Porfirio Díaz

Te explicamos quién fue Porfirio Díaz, cómo fue su vida personal y estudios. Además, sus características y carrera política y militar.

Porfirio Díaz
Porfirio Díaz gobernó México durante treinta años.

¿Quién fue Porfirio Díaz?

José de la Cruz Porfirio Díaz Mori (1830-1915), mejor conocido como Porfirio Díaz, fue un militar mexicano que ejerció la presidencia de la República mexicana durante algo más de treinta años, los últimos veintiséis de manera consecutiva.

Su carrera militar fue brillante y se destacó durante la Segunda intervención francesa de México, un conflicto armado entre México y Francia que duró de 1862 a 1867. Comandó tropas en la Batalla de Puebla, el Sitio de Puebla, la Batalla de Miahuatlán y la Batalla de Carbonera. Además, organizó guerrillas contra los franceses en el estado de Oaxaca.

Llegó a la presidencia interina mediante un levantamiento en 1876 y fue elegido como presidente constitucional en 1877. Luego de ser sucedido por un político de su confianza en 1880, retornó a la presidencia en 1884 y continuó en ella ininterrumpidamente hasta 1911 gracias al mecanismo de la reelección.

El último mandato de Porfirio Díaz fue el más resistido por parte de sus opositores, entre los que estaba Francisco I. Madero, su principal adversario político. La lucha contra su gobierno autoritario, conocido como “el Porfiriato”, propició la Revolución mexicana que comenzó en 1910 y obligó a Porfirio Díaz a dimitir al año siguiente.

Nacimiento y educación

Porfirio Díaz
Porfirio Díaz estudió derecho bajo la tutela de Benito Juárez.

Porfirio Díaz nació en Oaxaca, antigua provincia de Antequera, el 15 de septiembre de 1830. Era el sexto de siete hermanos, hijos de José Faustino Díaz Orozco y María Petrona Cecilia Mori Cortés. Se crió en el seno de una familia pudiente venida a menos tras la muerte del padre, víctima del cólera, en 1833.

Díaz inició sus estudios en el Seminario Tridentino de Oaxaca, apadrinado por José Agustín Domínguez y Díaz, quien luego fue obispo de Antequera. Allí estuvo hasta 1846, cuando decidió retirarse e inscribirse en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca. Esto se debió a la inspiración de quien entonces era gobernador de Oaxaca, el liberal Benito Juárez.

A finales de 1850 ya era maestro de esta institución y un par de años después cursó allí mismo estudios de derecho impartidos por el propio Juárez.

Carrera militar

La carrera militar de Díaz se inició con la Revolución de Ayutla que se desplegó contra el presidente Antonio López de Santa Anna entre 1854 y 1855. Se sumó a la causa liberal y su participación le valió una herida de bala y un posterior cargo militar en el gobierno presidido por Ignacio Comonfort.

Nuevamente combatió del lado liberal en la Guerra de Reforma (1858-1861) y alcanzó rápidamente los cargos de mayor, coronel y teniente general. También fue candidato a diputado federal por Oaxaca.

La Segunda intervención francesa de México, que comenzó en 1862, lo volvió a llamar al campo de batalla. Comandó tropas mexicanas leales al gobierno republicano de Benito Juárez en episodios importantes de la contienda, como la Batalla de Puebla (1862), el Sitio de Puebla (1863), la Batalla de Miahuatlán (1866) y la Batalla de Carbonera (1866).

En 1864 fue proclamado el Segundo Imperio de México a raíz de la intervención francesa y por iniciativa de sectores mexicanos conservadores, pero los republicanos desconocieron este gobierno y continuaron combatiendo. Díaz fue obligado a rendirse y sentenciado a prisión perpetua en Puebla. Tras fugarse de prisión, reunió nuevas tropas y comandó la toma de Puebla y la definitiva toma de Ciudad de México en 1867 que dio la victoria a los republicanos de Benito Juárez. Díaz fue recompensado por el presidente Juárez con tierras y honores militares.

Vida personal

Porfirio Díaz
Porfirio Díaz se casó dos veces, en 1867 y 1881.

Díaz tuvo amoríos durante las guerras en las que participó. Los más conocidos son los que sostuvo con Juana C. Romero, empresaria y diplomática originaria de Tehuantepec, y la soldadera Rafaela Quiñones, con quien tuvo una hija nacida en 1867, Amada Díaz.

Sin embargo, su primer matrimonio fue en 1867 con su sobrina, Delfina Ortega de Díaz. Contó con el permiso del presidente Juárez con respecto al matrimonio entre parientes de sangre.

