Te explicamos quién fue Gabrielle “Coco” Chanel, cómo fundó su famoso emporio de modas y por qué es una de las diseñadoras más famosas del mundo.
¿Quién fue Gabrielle “Coco” Chanel?
Gabrielle “Coco” Chanel fue una diseñadora francesa de alta costura y la fundadora de la casa de modas Chanel S. A. Conocida mayormente como Coco Chanel, es considerada en la actualidad como una de las diseñadoras más importantes de la historia.
Los diseños de Chanel fueron revolucionarios respecto de la tendencia estética imperante, asociada con la belle époque de finales del siglo XIX. Entre sus productos más destacados, figuran su Chanel N.°5, uno de los perfumes más conocidos del mundo, y su traje femenino de tweed ribeteado, el cual llegó a constituir el ícono de la elegancia femenina en su momento.
Otros aspectos de la vida de Chanel resultan más polémicos, como su amorío con el oficial nazi Hans Günther von Dincklage (1896-1974) durante la Segunda Guerra Mundial y su eventual colaboración con el nazismo. A pesar de ello, su imagen como empresaria de éxito y su continua influencia sobre la alta costura durante casi sesenta años le aseguraron un lugar destacado entre las personalidades del siglo XX.
- Ver también: Francia
Nacimiento y juventud de Gabrielle Chanel
Gabrielle Bonheur Chanel nació el 19 de agosto de 1883 en la ciudad de Saumur, al oeste de Francia. Sus padres fueron Eugénie Jeanne Devolle, una campesina proveniente de Auvernia, y Albert Chanel, un vendedor ambulante oriundo del sur de Francia. Gabrielle fue la segunda de sus cinco hijos.
Desde su nacimiento, Gabrielle y sus hermanos conocieron la necesidad y la pobreza, sobre todo después de que su madre falleciera de tuberculosis en 1895, cuando Gabrielle tenía 12 años. Su padre, entonces, entregó a sus dos hijos varones al trabajo en granjas públicas de beneficencia y a sus tres hijas al orfanato del monasterio de Aubazine, en Corrèze, que era regentado por la Congregación del Santo Corazón de María.
Durante su estancia de seis años en Aubazine, Gabrielle recibió una educación estricta y religiosa, y aprendió a coser, bordar y otras labores manuales. El recuerdo de esos años la acompañó durante toda la vida y fue motivo de vergüenza. Más adelante, Gabrielle llegó a inventarse orígenes burgueses y a mentir en muchos otros datos biográficos.
Cuando cumplió la mayoría de edad, fue enviada a un internado religioso en la ciudad de Moulins. Allí recibió una mayor formación en los asuntos de la costura y conoció a su joven tía Adrienne, apenas un poco mayor, con quien sostuvo una relación de amistad y complicidad durante años.
En 1903, Adrienne y Gabrielle obtuvieron en Moulins sus primeros empleos como costureras, en la Casa Grampayre, un taller de ajuar y canastillas. Durante el día cosían sin parar y a la noche asistían a los cabarets y café-concerts de la ciudad, donde Gabrielle cantaba, bailaba e intentaba abrirse paso entre las poseuses, las jóvenes artistas que entretenían al público.
Fue allí donde Gabrielle obtuvo el sobrenombre que la acompañó durante el resto de su vida: “Coco”, tomado de una de las canciones populares francesas con la que llegaron a asociarla en ese entonces, “Qui qu'a vu Coco?” (“¿Quién ha visto a Coco?”). Existen, sin embargo, otras versiones del origen de su sobrenombre.
Los inicios en la moda de Coco Chanel
En el cabaret La Rotonde, de Moulins, Coco conoció al primero de una serie de amantes adinerados: el propietario de caballos de carreras Étienne Balsan (1878-1953). A los 23 años de edad, comenzó con él un romance que la llevó a vivir durante tres años en el castillo Royallieu, cerca de Compiègne, entregada a una vida de lujos y relaciones sociales.
Libre de las necesidades cotidianas, Coco comenzó a diseñar su propia ropa, en contra de lo que las convenciones de la moda entendían que era la ropa femenina. Sus modelos eran más cercanos a la ropa masculina y por lo tanto menos voluminosos, más pragmáticos y sencillos. Entonces nacieron también sus primeros sombreros, mucho menos extravagantes y más ceñidos a la frente, con los que empezó a darse a conocer.
En 1908, Chanel conoció a uno de los mejores amigos de Balsan, el capitán inglés Arthur Edward “Boy” Capel (1881-1919), uno de los grandes amores de su vida, y comenzó con él una relación clandestina. Capel era un joven adinerado de la élite británica y pronto instaló a Gabrielle en un departamento de su propiedad en París, donde también financió en 1910 la primera de sus tiendas de ropa, en el 21 de la rue Cambon, llamada Chanel Modes.
