Lectura

Te explicamos qué es la lectura, cómo se clasifica y cuáles son sus elementos. Además, sus características generales, código y velocidad.

¿Qué es la Lectura?

La lectura es una técnica de comprensión y decodificación de signos prestablecidos en un lenguaje y almacenados en un soporte, ya sea mediante palabras escritas, imágenes u otro tipo de representaciones.

La lectura y la escritura forman dos caras de una misma moneda, fundamental en el desarrollo cultural e intelectual de la humanidad, ya que constituyen la posibilidad de registrar la realidad y recuperarla en otro lugar y momento e incluso por una persona distinta.

Se trata de un proceso humano complejo, que comúnmente se realiza a través de la vista, aunque existen formas especiales de lectura (como el método braille) que no dependen de este sentido específico. Se le atribuyen numerosos beneficios en el desarrollo humano individual, dado que se trata de la herramienta fundamental de transmisión de conocimiento y, por lo tanto, de aprendizaje y comunicaciones.

Ver además: Textos expositivos.

Origen de la lectura

El origen de la lectura es incierto en la historia de la humanidad, pero lógicamente iría de la mano de la invención de la escritura, ya que la una no puede existir sin la otra.

Se trata, en todo caso, de tecnologías creadas por el hombre, a partir de su capacidad natural e intrínseca de generar lenguaje.

Los primeros intentos de escritura se produjeron a modo de jeroglíficos, alrededor de 5000 años antes de Cristo, mucho antes de la creación de los primeros alfabetos fónicos (que representan los sonidos de la lengua) unos 3500 años antes de Cristo.

2. Tipos de lectura

Se reconocen dos tipos de lectura:

• En voz alta. Es la más antigua y consiste en la lectura a viva voz, pronunciando cada palabra leída del texto.
• Silente. No requiere de la intervención de otra parte del cuerpo que los ojos, y ocurre en silencio.

3. Elementos de la lectura

Toda lectura requiere de un texto: un cuerpo de signos interpretables que encierren el mensaje a interpretar.

Dicho texto puede consistir en numerosas formas de signos o símbolos, imágenes o íconos (como los jeroglíficos) más o menos abstractos, ya sea que intenten representar visualmente a su referente (como los ideogramas) o que representen sonidos mediante un proceso más complejo de abstracción (como las letras del alfabeto).

4. Código

Los textos escritos están codificados mediante una lengua o un lenguaje específicos, que deben conocer tanto el escribiente como el futuro lector para que la comunicación se produzca.

Leer un texto en otro idioma, sobre todo uno muy lejano, pone esto en evidencia: la diferencia entre un texto y un garabato muchas veces depende de la educación del lector.

5. Direccionalidad

Dado que los textos escritos tienen un inicio y un final, se los debe leer en ese orden correcto para entenderlos a cabalidad.

Dicho orden funciona en una dirección espacial específica, por ejemplo: los occidentales leemos de izquierda a derecha, mientras que en otras latitudes se lee de derecha a izquierda o de arriba hacia abajo.

6. Secuencialidad

Similarmente, la lectura ocurre una palabra o signo a la vez, acumulando sus significados para recomponer el sentido global.

De la secuencia específica de palabras dependerá entonces la correcta interpretación del mensaje: no pueden saltarse palabras, ni puede volverse a las que se dejó atrás.

La lectura, como el tiempo, marcha en un solo sentido.

7. Velocidad de lectura

La velocidad de lectura de un texto depende de muchos factores, entre ellos la capacidad del lector. Sin embargo, leer más aprisa no siempre es leer mejor ni leer más.

Usualmente se considera que la velocidad promedio de una lectura dependerá de los fines con los que se haga, por ejemplo:

• Para memorizar lo leído. Suele leerse más lentamente: menos de 100 palabras por minuto.
• De aprendizaje. Una lectura más estándar, como la informativa respecto a un tema cualquiera, recorre entre 100 y 200 palabras por minuto.
• De ocio o relajada. Una lectura recreativa, más relajada, puede oscilar entre las 200 y las 400 palabras por minuto.
• Lectura veloz. Existen técnicas de lectura particularmente rápida, que permiten alcanzar las 700 palabras por minuto.

8. Alfabetización

La lectura forma parte integral del aparato educativo humano. Se estima según la Unesc (2010) que un porcentaje cercano al 85% de la población adulta mundial está alfabetizada (sabe leer y escribir), sobre todo en los países industrializados y los países en vías de desarrollo.

No es la realidad de numerosos países africanos y del Asia menor en los que los márgenes de pobreza impiden o dificultan la educación y disminuyen dramáticamente la tasa de alfabetización.

9. Comprensión lectora

La capacidad de interpretación y retención de sentidos, así como la capacidad de alcanzar capas de significado más profundas y menos evidentes, se denomina la comprensión lectora o competencia lectora.

Esta capacidad crece con la práctica y permite alcanzar formas de pensamiento más complejas y desarrolladas.

10. Tipos especiales de lectura

Existen otras formas de lectura, que no implican palabras ni lenguaje verbal. Entre ellas podemos mencionar:

• Lectura musical. La anotación musical utiliza un lenguaje propio para registrar los sonidos específicos que deben realizarse, en orden y secuencia, con uno o varios instrumentos musicales para reproducir una melodía puntual.
• Lectura científica. Las fórmulas y ecuaciones matemáticas, físicas o químicas reproducen sus procesos (operaciones matemáticas, fórmulas físicas o reacciones químicas) a través de un lenguaje especializado y técnico que también puede leerse para entender la descripción de una realidad física o imaginaria.
• Lectura braille. A pesar de ser en realidad un método de reemplazo de la escritura ordinaria verbal, diseñada para invidentes, se trata de una forma especial de lectura que emplea el tacto en lugar de la vista.