Te explicamos qué es la tragedia, cuál es su origen y cuáles son sus características, elementos y estructura. Además, sus diferencias con la comedia y ejemplos.

¿Qué es la tragedia?
La tragedia es un género dramático y literario surgido en la Antigüedad clásica. Se caracteriza por representar mediante un lenguaje solemne a personajes ilustres, como héroes míticos o monarcas, enfrentados a un destino doloroso e inevitable, que desemboca normalmente en la locura o la muerte.
El filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.) fue el primero en estudiar formalmente el antiguo drama griego, en su Poética. Desde su punto de vista, la tragedia es la forma más elevada de representación dramática, ya que es protagonizada por “hombres mejores de lo que realmente son” que se ven sometidos, por motivo de orgullo, al castigo de los dioses. Es por eso que la tragedia era representada públicamente en el ágora de las ciudades griegas y formaba parte de los mecanismos de educación moral, cívica y religiosa de la gente.
La tragedia como género dramático sobrevivió a sus orígenes antiguos, razón por la cual se suele distinguir entre la tragedia clásica y la tragedia moderna, obra de los dramaturgos desde el Renacimiento en adelante. Aunque es poco cultivada en la actualidad, es posible encontrar numerosas obras literarias contemporáneas que dialogan o se insertan de algún modo en la tradición de la llamada “poesía trágica”.
¿Por qué se llama “tragedia”?
La palabra “tragedia” proviene de la voz griega tragoedia, que significa “canto del macho cabrío”. Esto se debe a que su origen se remonta a las celebraciones y los ritos en honor al dios Dionisos, a quien se ofrendaba en sacrificio un macho cabrío. En estas fiestas, se cantaba y se bailaba en conmemoración de episodios religiosos y mitológicos, que con el paso del tiempo fueron transformándose en dramatizaciones y, eventualmente, en obras de teatro.
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Origen de la tragedia
Aunque muchos pueblos antiguos cultivaron la literatura e incluso el teatro, el género de la tragedia nació en la antigua Grecia (1200-146 a. C.), a partir de ciertas formas rituales de conmemoración religiosa. Los cantos y bailes en honor al dios Dionisos fueron convirtiéndose con el pasar del tiempo en dramatizaciones y, eventualmente, en obras de teatro que abordaban temas y episodios centrales en la mitología del pueblo griego.
Las primeras tragedias registradas, de las que apenas se conservan fragmentos, aparecieron en el siglo VI a. C. y fueron obra de los poetas Tespis (c. 550-500 a. C.) y Frínico (c. 511-470 a. C.). Sin embargo, el género trágico tuvo su apogeo más tarde, con el surgimiento de los grandes dramaturgos griegos de la Antigüedad: Esquilo (c. 525-c. 456 a. C.), Sófocles (496-406 a. C.) y Eurípides (c. 484-406 a. C.).
Las grandes obras de la tragedia griega pasaron más adelante a formar parte de la cultura romana, que asimiló la herencia griega y produjo, a su vez, piezas importantes. Entre los principales cultores trágicos latinos, figuran Livio Andrónico (280-204 a. C.), Ennio (239-169 a. C.) y sobre todo Marco Pacuvio (220-130 a. C.). Posteriormente, durante el Imperio romano, destacaron también las obras trágicas de Séneca (4 a. C.-65 d. C.).
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Características de la tragedia

En términos generales, el género de la tragedia se caracteriza por lo siguiente:
- Pertenece a la literatura dramática. Forma parte de la dramaturgia, pues sus obras están pensadas para representarse en un escenario, donde los personajes interactúan directamente, sin la necesidad de un narrador.
- Representa eventos dolorosos de manera solemne. Sus relatos se centran en eventos terribles pero inevitables, que se muestran al público de manera conmovedora, dramática, de modo tal que lo mueva al llanto y a la compasión.
- Tiene siempre un final “infeliz”. Los personajes se ven sometidos a situaciones dolorosas, como la muerte o la locura, y a menudo hay mucho derramamiento de sangre.
- Se ocupa de personajes elevados. Sus personajes suelen ser virtuosos, heroicos y moralmente incuestionables. Originalmente, se trataba de héroes, monarcas y aristócratas.
Elementos de la tragedia
Como en toda obra teatral, una tragedia consta de diferentes personajes, de un escenario (o varios) donde transcurre la acción y de una serie de acontecimientos que son recreados en escena (o referidos desde la escena, en caso de que ocurran tras bastidores).
Además, la tragedia clásica contaba con otros elementos: el coro y el corifeo.
