Antoine de Saint-Exupéry

Te explicamos quién fue Antoine de Saint-Exupéry, cómo fueron sus trayectorias de piloto y escritor, y qué se sabe de su misteriosa desaparición en 1944.

Saint-Exupéry fue un escritor y aviador francés, autor de El Principito.

¿Quién fue Antoine de Saint-Exupéry?

Antoine de Saint-Exupéry fue un escritor y aviador francés. Fue ganador de importantes premios en su país y es reconocido internacionalmente por su novela corta El Principito

De orígenes nobles, pero piloto y explorador aéreo de profesión, Saint-Exupéry combatió durante la Segunda Guerra Mundial y, tras la ocupación de Francia por los nazis, se exilió durante algunos años en Estados Unidos. Allí escribió varias de sus obras, algunas de las cuales se publicaron póstumamente.

Los testimonios de la guerra de Saint-Exupéry son muy apreciados, dado que en ellos se combinan su experiencia militar y su talento literario. Muchos de ellos provienen de una serie de cuadernos que el autor llevaba consigo a todas partes.
Saint-Exupéry desapareció en 1944, durante un vuelo de reconocimiento fotográfico sobre la costa mediterránea francesa, cerca de Marsella. Su muerte es motivo de especulación y misterio, dado que sus restos nunca fueron encontrados y el propio autor había prefigurado su desaparición en su novela Vuelo nocturno (1931).

Infancia y juventud de Saint-Exupéry

Antoine Marie Jean-Baptiste Roger, conde de Saint-Exupéry, nació el 29 de junio de 1900 en la ciudad de Lyon, en el sudeste de Francia. Sus padres, Marie de Fonscolombe y Jean de Saint-Exupéry, eran descendientes de la aristocracia francesa, aunque no gozaban de una buena posición económica. 

Cuando Antoine tenía 4 años de edad, su padre falleció, por lo cual los cinco hijos del matrimonio quedaron a cargo de su madre, quien trabajaba de enfermera. Poco después de esto, la familia se mudó cerca de Lyon, a un castillo propiedad de Gabrielle de Lestrange, condesa de Tricaud y tía de la madre de Antoine, quien les brindó su ayuda. Allí el joven pasó buena parte de su infancia.

Cuando tenía nueve años, Antoine fue enviado a un internado en Le Mans, junto con sus hermanos mayores François y Gabrielle. En ese entonces, no era un joven muy aplicado en los estudios, pues prefería pasarse el tiempo leyendo las obras de Honoré de Balzac (1799-1850) y Fiódor Dostoyevski (1821-1881). Tiempos después, fue enviado con François a Friburgo, Suiza, donde Antoine culminó la secundaria en el colegio marianista Villa Saint-Jean. Su hermano, en cambio, fue reclutado durante el último período de la Primera Guerra Mundial y enviado al frente, de donde no regresaría.

A Antoine lo afectó mucho la muerte de su hermano François. Luego de terminar la secundaria, aplicó a la escuela naval francesa, tal vez para seguirle los pasos, pero no logró superar el examen de ingreso. Así, pasó varios años estudiando Arquitectura en la Escuela de Bellas Artes, en París, hasta que en 1921 debió hacer el servicio militar obligatorio en Estrasburgo. Al año siguiente, calificó para piloto

Sus inicios en la aviación y la escritura

Antoine de Saint-Exupéry se convirtió en piloto de la Aviación Francesa a los 22 años.

En 1922, Saint-Exupéry había culminado su formación militar en Casablanca, Marruecos, cuando conoció y se enamoró de la joven poeta y periodista francesa Louise Lévêque de Vilmorin (1902-1969), con quien formalizó su compromiso en 1923. Para ello, debió abandonar la idea de dedicarse a la aviación, pues la familia de la novia veía con malos ojos un oficio tan riesgoso.

