Te explicamos qué es el realismo y cuáles son sus principales características. Además, algunos subgéneros y las obras más representativas.
[Jean-François Millet. Las espigadoras, 1857]
¿Qué es el realismo?
El realismo es un movimiento artístico nacido en la Europa de la segunda mitad del siglo XIX como respuesta a la idealización predominante en el Romanticismo. Plantea una actitud respecto al arte (principalmente literario, escultórico y pictórico) que pretende representar directamente la realidad, es decir, que valora la identificación de la obra de arte con el mundo real.
Es importante diferenciar entre el realismo como tendencia y el movimiento artístico denominado realismo. El interés por replicar fielmente la realidad ha aparecido en varios momentos de la historia del arte y el término puede ser aplicado hoy en día a cualquier forma de expresión (como el cine o la fotografía).
Sin embargo, el movimiento artístico conocido con el nombre de realismo se refiere específicamente a un conjunto de prácticas y expresiones artísticas que surgieron en Francia a mediados del siglo XIX como reacción a las inclinaciones idealistas que dominaban la escena europea del momento.
El realismo se emparenta frecuentemente con el naturalismo, que aspira a reproducir la naturaleza del mundo pero lo hace a partir de la observación científica. Además, se opone al abstraccionismo, al idealismo o, en el caso de la literatura, a la visión subjetiva del Romanticismo y otras escuelas afines.
En líneas generales, se asocia el realismo con una doctrina de pensamiento laica, empirista y cotidiana.
La primera obra realista
El término fue acuñado por el pintor Gustave Courbet, quien dio el nombre de “realismo” a una exposición que realizó en 1855 como alternativa al Salón de la Academia de Bellas artes de París y en la que expuso su obra El taller del pintor, alegoría real, determinante de una fase de siete años de mi vida artística (y moral). Esta obra se considera una declaración de principios del movimiento realista: el arte debe ser una representación cruda, objetiva y honesta de la realidad inmediata.
- Ver además: Realismo literario
Características del realismo
1. Centro en el ser humano
[Ernesto de la Cárcova. Sin pan y sin trabajo, 1894]
El abordaje del realismo propone una mirada centrada en las personas corrientes, sus asuntos cotidianos y su existencia mundana. La preferencia por sujetos anónimos en lugar de seres míticos o grandes personalidades respondía a la idea de un arte comprometido con los problemas de su tiempo.
Los artistas realistas se interesaban por retratar las experiencias concretas y mostrar la dignidad de las personas comunes, lo que hizo que sus obras fueran más accesibles a audiencias más amplias.
2. Precisión técnica
La aspiración de reproducir lo real se manifestaba en niveles de detalle y precisión técnica que buscaban reforzar el efecto de verosimilitud. Las expresiones, los gestos y los objetos eran mostrados con mucha exactitud.
3. Temática cruda
El realismo pretendía alejarse de las visiones idealistas. Buscaba retratar fielmente situaciones de la vida social y cotidiana de los centros urbanos o de los espacios rurales. Cualquier insinuación mitológica, religiosa, fantástica u onírica era contraria a los principios del realismo.
4. Crítica social y política
El realismo nació tras la Revolución Industrial, que había generado una nueva élite con mucha influencia económica y social, mientras que los trabajadores vivían en condiciones de pobreza y precariedad. La desigualdad, la corrupción y las injusticias sociales de todo tipo generaron un creciente malestar social que los realistas procuraron reflejar en sus obras.
Al mismo tiempo, la herencia de la Ilustración abría camino al nacimiento de nuevas filosofías y movimientos políticos que repercutieron significativamente en las ideas de los artistas acerca de su rol social. Muchos tomaron una postura crítica y comprometida con las realidades de su momento.
Pinturas representativas del realismo
Antecedentes del realismo
[Miguel Ángel Buonarotti. David, 1504]
Las tendencias realistas pueden hallarse en diversas etapas del arte, incluso en formas tan antiguas como las pinturas rupestres de la cuevas de Altamira, donde bisontes prehistóricos eran pintados con todo detalle, aprovechando la forma de las rocas para dar sensación de volumen.
Asimismo, numerosas formas de escultura de la Grecia y Roma antiguas se esmeraron por obtener fieles representaciones de la figura humana. Heredera de esta tradición, la pintura medieval procuró también representar el sufrimiento de sus santos y mártires de la manera más realista posible.
La escultura y la pintura del Renacimiento, en su afán de centrar su mirada sobre el ser humano, impuso también cierto realismo, a pesar de que sus motivos eran heroicos y mitológicos.
Surgimiento del realismo
[Canaletto (Giovanni Antonio Canal). Piazza San Marco, 1744]
La expansión del Romanticismo, con sus temas exóticos y mitológicos, provocó una respuesta artística de rechazo basada en las ideas racionalistas de la Ilustración.
El realismo surgió a partir de ese rechazo: emprendió la búsqueda del arte en la cotidianidad, en los conflictos de clase y en la naciente sociedad capitalista.
Realismo y naturalismo
[Francisco de Goya. El 3 de mayo en Madrid o “Los fusilamientos”, 1814]
El naturalismo a menudo es considerado un paso más allá del realismo por su compromiso con un pensamiento secular (es decir, no religioso) y racionalista, sus representaciones artísticas fieles a la realidad humana y su indagación moral. Esta búsqueda exigía representaciones artísticas absolutamente fieles a la realidad social humana con el objetivo de explorar la moral y explicar la pobreza y la violencia.
Su máximo exponente y defensor fue el francés Émile Zola (1840-1902), quien expuso los principios teóricos en el prólogo de su novela Thérèse Rasquin y en su ensayo La novela experimental.
Hiperrealismo
Producto de la expansión de la fotografía, apareció luego en la pintura el hiperrealismo: un movimiento del siglo XX surgido en Estados Unidos y Europa, cuyo objetivo era alcanzar la calidad y claridad fotográfica por medio de los mecanismos de la pintura tradicional. Este movimiento tuvo presencia también en el cómic y en la escultura.
Realismo mágico
El realismo mágico es una escuela literaria surgida en Hispanoamérica en el siglo XX, cuyo máximo exponente es el colombiano Gabriel García Márquez. El realismo mágico apuesta por una representación realista de eventos extraños y maravillosos, que producen poca o ninguna sorpresa dentro del universo ficcional en el que ocurren.
Esta vertiente del realismo es una postura ante la realidad social y cultural de los pueblos latinoamericanos, formulada inicialmente por el cubano Alejo Carpentier (como “lo real maravilloso”) y por el venezolano Arturo Uslar Pietri (como “realismo mágico”).
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Referencias
- Morris, P. (2003). Realism. Psychology Press.
- Nineteenth-Century French Realism. (s.f.). Recuperado Marzo 2024, de Metropolitan Museum of Art: https://www.metmuseum.org/
- Realism-art. (n.d.). Recuperado Marzo 2024, de Britannica: https://www.britannica.com/
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