Te explicamos qué son los mitos, cómo se originaron, los tipos que hay y sus funciones. Además, cuáles son sus características y ejemplos.
¿Qué es un mito?
Se llama mito a un tipo de relato tradicional, tenido por sagrado y de carácter simbólico. Cuenta generalmente acontecimientos extraordinarios y memorables, que involucran a seres mágicos o sobrenaturales, como dioses, demonios, monstruos, etc. Forma parte del imaginario de una mitología y cosmogonía (concepción del universo) de una cultura determinada.
A diferencia de otros relatos, los mitos no son testimonios históricos, y por ende no son comprobables. Sin embargo son considerados verdaderos o válidos, o al menos parcialmente, dentro de la cultura que los relata. Sin embargo, rara vez funcionan fuera de sus respectivos sistemas de creencias: religiosos, míticos, épicos, etc.
Son tomados como verdaderos porque son explicaciones imaginarias para aquellas preguntas que una cultura no puede contestarse. Por otro lado, sirven para transmitir creencias y valores a las generaciones venideras.
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¿Cómo se originó el mito?
Los mitos tienen un origen oral, informal y tradicional, como herencia generalmente de etapas primarias (primigenias) de las culturas.
En dichas etapas era necesaria la fabulación de un relato y un imaginario narrativo para ordenar y explicar el universo.
De esta manera, se otorgaba un origen a las cosas o se explicaban ciertos códigos de conducta. Por esa razón, los mitos pueden variar enormemente a lo largo de las generaciones y existir distintas versiones de un mismo mito.
Clasificación del mito
Los mitos pueden clasificarse de acuerdo a su contenido narrativo, en:
- Mitos cosmogónicos. Aquellos que relatan el origen del universo y de todas las cosas que son, generalmente contando la historia de criaturas antiguas y primitivas que dieron inicio al tiempo y a al mundo.
- Mitos teogónicos. Aquellos que relatan el nacimiento de los dioses, ya sea a través de la creación misma del mundo, o a partir de la derrota de otros dioses más antiguos o de criaturas más primitivas.
- Mitos antropogónicos. Aquellos que relatan el origen de la humanidad, ya sea como creación de los dioses, como accidente en sus guerras y enfrentamientos, o como parte de los fenómenos que dieron origen al mundo y a la vida.
- Mitos morales. Aquellos que explican a través de un relato el origen del bien y el mal.
- Mitos etiológicos. Aquellos que narran el origen de cosas o saberes específicos, como ciertas técnicas, ciertas instituciones, prácticas rituales o conocimientos.
- Mitos fundacionales. Aquellos que relatan la creación de ciudades, imperios o capitales de importancia, usualmente como el cumplimiento de un designio divino.
- Mitos escatológicos. Aquellos que relatan el futuro de la humanidad o del mundo, por lo general mediante una premonición más o menos simbólica de lo que supondrá su final.
¿Cuál es la función del mito?
Los mitos tienen la función de dar forma narrativa al modo en que las culturas se comprenden a sí mismas, comprenden el universo y definen lo que está bien y lo que no. Esta forma suele ser amena, fácil de recordar, con una lógica de causa y consecuencia.
Su función, en ese sentido es la de transmitir a las nuevas generaciones una enseñanza no explícita. Por eso, no se parece en nada a un consejo o moraleja, sino que transmite algo mucho más profundo: un conjunto de sentidos, de valores, de relatos y de ritos que forman su sistema cultural.
Propiedades del mito
Según el antropólogo y etnólogo francés Claude Levi-Strauss, los mitos poseen las siguientes propiedades fundamentales:
- Tratan de manera narrativa (mediante un relato) las preguntas existenciales de la humanidad: la creación de las cosas, el origen de las tradiciones, la muerte, el destino de la humanidad, etc.
- Tienen como tema central conceptos contrarios irreconciliables, por ejemplo: creación-destrucción, vida-muerte, dioses-hombres, bien-mal, y éstos definen los polos filosóficos de la cultura a la que pertenecen.
- Brindan una reconciliación de dichos contrarios irreconciliables, para calmar las angustias existenciales de la cultura o brindar un cierto sentido de armonía, justicia o paz, que a menudo conduce a prácticas rituales o religiosas.
¿Cómo se interpreta el mito?
