Índice
Puntos clave
- Las civilizaciones andinas fueron las culturas que habitaron la región de la cordillera de los Andes antes de la conquista española de América.
- Fueron un conjunto variado de culturas que se desarrollaron en distintos períodos y dejaron importantes restos arqueológicos.
- Practicaban la pesca, la agricultura y la ganadería, y desarrollaron métodos para aprovechar los recursos de distintos ecosistemas (costas, serranías, selvas y yungas).
- Las primeras culturas andinas surgieron en el milenio IV a. C., pero el mayor desarrollo técnico, artístico, arquitectónico y político se produjo entre 1200 a. C. y 1533 d. C.
- Algunas de las principales civilizaciones andinas fueron las de Chavín, Paracas, Moche, Nazca, Huari, Tiahuanaco, Chimú y el Imperio inca.
Te explicamos qué fueron las civilizaciones andinas, dónde se desarrollaron y cuáles eran sus características. Además, sus principales culturas.

¿Qué fueron las civilizaciones andinas?
Las civilizaciones andinas fueron las culturas precolombinas que surgieron y se desarrollaron en la región de la cordillera de los Andes (de donde reciben su nombre), en la zona occidental de América del Sur.
Las culturas andinas aparecieron alrededor del milenio IV a. C. y, a lo largo de su historia, alcanzaron un importante nivel de complejidad social y diversidad cultural. Algunas de ellas se convirtieron en las primeras civilizaciones estatales de la Edad Antigua, junto con las civilizaciones mesoamericanas, mesopotámica y egipcia.
Casi todo lo que se sabe de las culturas andinas proviene de la investigación arqueológica, ya que no dejaron escritos previos a la conquista de América por los españoles en el siglo XVI. Ese momento marcó el fin de estas civilizaciones y su sustitución por la cultura hispana.
Sin embargo, muchos rasgos culturales andinos persistieron a lo largo del tiempo. Por ejemplo, ciertas religiones ancestrales experimentaron un proceso de sincretismo con el catolicismo, mientras que algunas comunidades conservaron aspectos de su identidad étnica y lingüística.
¿Dónde se desarrollaron las civilizaciones andinas?
Las civilizaciones andinas se desarrollaron en la porción oeste de América del Sur, en los territorios de los actuales Perú, Ecuador, Bolivia y el norte de Chile, y tuvieron una importante influencia en el sur de Colombia y el norte de Argentina. Sus territorios abarcaban múltiples regiones y ecosistemas, como costas, serranías, yungas y selvas amazónicas.
Puntos clave
- Las civilizaciones andinas fueron las culturas que habitaron la región de la cordillera de los Andes antes de la conquista española de América.
- Fueron un conjunto variado de culturas que se desarrollaron en distintos períodos y dejaron importantes restos arqueológicos.
- Practicaban la pesca, la agricultura y la ganadería, y desarrollaron métodos para aprovechar los recursos de distintos ecosistemas (costas, serranías, selvas y yungas).
- Las primeras culturas andinas surgieron en el milenio IV a. C., pero el mayor desarrollo técnico, artístico, arquitectónico y político se produjo entre 1200 a. C. y 1533 d. C.
- Algunas de las principales civilizaciones andinas fueron las de Chavín, Paracas, Moche, Nazca, Huari, Tiahuanaco, Chimú y el Imperio inca.
Origen de las civilizaciones andinas
El origen de las civilizaciones andinas es motivo de debate entre los especialistas. Aunque su estudio lleva muchas décadas, es un campo del saber en pleno desarrollo.
Las tres hipótesis principales sobre el origen y el desarrollo primario de las civilizaciones andinas son:
- La teoría inmigracionista. Fue propuesta por el arqueólogo alemán Federico Max Uhle (1856-1944), iniciador de la arqueología científica en Perú. Sostiene que las culturas andinas surgieron en la costa del océano Pacífico, de donde se expandieron posteriormente hacia la sierra. Según esta teoría, hoy mayormente descartada, sus primeros habitantes estaban influidos por los pueblos mesoamericanos o eran viajeros mesoamericanos llegados por mar y por tierra.