Sin embargo, a finales de 1923, Louise rompió el compromiso a través de una carta enviada desde Biarritz. En ese momento, Saint-Exupéry atravesó un par de años de extravío existencial hasta que, en 1926, se unió a la compañía Latécoère, en Toulouse, encargada de sostener un sistema de correo aéreo entre Francia y sus antiguas colonias africanas

Su nueva carrera de aviador de correos condujo a Saint-Exupéry a numerosos destinos: Barcelona, Málaga, Tetuán, Dakar, Alicante, el Sahara Español, entre otros. En 1927, fue designado jefe de escala en el aeropuerto de Cabo Juby (en la región de Tarfaya), entonces administrado por España. Allí permaneció dieciocho meses llevando a cabo misiones de rescate en el desierto del Sahara, un escenario que quedó en su imaginación para siempre.

En esa época, además, Saint-Exupéry comenzó a escribir de manera más consecuente y a plasmar en sus textos las numerosas impresiones que tenía en sus viajes. De allí nació “El aviador”, su primer relato, publicado en 1926 en la revista Navire d’Argent, en el cual se evidencia su mirada poética respecto al oficio de piloto:

“Ahora el motor gira a ralentí. Nos liberamos de los apretones de manos como si fuesen amarras, las últimas. El silencio se hace extraño cuando nos abrochamos el cinturón de seguridad y las dos correas del paracaídas; y cuando, con un movimiento de los hombros, desde el torso nos ajustamos la carlinga al cuerpo. Ya es momento de partir; de ahora en adelante somos de otro mundo”.

Tomado de “El aviador” (2016). Traducción de Belén Eslava Urío.

A este primer relato le siguió, unos años después, su primer éxito literario: Correo del sur, una obra que se encuentra profundamente en contacto con sus experiencias como piloto de correos.

La estancia en Sudamérica

Saint-Exupéry llegó en 1929 a la Argentina y encabezó los vuelos de inspección de Aeroposta Argentina.

Entre 1924 y 1926, la Compañía General de Aeronáutica francesa inició la expansión de sus operaciones en África y en América del Sur. Los primeros pasos de esta expansión se dieron hacia Brasil, y luego hacia Argentina. Entre los pilotos franceses encargados de llevar a cabo los vuelos de prueba de la recién creada Aeroposta Argentina, se encontraba Antoine de Saint-Exupéry.

En 1929, recién llegado al país, Saint-Exupéry encabezó los vuelos de prueba de la aerolínea en Buenos Aires y de su extensión hacia el sur patagónico. Aún se conserva en Argentina el avión Laté 25, matrícula F-AIQF, que utilizó el escritor francés, nombrado en ese entonces Director de Explotación de la empresa.

Inicialmente, Saint-Exupéry residió en la ciudad argentina de Concordia, en Entre Ríos, aunque solía frecuentar Buenos Aires. Allí, en el consulado de su país, recibió en 1930 las insignias de Caballero de la Legión de Honor francesa, en reconocimiento por su contribución a la aviación comercial. Allí también conoció en 1931 a la que luego fue su esposa, la escritora y artista salvadoreña Consuelo Suncin-Sandoval Zeceña (1901-1979). Su matrimonio, formalizado tras su regreso a Francia, duró quince años de turbulenta relación. 

En 1930, además, mientras estaba en Argentina, Saint-Exupéry publicó Vuelo nocturno, otro libro en torno a sus experiencias como aviador, con el que ganó el Premio Femina al año siguiente. La novela tuvo una muy exitosa acogida y fue presentada en Francia por el célebre escritor André Gide (1869-1951). 

Finalmente, en 1931, cuando se hacía evidente el declive económico de la compañía aérea francesa, Saint-Exupéry decidió regresar a Francia, luego de quince meses en Argentina.

El regreso a Europa y el estallido de la guerra

A partir de su regreso a Europa, Saint-Exupéry se dedicó al periodismo y a la literatura, mientras trabajaba como piloto de pruebas. Entre 1932 y 1935, publicó varios reportajes sobre sus visitas a Indochina (hoy Vietnam), España y Rusia. 

