Gran Depresión

Te explicamos qué fue la Gran Depresión de los años treinta. Además, sus causas, características y final.

Durante la Gran Depresión aumentó considerablemente el desempleo.

¿Qué fue la Gran Depresión?

La Gran Depresión fue una severa crisis económica que comenzó en Estados Unidos en 1929 y se extendió a la mayor parte del mundo a lo largo de la década de 1930. Su causa inicial fue la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York en octubre de 1929, seguida por la quiebra de muchos bancos.

La Gran Depresión provocó el descenso de la producción industrial y de los precios, la caída del comercio internacional, el aumento del desempleo y el incremento de las tasas de pobreza. Algunos países comenzaron a recuperarse de la crisis en 1933, mientras que otros debieron esperar al final de la década.

Entre las razones que explican la superación de la crisis se cuentan la implementación del New Deal en Estados Unidos (un programa de políticas intervencionistas del gobierno estadounidense), el abandono generalizado del patrón oro, el empleo de medidas proteccionistas en Europa y de sustitución de importaciones en América Latina, y el impulso económico que provocó la carrera armamentística debido al inminente estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Preguntas frecuentes

¿Qué fue la Gran Depresión?

La Gran Depresión fue una etapa de recesión económica que comenzó en Estados Unidos en 1929 y se extendió a la mayor parte del mundo durante la década de 1930. Implicó un descenso de la producción industrial y del comercio internacional, y un aumento del desempleo y la pobreza.

¿Cuáles fueron las causas de la Gran Depresión?

  • El crack de Wall Street de octubre de 1929, 
  • el pánico bancario,
  • la vigencia del patrón oro,
  • la Ley de Aranceles de Estados Unidos (1930),
  • el desastre ecológico en las Grandes Llanuras de Estados Unidos, conocido como Dust Bowl.

¿Cómo terminó la Gran Depresión?

Algunos factores que permitieron superar la Gran Depresión fueron:

  • el New Deal en Estados Unidos (un programa de intervencionismo estatal), 
  • el abandono generalizado del patrón oro, 
  • el aumento del gasto en obras públicas,
  • el impulso económico provocado por la carrera armamentística previa a la Segunda Guerra Mundial. 

El crack del 29

La caída de la Bolsa de Valores de Nueva York en 1929 inició la Gran Depresión.

La Gran Depresión inició con el “jueves negro” de la Bolsa de Nueva York, el 24 de octubre de 1929. Ese día se produjo el primer hundimiento de la principal bolsa de valores del mundo. Luego vinieron otras caídas, especialmente la del “martes negro”, el 29 de octubre de 1929.

Poco tiempo atrás, el 3 de septiembre, el precio de los valores negociados había alcanzado su máximo histórico luego de años de especulación financiera. Las cotizaciones llegaron a su mínimo en 1932, reducidas en casi un 90 %. El nivel anterior a 1929 no se recuperó hasta 1954.

El colapso bursátil tuvo graves consecuencias para la economía de Estados Unidos:

  • Creó expectativas pesimistas respecto al futuro, que limitaron el consumo y la inversión.
  • Destruyó el ahorro de muchas familias y las empobreció.
  • Interrumpió la financiación de las empresas que, además, se enfrentaban a una demanda decreciente.
  • Deterioró la viabilidad de instituciones financieras que habían otorgado préstamos a inversores institucionales y particulares para comprar valores.

Características de la Gran Depresión

Una crisis de tal intensidad y duración como la Gran Depresión no tenía precedentes. Afectó principalmente a los países más avanzados económicamente y, en particular, a sus sectores industriales, comerciales y financieros. Aunque no todos los países se vieron afectados en la misma medida, ninguno escapó a ella.

Los países menos desarrollados, con un peso mayor del sector agrario en sus economías, también se vieron afectados pero resultaron menos perjudicados.

Los altos niveles de desempleo en los sectores industriales y exportadores constituyeron una de las manifestaciones más llamativas de la Gran Depresión. El desempleo en general alcanzó cifras récord, especialmente en Estados Unidos y Alemania. En Estados Unidos pasó del 3 % en 1929 al 25 % en 1933. En Alemania pasó del 4,3 % en 1929 al 30,1 % en 1932.