Ese fue el nacimiento de un futuro imperio comercial. El atrevimiento de los sombreros de Chanel los hizo famosos entre las damas de la alta sociedad, sobre todo después de que la actriz francesa Gabrielle Dorziat (1880-1979) comenzara a presentarse con ellos en el teatro. Alrededor de 1912, los sombreros de Chanel hicieron su debut en los retratos de la revista Les Modes.
Al año siguiente, y aún bajo el auspicio de Capel, la joven diseñadora abrió en Deauville, en Normandía, la primera sucursal de su negocio: la boutique Chanel, dedicada especialmente a la ropa deportiva, confeccionada con materiales hasta entonces reservados para la ropa interior masculina. Allí Chanel contó con la ayuda de su tía Adrienne y su hermana Antoinette, quienes modelaron sus diseños en paseos en barco y por la ciudad.
El éxito de su tienda en Deauville inspiró a Chanel a inaugurar en 1915 un tercer local, esta vez en las inmediaciones del casino de Biarritz, en la Costa Vasca: su primera Maison de couture (“casa de costura”). La Primera Guerra Mundial había comenzado y esta región europea mantenía su condición de neutralidad, por lo que era frecuentada por la burguesía expatriada de ambos bandos en conflicto.
Apenas un año después de inaugurar esta tercera tienda, Chanel pudo devolverle a Capel la inversión inicial que había recibido.
- Ver además: Alianzas de la Primera Guerra Mundial
El nacimiento de un imperio de la moda
La consagración de Chanel como diseñadora de modas se produjo a partir de 1916, cuando apareció su primera colección de otoño y sus chaquetas deportivas fueron reseñadas en prestigiosas revistas de moda, como Vogue o Les Elegances Parisiennes. El look de “chica pobre” que inspiraban las prendas de Chanel fue todo un éxito entre las mujeres de la clase alta europea y estadounidense, ávidas de romper con los trajes encorsetados tradicionales.
En 1918, su empresa tuvo dinero suficiente como para comprar el edificio de su sede inicial en París y fundar allí su boutique más ambiciosa, donde no solo vendería ropa, sombreros y accesorios, sino también, más adelante, perfumes y joyas.
Al año siguiente, sin embargo, Capel perdió la vida en un accidente automovilístico y Chanel quedó emocionalmente devastada. Comenzó a usar prendas negras en señal de luto y ordenó construir un monumento en el lugar del accidente, el que visitó año tras año para rendir homenaje a su antiguo amante.
Posteriormente, emprendió un viaje a Italia, donde conoció al duque Demetrio Románov (1891-1942), primo del zar de Rusia, con quien sostuvo un breve romance. Fue el preludio de una estrecha amistad que duraría varios años. En su compañía, Coco comenzó a interesarse por el mundo de los perfumes.
De vuelta en Francia, en 1921, retomó con mayor energía sus proyectos creativos. Ese mismo año apareció su famoso logotipo, compuesto por dos letras “C” (Coco Chanel) y también la más popular de sus creaciones: el Chanel N.° 5. Este perfume, probablemente el más famoso del mundo, fue el primero producido por Chanel en colaboración con el perfumista Ernest Beaux (1881-1961).
El nombre del perfume, según se dice, se debe a que Beaux creó diez muestras diferentes, de las cuales Coco se decidió por la quinta. El envase en que el producto se comercializó, transparente y de bordes rectos y sobrios, fue diseñado por ella misma en franco desafío de la tendencia del momento, que consistía en frascos de formas barrocas.
El éxito del Chanel N° 5 fue inmediato, y otros perfumes lo prosiguieron en los años venideros, como el Chanel N° 22 en 1922, el Gardénia en 1925 y el Cuir de Russie en 1927. En 1924, apareció también la primera línea de maquillaje de su empresa, consistente en polvos faciales y barras de labios, y en 1927, la primera línea de productos para el cuidado de la piel femenina.
El otro gran éxito de Chanel en esa época tuvo lugar cuando en 1926 apareció su “pequeño vestido negro” (conocido como Little Black Dress oLBD), una forma simple y refinada de los vestidos que había usado durante sus años de luto por Capel. Considerado por Vogue como “un vestido que todo el mundo usaría”, pronto se convirtió en el ícono de la empresa, ya que reunía sus conceptos de sencillez, elegancia y practicidad.
El Little Black Dress o LBD es uno de los productos más populares creados por Chanel. Ha sido reinterpretado por casi todos los grandes diseñadores de modas posteriores, como Jean Patou (1887-1936) o Riccardo Tisci (1974-), de la marca Givenchy. El vestido, además, fue inmortalizado por grandes personalidades como la cantante Edith Piaf (1915-1963) y la actriz británica Audrey Hepburn (1929-1993) en su actuación en Desayuno en Tiffany’s (1961).
