Anarquismo

Te explicamos qué es el anarquismo y cuáles son sus principios y corrientes. Además, sus características generales, métodos y críticas.

¿Qué es el anarquismo?

El anarquismo es un conjunto de ideas y movimientos filosóficos, políticos y sociales cuyo objetivo principal es la abolición del Estado y de todo tipo de gobierno, autoridad política o jerarquía social impuesta a los individuos.

Según el anarquismo, toda organización de tipo estatal es dañina e innecesaria. En cambio, sostiene la posibilidad y la conveniencia de impulsar un cambio social que conduzca a la construcción de una sociedad sin amos ni soberanos, en la que la relación entre el individuo y la sociedad sea de libertad, igualdad y solidaridad.

El anarquismo surgió en el siglo XIX y tuvo especial relevancia a finales de ese siglo y a comienzos del siglo XX. A lo largo de su historia, dio forma a numerosos movimientos políticos y sociales, de tendencias diferentes y con métodos distintos, desde los más radicales hasta los más moderados.

En general, suele ser asociado con el campo del socialismo, aunque enfrentado a las corrientes que defienden el orden estatal, como la socialdemocracia o el marxismo. Sin embargo, también existen tendencias anarquistas de tipo individualista. Por lo tanto, no siempre existe un consenso respecto de quién es y quién no es un anarquista.

• Ver además: Sindicalismo

Origen del término “anarquismo”

El término “anarquismo” proviene del griego anarchía, compuesto por los vocablos an- (“sin”) y arkhé (“poder” o “mandato”). Por lo tanto, “anarquía” significa“ausencia de poder” o “ausencia de gobierno”, y “anarquismo” es la doctrina que promueve la supresión del gobierno o el Estado.

Los términos “anarquía” y “anarquista”, con la connotación actual, tienen su origen en el marco de la Revolución francesa de 1789. Fueron usados con un sentido despectivo por parte de algunos sectores moderados para aludir a los períodos de caos revolucionario y a los movimientos más radicalizados, como los Enragés, que defendían las demandas sociales de los sectores desfavorecidos.

Sin embargo, quien recuperó estos términos con una connotación positiva fue el socialista francés Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), considerado uno de los fundadores del anarquismo. En su libro ¿Qué es la propiedad? (1840), Proudhon se declaró anarquista y postuló que la anarquía no es el caos político, sino la ausencia de amos y soberanos, lo que garantizaría un orden justo e igualitario en la sociedad. Según este autor, el orden debía basarse en la cooperación y no en la coerción.

Desde entonces, muchos pensadores, movimientos y activistas se reconocieron como anarquistas.

Primeros pensadores y movimientos anarquistas

El anarquismo como movimiento surgió tanto de las ideas de algunos pensadores y activistas del siglo XIX y comienzos del XX, como de la organización colectiva y las acciones individuales de distintos actores de la clase obrera europea y americana.

En este sentido, el origen del movimiento anarquista está relacionado de manera directa con el surgimiento del movimiento obrero a principios del siglo XIX. En esa época, caracterizada por la expansión mundial del capitalismo industrial, el proletariado de algunos países de Europa, y luego también de América, luchaba por mejorar sus condiciones de trabajo frente a la explotación y la opresión a las que estaba sometido.

En ese contexto de lucha por defender los intereses de las clases trabajadoras y abogar por una sociedad igualitaria, surgieron el socialismo, el anarquismo y el marxismo.

Los primeros movimientos anarquistas estaban organizados en torno a las ideas de los fundadores del anarquismo:

• Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), de origen francés
• Mijaíl Bakunin (1814-1876), de origen ruso
• Piotr Kropotkin (1842-1921), de origen ruso
• Errico Malatesta (1853-1932), de origen italiano

Las diferencias entre el anarquismo y otras corrientes que buscaban representar los intereses de la clase obrera se manifestaron en la Primera Internacional. Esta organización, fundada en 1864, buscaba la organización política y revolucionaria del proletariado a escala mundial.