La producción industrial del mundo cayó tanto que, en 1932, no llegaba a los dos tercios de la de 1929. La producción de alimentos casi no experimentó cambios, pero la de materias primas se contrajo mucho. En 1934, el valor del comercio mundial era poco más de un tercio del correspondiente a 1929. En 1937 no llegaba todavía al 50 % de lo que había sido antes del estallido de la crisis.

La contracción del producto per cápita fue también significativa, aunque no todos los países se vieron afectados en idéntica medida ni lograron salir de la crisis al mismo tiempo. En Estados Unidos la crisis resultó especialmente intensa y duradera. En Alemania, algo menos. Suecia y Japón apenas experimentaron una suave recesión. En Francia no fue especialmente profunda, pero sí muy duradera. 

Países como Argentina, cuyo nivel de actividad económica era muy dependiente de la coyuntura internacional, se vieron también afectados y tardaron en salir de la crisis. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, ni Argentina ni Estados Unidos se habían recuperado plenamente, y Francia apenas acababa de recuperarse.

Factores que explican la magnitud de la Gran Depresión

En Estados Unidos, la crisis económica se agravó por la crisis ecológica del Dust Bowl.

Si bien el crack del 29 fue la causa inicial de la Gran Depresión de la economía internacional durante los años treinta, existieron otros factores que contribuyeron a que la crisis alcanzara unas dimensiones tan extraordinarias:

  • La sucesión de quiebras de bancos debido al pánico bancario, lo que redujo los préstamos y la disponibilidad de dinero.
  • La existencia del patrón oro, que obligó a los bancos centrales de Europa a tomar medidas (como subir las tasas de interés) que desalentaron la inversión.
  • La aprobación por el gobierno de Estados Unidos de la Ley de Aranceles (1930), que aumentó los aranceles a productos importados y provocó una reducción del comercio mundial.
  • El Dust Bowl en Estados Unidos, un período de tormentas de polvo y sequía en áreas rurales que agravó la crisis estadounidense.

El pánico bancario

Luego de la caída bursátil de octubre de 1929, se sucedieron diversos episodios de pánico bancario durante los primeros años de la década del treinta, especialmente en Estados Unidos. 

Los depositantes perdían la confianza en la solvencia de las entidades bancarias y reclamaban sus depósitos en efectivo, lo que provocaba dificultades para cumplir con las obligaciones. Entre 1930 y 1933, un 20 % de los bancos estadounidenses quebraron como consecuencia del pánico bancario.

La Ley de Aranceles

En 1930, las autoridades de Estados Unidos, la mayor economía del mundo, aprobaron una ley de aranceles extremadamente proteccionista, conocida como Ley Smoot-Hawley. Esta ley pretendía defender los intereses nacionales de Estados Unidos frente al exterior.

Este ejemplo de política proteccionista fue rápidamente imitado por las restantes economías importantes, que evitaron la posibilidad de una salida colectiva negociada de la crisis. El resultado fue una reducción del comercio mundial, que intensificó la depresión.

El patrón oro

El patrón oro fue otro factor de intensificación de los problemas derivados de la crisis bursátil. Las condiciones políticas y económicas que habían hecho eficaz al patrón oro durante el período 1870-1914 habían desaparecido o cambiado. En este nuevo contexto, se convirtió en un mecanismo de extensión de los problemas monetarios de un país a otro. Además, el patrón oro dejaba una escasa capacidad de actuación a los gobiernos para contrarrestar la crisis. 

El abandono del patrón oro fue una condición necesaria para salir de la Gran Depresión. En 1931, el Reino Unido suspendió la convertibilidad en oro de la libra esterlina. Su ejemplo fue imitado por Estados Unidos en 1933 y por otros países poco después, con el objetivo de mejorar la competitividad de cada economía. Para 1936, cuando Francia también abandonó el patrón oro, este había dejado prácticamente de existir.

El Dust Bowl en Estados Unidos

En Estados Unidos, una sequía acompañada de tormentas de polvo en amplias zonas de las Grandes Llanuras durante los años treinta agravó la crisis. Miles de personas debieron abandonar sus granjas en plena depresión, generalmente hacia el oeste.