- Ver también: Felices años veinte
Los años del derroche y la opulencia
A partir de 1926 y durante toda la década siguiente, Chanel se codeó con las clases altas europeas y estadounidenses, y colaboró con diferentes artistas, poetas y diseñadores. Entre ellos, se destacan el poeta francés Pierre Reverdy (1889-1960), con quien Chanel tuvo un breve romance y una muy extensa amistad, y el poeta y diseñador georgiano Ilia Zdanevich (1894-1975), mejor conocido como Iliazd. Este último fue quien diseñó las prendas de su fábrica textil de punto de lana, Tricots Chanel, ubicada en Asnieres.
Asimismo, Chanel trabajó con el diseñador Paul Iribe (1883-1935), con quien inauguró en 1932 su primera colección de joyería, Bijoux de Diamants (“joyas de diamantes”), y con quien compartió ciertos valores nacionalistas y reaccionarios. De hecho, Coco financió durante un tiempo su revista ilustrada Le Témoin, de corte satírico y con polémicos artículos antisemitas.
La pianista rusa Misia Sert (1872-1950) y la escritora francesa Colette (1873-1954) fueron otras de las grandes amistades de Coco, junto a quienes compartió muchas veladas en la desenfrenada bohemia parisina. También lo fue Vera Bate Lombardi (1885-1948), miembro destacado de la élite británica. Gracias a ella, Chanel conoció al duque de Westminster, Hugh Richard Arthur Grosvenor (1825-1899), con quien sostuvo un romance durante casi diez años.
En 1927, Chanel compró un terreno en Roquebrune-Cap-Martin, en el sur de Francia, y construyó allí su villa “La pausa”, donde recibió durante la década de 1930 a personalidades tan distinguidas como el político británico Winston Churchill (1874-1965), el compositor ruso Igor Stravinsky (1882-1971), el cineasta italiano Luchino Visconti (1906-1976) y los pintores españoles Pablo Picasso (1881-1973) y Salvador Dalí (1904-1989).
Cuatro años después, en 1931, Coco conoció al productor de cine estadounidense Samuel Goldwyn (1879-1974), de quien recibió una jugosa oferta para producir el vestuario de las estrellas de la Metro-Goldwyn-Mayer.
Ese mismo año, viajó a Estados Unidos y sumó entre sus clientas frecuentes a Greta Garbo (1905-1990) y Marlene Dietrich (1901-1992). Sin embargo, sus relaciones con Hollywood no fueron duraderas. Sus vestidos, al parecer, no eran lo suficientemente espectaculares, y Chanel llegó a acusar a la meca del cine estadounidense de producir cine vulgar y de mal gusto. De vuelta en Europa, continuó colaborando con el cine francés.
En 1935, la empresa contaba ya con 4.000 empleados y 28.000 unidades de venta. Y aunque ocupaba el lugar principal en la industria de la moda, Chanel tuvo que hacer frente a nuevos competidores, como la diseñadora Elsa Schiaparelli (1890-1973), y a sus primeros grandes fracasos, en Hollywood y en el teatro francés de Jean Cocteau (1889-1963). Además, a finales de la década de 1930, Chanel ya se hallaba adicta a la morfina.
Coco Chanel en la Segunda Guerra Mundial
El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 y, sobre todo, la ocupación alemana de Francia a mediados de 1940 forzaron a Chanel a cerrar su sede principal en París, excepto por la Boutique 31, donde continuó vendiendo perfumes y accesorios.
Tras un breve exilio en Los Pirineos, la diseñadora regresó a París y se hospedó en el Hotel Ritz, donde también residían las autoridades nazis. Allí inició una relación sentimental con Hans Günther von Dincklage (1896-1974), un emisario diplomático alemán y encargado de la propaganda nazi en Francia.
Gracias a sus influencias con las autoridades alemanas, Coco emprendió en 1941 un juicio contra sus antiguos socios, los Wertheimer, para hacerse con el control absoluto de Parfums Chanel, la filial de su empresa fundada años atrás y dedicada a la producción de perfumes.
Alegando que en el acuerdo inicial se establecía que la diseñadora recibiría apenas el 10% de las ganancias de los perfumes producidos, y eso constituía a su modo de ver una injusticia, Chanel pidió al gobierno de ocupación que le cediera la empresa. El argumento se fundaba en que sus socios eran judíos y, de acuerdo a las leyes raciales del gobierno nazi, no podían ser propietarios de bienes privados y negocios.
La estrategia de Chanel no tuvo éxito, pues los Wertheimer, anticipándose a las medidas legales de los nazis, ya habían cedido la empresa a un testaferro cristiano francés, quien al término de la guerra les restituyó su control. La cercanía con los nazis asestó un duro golpe al prestigio de Coco en ese entonces.