En ella, tuvieron representación los seguidores de Proudhon y, en especial, el propio Bakunin y sus partidarios. Estos se contrapusieron a los proyectos autoritarios de Karl Marx (1818-1883) y a su concepción de la dictadura del proletariado, lo que provocó la ruptura definitiva entre el anarquismo y el marxismo, y la disolución de la Primera Internacional.

En adelante, las agrupaciones anarquistas buscaron difundir sus ideas en contraposición a los defensores del capitalismo y a los seguidores del socialismo autoritario. En algunos casos, promovieron la lucha política organizada, la organización sindical, la desobediencia civil o la pedagogía. En otros casos, defendieron la “propaganda por el hecho”, los atentados individuales y los asesinatos políticos.

• Ver además: Revolución Industrial

Principios del anarquismo

A pesar de su diversidad, el anarquismo mantiene los siguientes principios fundamentales:

• Libertad. Rechaza toda forma de opresión, represión y jerarquización social basada en la imposición, pues considera que estas atentan contra la autonomía de las personas. En algunos casos, incluso sugiere que son contrarias a la naturaleza humana. En este sentido, aboga por la abolición de toda forma de gobierno, Estado u obligación, y defiende una sociedad libre, autogestionada y basada en la asociación voluntaria entre sus integrantes.
• Igualdad. Sostiene que la división en clases sociales y las distinciones jerárquicas son injustas, pues favorecen a unos pocos, que concentran el capital y controlan el poder, y perjudican a los demás. Por lo tanto, persigue una sociedad en la que exista una igualdad plena, en la que ningún ser humano pueda explotar, mandar ni corromper a otro. En este sentido, suele proponer la abolición de la propiedad privada y su sustitución por la posesión comunitaria o colectiva de los bienes.
• Solidaridad. Considera al ser humano como un ser social y cooperativo por naturaleza, aunque no niega que también pueda tener tendencias competitivas. En este sentido, aboga por una sociedad en la que se prioricen los valores de la cooperación para alcanzar y satisfacer los intereses y las necesidades tanto individuales como colectivos. La solidaridad, la ética y la ayuda mutua son entendidas como normas que pueden ordenar a las sociedades sin la necesidad de una dirección externa.

• Ver también: Socialismo y capitalismo

Principales corrientes anarquistas

Las principales corrientes del anarquismo son: el anarquismo individualista, el mutualismo, el anarquismo colectivista, el anarquismo comunista, el anarcosindicalismo y el anarquismo sin adjetivos.

Anarquismo individualista

El anarquismo individualista es un conjunto de posturas filosóficas agrupadas en torno al principio de la elevación del individuo por encima de los constructos morales, sociales, políticos, nacionales y religiosos que le impone la sociedad.

Defiende la libertad del individuo y la posibilidad de construir una sociedad basada en relaciones libres, voluntarias y transitorias, y suele rechazar el concepto de revolución.

Uno de sus principales representantes fue el alemán Max Stirner.

Mutualismo

El mutualismo es una corriente surgida a partir de las ideas del francés Pierre-Joseph Proudhon, quien afirmaba que “la propiedad es un robo”.

Propone una sociedad en la que cada persona posea, de forma individual o colectiva, los medios de producción necesarios para satisfacer sus necesidades, de forma directa y con el complemento del intercambio.

Este modelo implica una sociedad formada por cooperativas o asociaciones voluntarias de trabajadores y consumidores, que se organizan mediante un sistema de créditos mutuos y una integración federal de comunidades libres y autónomas.

Anarquismo colectivista

El anarquismo colectivista, también llamado colectivismo anarquista, es una tendencia surgida principalmente de las ideas del ruso Mijaíl Bakunin.

