Te explicamos qué fue el Pacto de Múnich y cuáles fueron sus resoluciones. Además, sus consecuencias y su relación con el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
¿Qué fue el Pacto de Múnich?
El Pacto de Múnich fue un acuerdo alcanzado en septiembre de 1938 por los gobiernos de Alemania, el Reino Unido, Francia e Italia, y que permitió la anexión alemana de los Sudetes, una región de Checoslovaquia.
El líder alemán Adolf Hitler había anexado Austria en marzo de 1938 y buscaba la anexión de los Sudetes con el argumento de que la mayoría de sus habitantes eran de origen alemán. Los Sudetes habían quedado bajo la soberanía de Checoslovaquia en 1919, cuando los tratados de paz que siguieron a la Primera Guerra Mundial (1914-1918) llevaron a la creación del Estado checoslovaco.
Aunque Francia había firmado un compromiso de defensa de Checoslovaquia en caso de ataque alemán, aceptó adherirse a la política de apaciguamiento del Reino Unido. La política de apaciguamiento consistía en aceptar algunas demandas del líder nazi para evitar un enfrentamiento militar con Alemania.
Tras algunas discrepancias diplomáticas, los líderes de Alemania, el Reino Unido, Francia y, como mediador, Italia celebraron una conferencia en Múnich. El resultado de la conferencia fue la firma del Pacto de Múnich el 30 de septiembre de 1938.
Checoslovaquia debía ceder los Sudetes a Alemania a cambio de la promesa alemana de no invadir el resto del territorio checoslovaco. En marzo de 1939, Alemania incumplió el pacto e invadió Checoslovaquia.
Preguntas frecuentes
¿Qué fue el Pacto de Múnich?
El Pacto de Múnich fue un acuerdo firmado por los gobiernos de Alemania, Francia, el Reino Unido e Italia, por el que se aceptó la anexión alemana de la región checoslovaca de los Sudetes, habitada mayoritariamente por población alemana.
¿Cuándo se firmó el Pacto de Múnich?
El Pacto de Múnich fue firmado el 30 de septiembre de 1938 en la ciudad de Múnich. Sus firmantes fueron los líderes del Reino Unido (Neville Chamberlain), Francia (Édouard Daladier), Alemania (Adolf Hitler) e Italia (Benito Mussolini).
¿Qué razones llevaron a Francia y el Reino Unido a firmar el Pacto de Múnich?
Francia y el Reino Unido buscaban evitar una nueva guerra en Europa, por lo que eligieron seguir la política de apaciguamiento promovida por el gobierno británico: acceder a algunas demandas de Hitler, como la anexión de la región de los Sudetes, para evitar un enfrentamiento militar.
¿Cuáles fueron las consecuencias del Pacto de Múnich?
El Pacto de Múnich permitió la anexión alemana de los Sudetes a cambio de la negativa alemana a invadir el resto de Checoslovaquia. Sin embargo, la consecuencia del Pacto de Múnich fue la desintegración de Checoslovaquia debido a que, posteriormente, se produjeron la anexión polaca de Teschen, la ocupación húngara de territorios de Eslovaquia y Rutenia y, finalmente, la invasión nazi del resto del territorio checoslovaco en marzo de 1939.
Ver además: Expansión alemana antes de la Segunda Guerra Mundial
El contexto histórico
Tras la llegada de Adolf Hitler al poder en 1933, Alemania inició una política de rearme que transgredió lo acordado en el Tratado de Versalles de 1919. Pronto Alemania restableció el servicio militar obligatorio y recuperó el control sobre la región del Sarre, que había quedado en manos de Francia.
En 1936, Hitler ordenó la reocupación militar de Renania, en el oeste de Alemania, y apoyó militarmente al bando sublevado en la guerra civil española (1936-1939), mientras que Francia y el Reino Unido se comprometieron a no intervenir en el conflicto español para evitar un enfrentamiento directo con la Alemania nazi y la Italia fascista.
