Te explicamos qué fue la Prehistoria en la península ibérica, sus características y períodos. Además, los primeros humanos en la Península.
¿Qué fue la Prehistoria en la península ibérica?
El término Prehistoria hace referencia a las épocas más antiguas de la historia de la humanidad, desde el origen del ser humano hasta la aparición de la escritura. Lo que caracteriza a la Prehistoria no es solo su antigüedad sino que su investigación se basa en el trabajo de arqueólogos, paleoantropólogos y otros especialistas que estudian sociedades que no dejaron registros escritos.
En los últimos tiempos se ha avanzado de forma considerable en el conocimiento de este largo período. La extensión de los estudios arqueológicos y los adelantos científicos contribuyeron a desarrollar sistemas de datación mucho más seguros, acompañados del perfeccionamiento de otras técnicas de análisis.
Las culturas prehistóricas de distintas regiones del mundo tuvieron sus particularidades. En la península ibérica, los primeros indicios de ocupación del género Homo corresponden a los restos fósiles de la especie Homo antecessor hace más de 800.000 años. Respecto al ser humano anatómicamente moderno (el Homo sapiens sapiens), apareció en la Península por primera vez hace 35.000 años.
Los períodos que componen la Prehistoria del ser humano moderno (Homo sapiens sapiens) en la península ibérica se dividen en:
- Paleolítico Superior (35.000-10.000 a. C.). Los hombres eran cazadores recolectores.
- Mesolítico o Epipaleolítico (10.000-6000 a. C.). Comienza una época de incipiente sedentarización.
- Neolítico (6000-3000 a. C.). Comienza la domesticación de plantas y animales, junto con la producción de recipientes de cerámica.
- Edad de los Metales. Se introduce la metalurgia y otras innovaciones técnicas y sociales. Esta etapa comprende las edades del Cobre (desde el 3000 o 2700 hasta el 2000 o 1800 a. C.), del Bronce (desde el 2000 o 1800 hasta el 750 a. C.) y del Hierro (desde el 750 hasta el 200 a. C.). Los momentos finales son considerados Protohistoria, pues los testimonios arqueológicos pueden ser complementados con fuentes escritas (especialmente de griegos y romanos).
- Ver además: Prehistoria
El proceso de hominización
Uno de los grandes temas de investigación sobre el pasado prehistórico es el proceso de hominización: la secuencia evolutiva que condujo a la aparición del género Homo y, en particular, al Homo sapiens (el ser humano moderno). Para conocer este proceso, los prehistoriadores, paleoantropólogos y arqueólogos estudian los restos fósiles humanos, así como los utensilios u otros restos que aparecen asociados a ellos en los yacimientos arqueológicos.
El consenso general entre los estudiosos es que la hominización comenzó en África. El Australopithecus, cuyos restos más antiguos fueron datados en torno a 4.200.000 años atrás, evolucionó hacia el Homo habilis hace 2.400.000 años. El Homo habilis es la primera especie humana (es decir, del género Homo) conocida.
En adelante, el panorama de la evolución se hizo cada vez más complejo. Dos especies posteriores, Homo ergaster y Homo erectus, emigraron hacia Europa y Asia (aunque en general se denomina Homo erectus a los restos fósiles hallados específicamente en Asia).
Los primeros humanos en la península ibérica
Los restos humanos más antiguos hallados en la península ibérica se remontan a hace más de 800.000 años. En la Gran Dolina, en las sierras de Atapuerca (Burgos), se encontraron 86 restos fósiles humanos pertenecientes a cráneos y mandíbulas de seis individuos (cuatro niños y dos adultos), que vivieron hace más de 800.000 años y cuyas características antropomórficas parecen diferenciarlos de otros fósiles encontrados en Europa. Por esta razón, se considera que pertenecen a una especie derivada del Homo ergaster que, a partir de este hallazgo, recibió el nombre de Homo antecessor (“humano pionero” o “el que antecede a los demás”).
En la Sima de los Huesos, también ubicada en las sierras de Atapuerca, se hallaron abundantes restos fósiles humanos pertenecientes a alrededor de 28 individuos con 430.000 años de antigüedad. Tradicionalmente se consideró que correspondían a la especie Homo heidelbergensis, pero en la actualidad se estima que estaban emparentados con el Homo neanderthalensis, por lo que en ocasiones se los identifica como preneandertales.
Según el equipo de investigaciones de Atapuerca, estos primeros humanos llegaron a la Península desde África. Se supone que su desplazamiento hacia Europa pudo deberse al seguimiento de las manadas de animales de las que dependía su alimentación.
