Emociones

Te explicamos qué son las emociones y cómo se desarrollan en cada etapa de vida. Además, cuáles son sus características y clasificación.

emociones
Las emociones tienen lugar en una región de la mente y del cuerpo no tan conscientes.

¿Qué son las Emociones?

Se llama comúnmente emociones a ciertas reacciones psicofisiológicas del ser humano que surgen ante un estímulo determinado, tanto interno (recuerdos, evocaciones, etc.) como externo (actos comunicativos, situaciones, etc.), mediados por la personalidad o por los rasgos distintivos del individuo.

Las emociones se distinguen de los sentimientos en que estos últimos son más duraderos y pueden expresarse en palabras con facilidad, mientras que las emociones son más vertiginosas y tienen lugar en una región de la mente y del cuerpo no tan conscientes, desencadenando respuestas automáticas y a veces instintivas, como pueden ser posturas, gestos faciales, movimientos involuntarios e incluso, en casos extremos, pueden modificar toda la estructura conductual de la persona y hacerlos actuar de maneras inéditas.

Algunas características de las emociones son invariables, si se quiere instintivas, comunes a todos los seres humanos, mientras que otras pueden variar y depender de factores culturales o sociales.

Ver además: Memoria.

Origen de las emociones

La palabra emoción proviene del vocablo latino emotio, que traduce “aquello que moviliza” o simplemente “impulso”. En ello se evidencia que desde siempre se han considerado como fuerzas que movilizan al ser humano, de hecho las culturas antiguas como la griega atribuían los raptos emocionales a la intervención de algún dios en el corazón de la persona.

Las emociones parecen presentes también en los animales superiores y ello evidencia un origen evolutivo relacionado con la preservación del individuo y de sus pulsiones primarias: protección (miedo), defensa (rabia), etc.

En el caso del hombre, las emociones nacen con nosotros y crecen en complejidad a medida que maduramos y ganamos inteligencia emocional.

  1. Inteligencia emocional

Se llama así a la capacidad humana de lidiar con las emociones de una manera más consciente, menos impulsiva, y sería una de las cosas que nos distinguirían de los animales, cuyos impulsos se manifiestan al instante.

La inteligencia emocional ha sido estudiada y promovida en diversas áreas como la psicología, el psicoanálisis e incluso la autoayuda, aspirando a una humanidad menos movida por sus impulsos primarios y más capaz de controlarse.

Más en: Inteligencia emocional

  1. Etapas

Las emociones humanas atraviesan distintas etapas a lo largo de nuestro desarrollo, y pueden clasificarse en:

  • Infancia. Las emociones durante los primeros meses de vida son capaces de percibir las emociones negativas y positivas, pero no de expresarlas del todo.
  • Niñez. Hacia los dos cuatro de edad, los seres humanos podemos reconocer y comprender las emociones más básicas, así como entender que ellas pueden generar respuestas distintas.
  • AdolescenciaEste período se caracteriza por una volatilidad emocional que hace a los individuos difíciles, sensibles, siempre al borde de su emocionalidad, como consecuencia de los ajustes hormonales que tienen lugar en su organismo y los fuertes cambios sociales a su alrededor.
  • AdultezSe supone que los adultos lidian con sus emociones de manera más consciente y más calma, pues ya las reconocen y pueden expresarlas en palabras. Esto no significa que no puedan ser tomados por ellas de vez en cuando.
  1. Tipos de emociones humanas

Las emociones humanas pueden clasificarse en:

  • Primarias o básicas. Aquellas más elementales y vinculadas con respuestas inmediatas a un estímulo, como pueden ser la tristeza, la felicidad, la sorpresa, el asco, el miedo y la ira.
  • Secundarias. Aquellas más elaboradas y que surgen a partir de las emociones básicas, como pueden ser la alegría o la satisfacción, más cercanas a sentimientos en la medida en que gozan de una mayor elaboración psíquica.

Otra posible clasificación es:

  • Positivas. Las emociones que apuntan al bienestar del individuo y al placer.
  • Negativas. Aquellas que tienden al sufrimiento y al dolor.
  1. Rapidez emocional

Las emociones se caracterizan por ocurrir con una gran rapidez, es decir, de golpe o súbitamente, y por lo general se marchan con una vertiginosidad parecida, a menos que el estímulo que las causa sea intenso y permanezca activo.

Pero por lo general las emociones ceden ante el tiempo, y es por ello que se recomienda esperar antes de reaccionar a ciertos eventos, para poder hacerlo con “la cabeza fría”.

  1. Fisiología

Las emociones no son únicamente mentales, también ocurren en el cuerpo. Se ha determinado que tienen su origen en los sistemas nerviosos, pero involucran distintos músculos y circuitos que a menudo se activan durante el “subidón” emocional.

Por ejemplo, una sorpresa repentina ocasiona taquicardia, un miedo intenso puede liberar la vejiga o incluso los intestinos, la rabia puede conducir a las lágrimas, etc.

  1. Emociones más frecuentes

Las emociones más frecuentes suelen ser el miedo, la rabia, la tristeza, la alegría, la sorpresa y el asco (o la repulsión). Cada uno se vincula con respuestas muy básicas de cara a situaciones concretas, de modo que son estrategias del organismo para adaptarse a esos estímulos que les impiden permanecer indiferentes.

  1. Salud emocional

La salud emocional es un término que alude al lugar que se le dan a las emociones en el marco cultural o social en que vivimos. Muchas veces, se nos enseña a reprimir o esconder nuestras emociones, en lugar de visibilizarlas o expresarlas de algún modo, pues se las considera una forma de debilidad o exposición.

Por ejemplo, a muchos niños los crían prohibiéndoles llorar “porque es de niñas”. Toda esa emocionalidad reprimida conscientemente buscará un cauce de salida que muchas veces dificulta el reconocimiento de lo que se siente, pues en el camino la emoción original ha cedido lugar a otra que es la que logra salir a la superficie.

  1. Somatización

Se conoce con este nombre al proceso en el cual las emociones no expresadas o reprimidas durante demasiado tiempo se transforman en padecimientos físicos, como una vía de escape a la tensión emocional acumulada. Por ejemplo, una rabia puede devenir en dolores de cabeza, una tristeza en falta de apetito, etc.

  1.  Autorregulación de las emociones

Una de las estrategias más frecuentes para lidiar con las emociones y evitar las crisis, es la autorregulación: la capacidad de ser conscientes de lo que sentimos y darle una salida amable y voluntaria. Así, suele recomendarse:

  • Hablar. La expresión de las emociones contenidas es la principal vía civilizada para mostrarlas o compartirlas, especialmente si es con la persona que las ocasiona.
  • Aceptar. La aceptación de las emociones es clave en la autorregulación, pues sólo dándoles cabida en nuestro orden mental podemos entender lo que pone de manifiesto.
  • Drenar. Sobre todo las emociones intensas y destructivas como la rabia o el miedo, pueden canalizarse hacia actividades físicas que permitan “quemarlas” o darles una salida controlada y positiva.

¿Cómo citar?

"Emociones". Autor: Equipo editorial, Etecé. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/emociones/. Última edición: 23 enero, 2023. Consultado: 28 septiembre, 2023.

Sobre el autor

Fecha de publicación: 1 agosto, 2018
Última edición: 23 enero, 2023

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