Te contamos quién fue Margaret Thatcher y cómo se convirtió en la primera mujer en ejercer el cargo de Primer Ministro del Reino Unido. Además, su ideología y sus políticas internacionales.
Margaret Thatcher fue una política británica del Partido Conservador que dirigió el Reino Unido por más de once años. Fue la primera mujer (y por más de veinte años, la única) en ejercer el cargo de Primer Ministro y, además, lo hizo por once años consecutivos, desde 1979 hasta 1990, al ganar tres elecciones generales sucesivas.
Thatcher es una de las figuras más controversiales de la política internacional. Quienes la apoyan, resaltan que durante su gobierno revivió la economía británica, reformó instituciones que estaban obsoletas y combatió la idea de que el Reino Unido se encontraba en declive desde la Segunda Guerra Mundial. Thatcher se enfrentó a una situación internacional compleja y jugó un rol fundamental en el periodo final de la Guerra Fría.
Por otro lado, es criticada por sus políticas económicas y sociales que ampliaron la brecha de desigualdad en el Reino Unido. La privatización de las empresas de servicios públicos y los recortes presupuestarios a las áreas de vivienda, educación y servicios sociales llevaron a que un amplio sector de la clase trabajadora británica se manifestara en su contra a lo largo de los tres mandatos.
Más allá de las distintas posturas, el gobierno de Margaret Thatcher constituyó un periodo fundamental de la historia británica. Thatcher modificó casi todos los aspectos de la política nacional y consolidó la importancia del Reino Unido en la política internacional. En el mundo, se la reconoce como una de las principales líderes de derecha que defendió la democracia y el crecimiento de las economías de libre mercado.
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La vida privada de Margaret Thatcher
Margaret Thatcher nació en Grantham, Lincolnshire, Reino Unido el 13 de octubre de 1925, con el nombre de Margaret Hilda Roberts. Su padre se llamaba Alfred Roberts y su madre Beatriz Ethel Stephenson. Eran una familia de clase media, de religión metodista (una Iglesia cristiana) y de orientación política liberal. El padre de Margaret fue alcalde de Grantham en 1945 y 1946, y regidor hasta 1952.
Margaret Roberts hizo sus estudios en Kesteven y en la Grantham Girls School, la escuela local para niñas, donde se destacó por sus calificaciones y su trabajo como delegada escolar. Entre 1943 y 1947 estudió química en Oxford y se graduó con honores con el título de Bachelor of Science. Además, mientras estudiaba militó con los grupos conservadores de la universidad y en 1946 se convirtió en la presidenta de la Asociación de Conservadores de la Universidad de Oxford.
Al terminar sus estudios de grado, consiguió trabajo como investigadora química en Colchester, Essex. Allí se unió a la Asociación de Conservadores local y se relacionó con los grupos conservadores de diferentes ciudades.
En 1951 conoció a Dennis Thatcher, con quien se casó ese mismo año. Entre 1952 y 1953 estudió abogacía en el Colegio de Abogados y se especializó en derecho tributario. En 1953 tuvo a sus hijos mellizos, Carol y Mark.
Los inicios de la carrera política de Margaret Thatcher
La militancia de Margaret Thatcher durante sus años universitarios la llevaron a relacionarse con las diferentes grupos conservadores de la región. Desde 1947 participó en la Asociación de Conservadores de Colchester, Essex y, desde el año siguiente, en la de Dartford, Kent.
En 1950 y 1951 fue la candidata conservadora para la ciudad de Dartford y, aunque no ganó el escaño en las elecciones, llamó la atención en los medios de comunicación por ser la candidata más joven de las elecciones y, además, mujer.
En 1958, luego de unos años dedicados a sus estudios y al nacimiento de sus hijos, volvió a enfocarse en la política. Fue seleccionada como candidata para el barrio de Finchley en Londres. Al año siguiente, en las elecciones de 1959, fue seleccionada para ingresar al Parlamento.
El crecimiento de Margareth Thatcher en el Partido Conservador
Entre 1959 y 1969, Margaret Thatcher fue creciendo dentro del Partido Conservador. En una de sus primeras sesiones, votó a favor de la restauración del birching, la práctica de castigar con golpes de vara a los niños en la escuela. En 1961 obtuvo el cargo de secretaria parlamentaria en el Ministerio de Pensiones y Asuntos Sociales. Desde 1964, militó como una fuerte opositora al gobierno laborista.