El 30 de diciembre de 1935, Saint-Exupéry tuvo un primer accidente aéreo. A los veinte minutos de vuelo sobre el desierto del Sahara, cerca de Libia, su avión Caudron C-630 Simoun n7041 sufrió un desperfecto y el piloto y su navegador, André Prevot, debieron hacer un aterrizaje forzoso. Así se frustró su intento por llegar a Saigón en un tiempo de vuelo récord y ganar un premio de 150.000 francos.

Aunque sobrevivieron al aterrizaje forzoso, Saint-Exupéry y Prevot estuvieron cuatro días varados en pleno desierto, con apenas unas frutas para comer y sin ninguna provisión de agua, hasta que fueron descubiertos por un beduino en camello. Durante esos cuatro días experimentaron una deshidratación severa y tuvieron alucinaciones. La experiencia fue tan intensa que Saint-Exupéry la plasmó en su libro Tierra de los hombres, publicado en 1939.

En el libro, además, el aviador ofreció muchas de sus reflexiones sobre el humanismo y recordó episodios distintos de su trayectoria en Aéropostale, así como otros eventos que lo marcaron durante su tiempo en Sudamérica. Tierra de los hombres se publicó en Francia y Estados Unidos, y recibió premios importantes en ambas naciones: el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y el Premio Nacional del Libro, respectivamente.

Ese mismo año comenzó la Segunda Guerra Mundial y Saint-Exupéry fue movilizado por el Ejército del Aire, donde se integró a una cuadrilla de pilotos de reconocimiento aéreo. El 22 de junio los nazis invadieron territorio francés y en diciembre las fuerzas francesas firmaron el armisticio. Como muchos de sus coterráneos, Saint-Exupéry eligió exiliarse de la Francia ocupada, rumbo a los Estados Unidos.     

Instalado junto a su esposa en Nueva York, Saint-Exupéry se sumó a los esfuerzos diplomáticos por involucrar en la guerra a los Estados Unidos. Entre 1941 y 1943, vivió en distintos lugares de la ciudad e incluso durante un tiempo lo hizo en Quebec, Canadá, y frecuentó tanto al aviador estadounidense Charles Lindbergh (1902-1974) como al filósofo canadiense Charles De Koninck (1906-1965). 

Durante esa etapa, recibió numerosas ofertas de los editores Reynal & Hitchcock para escribir un libro de literatura infantil. A finales de 1942 decidió intentarlo, y el resultado fue Le Petit Prince, es decir, El Principito.

El Principito

El Principito es la obra más conocida de Saint-Exupéry y es uno de los libros más vendidos de todos los tiempos.

Saint-Exupéry escribió El Principito durante los últimos meses de 1942. Comenzó a trabajar en la obra en su ático de Central Park South y la culminó en una casa de campo en Connecticut. Entre los revisores iniciales del libro, estuvo el autor suizo Denis de Rougemont (1906-1985), quien incluso posó para algunas de las ilustraciones con que Saint-Exupéry acompañó su primera y única obra infantil.

En el mundo imaginario de El Principito, aparecen diferentes elementos de la vida de Saint-Exupéry: recuerdos de infancia, reflexiones estéticas, e incluso el aterrizaje forzoso en el Sahara. De hecho, el relato cuenta el encuentro en el desierto de un aviador francés con un misterioso niño rubio, proveniente de otro planeta, quien le detalla los vericuetos de su viaje y los planetas que ha visitado antes de llegar a la Tierra. 

Las anécdotas contadas por el joven príncipe sirven como metáforas de la vida emocional y de la propia existencia humana, pues detrás de su aparente ingenuidad se esconden una gran sabiduría y pureza. El relato, además, va acompañado de ilustraciones realizadas por el propio Saint-Exupéry, a las cuales se hace referencia dentro de la historia. El mensaje central de todo el relato es que “lo esencial es invisible a los ojos”.

El Principito fue publicado en Nueva York en 1934, pero en Francia esto recién ocurrió en 1946, razón por la cual Saint-Exupéry no llegaría a ver su obra impresa. Sin embargo, acabó convirtiéndose en la más famosa de todas las que produjo y, a pesar de tratarse de una fábula infantil dirigida a los adultos, está entre los libros más traducidos y vendidos de la historia contemporánea. 

