Te explicamos quien fue René Descartes, dónde nació, cuáles fueron sus obras y aportaciones. Además, sus características y frases célebres.
¿Quién fue René Descartes?
René Descartes (1596-1650) fue un filósofo, científico y matemático de origen francés, considerado por la tradición como el padre de la filosofía moderna, la geometría analítica y el mecanicismo en la física.
Descartes fue uno de los grandes hombres de ciencia de su época y aún hoy es un referente obligatorio y central de la cultura de Occidente. Se le considera un innovador y un rupturista para con los métodos y las teorías aceptadas por la academia en su momento, a los que ayudó a refundar.
Muchos trabajos y conceptos filosóficos llevan hoy el adjetivo “cartesiano” para indicar su origen en los postulados de este pensador. Ya sea en metafísica, teología o gnoseología, Descartes es una figura a la que se vuelve constantemente, prueba de que su pensamiento aún está vivo y sigue hablando a los filósofos del presente.
Entre sus muchas y variadas obras nos encontramos con títulos fundamentales como Reglas para la dirección de la mente(1628), El discurso del método (1637) y Meditaciones metafísicas (1641).
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Vida y formación de Descartes
Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en la Turena (Francia), hoy llamada “Descartes” en su honor. Era el tercer hijo de una familia francesa de la baja nobleza. Su padre fue Joachim Descartes, consejero del Parlamento de Bretaña, y su madre Jeanne Brochard, hija del alcalde de Nantes. Al momento de su nacimiento, sus padres huían de Rennes debido a la peste bubónica. Apenas con unos meses de edad Descartes quedó huérfano de su madre, el 13 de mayo de 1597, y quedó al cuidado de su padre en la casa de su abuela materna.
Descartes recibió una educación temprana en el Collège Henry IV, un centro de enseñanza jesuita ubicado en la localidad de La Flèche. Permaneció allí desde los once hasta los dieciséis años de edad. Aun cuando debía someterse a un régimen especial por su salud endeble (se cree que tenía una salud delicada), era muy valorado por la comunidad educativa. Desde pequeño aprendió y se destacó en física, filosofía escolástica y matemáticas. También se formó en griego y latín, y leyó a autores como Aristóteles, Cicerón, Homero y Platón, entre otros.
En 1614 ingresó a la Universidad de Poitiers, donde estudió medicina y derecho, disciplina en la que obtuvo los grados de bachiller y licenciado. Después de una breve incursión en la vida militar, y tras algunos viajes por Dinamarca y Alemania, Descartes regresó a Francia para instalarse en París. Allí se mantuvo un tiempo hasta 1629, año en el que volvió de manera definitiva a los Países Bajos.
En 1649 la reina Cristina de Suecia lo convocó a Estocolmo, donde murió de una neumonía en febrero del año siguiente. La causa de su muerte suele ser objeto de sospecha. Eike Pies, historiador y médico alemán, sostiene en su libro El homicidio de Descartes que fue asesinado por envenenamiento con arsénico.
Campos de interés de René Descartes
Descartes sentía preferencia por las ciencias que más se desarrollaron durante y a partir del Renacimiento, por lo que se reconocía como copernicano y atomista, siguiendo los estudios de Copérnico, Galileo y Gassendi.
Mantuvo una estrecha correspondencia con muchos pensadores de la época, con quienes discutía frecuentemente respecto a la física, la matemática y la filosofía, sus tres grandes áreas de trabajo.
Sus obras muestran un gran número de campos del pensamiento. Ejemplo de ello son sus trabajos en geometría, óptica, física, matemática y filosofía en casi todas sus ramas.
Obras de René Descartes
Excepto por algunos apuntes de su juventud, la primera obra conservada de Descartes fue su Reglas para la dirección del espíritu (1701), que fue escrita en 1628 pero publicada póstumamente. Otros trabajos importantes, publicados ya en vida, son el Discurso del método para elegir bien la razón y hallar la verdad en las ciencias, Meditaciones metafísicas, La búsqueda de la verdad mediante la razón natural y Principios de filosofía, entre otros.
Casi todas sus obras fueron escritas en latín, a la usanza de la época, aunque muchas también en su lengua natal, el francés. Sus trabajos más estudiados en las universidades y escuelas filosóficas, y al día de hoy considerados como obras fundamentales de la filosofía occidental, son:
- Discurso del método (1637). Escrita originalmente en francés, esta obra está dividida en seis partes y narra el relato de vida de Descartes y las circunstancias que tuvo que atravesar para dar con un método unitario para el conocimiento. Aquí aparece por primera vez la duda cartesiana o hiperbólica y, luego de su desarrollo, la exposición de las cuatro reglas a seguir para dar con la verdad última de las cosas. También se caracteriza a la verdad como distinta y evidente, los dos criterios para distinguirla de las demás.