En 1970, el Partido Conservador ganó las elecciones generales y Edward Heath asumió como primer ministro. Margaret Thatcher fue nombrada como ministra de Educación y Ciencia. Como ministra, orientó su política educativa a la reducción de gastos, con la creencia de que el gobierno estaba sobrecargado de programas sociales producto de las políticas del Estado de Bienestar.
En consecuencia, Thatcher tomó la polémica decisión de terminar con la política nacional de proveer leche a los niños de edad escolar. Esta iniciativa tuvo un alto costo político ya que fue ampliamente criticada en los medios de comunicación y por el Partido Laborista (principal opositor al Partido Conservador).
En el contexto de la crisis internacional de 1973, el primer ministro Heath perdió apoyo y el Partido Conservador perdió las elecciones de 1974 frente al Partido Laborista. Hacia 1975, Thatcher logró convertirse en la principal líder del partido.
Margareth Thatcher como líder de la oposición
Las ideas principales que defendió Thatcher durante este periodo giraron en torno a dos tópicos: el discurso económico liberal y la posición del Reino Unido en el contexto de la Guerra Fría como política exterior.
En relación a la política interior, Thatcher defendió el discurso económico liberal en contra de las políticas proteccionistas del Estado de Bienestar, que se venían implementando en Gran Bretaña en las últimas décadas y que eran el núcleo del discurso del Partido Laborista. Ella sostenía que debía haber una menor intervención estatal en los asuntos económicos y sociales: menos gastos de administración, menos impuestos, más libertad comercial y más libertad de consumo.
Respecto a la política exterior, Thatcher creía que la Unión Soviética había ganado una importante ventaja militar respecto a Occidente en el marco de la Guerra Fría. En consecuencia, llamaba a que la Organización del Atlántico Norte (OTAN) aumentara sus gastos en defensa militar y sostenía que Estados Unidos debía ser el principal aliado británico para garantizar la libertad de los países occidentales frente a la amenaza del Bloque comunista.
Por estas declaraciones, en 1976 Margaret Thatcher comenzó a ser conocida como “la dama de hierro”, un apodo publicado en un periódico soviético.
En 1979, Thatcher y el Partido Conservador ganaron las elecciones generales con más del 43% de los votos y lograron la mayoría de bancas en la Cámara de los Comunes (una de las cámaras parlamentarias británicas). Margaret Thatcher se convirtió en la primera mujer en ejercer el cargo de Primer Ministro del Reino Unido.
El gobierno de Margaret Thatcher (1979-1990)
Margaret Thatcher ejerció como Primera Ministra del Reino Unido por tres mandatos consecutivos: 1979-1983, 1983-1987 y 1987-1990. Las principales características de su gobierno fueron la implementación de un paquete económico liberal y la privatización de las empresas de servicios públicos en el ámbito económico.
Respecto a la política interna, reorientó los gastos estatales al minimizar la inversión en educación y aumentar los gastos en seguridad. Además, se enfrentó al movimiento sindical y al movimiento separatista irlandés.
En política internacional, fue una importante aliada de Ronald Reagan (presidente de Estados Unidos) y jugó un papel fundamental en las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética desde que Mijail Gorbachov asumió como líder del país comunista.
Economía durante el gobierno de Margaret Thatcher
Durante su gobierno, Thatcher enfocó sus políticas económicas liberales hacia la privatización de las empresas estatales destinadas a servicios públicos, la disminución de los impuestos directos sobre la propiedad y el aumento de las tasas de interés (para limitar la oferta monetaria y controlar la inflación). Redujo las inversiones estatales en educación, servicios sociales y vivienda, y aumentó los gastos públicos en seguridad y salud.
En los primeros años de su mandato, estas reformas llevaron a una grave crisis caracterizada por la caída de la producción industrial y el aumento del desempleo y de los niveles de pobreza. Hacia mediados de la década de 1980, el gobierno logró limitar la inflación y bajar las tasas de interés.
Durante su último mandato, introdujo una reforma en el sistema de impuestos local e impuso un impuesto directo doméstico que fue duramente criticado por la población y desencadenó una serie de huelgas en su contra.
