Plutarco Elías Calles

Te explicamos quién fue Francisco Plutarco Elías Calles, cómo llegó a la presidencia de México y cuál fue su rol durante la Revolución mexicana.

A Plutarco Elías Calles se le conoció como el “Jefe Máximo” de la Revolución mexicana.

¿Quién fue Plutarco Elías Calles?

Francisco Plutarco Elías Calles fue un político y militar mexicano, y una figura destacada de la Revolución mexicana. Ejerció la presidencia de su país entre 1924 y 1928, pero controló el destino político de la nación de manera informal hasta 1934, razón por la cual se le conoció como el “Jefe Máximo” de la Revolución y a su mandato como el “Maximato”.

Elías Calles integró las filas de Francisco I. Madero (1873-1913) y luego de Álvaro Obregón (1880-1928) y fue el vocero del Plan de Agua Prieta que en 1920 desconoció el gobierno de Venustiano Carranza (1859-1920). Fue una figura de importancia en los gobiernos de Adolfo de la Huerta (1881-1955) y de Obregón, antes de asumir la conducción del país en 1924

Durante su mandato tuvo inicio la Guerra Cristera (1926-1929), como respuesta a la modificación del Código Penal mexicano conocida como la “Ley Calles”. Y en 1929 fue fundador, junto con otros líderes militares de la Revolución, del Partido Nacional Revolucionario (PNR), precursor del actual PRI mexicano.

El “Maximato” ejercido por Plutarco Elías Calles duró hasta 1934, cuando fue electo el general Lázaro Cárdenas (1895-1970) para la presidencia de México y las fuerzas del nuevo gobierno lo expulsaron del país, rumbo al exilio en California, Estados Unidos. 

Infancia y juventud de Plutarco Elías Calles

Francisco Plutarco Elías Campuzano nació el 25 de septiembre de 1877 en la población de Guaymas, estado mexicano de Sonora. Sus padres fueron María de Jesús Campuzano Noriega y el abogado Plutarco Elías Lucero, quien abandonó a la familia cuando Francisco era un niño. 

Huérfanos de madre a partir de 1880, Francisco y su hermana María Dolores se criaron con su tía materna María Josefa Campuzano y su esposo Juan Bautista Calles en Hermosillo, donde Francisco fue a la escuela y trabajó en el negocio de licores de su tío. La relación entre tío y sobrino fue tan estrecha, que Francisco asumió en adelante el apellido “Calles” como propio.

A partir de 1888, Francisco Plutarco Elías Calles se formó como docente y desde 1894 trabajó como maestro. Llegó a ser inspector de las Juntas de Instrucción Pública en el estado de Hermosillo y tres años después, de vuelta en su pueblo natal, editó una revista escolar y escribió algunos poemas. 

En Guaymas, al año siguiente, Francisco contrajo matrimonio civil con Natalia Chacón, con quien tuvo doce hijos durante los veintiocho años que duró su relación. Estuvieron juntos hasta 1927, cuando Natalia falleció. Elías Calles, sin embargo, tuvo numerosas amantes y varios hijos ilegítimos.

Durante las décadas de 1890 y 1900, la pareja luchó con la pobreza mientras Francisco desempeñaba los empleos más diversos: tesorero municipal del puerto, inspector general de educación, administrador del hotel de un familiar, gerente de un molino harinero y comerciante de granos, cereales y licores. 

La carrera militar y la Revolución mexicana

La carrera militar de Elías Calles comenzó durante el gobierno de Francisco I. Madero.

En 1910, estalló la revolución maderista en contra del gobierno de Porfirio Díaz (1830-1915), lo que dio inicio a la Revolución mexicana. Elías Calles se sumó al ejército insurrecto y tras la firma de los Tratados de Juárez asumió, en el gobierno de Madero, el cargo de comisario en Agua Prieta, bajo el mando del gobernador José María Maytorena (1867-1948).

