Te explicamos qué es una conclusión, cuáles son sus objetivos y los tipos que existen. Además, sus características, estructura y algunos ejemplos.
¿Qué es una conclusión?
En lógica, se llama conclusión a la proposición final de un argumento. Su contenido se desprende de un modo u otro de las premisas anteriores (siempre que se trate de un argumento válido).
Se trata de una proposición muy distinta de una opinión, dado que usualmente se razona o se argumenta para alcanzar, finalmente, un pensamiento válido o con cierto margen de certeza.
También se llama conclusión o conclusiones a uno de los apartados finales de un informe, monografía, ensayo o reflexión. Allí se da cierre a la lectura mediante la explicación de los argumentos y afirmaciones de todo el trabajo anterior. El trabajo es considerado como una premisa compleja, de la cual se desprenden las conclusiones.
Por último, se habla de “sacar conclusiones” para referirse al acto de pensamiento de interpretar una serie de premisas o de ideas básicas y a partir de ellas proponer alguna otra que conduzca a algún tipo de hallazgo sobre la materia. Se considera comúnmente una forma consciente de aprendizaje.
Ver además: Método deductivo
Objetivos de una conclusión
Una conclusión puede tener múltiples objetivos.
En líneas generales se propone producir algún tipo de construcción de pensamiento.
Ulteriormente, intenta conducir a un aprendizaje, ya sea en quien la formula o en los demás.
De ese modo, una conclusión puede servir para:
- Aportar nueva información final, relevante sobre el tema.
- Demostrar el aprendizaje producido en la consideración de las premisas.
- Reflexionar sobre la relevancia del problema establecido en el argumento.
- Brindar consideraciones respecto al modo apropiado de pensar el problema.
- Transmitir la experiencia personal de quien argumenta y de su abordaje de las premisas.
Tipos de conclusiones
Podemos hablar de los siguientes tipos de conclusión, de acuerdo a su naturaleza:
- Lógicas o formales. Aquella que se desprende de sus premisas y es comprobable por cualquiera de los métodos clásicos de razonamiento formal, como el silogismo o la deducción.
- Personales. Una conclusión arraigada en la subjetividad de quien la formula, pero que no por eso es equivalente a una opinión. Las conclusiones personales deben ser válidas, comprobables, aunque nazcan de la experiencia individual.
- Teóricas. Aquellas que proponen nuevos conocimientos posibles sobre los cuales construir a futuro nuevas investigaciones o reflexiones sobre la materia.
- De resumen. Las conclusiones de resumen son aquellas que condensan o redondean lo que se ha visto o argumentado anteriormente, ofreciendo una especie de recapitulación final antes de añadir las ideas finales.
- Recomendaciones. Aquellas que reflexionan sobre el modo en que se llevó a cabo la argumentación o investigación y le ofrecen claves al futuro investigador a partir de ello
¿Por qué son importantes las conclusiones?
Sin las conclusiones, las investigaciones y reflexiones permanecerían restringidas a sus premisas y a la exposición de información. No se obtendría ningún valor unificador, determinante o significativo. Es decir, que todo se quedaría en un nivel superficial o de diagnóstico, sin que se extraiga de ello un aprendizaje final.
Una buena conclusión
Una conclusión apropiada es, generalmente, aquella que cumple con lo prometido, dependiendo de si se trata de una investigación científica, una reflexión filosófica o un problema lógico. En ese sentido, las buenas conclusiones son:
- Relevantes. Tienen que ver con la materia abordada en las premisas y con el enfoque general del razonamiento.
- Concisas. Expresan algo definido o determinado, y no vaguedades o repeticiones de lo ya dicho en el cuerpo de las premisas.
- Válidas. El lector debe poder comprender de qué manera se llegó a dichas conclusiones, es decir, no pueden ser gratuitas o mágicas, tiradas de los pelos.
¿Cómo se elaboran las conclusiones?
Para elaborar unas buenas conclusiones se debe:
- Revisar y comprender las premisas. No puede llegarse a una conclusión válida a partir de un tema desconocido o conocido a medias. Es conveniente revisar lo ya dicho y anotar aparte los puntos más importantes para hacer una especie de resumen o síntesis.
