Te explicamos quién fue Virginia Woolf, cuáles fueron sus principales aportes a la literatura anglosajona y cómo fue el trágico final de su vida.
¿Quién fue Virginia Woolf?
Virginia Woolf fue una escritora inglesa, famosa por su aporte a la novelística contemporánea y por ser una de las figuras centrales del modernismo literario anglosajón, cuyo apogeo se produjo entre 1900 y 1940. Fue autora principalmente de novelas, aunque también incursionó en el cuento, el ensayo y la biografía.
Junto a su esposo Leonard Woolf, Virginia formó parte del llamado grupo de Bloomsbury, en el que participaron diversos intelectuales británicos del período entreguerras, como John Maynard Keynes (1883-1946) y E. M. Forster (1879-1970), entre otros.
Su obra, por otro lado, constituye un referente literario para el feminismo contemporáneo, especialmente su célebre ensayo “Una habitación propia”, en donde reflexiona sobre los retos de una mujer que aspira a la vida intelectual.
Además, su lucha con el trastorno afectivo bipolar que padeció a lo largo de la vida, así como su trágico suicidio en el río Ouse, cerca de Lewes, han sido inspiración de novelas, películas y obras teatrales de diferentes autores.
Ver además: Modernismo
Nacimiento y primeros años de Virginia Woolf
Adeline Virginia Stephen nació en Londres el 25 de enero de 1882, en el seno de una familia pudiente del barrio de Kensington. Su padre fue el historiador, ensayista y biógrafo Leslie Stephen, y su madre Julia Jackson, una modelo de pintores prerrafaelitas. Virginia fue la segunda de los cuatro hijos que tuvo la pareja, junto a Vanessa, Thoby y Adrián; aunque en su hogar convivieron con los descendientes de los matrimonios anteriores de sus padres: una hija de Leslie y su primera esposa, y tres de Julia y su primer marido.
A pesar de ello, los padres de Virginia les dieron a sus hijos una educación privilegiada. De hecho, el hogar de los Stephen, ubicado en Hyde Park Gate, era visitado frecuentemente por artistas y escritores de importancia en la sociedad victoriana de la época, como Henry James (1843-1916) y Thomas Hardy (1840-1928). Virginia y su hermana Vanessa no acudieron a la escuela, sino que tuvieron tutores y profesores particulares encargados de su educación.
Desde niñas, ambas hicieron evidente su talento creativo. Vanessa, quien acabaría dedicándose a la pintura, trazaba ya sus primeras ilustraciones; mientras que Virginia llevaba un periódico familiar titulado Hyde Park Gate News. Si bien la hermana mayor solía tener actitudes maternales y protectoras con Virginia, la mutua competencia no fue algo desconocido entre ellas.
La familia solía veranear en la costa de Cornualles, donde tenían una casa de campo con vista a la playa de Porthminster. Allí pasó Virginia sus mejores momentos de infancia, entre 1882 y 1894, y muchos de estos paisajes aparecerán retratados en su obra literaria décadas más adelante, como el faro de Godrevy.
El grupo de Bloomsbury
La vida familiar se vio interrumpida por la repentina muerte de su madre en 1895, con apenas 49 años de edad, seguida por la de su media hermana Stella, dos años después. Estos eventos sumergieron a Virginia en la primera gran depresión de su vida, pero fue la muerte de su padre a comienzos de 1904 la que le propició un ataque nervioso por el cual tuvo que ser hospitalizada. Tenía 22 años de edad.
A partir de entonces, la hermana mayor de Virginia, Vanessa, se hizo cargo del hogar y de los hermanos menores, bajo el mando de sus hermanastros maternos, George y Gerald Duckworth, de mayor edad.
Aquellos fueron años de sufrimiento para las hermanas Stephen. No solo por la pérdida de sus padres, sino por los maltratos y abusos sexuales que sufrieron a manos de sus hermanastros. Años más tarde, Virginia se refirió a este pasaje oscuro de su juventud en sus ensayos autobiográficos A Sketch of the Past (“Un bosquejo del pasado”) y 22 Hyde Park Gate.
