Te explicamos qué es el teatro, sus características, elementos y estructura. Además, cómo se originó, su historia y los tipos que hay.
¿Qué es el teatro?
El teatro es una forma de arte que consiste en la representación, mediante actores, música y otros elementos escénicos, de un relato literario. Se trata de una de las artes más antiguas de la humanidad, en la que se combinan diferentes formas de expresión para ofrecer al público una experiencia estética en vivo. Normalmente, las obras teatrales se representan en un escenario, pero pueden también llevarse a otros espacios, como salas de usos múltiples, tarimas improvisadas o incluso la calle.
Considerado como una de las Bellas Artes, el teatro es un género artístico versátil, que permite el montaje de obras muy disímiles entre sí y que combina la experiencia emocional con el ejercicio intelectual. En las representaciones teatrales, el público entra en contacto con todo tipo de ideas y situaciones que, bajo el velo de la ficción, pueden evocar distintas emociones, incentivar el pensamiento crítico o problematizar rasgos políticos y sociales de una época.
El uso del teatro como instrumento de denuncia y de protesta también ha sido una de sus constantes. Así, a lo largo de la historia, se ha erigido como un género artístico importante, gracias a su capacidad de comunicación con las masas.
Otros usos de la palabra teatro: La palabra teatro proviene del griego theaomai, que significa “ver” u “observar”. Además del género artístico, se usa para designar el espacio físico en el que tienen lugar este tipo de representaciones, y también para referirse a la dramaturgia, es decir, a los textos que son luego representados en una obra de teatro. Se trata, sin embargo, de dos tipos de arte diferentes: la dramaturgia pertenece a la literatura, mientras que el teatro es una de las artes escénicas.
Ver además: Géneros literarios
Características del teatro
El teatro se caracteriza por lo siguiente:
- Es un arte escénico. Se ofrece en vivo y sobre algún tipo de escenario, en el cual tienen lugar la representación y el intercambio entre los actores. A diferencia de otras artes, el público se halla presente en el momento mismo en el que ocurre la obra.
- Cuenta una historia. Las piezas teatrales reproducen una situación en la que suelen intervenir diferentes personajes, interpretados por un conjunto de actores. La historia ocurre en un presente recreado, es decir, en el momento mismo en que el público percibe la obra.
- No depende de un narrador. A diferencia de otras formas literarias, las acciones del texto dramático ocurren directamente en escena y la historia avanza a través de los diálogos entre los personajes, de modo que no suele haber un narrador.
- Combina distintos elementos. En una pieza teatral intervienen el texto dramático o literario, la actuación, las artes decorativas, la iluminación y a menudo también la música y la danza, entre otros recursos.
- Suspende temporalmente la realidad cotidiana. Al igual que ocurre con el cine y otras formas de espectáculo, el público teatral abandona su cotidianidad para sumergirse en un mundo ficticio durante la representación de la obra.
- Cuenta con un director teatral. Toda obra de teatro cuenta con un director, es decir, un autor del montaje, a quien le corresponde la orquestación de los elementos que intervienen en escena. Su rol es equiparable al del director de una obra cinematográfica.
Elementos del teatro
En cualquier representación teatral intervienen los siguientes elementos:
- Texto teatral. Casi todas las obras cuentan con un libreto, esto es, un guion semejante al cinematográfico, en el que se indican los diálogos y pensamientos de los personajes (sus parlamentos). El texto también contiene las acciones que deben realizar los actores o indicaciones escenográficas (recogidas en didascalias o acotaciones), así como los momentos de inicio y cierre de cada acto y escena de la obra. Este texto se escucha en boca de los actores, pero no suele estar en escena ni ser repartido al público.
- Escenario. Es el sitio en donde ocurre la representación, ya sea en un teatro, la calle, un parque o la sala de una casa. Puede estar en lo alto de una tarima o al ras del suelo, y puede tener telón y tramoya o depender de la imaginación de los presentes. El escenario, en todo caso, es donde se ubican los actores y suele estar separado del público.
