Te explicamos que fue el franquismo y cuáles fueron los antecedentes del gobierno dictatorial. Además, sus fundamentos ideológicos, sociales y políticos.
Se conoce como “primer franquismo” a la primera etapa del gobierno dictatorial de Francisco Franco en España. Este periodo se inició con el final de la Guerra Civil Española y la consecuente toma del poder español por el dictador en 1939. Finalizó con el establecimiento de un nuevo plan económico, que daría comienzo a la etapa siguiente, conocida como “segundo franquismo”.
La primera etapa del gobierno franquista estuvo caracterizada por la institucionalización del régimen dictatorial, la crisis económica de posguerra, la represión, la autarquía económica y el aislamiento internacional.
- Ver además: Franquismo
Antecedentes del franquismo
En 1936, diferentes sectores de la población española apoyaron un golpe de Estado llevado a cabo por miembros del ejército español, en contra del gobierno conocido como la Segunda República Española. Los sublevados consiguieron tomar algunas ciudades y, ante la resistencia del gobierno, se inició una guerra civil.
Durante la guerra, las zonas controladas por los sublevados quedaron bajo el gobierno del partido de la derecha fascista, llamado FET de las JONS (Falange Española Tradicionalista de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), liderado por el general Franco.
En 1939, los sublevados lograron imponerse sobre el gobierno republicano. Desde entonces y hasta su muerte, el dictador Francisco Franco gobernó España a través de un régimen totalitario.
- Puede servirte: Guerra civil española
Fundamentos ideológicos, sociales y políticos
Entre los principales rasgos del franquismo se encuentran:
- Concentración del poder político en Franco. La "adhesión inquebrantable" al Caudillo fue el elemento clave de todo el edificio político del franquismo.
- Anticomunismo. La Guerra Fría entre EE. UU. y la URSS desde 1945 hizo que el régimen franquista reforzara aún más la ideología anticomunista para ser aceptado en el mundo occidental.
- Antiparlamentarismo y antiliberalismo. El franquismo siempre se mostró contrario a las libertades políticas.
- Nacionalcatolicismo. La Iglesia fue la gran legitimadora de la dictadura franquista. A cambio dominó la vida social y la educación. Una estricta moral católica en lo público y en lo privado se impuso en el país.
- Defensa de la "unidad de la patria". El franquismo negaba cualquier autonomía política de las regiones y fomentaba el castellano como única lengua española. La prohibición de las otras lenguas peninsulares fue estricta durante el primer periodo del franquismo.
- Tradicionalismo. La idea de España que defendió la dictadura se basó en raíces históricas a menudo adulteradas.
- Militarismo. Se dio especial importancia al aparato militar. Los desfiles, uniformes, himnos y banderas transmitían las ideas nacionalistas.
- Rasgos fascistas. La utilización de símbolos y uniformes, la exaltación de la figura del caudillo y la violencia como medio político fueron algunos rasgos que el franquismo compartió con otros regímenes fascistas. Algunos aspectos externos más comprometedores (como el saludo fascista) fueron atenuados tras la derrota de Hitler y Mussolini en 1945.
- Ver además: Fascismo
Institucionalización del régimen dictatorial
Durante su primera etapa de gobierno, Franco estableció el régimen legal sobre el cual se organizó el poder dictatorial.
El dictador, que concentraba todo el poder, asumió la función constituyente. Poco a poco el régimen fue aprobando diversas leyes orgánicas, que configuraron lo que se conoce como las Leyes Fundamentales del Movimiento:
- Fuero del Trabajo (1938). Prohibía los sindicatos. Siguiendo el modelo fascista, la Organización Sindical se configuró como el sindicato único controlado por la Falange.
- Ley Constitutiva de las Cortes (1942). Establecía la creación de cortes, elegidas por sufragio indirecto organizado en torno a diversas corporaciones: la familia, el municipio, y el sindicato. En la práctica, los representantes elegidos eran los que deseaba el régimen.