Al año siguiente, tuvo que hacer frente a la efímera rebelión de Pascual Orozco (1882-1915), quien se declaró en rebeldía contra el gobierno de Madero, y en 1913 a la Decena Trágica y al gobierno de Victoriano Huerta (1850-1916). Cuando el presidente Madero fue ejecutado, Elías Calles instó al gobernador de Sonora a sublevarse y se sumó, al mando de un pequeño contingente armado, al Plan de Nacozari y luego al ejército sublevado de Álvaro Obregón (1880-1928).  

A lo largo de la lucha revolucionaria de 1914, Elías Calles ascendió al grado de coronel y se ganó el aprecio y la confianza de Venustiano Carranza, quien entonces ocupaba la presidencia. Ese año fue designado jefe de las fuerzas militares en Sonora y en 1915 se le encargó la gobernación interina del estado de Sonora. Su gestión estuvo caracterizada por el reformismo y las modificaciones por decreto: amplió el plan estatal educativo, promovió una nueva legislación civil y penal, creó un banco agrícola y mejoró las condiciones de vida de los campesinos. Al final de su primer período, acumulaba 56 decretos oficiales.

En 1915, Elías Calles hizo frente exitosamente a las tropas de Francisco “Pancho” Villa (1878-1923) en Sonora, y en 1916 ocupó la Jefatura de Operaciones del Estado, cuando Adolfo de la Huerta ocupó brevemente el cargo de gobernador interino de Sonora. Al año siguiente fue elegido constitucionalmente para ocupar la gobernación, que desempeñó hasta 1919. 
Ese año fue designado secretario de Comercio, Trabajo e Industria del gobierno de Venustiano Carranza. Sin embargo, no duró demasiado en el cargo, pues renunció para apoyar la causa de Álvaro Obregón.

Se conoce como Revolución mexicana al período de drásticos cambios sociales, políticos y económicos que se produjo en México tras la caída del Porfiriato en 1910. Se trató de una época convulsa, de numerosos enfrentamientos militares entre las distintas facciones revolucionarias, que culminó alrededor de 1920 con la democratización del país y el fin de los levantamientos.

El Plan de Agua Prieta y el ascenso a la presidencia

Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles desconocieron el gobierno de Carranza en 1920.

En 1920, la candidatura presidencial de Obregón fue interrumpida por el gobierno de Carranza, que lo inhabilitó para ejercer las funciones públicas. En respuesta, Elías Calles proclamó el Plan de Agua Prieta, desconociendo el gobierno federal

La insurrección se esparció rápidamente por otras gobernaciones y en un lapso no mayor a las dos semanas, los rebeldes controlaron gran parte del país. El presidente Carranza, traicionado por sus propias tropas, intentó fugarse de la capital y fue asesinado en Tlaxcalantongo, en el estado de Puebla. Los insurgentes arrestaron y enjuiciaron al asesino y Adolfo de la Huerta pasó a dirigir el poder ejecutivo de manera interina. 

A finales de 1920, Obregón ganó las elecciones mexicanas y Plutarco Elías Calles fue designado como su secretario de interior. Durante ese tiempo, y a sabiendas de que sería el sucesor político del gobierno, viajó a Europa con su familia, a estudiar la organización republicana del Viejo Continente y a tratarse viejas heridas de guerra en un sanatorio alemán. 

En 1923, se produjo la insurrección de las fuerzas de Adolfo de la Huerta, descontentas con la firma del Tratado de Bucareli con los Estados Unidos, en el que se zanjaban distintas disputas por haciendas y bienes confiscados a empresarios estadounidenses durante la Revolución. El Partido Liberal Constitucionalista, formado por los sublevados de Agua Prieta, se dividió entonces entre los partidarios de Elías Calles y Obregón, y los de De la Huerta, quienes proclamaron el Plan de Veracruz. 

Con el apoyo de los Estados Unidos, el gobierno de Obregón sometió a los rebeldes a mediados de 1924. Ese mismo año se produjeron las elecciones y, como se esperaba, Elías Calles fue nombrado presidente de México. 