- Actores. Son quienes encarnan a los personajes de la obra, por lo general diferenciados entre protagonistas y personajes secundarios. Un mismo actor puede interpretar varios papeles, si la obra así lo requiere, siempre y cuando puedan ser diferenciados por el público. Los actores pueden usar disfraces u otras formas de vestuario, así como material de utilería (espadas de juguete, por ejemplo).
- Vestuario y escenografía. Son los elementos decorativos o ambientadores de la obra, que le aportan realismo a la representación. Entre ellos están los disfraces, el maquillaje y las vestimentas para los actores, los materiales de utilería (una mesa, una silla, una valija, un teléfono, por ejemplo) y los paisajes de fondo que ubican la acción en la ciudad, el campo, un castillo, una habitación o cualquier otro lugar.
- Acompañamiento. Son los dispositivos y mecanismos destinados a enriquecer la experiencia de la obra, como la música, la iluminación o los efectos sonoros y visuales que tienen lugar durante la representación.
Estructura de una obra teatral
La estructura de las obras teatrales puede ser hoy en día muy diversa, pero durante buena parte de su historia se empleó una forma más o menos fija. Por lo general, las obras se componen de actos, que a su vez se dividen en escenas, que comprenden un número variable de acciones.
El acto
Un acto es una de las divisiones mayores de una obra teatral, que suele indicar un cambio de situación, temporalidad o lugar dentro del relato. Tradicionalmente, una obra comprendía tres actos, que se correspondían con el inicio, la complicación y el desenlace de la historia, es decir, con la estructura tradicional planteada por Aristóteles (384-322 a. C.) en su Poética. En el teatro moderno, el inicio y el fin de los actos se suele reconocer porque se alza y cae el telón, respectivamente.
La escena
Una escena es una situación en la que se desarrollan determinados acontecimientos en el escenario. Puede ser larga o corta, según se estipule en el texto de la obra. Asimismo, puede involucrar tantos personajes y acciones como sean necesarios. Generalmente, la entrada o la salida de un personaje principal marca un cambio de escena.
La acción
Una acción escénica es una secuencia de diálogo, gestos y/o movimientos que tienen lugar en el escenario y que componen, en conjunto, una escena determinada. Son unidades mínimas de la pieza teatral, que no están marcadas en el texto, y puede haber un número variable de acciones por cada escena.
Tipos de obra de teatro
A lo largo de su historia, el teatro ha variado enormemente, conforme se adapta a las sensibilidades de cada época. En este sentido, algunas de sus categorías tradicionales se conservan y se consideran universales (los llamados géneros teatrales mayores) y otras, en cambio, se consideran de menor relevancia y propias de un momento histórico determinado (los llamados géneros teatrales menores).
Los géneros teatrales mayores
Los géneros mayores son aquellos que se conocen y se cultivan desde la Antigüedad grecorromana, y que constituyen las formas más amplias y elevadas de obras de teatro. Según Aristóteles, estos géneros mayores son dos: la tragedia y la comedia.
- Tragedia. Se trata de una representación dramática solemne y de final doloroso, que se centra en el destino de personajes nobles o valerosos caídos en desgracia, para mover al público al llanto y a la empatía. Originalmente, estos personajes eran los héroes trágicos, pertenecientes a la aristocracia griega, cuyo final era siempre enfrentarse a la muerte o la locura. La tragedia moderna, en cambio, se centra en personajes de valores espirituales elevados.
- Comedia. Se trata de una representación lúdica y satírica, que se centra en personajes comunes y corrientes, enfrentados a situaciones ridículas o disparatadas, con el fin de mover al público a la burla y a la risa. A través de esta representación, se puede también humanizar a los poderosos y restarles solemnidad a sus actos, por lo que a menudo constituye un género crítico del poder.