En 1937, Neville Chamberlain accedió al cargo de primer ministro del Reino Unido y promovió la política de apaciguamiento (appeasement), que consistía en ceder a algunas exigencias de Hitler para calmar sus impulsos expansionistas y evitar una nueva guerra mundial.
Hitler aprovechó la pasividad de los gobiernos británico y francés y comenzó la expansión alemana hacia el este. En marzo de 1938 anexionó Austria (proceso conocido como Anschluss) y el paso siguiente fue intentar la anexión de la región de Checoslovaquia que tenía población mayoritariamente alemana: los Sudetes.
Las insistentes reclamaciones de Hitler sobre el territorio de los Sudetes en Checoslovaquia precipitaron una grave crisis en el verano europeo de 1938. Chamberlain se entrevistó dos veces con el Führer en septiembre de 1938, con el objetivo de garantizar una salida pacífica a la situación. Finalmente, el 29 de septiembre de 1938 se reunió en Múnich una conferencia a la que asistieron Benito Mussolini (líder de la Italia fascista), Hitler, Chamberlain y el presidente del Consejo de Ministros de Francia, Édouard Daladier.
A la reunión no fueron invitados ni las autoridades de la Unión Soviética (URSS), que se habían comprometido a cumplir su acuerdo de asistencia mutua con Checoslovaquia en caso de un ataque alemán, ni el gobierno checoslovaco. Francia también había firmado un acuerdo de asistencia mutua con Checoslovaquia, pero lo incumplió al firmar el Pacto de Múnich.
Ver también: Período de entreguerras (tercera etapa)
El Pacto de Múnich y sus consecuencias
En la conferencia de Múnich, Hitler endureció aún más sus posiciones y consiguió prácticamente todo lo que reclamaba: el gobierno checoslovaco debía evacuar inmediatamente las regiones con predominio de población alemana (el plazo para cumplir la evacuación era del 1 al 10 de octubre). Alemania se anexionaba así más de 16.000 kilómetros cuadrados, donde vivían 3.500.000 personas, entre ellas más de 700.000 checas.
Además, Polonia aprovechó la indefensión checoslovaca y el 1 de octubre de 1938 se anexionó el territorio de Teschen, con 240.000 habitantes de los que menos de 100.000 eran polacos. Hungría se anexionó una importante franja de Eslovaquia y Rutenia, con más de un millón de habitantes.
Francia y el Reino Unido, que debido a la firma del Pacto de Múnich habían permitido la desmembración de Checoslovaquia, se comprometieron a defender las fronteras de lo que quedaba del Estado checoslovaco.
Antes de abandonar Múnich, Hitler y Chamberlain firmaron un documento en el que declararon su deseo de garantizar la paz mediante la consulta y el diálogo. Daladier y Chamberlain fueron recibidos en París y Londres por multitudes que los saludaron como salvadores de la paz. Chamberlain proclamó que traía “la paz con honor, la paz de nuestro tiempo”.
La realidad pronto mostró hacia dónde había llevado la política de apaciguamiento de Chamberlain: en marzo de 1939, Hitler invadió lo que quedaba de Checoslovaquia y estableció el Protectorado de Bohemia y Moravia. Los acuerdos de Múnich se convirtieron en el símbolo del fracaso de la política de apaciguamiento para detener el expansionismo alemán.
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Referencias
- Britannica, Encyclopaedia (2023). Munich Agreement. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Cabrera, M., Juliá, S. & Martín Aceña, P. (comps.) (1991). Europa en crisis. 1919-1939. Editorial Pablo Iglesias.
- Kershaw, I. (2013). Un amigo de Hitler. Inglaterra y Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial. Península.
- Sevillano Calero, F. (2020). La Europa de entreguerras. El orden trastocado. Síntesis.
- Stone, N. (2013). Breve historia de la Segunda Guerra Mundial. Ariel.
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