Propiedad Privada 

Te explicamos qué es la propiedad privada y cómo se diferencia de la propiedad pública. Además, sus características, críticas y ejemplos.

¿Qué es la Propiedad privada?

Por propiedad privada se entiende el derecho de las personas naturales y jurídicas a poseer, comprar, vender, arrendar, dejar de herencia y disponer de tierra, capital y otros bienes, que por lo tanto no son enajenables bajo ningún concepto sin su voluntad expresa.

Este concepto aplica a todo tipo de bienes: viviendas, capitales, vehículos, objetos, herramientas, incluso fábricas, edificios enteros, terrenos y empresas.

La propiedad privada es distinta de la propiedad pública y la propiedad social, y representa un modelo de propietarios, en el que los bienes son enajenados mediante mecanismos legales de compra, venta y alquiler, que constituyen la base de la tenencia de bienes en una sociedad capitalista, en la que casi todo es de alguien.

Este concepto de propiedad se construyó históricamente a partir de la Revolución Industrial y el advenimiento del capitalismo, y ha sido a menudo criticado por las tendencias políticas izquierdistas, que la entienden como una forma de reparto desigual de las riquezas disponibles, que garantiza el privilegio para pocos y la necesidad para muchos.

Ver además: Latifundio.

Origen de la propiedad privada

El concepto de propiedad ha evolucionado con las sociedades desde las épocas remotas. La propiedad privada es típica del orden impuesto por la Revolución Industrial, que desplazó a la propiedad feudal y su orden esencialmente agrícola, así como a los ordenamientos gremiales y artesanales, donde los propios trabajadores administraban el lugar y las herramientas de producción.

La clase media surgida con la Revolución Industrial acumuló en cambio propiedades productivas que le producían rentas y que podían legarse por herencia a sus descendientes, sosteniendo el poder económico de su clase, en la medida en que todos los bienes podían ser comprados y vendidos a conveniencia.

Diferencias entre propiedad privada y pública

La propiedad privada se distingue de la pública en que mientras la primera pertenece a particulares naturales o jurídicos, la segunda forma parte del patrimonio “de todos”, es decir, del que detenta el Estado o las instituciones públicas. Este patrimonio público le pertenece a todos los habitantes por igual, como pueden ser las plazas, los parques nacionales o la misma casa de gobierno.

La privatización

Se llama privatización al proceso de convertir parte del patrimonio público en privado, vendiéndoselo a un nuevo dueño que lo administrará como tenga a bien hacerlo. Es un proceso frecuente en los Estados insolventes, necesitados de capital, que ofrecen de esta manera parte de sus bienes al mejor postor.

Sigue en: Privatización.

La nacionalización o expropiación

El proceso contrario a la privatización se llama nacionalización: la venta forzada de un bien privado, que es comprado por el Estado y pasa a ser público. Este proceso es común en los Estados más autoritarios y sobre todo en los gobiernos de tendencia socialista, que buscan aumentar la cantidad de bienes del Estado.

Propiedad privada de los medios de producción

La escuela del pensamiento marxista, que estudia la sociedad en base a la oposición entre sus clases sociales, distingue entre la propiedad personal y la propiedad privada: la primera serían los bienes propios de un entorno familiar y de uso por un individuo, como casa, automóvil, etc. y la segunda haría referencia al monopolio de los medios de producción (fábricas, negocios, empresas, etc.) por parte de la clase media y la burguesía, quienes vivirían a costa de la explotación del trabajo del proletariado.

Estos últimos, según la lógica marxista clásica, verían poco o nada de los beneficios de su esfuerzo en la producción de bienes y servicios, teniendo que contentarse con recibir apenas un salario con el que cubrir sus necesidades. A esto se le llama “la explotación del hombre por el hombre”.

Consideraciones económicas de la propiedad privada

Dos posturas encontradas en la economía piensan la propiedad privada desde puntos de vista contrarios: por un lado están los liberales, para quienes el libre mercado y la libertad económica deben ser lo más plenos posible, sirviéndose para ello de la propiedad privada como un elemento fundamental, que puede ser vendida, comerciada, cedida y que puede devengarle a su dueño rentas e intereses con o sin esfuerzo (alquileres, por ejemplo).

Por el otro lado, en cambio, las doctrinas socialistas son críticas de la propiedad privada, pues consideran que debe serlo en su mínima expresión, permitiendo que la mayoría de los bienes de una sociedad sean públicos o de uso comunitario.

Propiedad privada en la ley

Las leyes actuales de la mayoría de los países del mundo amparan la propiedad privada y la defienden del hurto y la violación mediante leyes sancionatorias.

Sin embargo, también le establecen límites de funcionamiento, ya que no todo puede ser comprado y vendido: las personas, por ejemplo, no pueden serlo desde la abolición de la esclavitud.

Importancia de la propiedad privada

Este punto está sujeto a debate, pues depende de cómo elija pensarse la propiedad privada. Pero en líneas generales, se la considera parte importante del aparato de producción capitalista, que en su momento jugó un rol vital en la construcción de la sociedad moderna, desplazando a la feudal.

La propiedad privada es central en el entendimiento de la sociedad burguesa, y a través de ella se dan todas las relaciones de poder económico y social. No se trata de que sea “buena” o “mala”: es una manera de pensar la sociedad y las necesidades de cada individuo.

Críticas a la propiedad privada

Las principales críticas a la propiedad privada provienen de sectores identificados con el anarquismo, comunismo y socialismo, doctrinas que defienden la socialización extrema de los medios de producción, que deben estar en poder del proletariado.

Existen posturas mucho más intermedias, como la economía social de mercado, que intentan en todo caso alcanzar un balance entre propiedad privada y pública.

 Ejemplos de propiedad privada

Claros ejemplos de propiedad privada lo constituyen las empresas, cuyo capital, bienes inmuebles y material de trabajo pertenecen al patrimonio exclusivo de la organización y no pueden ser utilizados, comerciados o poseídos por personas fuera de la misma o sin el consentimiento de la misma. Lo mismo ocurre con el dinero en los bancos: pertenece de manera privada a cada uno de los clientes del banco.