- Fuero de los Españoles (1945). Establecía la declaración teórica de derechos y deberes, según la mentalidad tradicionalista y católica. No supuso ningún reconocimiento real de derechos políticos o sociales.
- Ley de Referéndum Nacional (1945). Permitía al jefe del Estado convocar plebiscitos para que el pueblo, en un marco de ausencia de libertades, refrendara una ley.
- Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1946). España fue declarada "reino" y Franco se atribuyó el poder de proponer su futuro sucesor. Esta ley constituyó una gran decepción para los monárquicos, que creían que Franco traería de vuelta al trono de los Borbones.
Economía durante el primer franquismo
Autarquía de posguerra
Al finalizar la Guerra Civil en 1939, la economía española estaba en crisis. España había quedado diezmada demográficamente; el hambre y la extrema necesidad eran la realidad cotidiana de una gran parte de la población.
Por otro lado, el contexto internacional estaba marcado por el aumento de las tensiones que, ese mismo año, llevaron al estallido de la Segunda Guerra Mundial, frente a la cual España se mantuvo neutral.
La solución que dio el régimen franquista a la penuria económica estuvo marcada por el modelo creado en la Italia de Mussolini y consolidado en la Alemania de Hitler: la autarquía, una política económica basada en la búsqueda de la autosuficiencia económica y la intervención del Estado.
El intervencionismo del Estado se extendió por gran parte de la economía nacional. El Estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar los excedentes de sus cosechas. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 para controlar a la industria española y se estableció un rígido control del comercio exterior.
Por otro lado, en el contexto de escasez e intervención estatal, se consolidó el mercado negro, conocido como el estraperlo. A su vez, la economía estaba atravesada por la corrupción sobre las licencias de importación y exportación, y sobre la administración de los suministros al Estado.
Reestructuración económica
El evidente fracaso del modelo autárquico llevó a que desde los inicios de los años cincuenta se produjera un giro en la política económica.
En 1952 se puso fin al racionamiento de alimentos y comenzó la liberalización parcial del comercio y la circulación de mercancías. Estas medidas generaron una expansión económica.
La Guerra Fría y el consiguiente cambio en la política internacional norteamericana propiciaron que desde 1951 comenzara a llegar ayuda económica estadounidense. Aunque fue inferior a la recibida por los países beneficiarios del Plan Marshall, esta ayuda permitió las importaciones de bienes de equipo, que eran imprescindibles para el desarrollo industrial.
En 1954, se superó la renta por habitante de 1935. Sin embargo, el incipiente desarrollo trajo una fuerte inflación de los precios. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente.
Finalmente, Franco permitió la entrada en el gobierno en 1957 de un grupo de tecnócratas en economía, administración y gestión estatal. . Estos nuevos ministros diseñaron el giro definitivo en la política económica: el Plan de Estabilización de 1959, con el que comienza el “segundo franquismo”.
Política interior durante el primer franquismo
Periodo de posguerra
La década de los cuarenta es conocida como “los años del hambre" y estuvo caracterizada por:
- El racionamiento de los alimentos.
- La extensión del mercado negro.
- La corrupción generalizada entre burócratas o allegados del Estado.
La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939 fue la herramienta jurídica utilizada para la dura represión que llegó al final de la guerra. El número de prisioneros políticos fue tan grande que se tuvieron que habilitar campos de concentración a lo largo de todo el país. Las ejecuciones se contaron por decenas de miles.
La represión de la posguerra propició un clima de terror generalizado entre gran parte de la población, especialmente en las ciudades, las zonas industriales y el sur del país.
Conflictos políticos internos de la década del 50
Tras el terror y la paralización del país durante los años cuarenta, en los años cincuenta aparecieron las primeras protestas de la oposición.
En 1956, tuvieron lugar diversos incidentes en la Universidad de Madrid entre estudiantes antifranquistas y miembros del SEU. El boicot a los tranvías en Barcelona, en 1951, mostraba las primeras protestas obreras.