- Meditaciones metafísicas (1641). Escritas originalmente en francés, las meditaciones presentan el sistema filosófico introducido por Descartes en el Discurso del método. Dividido en seis partes (cada una de ellas, una meditación) el libro es la explicitación metafísica del método cartesiano de la duda hiperbólica. Tras una primera meditación en la que Descartes desarma las fuentes de todo conocimiento posible (los sentidos y la razón), las otras cinco meditaciones giran en torno a la posibilidad de restituir la validez de esas mismas fuentes para garantizar que el hombre no siempre se equivoca y puede dar con una verdad distinta y evidente.
Ideas principales de René Descartes
Los trabajos filosóficos de Descartes marcaron el corte de una época (el mundo medieval) para dar paso a la modernidad filosófica. La mayoría de sus obras gira en torno a la crítica de los métodos de pensamiento establecidos, la construcción de un nuevo método para dar con la verdad, el desarrollo de la duda hiperbólica (la “duda metódica”, respecto al método) y el ego cogito como primera verdad evidente.
- Deducción e inducción. Por un lado, el método consistió en la aplicación de los razonamientos deductivos e inductivos de la ciencia a la filosofía. Estos razonamientos rechazaban a la doctrina escolástica, que comparaba opiniones de los antiguos maestros del género y se basaba en la interpretación canónica de las Escrituras para garantizar la verdad.
- La existencia de Dios. Si bien su pensamiento reconocía la existencia de Dios, muchos especialistas en Descartes sostienen que Dios solo aparece para evitar al filósofo francés problemas con la Iglesia. Es innegable el hecho de que Descartes vivió en una época de censura y persecución intelectual (como sucedió con Galileo). Sin embargo, en las Meditaciones metafísicas Dios, como garante de la razón, juega un papel tan importante a la hora de recuperar el mundo, que su presencia resulta ineludible.
- Duda metódica. También es conocida como duda “hiperbólica” (por su carácter exagerado) o “cartesiana” (en referencia a Descartes). La duda aparece como propuesta metodológica en Discurso del método y luego se la pone en práctica en Meditaciones metafísicas. Descartes sostiene que todo lo que pueda resultar objeto de duda debe ser descartado como algo cierto. No importa que no sea razonable dudar de ello, si puede ser puesto en duda es suficiente.
- Ego cogito. Aun cuando se pueden rastrear distintos antecedentes, Descartes es reconocido por haber sido el primero en formular el ego cogito: pienso, luego existo. Las discusiones en torno a esta fórmula, su significado y la utilidad que representa en las Meditaciones todavía cumplen un rol fundamental en las discusiones filosóficas contemporáneas. A grandes rasgos, se puede decir que el ego cogito afirma la presencia de una subjetividad yoica por sobre el resto de las cosas. El mundo como sustancia extensa (res extensa), el cuerpo y incluso los sentidos cumplen un papel secundario frente a la evidencia e inevitabilidad el ego cartesiano: aun cuando dude, pueda ser engañado o incluso se equivoque, es innegable y necesario que el yo exista para que pueda padecer cada una de estas afecciones.
Otras ideas y figuras filosóficas que Descartes introdujo en el mundo de la filosofía son: el dualismo cuerpo y alma, la inmortalidad del alma, las ideas como inmanentes, los grados de realidad, el funcionamiento físico del cuerpo (muy aproximado a cómo se lo piensa hoy) y el origen del material de los sueños, entre otros.
Aportes de René Descartes en otros campos
La matemática ganó con Descartes la aparición de la geometría analítica y la teoría de las ecuaciones. Sus aportes en el campo fueron numerosos y tienen que ver con el método de plantear las cosas.
Por ejemplo, Descartes introdujo el uso de letras del alfabeto como variables: distinguió entre las primeras (A, B, C…) para lo conocido y las últimas (X, Y, Z…) para lo desconocido.
También creó el método de exponentes para representar las potencias, y la Ley cartesiana de los signos. Hoy en día hablamos de “planos cartesianos” en su honor.
Si bien en física sus aportes no fueron tan significativos, es cierto que la óptica y la mecánica se beneficiaron mucho de su pensamiento. Sustituyendo valores espirituales en la obra de pensadores anteriores por interpretaciones mecánicas, pudo aproximarse mejor a los fenómenos físicos y estableció así las bases para el método científico moderno.
Reconocimientos a René Descartes
Los restos de Descartes fueron exhumados en 1676 y colocados en un ataúd de cobre para trasladarse a París, en donde estuvieron en la iglesia de Saint-Geneviève-du-Mont, luego en el Panthéon y finalmente en la Abadía de Saint-Germain-des-Prés. Su cráneo, no obstante, está en el Museo del Hombre de la misma ciudad. Su ciudad natal fue bautizada con su nombre. Uno de los cráteres lunares, también.
Sigue con: Robert Boyle
Referencias
- Cottingham, J. G. (1993). A Descartes dictionary. Blackwell Reference.
- Cottingham, J. G. (1995). Descartes. Universidad Nacional Autónoma de México.
- Cottingham, J. G. (1992). The Cambridge Companion to Descartes. Cambridge University Press.
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