Finalmente, la venta de la casa paterna y la mudanza lejos de sus hermanastros maternos les permitió a los Stephen llevar una vida más amena. Vanessa y Adrián compraron una casa en el barrio londinense de Bloomsbury, donde pudieron dedicarse libremente a sus estudios, a la creación artística y a recibir invitados provenientes de la vida cultural capitalina.
Así, a partir de 1905, Virginia creó el “Club del viernes” y su hermano Thoby las “Tardes del jueves”. Con esos nombres se referían humorísticamente a sus citas con los compañeros de estudios de Thoby, o de la propia Virginia, que en esos años se sumó al King’s College de Londres, para debatir, conversar y compartir ideas.
Entre ellos estuvo, a finales de 1904, el joven Leonard Woolf, futuro esposo de Virginia, quien ese año partió a Sri Lanka a un cargo en la burocracia colonial. También el crítico de arte Clive Bell (1881-1964), con quien Vanessa contrajo matrimonio en 1907.
De allí surgió el llamado “círculo de Bloomsbury”, donde se dieron cita quienes luego fueron los intelectuales y artistas ingleses más relevantes del primer tercio del siglo XX, como John Maynard Keynes (1883-1946), Lytton Strachey (1880-1932), E. M. Forster (1879-1970), Ludwig Wittgenstein (1889-1951), Bertrand Russell (1872-1970), entre otros pertenecientes a la exclusiva sociedad de los “Apóstoles de Cambridge”.
Aunque sus integrantes nunca se asumieron a sí mismos como parte de un grupo, compartían un criterio estético, político y humanista, así como un profundo sentimiento de rechazo hacia la rígida moral victoriana, la religión y el realismo del siglo XIX. Eran defensores del individualismo y la libertad de criterios, y se permitían consideraciones más libres respecto a las relaciones interpersonales y el placer individual.
La existencia de este grupo se hizo conocida en la Inglaterra de la época, en buena medida, gracias a lo que se conoció como el “Engaño del Dreadnought”, una broma que los jóvenes artistas le gastaron en 1910 a la Armada Británica y que captó la atención de la prensa. Virginia participó en el engaño, disfrazada de príncipe africano.
El Círculo de Bloomsbury se vio profundamente afectado por la Primera Guerra Mundial, aunque sus integrantes continuaron desarrollando sus respectivas y exitosas carreras. De hecho, el momento más relevante de la mayoría de ellos provino luego de 1920 y hasta finales de la década de 1930.
Se conoce como “El engaño del Dreadnought” o “La farsa del Dreadnought” a una acción satírica que llevaron a cabo varios integrantes del Grupo de Bloomsbury junto al poeta irlandés Horace de Vere Cole (1881-1936). El 7 de febrero de 1910, el poeta convenció a la Armada Británica de que enseñara su buque insignia, el HMS Dreadnought, a una supuesta delegación etíope que consistía en realidad en varios miembros del grupo disfrazados. La burla captó la atención de la prensa y puso en ridículo a la Armada Británica.
El matrimonio con Leonard Woolf
La incursión formal de Virginia en la escritura comenzó en 1905, año en que publicó sus primeros textos en el Times Literary Supplement. Su relación con la escritura pronto se convirtió en su sostén, especialmente tras la muerte de su hermano Thoby en 1906 y la “pérdida” de su hermana Vanessa en 1907, año de su matrimonio con Clive Bell.
El estímulo intelectual del Círculo de Bloomsbury, además, era propicio para idear nuevas formas artísticas. Así, en 1908, Virginia se propuso reformular el género novelístico con un proyecto narrativo que escapara a las consideraciones victorianas de la época. Esta novela, titulada Melymbrosia, no estuvo terminada sino hasta 1912.
Virginia se vio especialmente influenciada por la irrupción en 1910 de la obra post-impresionista de Paul Cézanne (1839-1906) y Pablo Picasso (1881-1973) en la sociedad londinense.