- La teoría autoctonista. Fue propuesta por el antropólogo peruano Julio César Tello (1880-1947), considerado el padre de la arqueología peruana. Sostiene que las culturas andinas surgieron de forma autóctona, sin conexión con Mesoamérica, en las sierras orientales, posiblemente por la llegada de poblaciones provenientes de la selva amazónica peruana que luego expandieron su cultura. Otros autoctonistas, como Rafael Larco Hoyle (1901-1966), consideran que habrían surgido en la costa de manera autónoma.
- La teoría aloctonista. Fue propuesta por el antropólogo, historiador y arqueólogo peruano Federico Kauffmann Doig (1928-). Sostiene que tanto las civilizaciones mesoamericanas como las andinas tuvieron un origen común en algún lugar de Mesoamérica. Esta teoría fue cuestionada por algunos especialistas como un retorno a la de Max Uhle. Sin embargo, en una reformulación posterior, Kauffmann planteó que el origen pudo estar en realidad en la costa ecuatoriana, donde se desarrolló inicialmente la cultura valdivia.
Las culturas andinas tuvieron momentos de gran dispersión cultural y momentos de concentración política, conforme algunas de ellas se convertían en dominantes y ejercían el control sobre las demás, para luego entrar en una fase de decadencia o disgregación. La más conocida de estas culturas fue la inca, creadora del Tahuantinsuyo o Imperio incaico, que se constituyó como la mayor unidad política de la región hasta la conquista española.
Características de las civilizaciones andinas

Las características generales de las civilizaciones andinas son las siguientes:
- Diversidad. Se trató de un conjunto muy diverso de pueblos, que suelen ser nombrados según el lugar donde fueron hallados sus principales yacimientos arqueológicos. Algunas culturas fueron coetáneas, mientras que otras estuvieron separadas entre sí por años e incluso siglos, pues la historia andina abarcó varios milenios. Se estima que el momento de su mayor diversificación fue desde el año 200 a. C. hasta el 600 d. C., aproximadamente.
- Subsistencia. Fueron culturas esencialmente agrícolas, que domesticaron y cultivaron eficazmente el maíz, la yuca, el camote o batata, el maní, la achira, la papa, la quinoa, la calabaza y el zapallo, los frijoles, el ají, el cacao, el algodón y la cañihua. La dieta vegetal se complementaba con la ganadería de camélidos y con la pesca, y los alimentos eran deshidratados para su almacenamiento.
- Artesanía. Fueron hábiles alfareros y fabricantes de cerámica, y en algunos casos practicaron la metalurgia, más que nada con fines ornamentales o ceremoniales. También desarrollaron la fabricación de textiles, en especial con algodón y lana de camélidos, y vistieron con túnicas atadas con faja a la cintura, llamadas uncu, gorros y bolsas tejidas.
- Intercambio. Tuvieron un intenso intercambio comercial entre ellas, pero también con los pueblos mesoamericanos que habitaban en el territorio de los actuales México y América Central. En qué medida algunos de sus elementos culturales fueron resultado del contacto con estas culturas mesoamericanas es motivo de debate.
- Religión. Aunque se ignoran los fundamentos de su religión, se cree que se trataba de Estados teocráticos y politeístas que compartían en buena medida un imaginario común, expresado en figuras y cabezas humanas, animales o híbridas que podían representar tótems o divinidades. Algunos de los animales representados eran águilas, peces, felinos y cóndores. También consideraban como dioses a las fuerzas de la naturaleza. Por ejemplo, los incas adoraban al dios Sol, al que llamaban Inti.
- Política. A lo largo de la historia, constituyeron importantes unidades políticas, de mayor o menor poderío militar y económico, entre las que destacaron el Imperio wari o huari (600 a 1000 d. C.), el Imperio de Tiahuanaco (600-1000 d. C.), el Reino chimú (1000-1470 d. C.) y el Imperio incaico (1438-1533 d. C.). Este último se enfrentó a los españoles y, tras ser derrotado, algunos de sus descendientes protagonizaron varias insurrecciones en contra del orden colonial.
- Legado material. Su legado arqueológico es rico y vasto, con importantes yacimientos como Machu Picchu, estructuras arquitectónicas, herramientas, vasijas, textiles, estatuas, estatuillas y sitios mortuorios con elaborados sarcófagos y máscaras funerarias.
