Constructivismo

Te explicamos qué es el constructivismo en educación, cuáles son sus principales características y cómo funciona. Además, ejemplos de aprendizaje constructivista.

¿Qué es el constructivismo?

El constructivismo es una corriente de la pedagogía que entiende el acto de enseñanza como la entrega al alumno de las herramientas necesarias para que él mismo construya su conocimiento. Su objetivo es propiciar que sea el estudiante quien aplique los procedimientos mentales que le permitan resolver los problemas planteados y aprender.

Según el constructivismo, el conocimiento no es un saber dado o una copia de la realidad, que se transmite del docente al alumno, sino una construcción del ser humano. Por lo tanto, el estudiante construye de forma activa el conocimiento como parte de su propio aprendizaje, a partir de sus esquemas mentales, sus experiencias subjetivas y su relación con el entorno y con sus semejantes.

El constructivismo pedagógico propone comprender la enseñanza como un proceso dinámico, en el que el alumno participa activamente y no es considerado un simple receptáculo del saber. Desde esta perspectiva, el rol del docente es el de facilitar ese proceso de aprendizaje centrado en el estudiante.

El constructivismo pedagógico se basa en el constructivismo filosófico o epistemológico. Surgida a mediados del siglo XX, esta teoría del conocimiento plantea que la realidad es un constructo mental elaborado a partir de la información que registran los sentidos y del análisis de los datos empíricos que se extraen de ellos. Desde este punto de vista, la realidad es hasta cierto punto la perspectiva que cada uno tiene de ella, y la realidad verdadera o definitiva es inaccesible a nuestra conciencia. Por lo tanto, todo conocimiento es relativo y depende de los esquemas mentales y las experiencias de cada individuo.

• Ver además: Buen docente

Características del constructivismo

Las principales características del constructivismo en educación son las siguientes:

• Educación individualizada. Se basa en una concepción de la educación y del aprendizaje que hace foco en el alumno, ya que entiende la enseñanza como un proceso de acompañamiento y facilitación. En este proceso, el docente brinda al alumno las herramientas y el soporte para que este construya su propio conocimiento. En este sentido, se diferencia de las tendencias tradicionales, que plantean la enseñanza como la transmisión del saber del docente al alumno o la memorización por parte del alumno de lo que está escrito en un libro.
• Experiencia y aprendizaje significativo. Plantea que, para que el aprendizaje se produzca en óptimas condiciones, el entorno del alumno debe ser propicio y adecuado respecto a su desarrollo biológico y mental, y a sus ritmos de aprendizaje. Considera que un conocimiento solo es perdurable cuando se puede poner en relación con saberes previamente adquiridos, por lo que se debe tomar en cuenta la experiencia previa del alumno para generar aprendizajes significativos. Además, recomienda que las actividades implementadas tiendan a despertar su interés.
• Docente facilitador. Entiende el rol del docente como el de un facilitador o acompañante, y no como el de una autoridad poseedora del conocimiento o la sabiduría, ni como el de un operario en un proceso de formación. El docente debe generar las condiciones para que los alumnos participen de manera activa en su aprendizaje y para que interactúen o colaboren entre ellos para potenciar este proceso.
• Beneficios. Según sus defensores, sus principales beneficios son la construcción de individuos autónomos, creativos y dispuestos al aprendizaje, en un entorno que considera sus necesidades, actitudes e ideas, mejora la experiencia pedagógica y desarrolla habilidades cognitivas, como la capacidad de resolver problemas.
• Críticas. Según algunos de sus críticos, no existe evidencia empírica que sustente que los procesos constructivistas mejoran la experiencia pedagógica. Otros argumentan que es necesario recurrir a actividades educativas más estructuradas cuando se trata de alumnos o aprendices con muy pocos conocimientos previos y que la concepción del docente como un facilitador subestima el rol de los educadores en el proceso educativo.
• Referentes teóricos. Sus principales teóricos fueron el suizo Jean Piaget (1896-1980), el ruso Lev S. Vigotsky (1896-1934), nacido en una ciudad actualmente bielorrusa, y los estadounidenses Jerome Bruner (1915-2016) y David Ausubel (1918-2008). Si bien estos autores no se denominaron a sí mismos constructivistas, pusieron las bases de esta corriente y defendieron sus principios.

