Te explicamos qué es el Neolítico y cuáles son sus características generales. Además, cómo era el arte y la arquitectura del Neolítico.
¿Qué es el Neolítico?
El Neolítico es el último periodo de la Prehistoria. Integra la Edad de Piedra, junto con los periodos Paleolítico y Mesolítico.
La palabra Neolítico proviene del griego neo, que significa “nuevo” y lithos, que significa “piedra”, y se refiere a las nuevas técnicas de fabricación de herramientas de piedra que caracterizan a este periodo.
Los periodos comprendidos dentro de la Edad de Piedra se vinculan con el desarrollo histórico de cada cultura o civilización, y su ubicación temporal puede variar según la aparición de determinados rasgos técnicos o culturales de cada sociedad. El periodo Neolítico se caracteriza por el desarrollo de la agricultura y la aparición del sedentarismo.
El inicio del periodo Neolítico puede ubicarse temporalmente entre el 8000 a. C. y el 4500 a. C., dependiendo del desarrollo histórico de la sociedad en cuestión. El fin del periodo se vincula directamente con la aparición de la escritura y las organizaciones políticas centralizadas que dan inicio a la Edad Antigua de la periodización tradicional, entre el 3000 a. C. y el 500 a. C., según la región.
En el área del Creciente Fértil (Levante mediterráneo, Mesopotamia asiática y Egipto), las transformaciones que dan origen al periodo Neolítico datan aproximadamente del 8000 a. C.; en India, Europa balcánica, sureste asiático y Mesoamérica, datan del 7000 a. C.; en China, del 6000 a. C. y en América del Sur, del 4500 a. C.
Ver además: Hombre primitivo
Características del Neolítico
El principal elemento que define al periodo Neolítico es la transición que hicieron algunas poblaciones humanas de una economía de subsistencia a una economía productiva. Este proceso implicó las siguientes característica:
- Surgimiento de la agricultura
- Domesticación del ganado
- Desarrollo del sedentarismo
- Crecimiento de la población
- Descubrimiento de la metalurgia
- División y diferenciación del trabajo
- Producción de excedentes
- Jerarquización social
Economía del periodo Neolítico
Durante el periodo Neolítico, la economía de las diferentes sociedades humanas pasó de ser una economía de subsistencia a una economía productiva. Esto quiere decir, que los grupos de humanos comenzaron a intervenir en los ciclos naturales de las plantas y animales para su mejor aprovechamiento. Nacieron así dos prácticas fundamentales para la vida del ser humano: la agricultura y la ganadería.
El origen de la ganadería está vinculado con la caza controlada. En principio, los grupos de cazadores-recolectores preservaban a los animales que se encontraban en edad reproductiva, para asegurarse el alimento futuro. Luego comenzaron a capturar animales y encerrarlos en corrales, para tener alimento disponible en caso de escasez. Más tarde, reprodujeron los rebaños que tenían cautivos, a través de la selección de los ejemplares más pequeños y dóciles.
La agricultura se desarrolló a partir de la recolección. Gracias a la observación del crecimiento de las plantas, algunos grupos humanos seleccionaron semillas, las plantaron y esperaron su crecimiento. Al principio, esto se practicaba de manera itinerante y en espacios para la siembra generados a partir de la quema y tala de zonas boscosas. El bajo rendimiento de estos terrenos llevó a estas sociedades a buscar espacios más aptos para la siembra y la cosecha. De esta manera, se crearon los primeros campos de cultivo de manera permanente.
En las zonas donde se dio el proceso de neolitización, se desarrollaron distintos cultivos:
- En el Cercano Oriente, se cultivaban cereales (trigo, cebada y mijo), lino, habas, vid y olivo.
- En China, los cultivos más comunes fueron el arroz, el algodón, el mijo y la soja.
- En Mesoamérica, se desarrollaron cultivos de calabaza, chiles, maíz, palta y frijoles.
- En los Andes Centrales, los cultivos más importantes fueron papa, mandioca, ají, calabaza, frijoles, lentejas y algodón.
Forma de vida en el periodo Neolítico
De manera gradual, algunos grupos de cazadores-recolectores fueron estableciéndose de manera permanente en espacios fijos y abandonando la forma de vida nómade. Tradicionalmente, los arqueólogos consideraban que la forma de vida sedentaria era una consecuencia directa del desarrollo de la agricultura y la ganadería. Sin embargo, a raíz de diversos hallazgos arqueológicos, muchos especialistas sostienen que el sedentarismo fue un proceso que se inició antes de la consolidación de las economías de producción de alimentos.
Las evidencias arqueológicas más antiguas de asentamientos semipermanentes datan de entre el 12000 y el 10000 a. C. Se cree que, debido a la abundancia de recursos para la caza, la pesca y la recolección de cereales, algunos grupos nómades fueron estableciendo campamentos durante periodos cada vez más prolongados. Desarrollaron sistemas para almacenar la comida y construyeron chozas de planta redonda, semienterradas, con techos de ramas, juncos y pajas.