Plantea una organización social basada en la propiedad colectiva de los medios de producción y su gestión por parte de las asociaciones obreras. Postula una organización federal que reemplace al orden estatal centralizado y sostiene el principio de que cada cual debe recibir un salario de acuerdo con lo que aportó.

Anarquismo comunista

Conocido también como comunismo libertario o anarcocomunismo, el anarquismo comunista deriva de las ideas del ruso Piotr Kropotkin.

Comparte algunos principios con el colectivismo, como la sustitución del Estado y la propiedad privada por la asociación voluntaria y la colectivización de los medios de producción, los bienes y los servicios. Sin embargo, plantea que las comunas autosuficientes deben basarse en el apoyo mutuo, es decir, dar a cada cual según sus necesidades.

Anarcosindicalismo

El anarcosindicalismo es una tendencia que complementa los contenidos ideológicos y los objetivos políticos del anarquismo con la lucha obrera sindical. Aspira a la conquista de los medios de producción por los trabajadores para abolir el sistema salarial y las clases sociales, y reordenar la sociedad con base en el federalismo y la democracia directa.

Con ese objetivo final en mente, organiza sindicatos autónomos basados en el asamblearismo, que se espera que sirvan como modelo de la organización social futura. Además, aplica tácticas de acción directa, como huelgas o boicots, y participa en manifestaciones por reivindicaciones laborales.

Anarquismo sin adjetivos

El anarquismo sin adjetivos es una corriente que propone que las distintas tendencias, filosofías y metodologías anarquistas pueden convivir entre sí. Además, plantea que cada anarquista debe asociarse de manera voluntaria con la agrupación que mejor le parezca, hacer el tipo de aporte que le resulte más apropiado y aceptar la libre experimentación como criterio de organización de la sociedad futura.

Algunos de sus exponentes, como el cubano Fernando Tarrida del Mármol (1861-1915) y el alemán Max Nettlau (1865-1944), plantearon que el objetivo principal del anarquismo es alcanzar la libertad individual y social, y abolir toda autoridad política. Por lo tanto, cualquier modelo económico que se prefiera para organizar la sociedad anarquista es secundario respecto de ese objetivo fundamental.

Nuevas corrientes del anarquismo

En la actualidad, el anarquismo tiene diversas formas, algunas de ellas vinculadas con tendencias y preocupaciones más recientes, como por ejemplo: el anarquismo ecologista, el feminismo anarquista y el anarcocapitalismo.

Anarquismo ecologista

El anarquismo ecologista, también llamado ecoanarquismo o anarquismo verde, es una tendencia que lucha contra la sociedad industrial y sus modos de vida. Hace responsables al capitalismo y al Estado de la degradación ecológica y propone una integración con el medio ambiente que sea sustentable, simple y autosuficiente.

Dentro de esta tendencia, se encuentran posturas como la ecología social de Murray Bookchin, que plantea que los problemas ecológicos se derivan de los problemas sociales; y las posturas antiespecistas, que critican el maltrato a otras especies animales y promueven la liberación animal.

Feminismo anarquista

También llamado anarcofeminismo, el feminismo anarquista combina la lucha contra el machismo y la defensa de los derechos de las mujeres con la crítica anarquista al Estado y al capitalismo.

Sostiene que la explotación económica y la opresión política van de la mano de la dominación masculina, a la que llama “patriarcado”, por lo que toda lucha por la libertad y la igualdad debe dirigirse en simultáneo contra estas tres instituciones. En este sentido, cuestiona las concepciones tradicionales de sexualidad, familia y género.

Anarcocapitalismo

El anarcocapitalismo es una corriente cercana a algunas variantes del anarquismo individualista y, especialmente, al liberalismo. Por lo tanto, se encuentra en el otro extremo del espectro ideológico de los anarquistas de tradición socialista.

Sostiene que un capitalismo real, basado en la libertad individual y la propiedad privada, produce una sociedad libre, sin explotados ni explotadores. Sin embargo, plantea que esta situación no es posible cuando existe un Estado que pervierte las relaciones y crea monopolios. Por lo tanto, defiende el rol exclusivo del mercado en la regulación de las relaciones y los intercambios.