• Ver también: Teoría de Piaget

¿Cómo funciona el constructivismo?

De acuerdo con la teoría del constructivismo, el aprendizaje debe implementarse sobre la base de las siguientes premisas:

• Representaciones. El aprendizaje constructivista parte de la exposición del individuo a múltiples representaciones de lo real. Dichas representaciones le permiten sortear la simplificación y la generalización, brindándole una visión más compleja de la realidad.
• Contexto. Para el aprendizaje constructivista, el objetivo es facilitar la construcción de conocimiento por parte del alumno dentro de entornos o contextos de vida cotidiana. Es decir que prefiere tareas auténticas, vinculadas de modo significativo con el entorno y las experiencias del alumno, más que tareas abstractas desvinculadas de todo contexto.
• Docente. El rol del docente y de la institución educativa es proveer al alumno de un entorno de aprendizaje que fomente la reflexión en torno a la propia experiencia y la negociación social, es decir, que haga hincapié en aprendizajes cooperativos y participativos. Además, el docente debe tomar en consideración las características particulares de cada alumno.
• Reconstrucción del saber. El aprendizaje debe entenderse como la reconstrucción de saberes culturales, pues parte de los conocimientos previos del alumno y permite su reorganización interna. El aprendizaje se produce cuando lo sabido por el alumno entra en conflicto con el nuevo conocimiento, lo que le exige reacomodar sus esquemas mentales.

Ejemplos de aprendizaje constructivista

Algunos ejemplos de aprendizaje constructivista, en los que el alumno juega un rol activo y fundamental, son: las discusiones con preguntas abiertas, los juegos de roles, la elaboración de mapas mentales y el aprendizaje autodidacta.

Discusiones con preguntas abiertas

Las discusiones con preguntas abiertas implican la promoción de espacios de debate en los que no se fomenta la búsqueda de una respuesta correcta o de contestar preguntas por sí o por no. En su lugar, se propone un tema con preguntas abiertas y se favorece la exploración de distintos caminos mentales, discursivos e intelectuales hacia una conclusión válida, lógica y argumentada.

Así, se facilitan las discusiones que enfrentan a los alumnos ante un problema y se los invita a debatir, formular nuevas preguntas y dar con una solución consensuada. Esto, además, fomenta la negociación y el intercambio de saberes.

Juegos de roles

Los juegos de roles consisten en simular, en el ámbito educativo, situaciones de la vida cotidiana, de algún contexto histórico o cultural específico, o de una determinada obra literaria o ficticia.

Por ejemplo, en una lección sobre historia o sobre ciencias sociales, se pueden asignar papeles para que los alumnos se pongan en el lugar de personajes históricos o sociales. De este modo, pueden participar en el conocimiento de los hechos históricos o sociales al mismo tiempo que explorar las ideas, los expectativas, las emociones y distintos aspectos de la vida diaria de la época, desde una perspectiva tanto empática como crítica.

Elaboración de mapas mentales

La elaboración de mapas mentales supone una representación visual y esquemática de los saberes y conocimientos sobre un problema, cuya forma, diseño y apariencia están enteramente sujetos a las preferencias del alumno.

Así, este organiza los saberes de un modo que le resulte intuitivo y que refleje las relaciones entre el saber que ya posee y el que está en proceso de incorporar. Además, se lo incentiva a acudir no solo a la letra escrita, sino también a los recursos gráficos, que facilitan la organización y conexión de ideas, y la memorización de la información.

Aprendizaje autodidacta

El aprendizaje autodidacta o autoaprendizaje es un ejemplo particular de aprendizaje constructivista. Se trata del aprendizaje hecho por uno mismo, es decir, el proceso pedagógico que lleva a cabo una persona por cuenta propia, enfrentada a un tema que le interesa y del que desea saber más.

Este tipo de aprendizaje es puesto en práctica por muchos jóvenes y adolescentes en momentos de entusiasmo por un tema, como pueden ser ciertos imaginarios ficcionales, los dinosaurios, determinado período histórico, entre otros. El apasionamiento y la libertad de exploración de estos temas les permiten cuestionar continuamente lo que aprenden y avanzar hacia la integración del saber nuevo con lo ya conocido, tanto en el ámbito del conocimiento como en el de los asuntos morales, éticos o afectivos.

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