En consideraciones teatrales más modernas, también se suele incluir entre estos géneros mayores un tercero:
- Tragicomedia o drama romántico. Se trata de una mezcla de elementos trágicos y cómicos, que representa a personajes comunes en situaciones tanto dolorosas como disparatadas, en un recorrido emocional que tiende al final feliz. Este género se considera un aporte moderno al teatro clásico, ya que, frente a la división aristocracia/vulgo que plantea la distinción tragedia/comedia, la tragicomedia representa las tendencias estéticas de la burguesía.
Los géneros teatrales menores
A lo largo de la historia del teatro, aparecieron numerosos géneros teatrales de corta existencia e importancia más bien local, muchos de los cuales, sin embargo, se conservan hasta el día de hoy. Los más destacados de estos géneros menores son:
- Auto sacramental. Obra de contenido religioso perteneciente a la tradición medieval cristiana, que se centraba en escenas bíblicas o de la vida de los santos.
- Farsa. Obra medieval de contenido satírico, que hace mofa de personajes, ideas o situaciones a través de un relato ridículo o paródico.
- Entremés. Obra breve que se presentaba en el medio de dos actos de una obra mayor, y que ofrecía al público algún entretenimiento liviano, de tipo cómico o satírico.
- Melodrama. Obra que representa situaciones tragicómicas con un acompañamiento musical para subrayar el tono emocional de cada escena. Se considera un antecedente de la telenovela contemporánea.
- Vodevil. Obra de variedades surgida en la Francia del siglo XX, que incluye escenas cómicas, pequeños números musicales y otras presentaciones escénicas livianas.
- Drama realista. Obra que imita la realidad de la manera más descarnada posible, para conmover y sensibilizar socialmente al público asistente. Tuvo su auge en el siglo XIX.
- Monólogo. Obra breve y de un solo actor, en la que se reflexiona sobre algún tema o se hace un recuento a través de la memoria o la sensibilidad del único personaje.
- Teatro del absurdo. Obra propia del surrealismo y del arte de vanguardia, que reta los modos tradicionales del teatro y construye representaciones oníricas, inverosímiles o herméticas.
Otras clasificaciones del teatro: Las piezas teatrales también se pueden distinguir de acuerdo con el modo en que se representan, independientemente de la naturaleza de la obra. Así, se puede hablar, por ejemplo, de teatro de cámara para los montajes de poco público, en que la actuación tiene lugar en un ambiente casi privado, o de teatro callejero para las representaciones que ocurren en la vía pública, entre otros.
Más en: Obra de teatro
Origen del teatro
El teatro es una forma de arte sumamente antigua, de la cual existe evidencia en épocas remotas. Se cree que derivó de ciertas danzas y representaciones rituales de tipo chamánico o religioso, utilizadas por las culturas antiguas para pedir a sus deidades por la sanación de los enfermos, la victoria en la guerra o una buena cosecha. Con el paso del tiempo, se convirtieron en representaciones independientes, como parte de una tradición de contenido educativo, mitológico e incluso político.
Por lo tanto, el teatro surgió en distintas culturas a la vez: hay registros de un antiguo teatro indio (teatro brahmánico), un antiguo teatro chino y, en particular, un teatro de la Antigüedad griega, considerado el iniciador de la tradición teatral y literaria en Occidente. Los antiguos griegos le otorgaron al teatro un lugar muy destacado en su cultura, como espacio de encuentro y formación de la ciudadanía, cuyas tradiciones y puntos de vista se reforzaban y transmitían a través de la representación dramática de sus mitos y relatos heroicos.
Alrededor del siglo IV a. C., surgieron los mayores dramaturgos griegos, dedicados principalmente a la tragedia: Esquilo (c. 525-c. 456 a. C.), Sófocles (496-406 a. C.) y Eurípides (c. 484-406 a. C.). La comedia también tuvo grandes dramaturgos, el más conocido de ellos fue Aristófanes (445-385 a. C.). Esta tradición dramática de la cultura helénica fue heredada por los romanos y sentó las bases para su propio teatro, con figuras destacadas como Plauto (254-184 a. C.), Terencio (185-159 a. C.) y Séneca (4 a. C.-65 d. C.), entre otros.