Más tarde, con el desarrollo de los cultivos y la creación de rebaños de animales, el carácter estacional de la agricultura y el cuidado de la ganadería, llevó al establecimiento de una vida sedentaria de forma permanente. Estos primeros poblados, llamados aldeas, se establecieron en lugares fértiles, con acceso al agua y a las pasturas.
Organización social en el periodo Neolítico
La vida sedentaria en aldeas llevó al desarrollo de una organización social distinta que aquella que primaba entre los grupos de cazadores-recolectores. Las aldeas estaban integradas por varias familias tenían sus rebaños de animales y sus campos de cultivo. Las familias cooperaban para la realización de tareas agrícolas, la defensa del poblado, la búsqueda de materiales y la construcción de viviendas y fortificaciones.
Luego, las nuevas actividades económicas y la vida sedentaria dieron origen a la diferenciación de tareas y, en consecuencia, a una división del trabajo por oficios o especialidades. Los especialistas eran artesanos hábiles en la fabricación de los diferentes tipos de herramientas de piedra, cerámicas, tejidos y metales.
Estas primeras aldeas eran de población escasa. Sin embargo, a medida que aumentó la producción de alimentos, fue posible almacenar excedentes. La mayor disponibilidad de alimentos llevó a un importante crecimiento demográfico.
Con el crecimiento de la población y la especialización de tareas aparecieron las primeras ciudades. El desarrollo urbano trajo aparejado la jerarquización de la sociedad. Esto quiere decir que en las ciudades, se desarrollaron diferencias sociales entre las personas según las tareas que realizaban. Los especialistas, como los comerciantes y los artesanos, ocupaban una posición superior a la de los campesinos, que producían los alimentos para toda la comunidad.
Además, aparecieron los primeros grupos que se dedicaban exclusivamente a tareas políticas y religiosas, y se ubicaban en lo alto de la escala social. Los sacerdotes dirigían el culto y mandaban la construcción de templos y la entrega de ofrendas a los dioses.
Los funcionarios se encargaban de la organización política de la ciudad, la administración de bienes y la gestión de los excedentes producidos.
Religión en el periodo Neolítico
Las sociedades del Neolítico divinizaban las fuerzas de la naturaleza, especialmente a aquellos elementos que afectaban el desarrollo de la agricultura y la ganadería. El sol y la lluvia comenzaron a tener un lugar central en los ritos y las ceremonias religiosas.
Además, crearon esculturas antropomorfas (de apariencia humana) con las que representaban a sus antepasados o a diferentes fuerzas que adoraban, como la fertilidad.
Durante este periodo, el enterramiento de los muertos se convirtió en distintivo social entre los rituales de las diferentes poblaciones. Según las diferentes creencias, se inhumaba el cuerpo de diferentes maneras; por ejemplo, en el suelo rodeado de objetos de la vida cotidiana, o dentro de cestos o urnas de cerámica.
Con la aparición de las ciudades, el culto comenzó a estar dirigido por sacerdotes. Su rol era el de mediar entre los hombres y las divinidades, y por esto recibían tributos y ofrendas de toda la población.
Este rol central llevó a los sacerdotes a obtener una posición social prestigiosa que los diferenciaba del resto de la sociedad. Desde este lugar, se convirtieron en líderes de su comunidad y se encargaron de la dirección de los asuntos cotidianos.
Arte del periodo Neolítico
En las pinturas rupestres del periodo Neolítico se representaban imágenes figurativas de animales, seres humanos, símbolos y diferentes escenas de la vida cotidiana, pintadas con tonos monocromáticos.
Además, en las diferentes construcciones megalíticas se realizaban grabados en las piedras. Las cerámicas eran pintadas con motivos geométricos.
Arquitectura neolítica
Las diferentes poblaciones del Neolítico utilizaron bloques de piedra para levantar construcciones gigantes, a las que los arqueólogos denominan monumentos megalíticos o megalitos.
Los especialistas creen que estas construcciones eran utilizadas como espacios sagrados o santuarios. En muchas ocasiones, estos espacios eran también utilizados como cementerios. Además, se cree que también pudieron ser utilizados como marcas a través de las cuales las diferentes comunidades reclamaban el territorio y reforzaban su identidad grupal.
Existieron diferentes tipos de megalitos:
- Dólmenes. Un dólmen es una construcción formada por varias losas de piedra, clavadas en la piedra en posición vertical, con una losa de cubierta apoyada sobre ellas en posición horizontal. El conjunto forma una cámara y, en muchas ocasiones, se encuentra rodeado de montículos te tierra o piedras que cubren el montón y forman, así, una colina artificial.