La hambruna se combinó con las migraciones del campo a la ciudad que, en general, provocaron la caída de los salarios y el descenso del consumo en simultáneo con altos niveles de desempleo.

El cambio de paradigma económico

Los errores de política económica cometidos por los gobiernos en los primeros años de la Gran Depresión se debían no solamente a la búsqueda de salidas nacionales descoordinadas sino también a la ausencia de un nuevo conjunto de ideas económicas que permitiera interpretar las nuevas circunstancias políticas y económicas detrás de la Gran Depresión.

En este contexto fue importante el papel del economista británico John Maynard Keynes, quien publicó en 1936 su libro Teoría general del empleo, el interés y el dinero. La influencia de Keynes en el cambio del paradigma económico dominante había comenzado antes y alcanzó a tres aspectos fundamentales:

  • El abandono del patrón oro, iniciado por el Reino Unido en 1931.
  • La creación de un sistema de pagos internacionales que sustituyera al patrón oro, cuya materialización tuvo que esperar hasta la conferencia de Bretton Woods en 1944, que llevó a la creación de organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
  • La utilización del déficit fiscal (el exceso temporal de los gastos por sobre los ingresos públicos) como instrumento de política anticíclica (en este caso, para salir de la crisis), principio que estuvo detrás del New Deal estadounidense lanzado en 1933.

La salida de la Gran Depresión

La Conferencia Económica Internacional de 1933

Entre el 12 de junio y el 27 de julio de 1933 se reunió en Londres una Conferencia Económica Internacional organizada por la Sociedad de Naciones que, ante la grave depresión económica, intentó en vano fomentar la cooperación y los acuerdos económicos entre los Estados.

La incomprensión mutua fue generalizada, aunque la postura estadounidense fue decisiva para provocar su fracaso. Francia y el Reino Unido propusieron construir una relación estable entre el dólar, la libra esterlina y el franco francés. Se esperaba que esta estabilidad monetaria ayudara a la recuperación del comercio y de la economía mundial.

Sin embargo, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, que comenzaba en esos momentos a aplicar su programa económico (el New Deal), se negó a comprometerse a mantener la paridad del dólar. De hecho, tenía ya decidida su inminente devaluación. En adelante, cada país aplicó por su cuenta sus propias medidas económicas.

Estados Unidos y el New Deal

Franklin D. Roosevelt implementó un programa intervencionista para superar la crisis.

La superación de la crisis fue lenta, difícil y, en algún caso, incompleta antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Por otra parte, fue muy distinta en unos y otros países y tuvo importantes consecuencias políticas.

En Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, candidato demócrata vencedor en las elecciones presidenciales de 1932, impulsó desde la presidencia el New Deal (1933-1938), un programa de recuperación económica. El New Deal significó una profunda transformación en la política económica y social de Estados Unidos, caracterizado hasta entonces por la escasa intervención del Estado en asuntos económicos y sociales.

El intervencionismo estatal del New Deal perseguía la recuperación de los decaídos precios industriales y agrarios y la elevación de los salarios a través de regulaciones de los mercados. Para ello se impulsaron dos leyes aprobadas en 1933: la Ley de Ajuste Agrícola (Agricultural Adjustment Act) y la Ley de Recuperación de la Industria Nacional (National Industrial Recovery Act), que fueron declaradas inconstitucionales en 1935.

Además, la Ley de Emergencia Bancaria (Emergency Banking Act) de 1933 implantó un seguro para los depósitos bancarios que redujo la desconfianza del público ante un sistema financiero en crisis. También se redujo el desempleo mediante un programa expansivo del gasto público (Federal Emergency Relief Act) que incluyó importantes obras de infraestructura (principalmente autopistas y embalses). 

La Ley de Seguridad Social (Social Security Act) de 1935 estableció el seguro de desempleo, así como otras formas de gasto social (seguros de vejez, accidentes y enfermedad, pensiones, etc.). Sin embargo, fueron los gastos bélicos los que finalmente lograron reducir el persistente desempleo que se mantuvo hasta 1940 por encima del 15% (excepto en 1937).

Suecia y la modalidad socialdemócrata

En Suecia, el Partido Socialdemócrata, que llegó al gobierno en 1932, promovió una alianza con un partido moderado de base agraria. 