El término “anarcocapitalismo” fue creado por el economista estadounidense Murray Rothbard en la década de 1950 y actualmente es defendido por algunas corrientes liberales.

• Ver también: Movimiento feminista

Principales pensadores del anarquismo

Los nombres fundamentales de la filosofía anarquista son muchos, ya que el movimiento es diverso, complejo y tiene una larga historia. Algunos son considerados precursores, otros fundadores y otros referentes de distintas tendencias dentro del anarquismo.

Algunos de los principales pensadores del anarquismo son:

• William Godwin (1756-1836)
• Max Stirner (1806-1856)
• Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865)
• Mijaíl Bakunin (1814-1876)
• Élisée Reclus (1830-1905)
• Piotr Kropotkin (1842-1921)
• Errico Malatesta (1853-1932)
• Benjamin Tucker (1854-1939)
• Francisco Ferrer Guardia (1859-1909)
• Soledad Gustavo (1865-1939)
• Emma Goldman (1869-1940)
• Émile Armand (1872-1962)
• Ricardo Flores Magón (1873-1922)
• Rudolf Rocker (1873-1958)
• Murray Bookchin (1921-2006)
• Ángel Cappelletti (1927-1995)
• Tomás Ibáñez (1944-)

Métodos de lucha anarquista

El anarquismo implementó múltiples métodos de lucha a lo largo de su historia. Algunos pertenecieron a determinadas épocas y a determinadas tendencias dentro del movimiento, mientras que otros fueron de uso más general y, en algunos casos, continúan vigentes.

Algunos de los métodos de lucha anarquista son:

• Acción directa. Consiste en asumir la iniciativa en la lucha política o sindical, sin intermediarios y sin reconocer regulaciones legales. Por ejemplo, huelgas, protestas, boicots, sabotajes, ocupaciones de tierras o viviendas, acciones violentas, entre otras.
• Propaganda por el hecho. Se basa en la idea de que, para levantar a la población contra la opresión, es necesario difundir el mensaje anarquista mediante acciones violentas, como la colocación de explosivos o los atentados contra jefes de Estado. Fue una táctica popular a finales del siglo XIX y principios del XX, pero perdió adeptos a lo largo del siglo XX.
• Pedagogía. Es la creación de escuelas libres, inspiradas en las ideas de pedagogos anarquistas como Francisco Ferrer Guardia, que buscan educar a individuos autónomos, racionales y críticos. Su objetivo es la enseñanza y la construcción de conocimiento por fuera de las estructuras del Estado y de la religión, y la promoción de prácticas educativas y de convivencia horizontales.
• Actividades culturales y de prensa. Consiste en editar periódicos, libros o panfletos para divulgar consignas políticas, noticias de interés o reflexiones intelectuales. También incluye la gestión de ateneos, bibliotecas o archivos para promover el debate y favorecer la conservación o consulta de libros, así como la organización de eventos de tipo cultural, artístico o científico, motivados por causas o inquietudes anarquistas.
• Autogestión. Implica la puesta en práctica, a pequeña escala, de los principios autogestivos del anarquismo, es decir, la gestión autónoma y colectiva de un espacio o un emprendimiento. Algunos ejemplos de experiencias autogestivas pueden ser las huertas comunitarias o las asambleas barriales con estructura horizontal y democracia directa.

Críticas al anarquismo

Entre las críticas dirigidas al anarquismo, algunas cuestionan su optimismo al considerar la posibilidad de construir sociedades sin Estado en un mundo caracterizado por la existencia de estructuras estatales de larga tradición histórica e interrelacionadas entre sí. También se suele criticar su creencia en la posibilidad de un mundo sin explotación económica, en vista de la vigencia del capitalismo y la globalización.