En ese entonces, la salud mental de Virginia era precaria y la escritura constituía su principal ancla a la vida. Hasta que, en 1911, Leonard Woolf regresó de Oriente y se propuso cortejarla. A pesar de su situación económica inestable (Virginia en sus diarios lo tilda de “judío sin fortuna”), en agosto de 1912 contrajeron matrimonio, cuando ella tenía 30 años. Pasaron su luna de miel en España.
La pareja, desde el comienzo, estuvo unida por estrechos lazos amorosos y profesionales. Leonard también escribía y también era crítico con el estilo de vida burgués. En 1913 publicó su novela anticolonialista The Village in the Jungle, y en 1914, tras publicar otra novela, se dedicó a escribir sobre política y al activismo social.
Virginia, por su parte, reformuló completamente su primera novela en 1913 y la publicó en la casa editorial de su hermanastro, Gerald Duckworth, con el título “Fin de viaje” (The Voyage Out). Sin embargo, la salida del libro debió posponerse hasta 1915, pues Virginia sufrió otra crisis nerviosa. Convencida de ser un fracaso como mujer y como escritora, de ser odiada por su hermana y despreciada por Leonard, Virginia intentó infructuosamente quitarse la vida en septiembre de 1913.
En abril de 1915, Virginia tuvo nuevos episodios mentales y estuvo entregada al delirio durante algún tiempo. Pero ese mismo año mejoró notablemente de sus “imaginaciones malignas”, que supo mantener más o menos bajo control hasta el final de sus días.
Se ha escrito mucho sobre el matrimonio de Virginia y Leonard Woolf, sobre la relación complicada que tenían. Se sabe que su vida sexual no era particularmente activa, en parte debido a los traumas de Virginia con su hermanastro y a sus continuos y repentinos cambios de humor, y también a la falta de experiencia de Leonard. Su relación tendía a la intelectualidad y la admiración literaria. La escritora, además, tuvo durante años una relación con la poeta Vita Sackville-West. Leonard, por su parte, se dedicó a Virginia con devoción de marido y de editor, incluso después de su muerte.
Hogarth Press
En 1917, los Woolf compraron una imprenta casera y fundaron su propio proyecto editorial: Hogarth Press, llamado así por el nombre de su casa en los suburbios londinenses, Hogarth House. Allí publicaron su primera obra conjunta, Dos historias: un libro con los relatos Tres judíos de Leonard y La marca en la pared de Virginia. Fue un éxito. De las 150 copias hechas, 134 se vendieron.
La posibilidad de poder publicar sus propios libros le permitió a Virginia entregarse de lleno a la experimentación literaria, sin preocuparse por las preferencias usuales de los editores. Además, le permitió entrar en contacto con la obra de otros escritores de la época, no siempre bien valorados por Virginia, como James Joyce (1882-1941), T. S. Eliot (1888-1965) o Katherine Mansfield (1888-1923), con la que tuvo una relación de mutua admiración y antipatía.
Cuando la actividad política de Leonard lo llevaba de viaje, Virginia solía retirarse a la casa de campo de su hermana en Sussex. Vanessa se había separado de su esposo para juntarse con el pintor británico Duncan Grant (1885-1978), y en su casa se reunían numerosos artistas. Durante esos años, además, Virginia retomó la escritura de sus diarios, que llevaba de manera intermitente desde 1897.
La siguiente novela de Virginia fue Noche y día (1919), una réplica a la novela Las vírgenes sabias que su esposo había publicado en 1914, y que había escandalizado a los miembros de su propia familia. Ese mismo año apareció su ensayo “Novelas modernas”, fruto de sus lecturas semanales que reseñaba en el Times Literary Supplement y, con ilustraciones de su hermana Vanessa, su cuento “Jardines de Kew”, ambientado en el jardín botánico de Londres.
Ese año, además, los Woolf compraron una pequeña cabaña en Rodmell, en la campiña, donde Virginia podía retirarse a escribir, dar paseos, andar en bicicleta e incluso visitar a su hermana. Y en 1920, Virginia formó parte del “Club de las memorias” iniciado por algunos de sus compañeros del Círculo de Bloomsbury, que consistía en reunirse para leer a viva voz algunos fragmentos de sus propias autobiografías.