Los mitos en la antigüedad eran tomados como palabra cierta, pero hoy en día sabemos que son poco más que relatos fantásticos, con firme arraigo en las culturas que los compusieron. Por ende, en el presente los interpretamos mediante tres perspectivas fundamentales:
- Funcionalista. Según los estudios del antropólogo austrohúngaro Bronislaw Malinowski, quien examinaba qué rol cumplen en la vida cotidiana, como refuerzo de conductas, argumento de autoridad, etc.
- Estructuralista. Según las ideas del francés Claude Lévi-Strauss, quien proponía buscar en los relatos míticos los polos de sentido o de valoración que conforman las relaciones de sentido del mito.
- Simbolista. Según diversos teóricos (C. G. Jung, Gastón Bachelard, etc.) que valoran de los mitos el símbolo, sus conceptos arquetipales que se vinculan con la psique humana a un nivel casi universal.
El tiempo mítico
Los mitos, al no contar eventos fácticos ni comprobables, ocurren en una temporalidad diferente al tiempo de la historia, que se conoce como el tiempo mítico. Es una temporalidad imprecisa, generalmente ubicada antes de la existencia misma del tiempo, y que por ende no forma parte de la continuidad de la historia humana, sino que le da origen.
La mitología
Una mitología es un conjunto complejo de mitos y relatos fundacionales, de tipo mágico-religioso, que componen el universo cultural de alguna comunidad, nación o conjunto de ellas. Se trata de un universo imaginario.
Rara vez se encuentra compendiada por completo en un único libro, sino que es abordado en cientos de relatos, anécdotas, obras artísticas y/o textos sagrados. Cada gran civilización tuvo su propia mitología, y una de las más conocidas y populares hoy día es la de la Grecia Antigua.
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¿Por qué es importante el mito?
Los mitos responden imaginariamente a preguntas humanas fundamentales y les dan forma, las convierten en un relato y una serie de valores. Por eso, son importantes para las culturas de las que surgen.
Pero además, reflejan y contienen los valores, principios y razonamientos de la cultura donde se originan. Por eso, son importantes para la historia y la antropología, ya que permiten comprender cómo pensaban y sentían sociedades del pasado; o bien cómo lo hacen en la actualidad sociedades muy lejanas culturalmente.
Diferencias con la leyenda
La diferencia entre los mitos y las leyendas radica en la función que cumplen dentro de la cultura. Los mitos ofrecen explicaciones narrativas y fantásticas a eventos de importancia filosófica o religiosa. Por el contrario, las leyendas suelen narrar versiones fantásticas y a menudo siniestras de eventos o personajes reales o históricos.
A diferencia de los mitos, que no son comprobables y suelen ubicarse en tiempos inmemoriales, las leyendas suelen tener una raíz firme en la realidad, aunque luego conduzcan al terreno de la fantasía.
Además, los mitos forman parte de los entramados complejos de una cultura, perteneciendo a su manera de concebir el universo y a sí misma. Las leyendas en cambio pueden simplemente narrar fantásticamente un evento determinado, sea de la propia cultura o región, o sea de regiones lejanas o culturas ya extintas.
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Ejemplo: Medusa y Perseo
De la antigüedad grecorromana hemos heredado montones de mitos. Se dice que mantienen su vigencia porque siguen operando de algún modo en nuestra cultura contemporánea. Sin embargo, ya no los consideremos como reales sino que apreciemos su valor simbólico y figurado, como una suerte de metáfora o moraleja.
Uno de ellos es el de Medusa, una de las gorgonas. Era una mujer cuya belleza la llevó a rivalizar con los dioses y en castigo fue transformada en un monstruo con cuerpo de reptil y serpientes por cabello, que convertía a quien la mirara de frente en una estatua de piedra.
Luego de petrificar a miles de héroes que intentaron acabar con ella, Medusa fue vencida por Perseo. El héroe empleó un escudo pulido como un espejo para poder mirar el reflejo del monstruo y no convertirse en piedra. Perseo decapitó a Medusa y luego usó su cabeza para vencer a sus enemigos.
Referencias:
- “Mito” en Wikipedia.
- “Mito y leyenda” en Profesor en Línea.
- “Los mitos. Consensos, aproximaciones y distanciamientos teóricos” en Gazeta de Antropología.
- “Mito y leyenda” en Portal Educativo.
- “Myth” en The Encyclopaedia Britannica.
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