Con ella tuvo un primer hijo en 1869 y dos años más tarde unos gemelos, pero todos murieron al poco tiempo de nacidos. La excepción fueron el cuarto, Deodato Lucas Porfirio Díaz Ortega, nacido en 1873 y una hija nacida en 1875,  llamada Luz Aurora. En 1880 nació otra hija, Victoria Francisca, pero murió a las 48 horas.

Díaz enviudó en 1880, y en noviembre de 1881 se casó con Carmen Romero Rubio, una joven de una familia acaudalada con quien no tuvo hijos.

Primer mandato presidencial

Porfirio Díaz se presentó como candidato presidencial en las elecciones de 1867, donde compitió contra el propio Benito Juárez, pero fue derrotado. Volvió a presentar su candidatura en 1871, pero nuevamente fue superado en las urnas por Juárez, quien fue reelecto.

Esta nueva derrota ante Juárez no fue muy bien recibida, y tanto Díaz como el tercer candidato liberal, Sebastián Lerdo de Tejada, impugnaron los comicios. A continuación sobrevino una nueva guerra civil provocada por el levantamiento militar de Porfirio Díaz, conocida como la Revolución de La Noria. Su nombre provenía de la hacienda con la que Juárez había recompensado a Díaz por sus hazañas militares del pasado.

La revolución culminó cuando Juárez murió en Ciudad de México y Lerdo fue proclamado presidente, primero de manera interina y luego tras ganar las elecciones de 1872.

El gobierno lerdista pronto resultó impopular, y aunque la figura de Díaz en esos días estaba muy decaída políticamente, bastó con que Lerdo anunciara a finales de 1875 su deseo de reelección en los comicios del año siguiente para que se desatara una nueva guerra civil: la Revolución de Tuxtepec.

Este alzamiento, liderado por Díaz y secundado por un buen número de militares y civiles, culminó con la renuncia de Lerdo y la celebración de elecciones extraordinarias en 1877, en las que finalmente logró ser electo Porfirio Díaz. Asumió constitucionalmente el cargo de presidente el 5 de mayo de 1877.

El Porfiriato

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Díaz gobernó sin interrupción desde 1884 hasta 1911.

Con el primer mandato de Díaz se dio inicio al Porfiriato, un período de más de 30 años, en el que México estuvo bajo su autoridad directa como presidente de la república. La excepción fue el período 1880-1884, cuando gobernó Manuel González Flores, que había sido ministro de Guerra de Díaz y era uno de sus hombres más leales.

Desde el 1 de diciembre de 1884, tras haber sido elegido nuevamente, Díaz gobernó sin interrupción hasta el 25 de mayo de 1911.

Los preceptos del Porfiriato fueron paz, orden y progreso. Fue un régimen de desarrollo nacional sostenido por grandes hacendados, que contó con el apoyo de los Estados Unidos, aunque también favoreció las inversiones europeas que buscaron reducir la dependencia respecto al país vecino.

Este largo período de estabilidad política se sostuvo en una paz forzada instaurada desde la presidencia mediante la represión política, la censura y un sistema de reelección automática que le dio continuidad.

Esto permitió el desarrollo de las ciencias y las artes y le ganó el apoyó del sector de los “científicos”, miembros de las clases medias urbanas que se convirtieron en sus asesores y ascendieron socialmente. También tuvo lugar la implementación de una educación obligatoria, laica y gratuita. Sin embargo, la desigual distribución escolar entre zonas rurales y urbanas profundizó la desigualdad social que posteriormente ayudó a gestar los hechos revolucionarios del siglo XX.

Otro aspecto importante del Porfiriato fue la expansión de la red de ferrocarriles a lo largo del país. Como parte de su proyecto modernizador, logró que las vías alcanzaran más de 20.000 kilómetros. Esto se pudo hacer gracias a las numerosas inversiones extranjeras que obtuvieron concesiones ferroviarias y se abocaron además a la explotación de recursos naturales de México.

La mayor parte del Porfiriato fue una etapa de crecimiento económico tanto en la industria como en la agricultura, pero la fuerte dependencia del capital extranjero y las desigualdades en el campo tuvieron consecuencias negativas cuando estalló una crisis internacional a principios del siglo XX.

Características políticas de su gobierno

Porfirio Díaz
Díaz llegó a confesarse “católico, apostólico y romano”.