- Coro. Compuesto por un número variable de actores, representaba la voz del pueblo dentro de la obra y servía para contar lo que ocurría fuera de escena o para acusar, aconsejar o explicar los dilemas morales. Sus intervenciones marcaban tres momentos específicos dentro de la obra: estrofa, antístrofa y párodo.
- Corifeo. Se trataba del conductor del coro, una especie de ciudadano destacado, por lo que podía tener voz y parlamento propios. Podía increpar a los miembros del coro (llamados coreutas) o a los personajes principales de la obra.
Estructura de la tragedia
Las obras de la tragedia clásica se regían por una estructura bastante rígida, compuesta por tres actos y dos intervenciones del coro.
Los tres actos o partes principales eran:
- Prólogo. Era el segmento inicial de la obra, que antecedía a la entrada del coro y solía tener un máximo de tres personajes en escena. Servía para informar al público del contexto de la representación: dónde y en qué momento ocurría, y qué hechos del pasado debían manejarse.
- Episodio. En una misma representación podía haber hasta un máximo de cinco episodios, durante los cuales se expresaba el contenido filosófico o moral de la obra, a través del diálogo de los personajes y el coro.
- Éxodo. Era la parte final de la representación, en la que tenían lugar cantos líricos y dramáticos. Aquí el héroe debía tener su revelación, reconocer sus errores y ser castigado por los dioses, dando pie a una enseñanza moral.
Las dos intervenciones del coro eran:
- Párodo. Ubicado entre el prólogo y el primer episodio, era el segmento marcado por el ingreso del coro a la obra, mediante cantos líricos y danzas de avance y retroceso. Creaba la atmósfera trágica dentro de la representación y anticipaba la entrada de los personajes protagonistas.
- Estásimos. Más que segmentos, se trataba de subepisodios en los que el coro interrumpía el diálogo de los personajes, haciendo valoraciones, cuestionamientos o resaltando algún aspecto específico de la obra.
En la actualidad, la tragedia tiene una estructura variable. Hay autores modernos más apegados a la tradición, cuyas obras se componen de tres actos; mientras que otros proponen una estructura propia a su conveniencia.
Diferencias entre tragedia y comedia
Tanto la tragedia como la comedia son géneros dramáticos muy antiguos, que desde su origen se han considerado como opuestos. Esto se debe, fundamentalmente, a que la tragedia mueve al llanto y la comedia a la risa. Es decir, la tragedia es solemne y dolorosa, mientras que la comedia es liviana y ridícula.
El propio Aristóteles, en su Poética, distinguía estos géneros a partir de la manera en que representan al hombre: en la tragedia se los muestra mejores de lo que son, para que su caída sea mucho más movilizadora en términos emocionales; mientras que en la comedia se los muestra peores de lo que son, para que el público pueda reírse de ellos y sentirlos más próximos, más ordinarios.
Estas distinciones pueden resumirse de la siguiente manera:
Tragedia | Comedia |
---|---|
Es una representación solemne y dolorosa. | Es una representación liviana y divertida. |
Representa al hombre mejor de lo que es. | Representa al hombre peor de lo que es. |
Sus personajes son elevados. | Sus personajes son ordinarios. |
Mueve al llanto y a la compasión. | Mueve a la risa y a la mofa. |
Tiene un final desgarrador y sangriento. | Tiene un final feliz o conciliador. |
Más en: Comedia
Ejemplos de tragedia
Algunas de las tragedias clásicas más conocidas son:
- Las suplicantes, Agamenón, Los siete contra Tebas y Prometeo encadenado, de Esquilo.
- Antígona, Electra, Edipo rey y Áyax, de Sófocles.
- Medea, Helena, Las troyanas y Heracles, de Eurípides.
Algunos ejemplos de tragedias modernas son:
- La vida es sueño, El alcalde de Zalamea, Los cabellos de Absalón y El médico de su honra, de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681).
- Romeo y Julieta, Otelo, El rey Lear y Macbeth, de William Shakespeare (c. 1564-1616).
- Brutus, Zaire, Mahoma o el fanatismo y Mérope, de Voltaire (1694-1778).
- Yerma, La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre, de Federico García Lorca (1898-1936).
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Referencias
- Conversi, L. W. y Sewall, R. B. (2024). Tragedy. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Rubió, J. (2022). El teatro o sea el origen de la tragedia, comedia, ópera y baile. Books on Demand.
- Vernant, J. P. y Vidal-Naquet, P. (2002). Mito y tragedia en la Grecia Antigua. Planeta.
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