Invenciones y tecnología de las civilizaciones andinas

Muchas civilizaciones andinas alcanzaron un sofisticado nivel de adaptación a sus entornos, especialmente mediante la agricultura en las laderas de las sierras. Para eso, tuvieron que inventar diversos métodos e instrumentos, tales como:
- El arado de pie andino. También llamado tirapié o chaquitaclla, fue uno de los principales instrumentos de trabajo agrícola del mundo andino. Con este instrumento, se hacían surcos en la tierra para sembrar. Alcanzó sus mayores niveles de uso durante el Imperio incaico. En la actualidad, algunos campesinos aún lo usan.
- La agricultura de terrazas. Es un método para aprovechar la pendiente pronunciada de las montañas para la siembra, mediante la construcción de tapias de piedra para detener la erosión del terreno y permitir su nivelación para el cultivo. Este método es propio de los Andes y fue común a todas las culturas de la serranía.
- Los grandes complejos de irrigación. Se hacían surcos llamados kanis para dejar correr el agua en las áreas con pendientes. Estos surcos se conectaban entre sí y seguían las curvas de nivel para no producir erosión en el suelo. Para su correcto funcionamiento, este sistema requería de mucha inversión en mano de obra.
- Una vasta red de caminos y tambos. El Imperio incaico construyó, a lo largo de su territorio, un extenso sistema de caminos que conectaba múltiples ciudades y regiones. Además, edificó tambos o albergues administrativo-militares cada 30 kilómetros aproximadamente, para dar resguardo a los chasquis, es decir, los mensajeros imperiales que hacían el recorrido a pie.
Principales culturas andinas

Entre las principales culturas andinas, se cuentan las siguientes:
Cultura chavín
La cultura chavín fue la más importante de las culturas del llamado Horizonte Temprano (1200-400 a. C.). Su epicentro fue la ciudad de Chavín de Huántar, en la confluencia entre los ríos Mosna y Huachesca, en la región occidental de Perú.
Durante mucho tiempo, se pensó que era la cultura madre de las civilizaciones andinas, tal como postuló Julio César Tello cuando descubrió sus primeros yacimientos. Sin embargo, posteriormente, se encontraron indicios de importantes culturas previas.
Durante su época de apogeo, el centro ceremonial de Chavín fue el más importante de toda la región andina. Se hallaron en él restos de textilería, cerámica, escultura y orfebrería, incluida la metalurgia del oro, así como grandes cabezas de piedra conocidas como “cabezas clavas”.
Cultura paracas
La cultura paracas fue en gran medida contemporánea de la cultura chavín. Se desarrolló principalmente durante el Horizonte Temprano, entre 700 y 200 a. C., en la península de Paracas, actual región peruana de Ica.
Sus pobladores fueron hábiles fabricantes de textiles, cestería y cerámica. Eran aficionados a las trepanaciones (agujereado del cráneo con fines médicos o rituales) y a las deformaciones de la parte superior del cráneo, aunque se ignoran los fines de semejantes prácticas.
Para muchos estudiosos, la cultura paracas es la antecesora de la cultura nazca, con la que tiene importantes vínculos culturales.
Cultura moche
La cultura moche, también llamada cultura mochica, floreció entre 150 a. C. y 600 d. C. en el valle del río Moche, en la costa norte de Perú, en la actual provincia de Trujillo.
Se destacó en el uso del adobe para sus palacios y templos piramidales con muros decorados y pintados, así como para obras hidráulicas, como represas y canales de riego. Además, desarrolló la metalurgia, con diversas técnicas de trabajo del metal, y se la considera una de las mejores productoras de cerámica del antiguo Perú.
Su sociedad, fuertemente estratificada, se componía de señoríos o reinos confederados. Algunas de las tumbas de su aristocracia dirigente se conservan en la actualidad.
Cultura nazca
Célebre por las famosas “líneas de Nazca”, geoglifos de enorme tamaño que representan diversos animales, seres humanos y divinidades, la cultura nazca se desarrolló en el actual departamento de Ica, Perú, entre el 200 a. C. y el 600 d. C.
Su principal centro ceremonial estaba en Cahuachi, en el valle del río Nazca. Sin embargo, su influencia se extendió hacia el norte y el sur, y llegó incluso hasta las regiones altas de Ayacucho.
Su complejo sistema de acueductos le permitió desarrollar una agricultura intensiva, a pesar del clima seco de la región.