El gobierno de Díaz tuvo los siguientes rasgos políticos:

  • Conciliación con la Iglesia católica. Dadas las tensas relaciones entre el clero y los anteriores gobiernos liberales, Díaz propició cierta conciliación al permitir el acrecentamiento de propiedades del clero, la creación de nuevas diócesis y la formación o el restablecimiento de órdenes religiosas. Díaz confesó que en la intimidad era “católico, apostólico y romano”, pero afirmó que, como jefe de Estado, no profesaba ninguna religión. Por tal razón, si bien hizo concesiones al clero, no permitió que la influencia política de la Iglesia creciera en su gobierno. Durante el Porfiriato también crecieron las congregaciones protestantes, algunos de cuyos miembros se convirtieron en opositores al régimen de Díaz.
  • Relaciones internacionales apacibles. Tanto con los Estados Unidos como con Europa, Díaz propició relaciones comerciales y diplomáticas estables. Pagó la deuda externa a Gran Bretaña en 1884, restableció el crédito mexicano en el mundo y disminuyó la dependencia respecto a Estados Unidos al favorecer las inversiones europeas. Durante la presidencia de Manuel González Flores se firmó en 1882 el Tratado Herrera-Mariscal que puso fin a los conflictos limítrofes con Guatemala.
  • Control de la prensa y represión política. En 1882, durante la presidencia de Manuel González Flores, se publicó un decreto conocido como “Ley Mordaza” que vulneraba el principio de libertad de prensa consagrado en la Constitución de 1857 y permitía al gobierno censurar los medios impresos y encarcelar o juzgar a periodistas. Este estricto control de la prensa sobrevivió a lo largo de los años que duró el Porfiriato. Además, se reprimió de manera violenta todo tipo de rebelión, protesta o alzamiento campesino. Para ello, se recurrió a una policía secreta conocida como “los rurales”. Periodistas y políticos opositores debieron a menudo exiliarse o padecieron la prisión.

Dimisión y exilio

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La tumba de Díaz se encuentra en París, donde murió exiliado en 1915.

Con el tiempo, la “dictadura necesaria” de Porfirio Díaz (como fue llamada en ocasiones para destacar el supuesto carácter benéfico del gobierno autocrático), amparada en el progreso y la modernización, lo convirtió a los ojos de sus opositores y de buena parte de la sociedad en un tirano.

Las insurrecciones en su contra provinieron de diversos sectores sociales. Algunas fueron provocadas por el rechazo a la represión política y la reelección indefinida mientras que otras surgieron de reclamos económicos. De este modo, el activismo antirreeleccionista de Francisco I. Madero, quien se convirtió en su adversario más importante, se combinó con el descontento social por la crisis económica, que se debió entre otras cosas a la caída del precio internacional de la plata (producto de exportación de México).

En 1910 Díaz se proclamó vencedor en las nuevas elecciones presidenciales, encarceló al candidato opositor, Francisco I. Madero, y fue acusado de fraude electoral. En este contexto estalló un proceso revolucionario conocido como Revolución mexicana, al que Díaz no pudo hacer frente, tal vez debido a su avanzada edad y a su estado físico pero también al impulso de los sectores revolucionarios. Finalmente, el 25 de mayo de 1911 se vio forzado a dimitir.

Díaz murió exiliado en París el 2 de julio de 1915. Tenía ochenta y cuatro años de edad. En ese momento, México estaba sumergido en las guerras de la Revolución mexicana.

Memorias de Porfirio Díaz

Porfirio Díaz escribió sus memorias, en las que narró su vida desde el momento de su nacimiento hasta julio de 1867. Además, dedicó el primer capítulo a sus antepasados.

En esta obra describió las aventuras militares en las que participó a lo largo de trece años, y concluyó su relato en el momento en que estaba por ser candidato a las elecciones presidenciales de México por primera vez.

Frases célebres de Porfirio Díaz

  • “Pobre de nuestro México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” (atribuida a Porfirio Díaz).
  • “Perro con hueso en la boca, ni muerde ni ladra”.
  • “Puedo separarme de la presidencia de México sin pesadumbre ni arrepentimiento, pero no podré, mientras viva, dejar de servir a este país”
  • “Pan o palo”.

Sigue con: 

Referencias

  • Tenorio Trillo, M. & Gómez Galvarriato, A. (2006). El Porfiriato. Fondo de Cultura Económica.
  • Von Wobeser, G. (coord.) (2014). Historia de México. Fondo de Cultura Económica.
  • "Porfirio Díaz" en Encyclopedia Britannica.
  • "México bajo Porfirio Díaz, 1876-1911. La Revolución mexicana y los Estados Unidos" en Library of Congress (s.f.).

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Gayubas, Augusto (24 de octubre de 2024). Porfirio Díaz. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/porfirio-diaz/.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 24 de octubre de 2024
Fecha de publicación: 6 de noviembre de 2018

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