En 1922, Virginia publicó El cuarto de Jacob, su tercera novela, inspirada en la muerte de su hermano Thoby. Se trató de una novela antibelicista que exploraba la pérdida a partir del minimalismo, haciendo a un lado la trama y el conflicto. Según lo expresó en esa época, la novela debía ser “una emoción que se siente”.
Poco después, Virginia conoció a la poeta Vita Sackville-West (1892-1962), esposa de Harold Nicholson, con quien sostuvo una relación clandestina durante buena parte de la década. Ambas autoras se dedicaron obras y sostuvieron una intensa correspondencia. Y una vez culminado su romance, continuaron siendo amigas hasta la muerte de Virginia en 1941.
Las grandes novelas de Virginia Woolf
A partir de 1924, los Woolf se mudaron de vuelta a Bloomsbury, donde podían llevar una vida menos aislada de las dinámicas urbanas. Y en los siguientes años, Virginia escribió las que fueron sus obras más importantes.
Muchas de ellas formaron parte de un intento por crear un género nuevo a partir de la novela, al punto tal de que la propia autora pensó en anunciarlas como pertenecientes a un género nuevo, cuyo nombre nunca supo precisar.
Así, en 1925 decidió retomar un personaje que ya había aparecido en varios de sus cuentos y creó la que fue una de sus novelas más celebradas: La señora Dalloway. Se trata de una relación de los eventos de un mismo día en Londres, relatados a la manera de una pintura post-impresionista, transitando de la conciencia de un personaje a la de otro. A esta técnica se la conoció luego como el “fluir de la conciencia” (stream of consciousness).
Virginia volvió a experimentar con esta técnica en su siguiente novela, Al faro, de 1927. Se trata de una novela dividida en tres partes, cuyo relato no se rige por una lógica cronológica, y en la que se evocan recuerdos de infancia de la autora. A la vez se trató de una elegía por la muerte de su madre.
Ese mismo año aparecieron sus ensayos “El arte de la ficción” y “La nueva biografía”, en los que afirmaba que un creador literario debe comprometerse más con el lenguaje y el diseño de la obra, que con la realidad de la cual proviene.
En 1928 Virginia puso en práctica la teoría con Orlando: una biografía. Se trata de una novela fantástica, inspirada en algunas anécdotas de vida de Vita Sackville-West, cuyo protagonista transita cinco siglos de la historia inglesa y cambia a menudo de género y de lugar de enunciación. Esta novela es un homenaje a su amada Vita, con quien las cosas se habían enfriado ya.
Al año siguiente apareció “Un cuarto propio”, uno de los ensayos más célebres de Virginia Woolf. Se trata de una exploración del rol ausente de la mujer en la historia, el cual la autora atribuye no a su falta de genio, sino de recursos materiales. De allí proviene su célebre sentencia sobre lo que a una mujer le hace falta para incursionar en el mundo intelectual: “dinero y una habitación propia”.
Y finalmente, inspirada en las pinturas de su hermana Vanessa que formaron parte de una exhibición en 1930, Virginia decidió emprender una novela mística, impersonal y abstracta, que fue Las olas. Publicada en 1931, esta novela da voz a seis personajes que cuentan su biografía, entre interludios poéticos en los que se describe el cielo desde el amanecer hasta el atardecer.
Este importante conjunto de obras, publicadas en su mayoría en Hogarth Press, hicieron de Virginia Woolf una voz importante en el contexto del modernismo anglosajón, junto a James Joyce y el norteamericano William Faulkner (1897-1962).
La muerte de Virginia Woolf
A finales de la década de 1930, las sospechas respecto a una posible Segunda Guerra Mundial llevaron a Virginia a apresurar ciertos proyectos. Virginia y Leonard habían sido críticos del nazismo, sobre todo en su ensayo Tres guineas (1938), y se encontraban en la lista negra de Adolf Hitler (1889-1945).
Entre estos últimos proyectos estuvieron Los años (1937), reelaboración de una obra previa, centrada en tres generaciones de la familia Pargiters; y la que fue su última novela, Entre actos. Se trata de una suerte de memoria ambientada en el montaje y representación de una obra en un festival en un pequeño pueblo inglés. Esta novela fue publicada póstumamente, en 1941.