Biógrafos posteriores de la famosa diseñadora aseguran que su cercanía con el nazismo fue bastante más allá: no solo hizo declaraciones antisemitas en privado, sino que su nombre figuraba en documentos alemanes desclasificados con el número de espía F7124. Además, Coco Chanel fue amante del general alemán Walter Schellenberg (1910-1952), jefe de inteligencia de las SS, y participó en la fracasada Operación Modellhout en 1943, un intento por presionar a Gran Bretaña para que hiciera las paces con Alemania.
Tras la liberación de Francia en 1944, Chanel fue acusada por su antigua amiga Vera Bate Lombardi de colaborar con los nazis, y tuvo que presentarse frente a un tribunal de las Fuerzas Francesas del Interior. Sin pruebas en su contra, fue liberada al poco tiempo, en alguna medida gracias a sus buenas relaciones con Winston Churchill.
Desde el fin de la guerra, Chanel se residenció en Lausana, Suiza, y no volvió a pisar suelo francés hasta 1954. En 1953, además, vendió su célebre villa en los Alpes franceses.
- Ver también: Francia de Vichy
Los últimos años de Coco Chanel
Coco volvió a París en 1954 y reabrió su boutique parisina, decidida a tomar parte en el nuevo panorama de la moda, dominado por las tendencias de Christian Dior (1905-1957) y Cristóbal Balenciaga (1895-1972).
Su regreso, sin embargo, no estuvo exento de polémicas, pues su reputación aún no se había recuperado de las acusaciones de colaboracionismo con los nazis y también porque no supo interpretar las nuevas tendencias. De hecho, su nueva colección, en la que retomó los trajes de tweed de antes de la guerra, fue considerada anticuada en Francia, a pesar de que tuvo éxito en Gran Bretaña y Estados Unidos.
A mediados de la década de 1950, Chanel se asoció a un nuevo perfumista, Henri Robert (1899-1987), y al orfebre Robert Goossens (1927-2016), para producir nuevas joyas y perfumes para su marca. Ambos trabajaron con la empresa incluso después de la muerte de su fundadora.
Su negocio sumó nuevos éxitos, como el bolso 2.55 de cadena dorada, un producto icónico de su marca creado en 1955, y el perfume Pour Monsieur (“Para el señor”), la única fragancia masculina producida por Chanel hasta el momento. Sin embargo, sus momentos de gloria estaban ya en el pasado.
Posteriormente, Coco obtuvo algunos reconocimientos a su trayectoria: en 1957, recibió el Neiman Marcus Fashion Award por ser la diseñadora más influyente del siglo XX y, dos años después, fue designada miembro del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Aun así, sus allegados cuentan que, durante la década de 1960, acabó convertida en una persona tiránica y solitaria, debilitada por la artrosis y por su adicción a la morfina.
Muerte y legado de Coco Chanel
A los 87 años de edad, Chanel se hallaba enferma y adolorida, pero continuaba con sus labores de diseño. Durante la preparación de su catálogo de primavera, el 10 de enero de 1971, regresó tras un largo paseo a su habitación en el Hotel Ritz y sufrió un infarto. La célebre diseñadora falleció a solas en su habitación de hotel.
El funeral de Coco se llevó a cabo en la Iglesia de San Madeleine, en el distrito VIII de París, en presencia de sus modelos y con su féretro cubierto de flores. Luego, sus restos fueron sepultados en el cementerio de Bois-de-Vaux, en Suiza.
Después de la muerte de Chanel, su emporio de modas continuó ocupando un lugar destacado en la industria, con diferentes diseñadores en su lugar, de los cuales el más famoso y longevo fue el alemán Karl Lagerfeld (1933-2019).
La biografía y la excéntrica figura de Coco Chanel han sido objeto de admiración y la han convertido en un ícono del ascenso social a través de la creatividad, la pasión y la inventiva. Su biografía fue llevada al teatro en 1970, en un musical llamado Coco y protagonizado por Katharine Hepburn (1907-2003), y al cine en 2009, con el filme Coco avant Chanel, dirigido por Anne Fontaine (1959-) y protagonizado por la actriz francesa Audrey Tautou (1976-).
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Referencias
- Cabrices, S. (2022). Coco Chanel: su historia, biografía e influencia en la moda. Vogue. https://www.vogue.mx/
- CHANEL (s. f.). La historia de la Maison CHANEL. https://www.chanel.com/
- Charles-Roux, E. (2017). Descubriendo a Coco. Penguin Random House.
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. (2023). Coco Chanel. French designer. The Encyclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Sin autor. (2017). Coco Chanel. Una diseñadora a contracorriente. 50Minutos.es
- Sin autor. (2023). Coco Chanel y los nazis. Su romance con un espía alemán y el intento de arrebatarle la empresa a sus socios con la ley de “arianización”. La Nación. https://www.lanacion.com.ar/
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