Sociedad durante el gobierno de Margaret Thatcher
Los trabajadores estatales fueron el sector más perjudicado por las políticas de privatización de las empresas de servicios públicos y de la relajación de la regulación estatal de los asuntos económicos. En consecuencia, los sindicatos se constituyeron como uno de los principales opositores al gobierno de Thatcher.
En 1984 y 1985, el movimiento sindical se manifestó en una serie de huelgas luego del despido de más de 20.000 trabajadores ante el cierre de decenas de minas de hierro de administración estatal. Las huelgas organizadas por diferentes sectores de trabajadores se mantuvieron a lo largo del gobierno de Thatcher. Sin embargo, el poder de los sindicatos comenzó a ser cada vez más limitado y las manifestaciones fueron reprimidas.
La cuestión de Irlanda del Norte durante el gobierno de Margaret Thatcher
Uno de los principales problemas que tuvo que enfrentar Margaret Thatcher durante su gobierno fue la cuestión de los presos políticos del movimiento nacionalista irlandés separatista.
En 1976, el gobierno del Reino Unido había retirado el estatus de presos políticos a las personas condenadas por actos relativos al movimiento separatista. Desde entonces, se los trataba como presos comunes y se desconocía de esta manera la lucha del movimiento. Thatcher continuó la política del gobierno anterior.
En 1980 y 1981, los prisioneros separatistas liderados por Bobby Sands hicieron una serie de huelgas de hambre para elevar la protesta. Thatcher se negó públicamente a reconocer la petición de los presos y ratificó su carácter de “criminales comunes”.
En 1984, el Ejército Repúblicano Irlandés Provisional (IRA) llevó a cabo un atentado contra la vida de Thatcher y otros políticos en el Hotel Brighton, donde se hospedaban para participar de una conferencia del Partido Conservador. Thatcher salió ilesa pero murieron cinco personas.
Al día siguiente, la conferencia se llevó a cabo y Thatcher mostró públicamente que no sería derrotada fácilmente. Por la violencia del movimiento separatista, un gran sector de la población inglesa empatizó con Thatcher y admiró su fortaleza.
En 1985, el gobierno de Thatcher concedió a la República de Irlanda el papel de consejero del gobierno de Irlanda del Norte. Esto fue un acto repudiado por los “unionistas” (los irlandeses que estaban a favor de integrar el Reino Unido) y todos los ministros del movimiento renunciaron a sus cargos, como un acto de protesta contra el gobierno de Thatcher.
Política exterior del gobierno de Margaret Thatcher
Uno de los aspectos más importantes del gobierno de Margaret Thatcher fue su política exterior. En el marco de la Guerra Fría, Thatcher decidió fortalecer su alianza con Estados Unidos, promovió una política de inversión en armas dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para hacer frente al poderío soviético y luego ayudó a mejorar las relaciones occidente-oriente cuando Mijail Gorbachov se convirtió en líder de la Unión Soviética.
En relación a Estados Unidos, Thatcher desarrolló un vínculo especial con el presidente Ronald Reagan, con quien mantuvo comunicación constante y reuniones periódicas. Este vínculo tuvo consecuencias directas sobre la evolución del último periodo de la Guerra Fría. Thatcher apoyó la campaña de Reagan para consolidar las defensas del Bloque occidental y presionó al resto de los países europeos en este sentido.
Por otro lado, a partir de 1984, Thatcher jugó un rol fundamental en facilitar la mejora de las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Intervino en las conversaciones entre Reagan y Mijail Gorbachov y ayudó a consolidar un tratado histórico para alcanzar el desarme gradual de ambos bloques.
En relación a Europa, Thatcher estuvo en contra de la centralización europea y del integracionismo. Se opuso a crear una estructura federal de la Comunidad Europea y sostenía que la organización debía limitarse a asuntos económicos para asegurar el libre comercio entre las naciones europeas.
Otro de los eventos políticos más importantes durante el gobierno de Thatcher fue la guerra contra Argentina en la Guerra de Malvinas, por territorios que se encontraban en disputa desde el siglo XIX. En 1982, el gobierno militar de Argentina ocupó las islas y, en respuesta, Thatcher ordenó la invasión naval para recuperar su control.