Cuando en 1939 estalló la guerra, los Woolf se enfrentaron, como muchos ciudadanos londinenses, a los bombardeos de la aviación alemana. La vieja casa de infancia de Virginia fue destruida, lo cual tuvo en ella un profundo impacto emocional. Esto, sumado a la muerte de su amigo Roger Fry en 1934 y el fracaso de la biografía que sobre él escribió posteriormente, fueron sumergiendo a la autora en la depresión.
En 1941, ya no pudo trabajar más. Presa de la desesperación, el 28 de marzo le escribió a Leonard una nota y salió de casa. Se llenó los bolsillos del abrigo con piedras y se arrojó al río Ouse, cerca de su casa. Tenía 59 años.
Su cuerpo no fue encontrado hasta el 18 de abril. Leonard incineró sus restos y les dio sepultura bajo un árbol en la campiña de Rodmell.
Lo último que escribió Virginia Woolf fue su nota de suicidio, dirigida a su esposo Leonard, que dejó sobre la mesa antes de dirigirse al río donde se suicidó. Esas últimas palabras fueron:
"Queridísimo:
Tengo la certeza de estar nuevamente enloqueciendo. No creo que podamos pasar de nuevo por esas épocas terribles. Y esta vez no podré recuperarme. Empiezo a oír voces y no logro concentrarme. Así que haré lo que parece ser lo mejor. Me has dado la mayor de las felicidades posibles. Has sido todo lo que alguien puede ser, en todas las maneras posibles. No creo que dos personas pudieran haber sido más felices que nosotros, hasta la llegada de esta terrible enfermedad. Ya no puedo luchar más. Sé que estoy estropeando tu vida, que sin mí podrías trabajar. Y lo harás, estoy segura. Ya ves, ni siquiera puedo escribir como se debe. No puedo leer. Lo que intento decir es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has sido conmigo enteramente paciente e increíblemente bueno. Quiero que sepas que todo el mundo lo sabe. Si alguien hubiera podido salvarme, habrías sido tú. Lo he perdido absolutamente todo, excepto la certeza de tu bondad. Ya no puedo seguir estropeándote la vida. No creo que dos personas pudieran ser más felices de lo que hemos sido nosotros."
V.
Las principales obras de Virginia Woolf
Virginia Woolf fue, ante todo, una gran novelista y ensayista anglosajona. Sin embargo, en su obra destacan también algunos cuentos y unas pocas biografías. Entre sus creaciones más importantes figuran:
Novelas:
- La señora Dalloway (Mrs. Dalloway, 1925)
- Al faro (To the Lighthouse, 1927)
- Orlando: una biografía (Orlando: a biography, 1928)
- Las olas (The Waves, 1931)
- Entre actos (Between the Acts, 1941) (póstumo)
Ensayos:
- Ficciones modernas (Modern fiction, 1919)
- Una habitación propia (A Room of one’s own, 1929)
- Tres guineas (Three Guineas, 1938)
- La muerte de la polilla y otros escritos (The Death of the Moth and Other Essays, 1942) (póstumo)
Cuentos:
- “Los jardines de Kew” (“Kew gardens”, 1919)
- “El vestido nuevo” (“The New Dress”, 1924)
- “La fiesta de la señora Dalloway” (“Mrs. Dalloway's Party”, 1922)
Sigue con:
Referencias
- Carrión Villalpando, G. (2017). “Lo que dejaron atrás: famosas notas suicidas”. Tlamatini. http://humanidades.uaemex.mx/
- Chikiar Bauer, I. (2012). Virginia Woolf: la vida por escrito. Random House.
- Lee, H. (1997). Virginia Woolf. Random House.
- Ministerio de Cultura de Argentina. (2020). Virginia Woolf, una escritora de vanguardia. https://www.cultura.gob.ar/
- Morató, Y. (2020). “Lo escrito escrito queda: los diarios de Virginia Woolf”. Jot Down Magazine. https://www.jotdown.es/
- Reid, P. (2023). “Virginia Woolf (British writer)”. The Encyclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/
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