- Redondear o retomar el problema. A partir de las ideas en la síntesis, podemos cotejarlas con lo dicho en la introducción o el planteamiento inicial del problema, para saber cómo ha cambiado nuestra visión del asunto y qué ideas nuevas tenemos, qué conocimiento novedoso se produjo.
- Redactar las conclusiones. Una vez comprendido lo que fue obtenido de la investigación, podemos redactar un texto en el que expliquemos cuál es la relevancia que ello tiene para el campo de estudios, la vida humana o el saber en general. O bien, podemos explicar qué conocimiento al respecto merece ocupar el lugar de cierre del trabajo, es decir, con que elemento final sobre el tema queremos que el lector conserve.
Estructura de la conclusión
Las conclusiones pueden tener cualquier estructura que deseemos. Por ejemplo, pueden redactarse pocos párrafos de tono ensayístico. O bien, puede tratarse de un esquema de apuntes ordenados y jerarquizados para facilitar la lectura.
Del modo que sea, se suele recomendar que unas conclusiones consistan en:
- Un resumen de lo leído que aporte una nueva perspectiva general sobre el tema.
- Una serie de ideas finales que den cierre al tema aportando nuevas direcciones al mismo.
- Un énfasis en la importancia de lo aprendido y su utilidad práctica, teórica o metodológica.
- Una serie de recomendaciones para futuros investigadores o de dificultades encontradas a lo largo del proceso.
Conclusiones en trabajos académicos
En tesis de grado, informes académicos o monografías escolares, las conclusiones suelen constituir el bloque de cierre del desarrollo del tema, como una respuesta final a lo planteado en la introducción. Por esta razón van ubicadas al final, antes de los anexos y referencias bibliográficas, y suelen ser extensas.
Diferencia entre conclusiones y opiniones
Como hemos dicho ya, las conclusiones se distinguen de las opiniones en que deben estar sustentadas en juicios y razonamientos. No pueden ser simplemente apreciaciones libres o corazonadas, como las opiniones.
Si bien existen opiniones informadas y no informadas (y las conclusiones se parecen más a las primeras), se espera de las conclusiones un cierto empeño por el razonamiento válido y comprobable. Así, otros pueden llegar a conclusiones parecidas a pesar de tener distintos valores personales.
Puede servirte: Artículo de opinión
¿Cómo sacar conclusiones?
Para sacar conclusiones debemos reflexionar sobre el proceso de pensamiento llevado a cabo en nuestra investigación. Es decir que debemos tener conciencia de lo que hicimos y cómo lo hicimos.
Una investigación siempre arroja conclusiones, incluso si no se confirma la hipótesis inicial. Una serie de experimentos fallidos también permiten obtener conclusiones, ya que de todo se aprende.
La clave para hacerlo, entonces, es poder explicarle a otros qué exactamente fue lo aprendido una vez que la argumentación ha terminado.
Ejemplos de conclusiones
A continuación un par de ejemplos de conclusión:
- Una conclusión formal (silogismo):
Todos los mamíferos tienen sangre caliente.
Dado que el ser humano es un mamífero,
Conclusión: El ser humano tiene sangre caliente.
- Una conclusión escrita (en un diagnóstico médico):
El paciente presenta debilidad generalizada y falta de fuerzas, lo cual se manifiesta a través de somnolencia extrema (alrededor de 15 h diarias de sueño). El tejido subocular es de color rosa pálido y la tensión sanguínea es baja. Todo ello permite concluir que el paciente presenta un cuadro de anemia, por lo cual se le ordenan una serie de exámenes sanguíneos y una dieta rica en hierro y vitaminas, así como la medicación adecuada para fomentar el incremento de hemoglobina en sangre.
Referencias:
- “Conclusión” en Wikipedia.
- “Cómo elaborar una conclusión” en Programa de Apoyo a la Comunicación Académica de la Universidad de Chile.
- “Ending the Essay: Conclusions” en Harvard College Writing Center.
- “Objetivos de la conclusión” en Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado de España.
- “Hacer inferencias y sacar conclusiones” en Colorín Colorado.
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