Sin embargo, esta reactivación de la oposición tuvo una incidencia muy débil. Lo más importante políticamente del período fue el acceso al gobierno de varios ministros del Opus Dei al gobierno, en 1957. Esta incorporación fue la antesala de la reforma económica de 1959 que trajo la liberalización de la economía y el desarrollo de los sesenta.
El inmovilismo político quedó consagrado en 1958 con la aprobación de la Ley de Principios del Movimiento Nacional, en la que simplemente se resumían los viejos principios ideológicos del régimen.
El fin del aislamiento internacional quedó claramente expuesto con la visita del presidente estadounidense Eisenhower a España en 1959. El abrazo entre el general que había intervenido de forma clave en la derrota de Hitler y el dictador que había sido aliado del Führer mostraba cómo la Guerra Fría había cambiado la política internacional.
- Ver también: Segundo franquismo
Política exterior durante el primer franquismo
Alianza con las potencias fascistas
El 7 de abril de 1939, recién acabada la Guerra Civil, Franco hizo pública su adhesión al Pacto Antikomintern, el acuerdo anticomunista que asociaba a la Alemania nazi, la Italia fascista y Japón.
En octubre de 1940, tras la invasión alemana de Francia, tuvo lugar una entrevista entre Franco y Hitler para negociar la entrada de España a la guerra. Hitler no aceptó las ambiciosas pretensiones de Franco sobre el Marruecos francés y la incorporación a la guerra de un país exhausto no era de gran interés para el Eje. Sin embargo, para mostrar su apoyo a las potencias fascistas, España envió una tropa de voluntarios, conocida como la División Azul, a luchar junto a las tropas nazis en el frente ruso.
Las derrotas del Eje hicieron que a partir de 1942 Franco comenzara un cauteloso giro en su política internacional y comenzara a buscar la conciliación con los países aliados. La destitución de su cuñado Serrano Súñer (que estaba demasiado vinculado con la política alemana para los nuevos tiempos) muestra este cambio de actitud.
Aislamiento internacional y cambios internos
La dictadura de Franco era considerada aliada de las potencias fascistas recién derrotadas. Por eso, en 1946 la Asamblea General de las Naciones Unidas votó contra el ingreso de España en esta institución.
A esta condena internacional siguieron años de aislamiento económico y político, aunque EE. UU. trataba de no romper completamente con un régimen que podía ser su aliado en la recién iniciada Guerra Fría. Pese a ello, España no recibió ninguna ayuda del Plan Marshal, ni fue admitida en la OTAN.
En este contexto, la dictadura franquista trató de mejorar su imagen internacional. Para eso, comenzó a reducir el protagonismo de los falangistas y de todos los símbolos que recordaran a las potencias del Eje. Paralelamente, los católicos obtenían mayor presencia en la dictadura. El apoyo de la Santa Sede era esencial para salir del aislamiento internacional.
Fin del aislamiento: el acuerdo con Estados Unidos
Con el comienzo de la Guerra Fría, la hostilidad hacia la URSS provocó un giro en la posición internacional estadounidense. En 1950, la ONU recomendó el fin del aislamiento diplomático de España.
En 1953 se firmaron los Acuerdos bilaterales con Estados Unidos, que permitieron la instalación de bases militares estadounidenses en España en Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón y Rota. A cambio, España recibió ayuda económica estadounidense.
También en 1953 se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede, que establecía formalmente el vínculo entre el Estado español y la Iglesia Católica. Franco obtuvo el privilegio de intervenir en el nombramiento de obispos y la Iglesia obtuvo recompensas económicas, competencia en asuntos civiles y control directo sobre el sistema educativo español.
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Referencias
- Juliá, S., García Delgado, J. L., Jiménez, J. C., y Fusi, J. P. (2007). Dictadura. En La España del siglo XX. Marcial Pons Ediciones Historia.
- Martorell, M. y Juliá, S. (2012). La dictadura del general Franco. En Manual de historia política y social de España (1808-2011). RBA Libros.
- Villacañas Berlanga, J. L. (2014) Franquismo. En Historia del poder político en España. RBA Libros.
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