Las dos últimas especies del género Homo que aparecieron en el territorio peninsular fueron el Homo neanderthalensis, con una antigüedad en la Península de unos 95.000 años, y el Homo sapiens, hace unos 35.000 años.
El Paleolítico Superior
La existencia de seres humanos con anatomía moderna (Homo sapiens) está documentada en la península ibérica a partir del período Paleolítico Superior (35.000 a. C.). En un principio, estas poblaciones coexistieron con los neandertales, pero estos se extinguieron en torno al 28.000 a. C.
Las poblaciones paleolíticas fabricaban armas y utensilios de piedra o hueso, y practicaban la caza, la pesca y la recolección. Además, tenían un modo de vida nómada, aunque podían habitar estacionalmente en cuevas o cabañas.
El aspecto más llamativo de estas poblaciones es el arte rupestre. En la península ibérica se encontraron algunos de los ejemplares más importantes de este arte, como los bisontes y otros animales pintados en la cueva de Altamira (datados en torno a 14.000 a. C.).
La fase final del Paleolítico, que algunos investigadores llaman Mesolítico o Epipaleolítico, tuvo lugar aproximadamente entre el 10.000 y el 6000 a. C. En esta fase, coincidente con el fin de la glaciación, las poblaciones paleolíticas comenzaron a experimentar formas de vida sedentarias. También en esta etapa se documentaron los cementerios más antiguos de la península: las necrópolis de El Collado (Valencia) y Cabeço da Arruda (Torres Vedras).
- Ver además: Edad de Piedra
El Neolítico
El comienzo del período Neolítico en la península ibérica suele ser relacionado con la aparición de una clase de producción cerámica llamada “cerámica impresa”, a partir del 6000 a. C. En general, esta cerámica se encontró en las costas mediterráneas, por donde se expandieron la ganadería y la agricultura durante los dos milenios siguientes.
También se profundizó la tendencia a la sedentarización y creció el arte rupestre en la región levantina. En las fases finales del período Neolítico se difundió la construcción de monumentos megalíticos, especialmente en el sur de la península. Estas estructuras también se documentaron en el período posterior, conocido como Calcolítico o Edad del Cobre, que comenzó en torno al 3000 a. C.
La Edad de los Metales
La Edad de los Metales en la península ibérica se caracterizó por la introducción de la metalurgia y se subdivide en tres períodos:
- La Edad de Cobre comenzó en torno al 3000 a. C. y se caracterizó por la elaboración de herramientas de cobre, por el establecimiento de poblados en sitios elevados y por la ampliación de los monumentos megalíticos (como el dolmen de El Romeral, en Andalucía).
Hacia el final de esta etapa se produjo también la expansión de un tipo de cerámica llamado “vaso campaniforme”. Las máximas expresiones de la Edad del Cobre fueron la cultura de Los Millares, en el sudeste de la península, y la cultura del Tajo, junto a la desembocadura de este río.
- La Edad de Bronce, caracterizada por la obtención de bronce mediante una aleación de cobre y estaño, comenzó en el sudeste de la península ibérica en torno al 2000 o 1800 a. C. La principal cultura de este período fue la de El Argar, que toma su nombre de un sitio ubicado en Almería.
El uso del bronce permitió la elaboración de armas más efectivas, lo que se relacionó con una mayor tendencia al enfrentamiento militar entre los distintos grupos. Estos construían poblados amurallados en sitios elevados y dieron lugar a una forma de jerarquía social basada en la formación de aristocracias guerreras. Sin embargo, en esta etapa también se expandieron las relaciones de intercambio, si bien la base económica seguía siendo la actividad agrícola y ganadera. - La última fase de la Edad de los Metales, llamada Edad de Hierro, coincide a grandes rasgos con la Edad Antigua de la península ibérica (que comenzó con la llamada Protohistoria y concluyó con la dominación romana). La Edad del Hierro inició en torno a 750 a. C., cuando se introdujo la tecnología del hierro. En esta época se produjeron importantes vínculos con otras sociedades de la antigüedad, especialmente mediterráneas. Su final suele ser marcado en el momento de la conquista romana, en el siglo III a. C.
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Referencias
- Fundación Atapuerca (s.f.). Fundación Atapuerca. https://www.atapuerca.org/
- Harrison, R. J. et al. (2022). Spain. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
- Menéndez Fernández, M. (coord.) (2006-2007). Prehistoria y Protohistoria de la Península Ibérica. 2 tomos. UNED.
- Rodríguez García, L. (2018). Primeros europeos. Antecessor y Heidelbergensis. Fundación Atapuerca.
- Roldán Hervás, J. M. (2013). Historia antigua de España I. Iberia prerromana, Hispania republicana y alto imperial. UNED.
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