Además, impulsó una política económica basada en el abandono del patrón oro y la devaluación de la corona (moneda sueca), una política anticíclica mediante la expansión del gasto público, la redistribución de la renta y la ampliación del gasto social (impuestos sobre la renta y la riqueza, seguro general de desempleo, subsidios de maternidad, entre otros).

Alemania y el rearme

El régimen nazi impulsó el rearme, el control de precios y las obras públicas.

Alemania buscó la salida de la Gran Depresión de un modo muy distinto: al igual que Japón, implementó una variante propia del keynesianismo en la que desempeñó un papel decisivo el rearme a partir de 1933. La política armamentística impulsada por el nazismo fue complementada con un programa de obras públicas. El déficit público se financió con la colaboración de la banca.

El intervencionismo estatal alemán se extendió al conjunto de la economía: desde el control de divisas al control de precios y salarios. Este último fue facilitado por la eliminación de los sindicatos que no estaban subordinados al gobierno. Se trataba de una solución económica inseparable de los objetivos políticos expansionistas del régimen nazi.

El Reino Unido y el temprano abandono del patrón oro

El Reino Unido, pese a ser la patria de Keynes, fue el país que adoptó políticas más alejadas de las ideas del economista británico, excepto en lo que se refiere al temprano abandono del patrón oro

Además del recurso al proteccionismo, su temprana recuperación económica pareció deberse a factores internos, especialmente una baja en los tipos de interés, lo que favoreció la inversión de las empresas y el consumo de bienes duraderos por las economías familiares. Esto alentó el círculo virtuoso de la interacción entre los comportamientos de unas y otras áreas de la economía. 

El rearme alemán también influyó en la política británica, que impulsó su propio rearme y esto contribuyó a la salida de la crisis por la vía del incremento del gasto militar.

Francia y las medidas del gobierno socialista

El proteccionismo fue una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno francés para enfrentarse a la crisis. Sin embargo, cuando el Reino Unido y otras naciones comenzaron a abandonar el patrón oro, Francia mantuvo una política de altas tasas de interés y bajos salarios que fue acompañada de la falta de inversión y el descontento social.

En 1936, el gobierno socialista decidió abandonar el patrón oro, devaluó la moneda e implementó un plan de obras públicas, pero la inflación incrementó la tensión social. La inminencia de la Segunda Guerra Mundial favoreció el gasto militar, que promovió la recuperación económica en 1939, pero esta se vio interrumpida por el estallido de la guerra y la posterior ocupación alemana.

1933: conferencia económica internacional
Organizada por la Sociedad de Naciones, se reunió en Londres el 12 de junio de 1933 una Conferencia Económica Internacional que, ante la grave depresión económica, intentó en vano fomentar la cooperación y los acuerdos económicos entre los estados.

La incomprensión mutua fue generalizada, aunque la postura norteamericana fue decisiva para provocar su fracaso. Francia y Gran Bretaña propusieron construir una relación estable entre el dólar, la libra esterlina y el franco francés. Esta estabilidad monetaria hubiera sido de gran ayuda para la recuperación del comercio y de la economía mundial.

Sin embargo, el presidente Roosevelt, que comenzaba en esos momentos a aplicar su programa económico, el New Deal, se negó a comprometerse a mantener la paridad del dólar. De hecho, tenía ya decidida su inminente devaluación.

En adelante, cada país aplicó por su cuenta sus propias medidas económicas en un ambiente de general insolidaridad.

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Referencias

  • Aldcroft, D. H. (2003). Historia de la economía europea 1914-2000. Crítica.
  • Britannica, Encyclopaedia (2023). stock market crash of 1929. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/ 
  • Espasa de la Fuente, A. (2020). Historia del New Deal. Conflicto y reforma durante la Gran Depresión. Catarata.
  • Romer, C. D. & Pells, R. H. (2023). Great Depression. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/ 
  • Sevillano Calero, F. (2020). La Europa de entreguerras. El orden trastocado. Síntesis.

¿Cómo citar?

"Gran Depresión". Autor: Augusto Gayubas. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/gran-depresion/. Última edición: 2 noviembre, 2023. Consultado: 27 abril, 2024.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 2 noviembre, 2023
Fecha de publicación: 28 septiembre, 2023

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