Estas acciones británicas recibieron el apoyo de todos los países de la OTAN y la mayoría de la comunidad internacional occidental. En menos de un mes, la armada británica derrotó a los argentinos y reconquistó los territorios.
Final del gobierno de Thatcher y últimos años
A finales de la década de 1980, las políticas sociales de Thatcher y su política económica llevaron a un descontento general. Las diferentes encuestas de opinión indicaban que el Partido Laborista ganaría las elecciones siguientes.
Esto llevó a que dentro del Partido Conservador se cuestionara el liderazgo de Thatcher y se realizaran elecciones internas. En noviembre de 1990, los conservadores definieron la renuncia de Thatcher como primera ministra del Reino Unido y su reemplazo por el canciller John Major.
En los años siguientes fue diputada en la Cámara de los Comunes por dos años y luego se retiró definitivamente del ejercicio político. Sin embargo, continuó manifestándose y opinando sobre los diferentes asuntos políticos contemporáneos.
Trabajó como consultora para empresas privadas, fue rectora de la Universidad de Buckingham y de la Universidad de William y Mary. Además, fue la primera Primer Ministro honrada en vida, con una estatua de bronce en la Cámara de los Comunes por su servicio a la nación.
Durante la década del 2000 su salud empeoró, comenzó a tener problemas cerebrovasculares y debió ser internada en diferentes ocasiones. Finalmente, Margaret Thatcher falleció a los 87 años, el 8 de abril de 2013 en Londres.
La visión de Margaret Thatcher sobre Europa
Una de las cuestiones políticas internacionales más importantes en las que intervino Margaret Thatcher durante su mandato fue el debate sobre la naturaleza de la Comunidad Europea. En ese momento se estaba planteando la idea de la integración europea, de crear una estructura federal y centralizar la toma de decisiones de la organización.
Thatcher apoyaba la incorporación del Reino Unido a la Comunidad Europea pero estaba en contra de la integración política. En cambio, sostenía que debían resguardarse la autonomía y libertad de los diferentes países europeos y que las actividades de la Comunidad debían limitarse en el aspecto económico para asegurar la prosperidad y el libre comercio.
"Discurso de Brujas"
Europa no es una creación del Tratado de Roma. La idea de Europa no es de la propiedad de ningún grupo o institución. Los británicos somos herederos del legado de la cultura europea como cualquier otra nación. Nuestros lazos con el resto de Europa, el continente europeo, han sido un factor dominante en nuestra historia. Por 300 años fuimos parte del Imperio Romano (...)
Este año celebramos el 300 aniversario de la Gloriosa Revolución (...) En Gran Bretaña estamos muy orgullosos del camino en el que, desde la Carta Magna de 1215, hemos sido pioneros en el desarrollo de instituciones representativas como fortalezas de la libertad. Y orgullosos también de la forma en la que por siglos Gran Bretaña ha constituido un hogar para personas del resto de Europa que buscaban un santuario lejos de la tiranía.
Pero sabemos también que sin el legado europeo de las ideas políticas no podríamos haber logrado tanto de lo que hemos hecho (...)
Muy a menudo la historia de Europa es descrita como una serie de guerras y disputas. Sin embargo, desde nuestra perspectiva actual seguramente encontramos muchas más cosas de nuestra común experiencia (...)
Los británicos tienen una especial forma de contribuir con Europa. Por muchos siglos hemos contribuido a evitar que Europa cayera bajo el dominio de una sola potencia. Hemos luchado y muerto por su libertad. A pocas millas de aquí en Bélgica están enterrados los cuerpos de 120.000 británicos que murieron en la Primera Guerra Mundial. Todo ello no ha sido por la buena voluntad de luchar y morir. Europa podría haber estado unida hace ya mucho tiempo, pero sin libertad, sin justicia. El apoyo británico a los movimientos de resistencia a lo largo de la última guerra ayudó a mantener la llama de la libertad en muchos países hasta el día de la liberación. Todas estas cosas son prueba de nuestro compromiso con el futuro de Europa.
La Comunidad Europea es una manifestación de la identidad europea. Pero no la única. Nunca debemos olvidar que al Este del “telón de acero” los pueblos que disfrutan de una parte de la cultura europea, sus libertades e identidad han sido cortadas de forma radical. Debemos considerar siempre a Varsovia, Praga y Budapest como grandes ciudades europeas.