Con frecuencia, los modelos anarquistas de sociedad son caracterizados como una utopía, en el sentido de un ideal irrealizable. Además, algunos investigadores plantean que la organización de una sociedad sin gobierno es imposible cuando se trata de poblaciones numerosas y territorios grandes. Aun así, los defensores del anarquismo argumentan que se practicaron algunas experiencias anarquistas exitosas, aunque muy breves, como la autogestión industrial y la colectivización agrícola durante la guerra civil española (1936-1939).

Entre las críticas filosóficas, algunas señalan que el anarquismo parte de una premisa equivocada, que es considerar al ser humano como bueno por naturaleza. Sin embargo, muchos pensadores anarquistas reconocen que los seres humanos tienen capacidades tanto cooperativas como competitivas, pero hacen hincapié en la necesidad de afianzar los vínculos de solidaridad y ayuda mutua para contrarrestar las tendencias hacia la competencia.

También se suele argumentar que el anarquismo fomenta el caos, y se critican algunos de sus métodos, como las acciones violentas, si bien estas suelen ser ejercidas por grupos minoritarios.

Por otro lado, la izquierda socialista suele acusar a los anarquistas de individualistas, ya que no solo dan importancia a la igualdad social, sino también a la libertad individual. Además, el marxismo cuestiona su postura antiestatal, pues considera que el cambio social solo puede ser dirigido por un partido socialista que tome el poder y dirija el Estado.

Diferencias entre anarquismo y comunismo

Las diferencias entre el anarquismo y el comunismo surgieron en simultáneo con el origen mismo de ambos movimientos. En la segunda mitad del siglo XIX, Marx y sus seguidores, partidarios de una organización obrera centralizada y de un socialismo autoritario, se diferenciaron de las ideas de Pierre-Joseph Proudhon y Mijaíl Bakunin, defensores de una organización obrera descentralizada y de un socialismo libertario.

A pesar de que ambos movimientos buscaban defender los intereses de la clase obrera y luchar contra el capitalismo, sus diferencias provocaron la ruptura de la Primera Internacional a fines del siglo XIX y el enfrentamiento casi constante entre anarquistas y comunistas a comienzos del siglo XX.

Aunque una de las principales corrientes del anarquismo recibió el nombre de “comunismo libertario”, el término “comunismo” a secas quedó desde entonces vinculado al marxismo, en especial luego del triunfo de los bolcheviques en la Revolución rusa de 1917.

Las diferencias fundamentales entre el anarquismo y el comunismo se pueden sintetizar de la siguiente manera:

	Anarquismo	Comunismo
Organización	Se opone a la creación de partidos y al concepto de representación, por lo que propone formas horizontales y espontáneas de organización, como los grupos de afinidad y las asambleas.	Promueve la organización de partidos políticos, liderados por dirigentes que tomen las decisiones en representación de la clase obrera.
Poder	Rechaza la toma del poder y propone la construcción desde abajo de la sociedad anarquista, que consista en la eliminación de la explotación económica y la opresión política.	Aspira a tomar el poder para construir desde arriba un modelo de sociedad que elimine las clases sociales y la explotación capitalista.
Estado	Rechaza todo Estado, se opone a la dictadura del proletariado y propone una organización libre y federada de asociaciones voluntarias.	Cree en la necesidad de construir un Estado fuerte, una “dictadura del proletariado”, que planifique y administre la economía según el interés de la clase obrera.
Propiedad	Se opone a la propiedad privada, pero propone la propiedad común de los medios de producción, sin la injerencia del Estado.	Aspira a la abolición de la propiedad privada y al control de los medios de producción por parte del Estado.
Sociedad e individuo	Hace hincapié tanto en la sociedad como en el individuo, por lo que considera que las libertades individuales y políticas son tan importantes como la igualdad socioeconómica.	Hace hincapié en la sociedad y en lo colectivo, por lo que antepone el ideal de igualdad socioeconómica a cualquier otra consideración.

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