Tras la caída del Imperio romano, el teatro se reinventó durante el medioevo cristiano, adaptándose a dos tradiciones distintas: el teatro profano, de corte popular, usualmente anónimo y heredero de las tradiciones paganas locales, y el teatro religioso, de mayor altura, fomentado por la Iglesia y utilizado como instrumento de evangelización.
Ver también: Teatro griego
Historia del teatro moderno
El teatro en la Edad Moderna se hizo eco de los profundos cambios filosóficos, sociales, políticos y religiosos que trajeron consigo, en Occidente, el Renacimiento y Humanismo, así como el ascenso de una nueva clase social: la burguesía. De este modo, diversas corrientes de pensamiento estético, político y filosófico produjeron a lo largo de cinco siglos diferentes tendencias teatrales.
En este período, surgieron algunos de los mayores dramaturgos de la historia, como William Shakespeare (c. 1564-1616), Molière (1622-1673) o los célebres españoles del Siglo de Oro: Tirso de Molina (1579-1648), Lope de Vega (1562-1635) y Calderón de la Barca (1600-1681). A esta lista también deben sumarse autores destacados del Romanticismo, como J. W. Goethe (1749-1832), Friedrich Schiller (1759-1805), Victor Hugo (1802-1885) y José Zorrilla (1817-1893), entre otros.
Posteriormente, entre comienzos y mediados del siglo XX, surgió el teatro de las vanguardias. Estas tendencias estéticas novedosas y revolucionarias vieron en el teatro un laboratorio estético en el que poner a prueba diferentes nociones creativas. Así surgieron el teatro existencialista, como el de Jean Paul Sartre (1905-1980); el teatro del absurdo, como el de Eugène Ionesco (1909-1994) y Samuel Beckett (1906-1989); además de otras variantes comprometidas con el marxismo y la Revolución, de espíritu anticapitalista y antiburgués, como el teatro épico de Bertolt Brecht (1898-1956).
Puede servirte: Arte contemporáneo (o moderno)
Grandes obras teatrales de la historia
La historia del teatro es demasiado extensa como para hacer una lista completa de las obras que han sido relevantes y que incluso hoy en día se continúan representando. Sin embargo, algunas de las piezas más célebres de Occidente son:
- Edipo rey y Antígona, de Sófocles.
- Las troyanas y Medea, de Eurípides.
- Las ranas y Lisístrata, de Aristófanes.
- Fuenteovejuna, de Lope de Vega.
- La vida es sueño, de Calderón de la Barca.
- El vergonzoso en palacio, de Tirso de Molina.
- Hamlet, Romeo y Julieta, El rey Lear y Macbeth, de William Shakespeare.
- El enfermo imaginario, El tartufo y El avaro, de Molière.
- La Celestina, de Fernando de Rojas.
- Don Juan Tenorio, de José de Zorrilla.
- Fausto, de J. W. Goethe.
- Los bandidos y La doncella de Orleans, de Friedrich Schiller.
- Las moscas, de Jean Paul Sartre.
- La cantante calva, de Eugène Ionesco.
- Esperando a Godot, de Samuel Beckett.
- Madre coraje, de Bertolt Brecht.
- Yerma y La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.
Sigue con:
Referencias
- Chaillet, N., Guthrie, T. y Davis, T. C. (2024). Theatre. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Gómez García, M. (1998). Diccionario Akal de Teatro. Akal.
- Hernández Valcárcel. M. C. (Ed.). (1996). Teatro, historia y sociedad. Seminario Internacional sobre Teatro del Siglo de Oro español. Universidad de Murcia y Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
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