A. M. y Campos, E. (2011). Historia de la segunda mitad del siglo XX. Estrada.
  • Van Dijk, R., Gray, W. G., Savranskaya, S., Suri, J., & Zhai, Q. (Eds.). (2013). “Perestroika”, “Gorbachov” y “Glasnost”. Encyclopedia of the Cold War. Routledge.

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Gayubas, Augusto (24 de octubre de 2024). Perestroika y glasnost. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/perestroika-y-glasnost/.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 24 de octubre de 2024
Fecha de publicación: 28 de septiembre de 2023

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