No deberíamos olvidar que los valores europeos han ayudado a hacer de Estados Unidos un valiente defensor de la libertad como ellos la obtuvieron.
(...) Este es el resumen de cerca de 200 años de compromisos británicos en Europa, la cooperación con Europa y la contribución a Europa, contribución que hoy sigue siendo válida y tan fuerte como siempre. Sí, nosotros hemos mirado también a vastos horizontes —como otros— y gracias a Dios por ello, porque Europa nunca podría haber prosperado y nunca prosperará con miras estrechas, como un club que se mira hacia dentro.
La Comunidad Europea pertenece a todos sus miembros. Debe reflejar las tradiciones y las aspiraciones de todos sus miembros.
Dejarme ser clara. Gran Bretaña no sueña con algo cómodo, una existencia aislada en el margen de la Comunidad Europea. Nuestro destino es Europa, como parte de la Comunidad. Pero esto no significa que nuestro futuro esté sólo en Europa. Pero tampoco lo es de Francia o España, o de cualquier otro miembro.
La Comunidad no es un fin en sí mismo. No es un mecanismo institucional que debe ser constantemente modificado de acuerdo a los dictados de algún abstracto concepto. No debe ser dosificado por regulaciones interminables. La Comunidad Europea es la forma práctica por la cual Europa puede asegurar un futuro próspero y con seguridad de sus pueblos en un mundo en el que hay otras poderosas naciones y grupos de naciones (...)
Intentar suprimir el carácter nacional y concentrar el poder en el centro de un conglomerado europeo podría ser altamente dañino y podría poner en peligro los objetivos que esperamos lograr. Europa será más fuerte justamente porque conserva a Francia como Francia, a España como España, a Gran Bretaña como Gran Bretaña, cada una con sus costumbres, tradiciones e identidad. Sería absurdo tratar de hacerlas encajar en alguna clase de retrato robot de la personalidad europea.
Algunos de los padres fundadores de la Comunidad pensaron que los Estados Unidos podrían ser su modelo. Pero el conjunto de la historia de América es muy diferente de la de Europa (...).
Soy la primera en decir que uno de los grandes retos de Europa debería ser el hablar con una sola voz. Quiero vernos trabajar más estrechamente en todas las cosas que podamos hacer mejor juntos que solos. Europa es más fuerte cuando nosotros lo somos, ya sea en el comercio, la defensa, o en nuestras relaciones con el resto del mundo.
Pero trabajar más estrechamente no requiere un mayor poder centralizado en Bruselas o que las decisiones sean tomadas por una burocracia que ha sido nombrada. Resulta irónico que justo cuando esos países, como por ejemplo la Unión Soviética, que han tratado de dirigir todo desde el centro, están aprendiendo que el éxito depende de distribuir el poder y las decisiones lejos del mismo, haya dentro de la Comunidad quien quiera ir en dirección opuesta. No hemos hecho retroceder las fronteras del Estado en Gran Bretaña sólo para ver cómo se vuelven a imponer a escala europea, con un superestado ejerciendo un nuevo dominio desde Bruselas. (...)
Hagamos de. Europa una familia de naciones que se comprendan mejor mutuamente, que se aprecien recíprocamente, que hagan las cosas juntas, pero gozando de nuestra identidad nacional no menos que de nuestra empresa común europea. Tengamos una Europa que desempeñe con plenitud su papel en el mundo, que mire hacia afuera y no hacia dentro, y que preserve esa Comunidad Atlántica, esa Europa a ambas orillas del Atlántico que es nuestra herencia más noble y nuestra mayor fuerza.
Brujas
20 de septiembre de 1988
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Referencias
- Instituto Res Pública (2012). “Margaret Thatcher”.Personajes Públicos, Nº 001. Disponible en: https://www.respublica.cl/
- Palmowski, J. (2000). "Thatcher, Margaret". A dictionary of twentieth-century world history. Oxford University Press.
- Van Dijk, R., Gray, W. G., Savranskaya, S., Suri, J., & Zhai, Q. (Eds.). (2013). “Thatcher, Margaret”. Encyclopedia of the Cold War. Routledge.
- Young, Hugo (2023). "Margaret Thatcher''. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
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