En los años en que escribió El Principito, Saint-Exupéry también publicó Piloto de guerra (1942), un libro autobiográfico que fue duramente criticado (e incluso prohibido) en la Francia de Vichy, y Carta a un rehén (1943), un llamado a la unidad del pueblo francés contra sus ocupantes alemanes.

Mucho se ha especulado respecto a la inspiración de Saint-Exupéry para escribir El Principito. Se sabe, por ejemplo, que de niño al autor le decían Le Roi-soleil (“El rey sol”) debido a su cabellera rizada y dorada, un rasgo que heredó a su personaje. Otros apuntan a que se trata de una versión del hijo de Lindbergh o incluso de ciertas mellizas argentinas que Saint-Exupéry conoció en su paso por Concordia.

La desaparición de Saint-Exupéry

En 1943, Saint-Exupéry se sumó a los esfuerzos militares por liberar Europa de los nazis y se incorporó, a pesar de los ruegos de su esposa, a las Fuerzas Francesas Libres. Al año siguiente, se unió a un convoy destinado al norte de África, donde se reuniría con antiguos colegas como piloto de reconocimiento. 

Con ese fin fue destinado a Cerdeña y luego a Córcega, desde donde se lanzaron distintas misiones de reconocimiento aéreo de la costa italiana, durante la planificación del desembarco aliado en Provenza. El 31 de julio de 1944, a las 8:45 horas, despegó a bordo de un avión Lightning P-38 y fue derribado por un caza alemán en algún lugar del mar Mediterráneo

El cuerpo de Saint-Exupéry no fue recuperado y la verdad sobre su destino ha sido motivo de especulaciones durante décadas. Sin embargo, en el año 1998 unos pescadores rescataron un brazalete con el nombre de Saint-Exupéry y su esposa consuelo al este de la isla de Riou, en el sur de Francia. 

Dos años después, se encontraron en la región los restos de un avión Lightning idéntico al suyo, lo cual llevó a especular que su cadáver sería el de un soldado francés desconocido, encontrado a unos 80 kilómetros de ese lugar. 

Tras la muerte de Saint-Exupéry, se publicó póstumamente Ciudadela, un libro en que el autor dejó constancia de su visión pesimista respecto al destino de la humanidad. Ninguna de sus obras, sin embargo, tuvo tanto éxito y fue tan recordada como El Principito. Mucho después, en 2019, se hallaron en una construcción al norte de Suiza los primeros bocetos de este célebre libro: ilustraciones de animales y del joven príncipe, acompañadas de una carta de amor dirigida a su esposa Consuelo.

Obras de Saint-Exupéry:

  • “El aviador” (1926)
  • Correo del sur (1928)
  • Vuelo nocturno (1931)
  • Tierra de hombres (1939)
  • Piloto de guerra (1942)
  • El Principito (1943)
  • Carta a un rehén (1943)
  • Ciudadela (1948, póstumo)

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Referencias

  • AFP. (1981). Saint-Exupéry fue abatido por un caza alemán en 1944. El País, edición del 21 de mayo.
  • Saint-Exupéry, A. de (2019). Cuadernos. Trad. Eva Aladro Vico. Verbum.
  • Saint-Exupéry, A. de (2016). El aviador. Trad. Belén Eslava Urío. Babelcube Books.
  • Instituto Saint Exupéry. (s. f.). Antoine en Argentina. http://www.saintexupery.com.ar/ 
  • Sánchez Hernández, A. (2008). La correspondencia personal de Antoine de Saint-Exupéry. Cédille. Revista de Estudios Franceses, (4, abril), pp. 335-338.
  • The Editors of Encyclopaedia Britannica. (2023). Antoine de Saint-Exupéry. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/

¿Cómo citar?

"Antoine de Saint-Exupéry". Autor: Gilberto Farías. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/antoine-de-saint-exupery/. Última edición: 5 diciembre, 2023. Consultado: 2 mayo, 2024.

Sobre el autor

Autor: Gilberto Farías

Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

Fecha de actualización: 5 diciembre, 2023
Fecha de publicación: 5 diciembre, 2023

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