Cultura huari o wari
La cultura huari o wari fue la cultura más importante del Horizonte Medio (600-1000 d. C.). Surgió en el centro andino y llegó a controlar un amplio territorio, en cuyo centro estaba la ciudad de Wari, a 20 kilómetros al noreste de la actual ciudad de Ayacucho.
Suele ser caracterizada como un imperio, pues su territorio abarcó gran parte del actual Perú y constituyó, junto con los incas, una de las grandes culturas imperiales de la región.
Fue una cultura esencialmente militar, aunque también construyó importantes complejos religiosos, como el de Pachacamac en Lima, y tejió una importante red de intercambios con la cultura tiahuanacota, ubicada al sur.
Entre sus prácticas rituales, se destacaron la momificación y las ofrendas animales y humanas.
Cultura de Tiahuanaco o tiahuanacota
La cultura tiahuanacota fue una de las culturas más importantes del Horizonte Medio (600-1000 d. C.), aunque surgió mucho antes. Abarcó territorios de los actuales Bolivia, Perú y el norte de Chile, y su región central estaba ubicada en torno al lago Titicaca, en concreto en la ciudad de Tiahuanaco, que era su principal centro ceremonial.
Fue una cultura fundamentalmente religiosa, que dominó un vasto territorio gracias principalmente a su influencia cultural. Poseía una importante economía agrícola, ganadera y artesanal.
El dios principal de su panteón fue identificado con Wiracocha, al que rindieron culto posteriormente los incas, y se sabe que practicaron los sacrificios rituales. También se destacaron por su arquitectura religiosa y monumental.
Cultura chimú
A raíz de la caída del Imperio wari, la cultura chimú estableció un reino próspero y poderoso entre los años 1000 y 1470 d. C. Establecido en las costas del actual Perú, tuvo su capital en Chan Chan, la ciudad de adobe más grande de la América precolombina, ubicada entre los actuales distritos de Trujillo y Huanchaco.
El talento constructor de los chimúes también se evidencia en obras como la fortaleza de Paramonga, en el actual departamento de Lima. Además, conocieron la metalurgia, la textilería, la ganadería y la agricultura a gran escala.
Tenía un Estado centralizado, encabezado por una autoridad política, religiosa y militar llamada Chimú Capac. Fue conquistado por los incas en torno a 1470.
Cultura chincha
La cultura chincha se desarrolló en la costa peruana. Su reino tuvo su esplendor durante el Período Intermedio Tardío (1000-1470 d. C.), hasta su conquista por el Imperio incaico en torno a 1480.
Los chinchas habitaban un valle fértil regado por el río Chincha, y eran hábiles navegantes y comerciantes marítimos. Fueron de los pocos pueblos precolombinos que usaron la vela para navegar. Se estima que su red comercial en balsa cubría grandes distancias, tal vez incluso hasta el actual México.
Cultura kolla
Tras el ocaso del reino tiahuanacota, numerosos reinos aymaras surgieron para ocupar su lugar en el altiplano andino. Uno de los principales fue el Reino colla o kolla, activo entre los años 1200 y 1460 d. C., aproximadamente, cuando fue conquistado por el Imperio incaico.
Su capital era Hatun Colla, en el altiplano peruano, aunque su territorio llegó a ser bastante más extenso en el siglo XV. Eran grandes arquitectos y talladores de piedra. Entre sus obras más célebres, se encuentra el complejo funerario Sillustani, al norte del lago Umayo, donde aún perduran sus petroglifos y sus chullpas o torres funerarias.
Cultura incaica
La cultura incaica es la más conocida de las civilizaciones andinas. Construyó el imperio más extenso de la América precolombina, pues abarcó desde los Andes peruanos hasta la selva amazónica y la costa del Pacífico, y desde el río Ancasmayo en el sur de Colombia hasta el río Maule en el centro de Chile, con enclaves en la actual Argentina.
Su imperio, conocido como Tahuantinsuyo, duró desde 1438 hasta 1533, cuando fue conquistado por los españoles. Era gobernado por el Sapa Inca, también llamado “hijo del sol”.
Fue una de las civilizaciones andinas más desarrolladas desde un punto de vista técnico, y se destacó por construir una amplia red de caminos para conectar las distintas partes del imperio.
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