- Menhires. Un menhir es un megalito poco trabajado. Se trata de la ubicación artificial de una piedra de gran tamaño en un espacio determinado. Algunos menhires presentan grabados, otros están esculpidos con alguna forma particular. Su tamaño puede variar desde pequeñas rocas ubicadas de una manera particular, hasta monolitos gigantes de más de 10 metros de altura.
- Crómlech. Los crómlech son megalitos formados por piedras clavadas en el suelo, en forma de círculo o una elipse. Las piedras suelen ser de gran tamaño y cercan un terreno.
Artesanía y materiales del periodo Neolítico
Durante el periodo Neolítico, las diferentes poblaciones perfeccionaron las técnicas de trabajo de piedra y crearon técnicas de trabajo para nuevos materiales, como la cerámica y los metales.
- Piedra pulida. La técnica del pulido implicaba frotar la piedra hasta darle forma y sacarle filo. De esta manera, se lograron armas más eficaces y nuevas herramientas. Vinculado al desarrollo de la agricultura, se crearon morteros para moler los granos, hoces para cosechar los cultivos y azadas para mover la tierra.
- Cerámica. El método del modelado de cerámica consistía en apilar rollos de arcilla hasta alcanzar la altura deseada, para luego alisarlos y darles forma con las manos. Se dejaban secar las piezas y luego se cocían en un horno de alta temperatura. Por último, se las decoraba con motivos geométricos, grabados o pintados.
- Metalurgia. Hacia el 4000 a. C., se inventó por primera vez en el Cercano Oriente la fundición de metales. La fundición se realizaba en recipientes de arcilla que permitían fundir el metal a altas temperaturas. Luego, el metal se volcaba en moles de tierra o piedra que tenían la forma del objeto. Los primeros metales que se trabajaron fueron el oro, la plata y el cobre, y fueron utilizados para hacer joyas, herramientas, adornos y armas.
Sitios arqueológicos del periodo Neolítico
Algunos de los sitios arqueológicos característicos del periodo Neolítico son:
- Jericó, en la actual Palestina, es el asentamiento amurallado más antiguo que se conoce. Hacia el 8000 a. C., estaba formado por viviendas y graneros de adobe y piedra, y rodeado por un muro de 800 metros de largo y seis metros de alto.
- Çatalhöyük, en la actual Turquía, es uno de los asentamientos mejor conservados del periodo Neolítico. Los especialistas aún debaten si algunas de las construcciones tenían un uso público ritual o si, en cambio, se trataba en su totalidad de viviendas privadas. Se cree que este asentamiento llegó a albergar a más de 10.000 personas, y fue habitado entre el 8000 y el 5700 a. C.
- Eridu, en el actual Irak, fue una ciudad fundada hacia el 5400 a. C. Algunos especialistas consideran que fue el centro urbano con jerarquización política y social más antiguo del mundo. En el sitio se han encontrado los restos de un santuario sobre los cuales se fueron construyendo más de 17 templos a lo largo de los siglos. El último templo data del 3800 a. C., y adoptó la forma de pirámide escalonada.
- Göbekli Tepe, en Turquía, es el sitio donde se encuentra uno de los más antiguos santuarios del periodo Neolítico. Se cree que data del 9600 a. C., y que, por algún motivo desconocido, fue del todo abandonado hacia el 8000 a. C., luego de ser deliberadamente tapado con tierra. Su descubrimiento en 1994, revolucionó los estudios sobre el periodo, ya que se trata de un rasgo de vida sedentaria lejano al desarrollo de la agricultura y la ganadería en la zona.
- Los dólmenes de Sorginetxe y de Aizkomendi, en la actual España, son monumentos megalíticos del final del periodo Neolítico, que se construyeron como espacios rituales y marcas de reclamo territorial por las comunidades locales.
- Stonehenge, en Inglaterra, es uno de los megalitos cromlech más conocidos. Se cree que la construcción se realizó hacia el 2500 a. C., aunque anteriormente el lugar era utilizado como cementerio. El sitio estaba unido por un camino de 3 kilómetros a un asentamiento, construido también de manera circular, en el que llegó a haber unas 300 viviendas.
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Referencias
- Almudena, H. G. (1993). El proceso de neolitización, perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico. Ediciones Universidad de Salamanca.
- Cauvin, J. (1992). Proceso de neolitización en el Próximo Oriente. Treballs d'Arqueologia, 2, pp. 1-16.
- Eiroa, J. J. (2000). El neolítico. En Nociones de Prehistoria General. Ariel Historia.
- Fernández Martínez, V. M. (2007). Prehistoria. El largo camino de la humanidad. Alianza Editorial.
- Fernández Vega, A. M., Cabrera Valdes, V. y Muñoz Amilibia, A. M. (2008). Prehistoria. Universidad Nacional de Educación a Distancia.
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