La presidencia de Elías Calles y la guerra cristera

Plutarco Elías Calles ejerció la presidencia de México de 1924 a 1928.

La conciliación nacional y la reconstrucción socioeconómica fueron los objetivos principales del gobierno de Elías Calles. Se propuso lograrlos a partir de un Estado fuerte y de vocación popular, que reorganizó el ejército, instauró un nuevo orden político y logró el ajuste de la economía. 

Por otro lado, el gobierno de Elías Calles fue profundamente anticlerical. El espíritu liberal de la Constitución Mexicana de 1917 y los ideales del presidente condujeron a una drástica limitación de los poderes eclesiásticos, especialmente tras la promulgación de la Ley de Tolerancia de Cultos, también conocida como “Ley Calles” en 1926.

En esta ley se limitaba el número de sacerdotes católicos a uno por cada seis mil habitantes, se sometía el ejercicio sacerdotal a una licencia otorgada por el Estado, se elaboraba un registro público de sacerdotes y se disponían nuevas penalidades por incumplimiento de estas disposiciones. 

La respuesta de la Iglesia ante esta nueva ley fue la protesta formal de los obispos, quienes contaban con el apoyo del papa. A esta medida siguió un boicot contra los bienes del Estado y, finalmente, el levantamiento armado, que comenzó en Jalisco en 1927. Al conflicto que se desató a continuación se le conoció como la Guerra Cristera y se extendió hasta 1929.

Bajo las proclamas de ¡Viva Cristo Rey! o ¡Viva Santa María de Guadalupe!, las milicias conocidas como “cristeras” se alzaron en Jalisco, Nayarit, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán y Yucatán, pero el conflicto afectó a la totalidad del país. Además, el ejército cristerio era conducido por antiguos partidarios revolucionarios de Pancho Villa y Emiliano Zapata (1879-1919). 

El gobierno de Plutarco Elías Calles culminó en 1928. En las elecciones que prosiguieron, fue electo nuevamente Álvaro Obregón, pero en julio de ese año fue asesinado por los militantes cristeros. Emilio Portes Gil (1890-1978) fue designado como presidente interino hasta celebrar nuevas elecciones en 1929. Para ese entonces, sin embargo, Plutarco Elías Calles ejercía un control informal sobre toda la política mexicana y se le conocía como el “Jefe Máximo” de la Revolución.

El “Maximato”

Entre 1928 y 1934, Plutarco Elías Calles controló por completo el destino del país.

Elías Calles y otros líderes revolucionarios fundaron en 1929 el Partido Nacional Revolucionario, en el que se agruparon grupos políticos diversos. Ese año, además, el Estado y la Iglesia católica llegaron a un acuerdo tácito de convivencia, aunque más adelante habría una segunda guerra cristera.

En 1930 comenzó el período presidencial de Pascual Ortíz Rubio (1877-1963), en un contexto económico complicado debido a la Crisis de 1929 y de muchas irregularidades en torno a su elección. Su gobierno, sin embargo, fue breve: tras dos años de mandato presentó su renuncia, alegando que la última palabra de todo la tenía Elías Calles, el verdadero poder detrás del poder.

En sustitución de Ortíz Rubio, fue designado como presidente el general Abelardo L. Rodríguez (1889-1967), quien se repartió con Elías Calles el ejercicio del poder: Rodríguez se hizo cargo de los asuntos administrativos y el “Jefe Máximo” de la política nacional. 

Durante este período de gobierno se avanzó en la modernización del Estado mexicano, en el control de la influencia de la Iglesia y, al mismo tiempo, de los movimientos obreristas de influencia comunista y anarquista. El Maximato se hizo más conservador, a pesar de que en las escuelas se impartía una “educación socialista”.

Una vez cumplido el gobierno provisional, en 1934, se celebraron nuevas elecciones. El candidato de Elías Calles, el general Lázaro Cárdenas del Río, fue electo para el período siguiente. 

A pesar de que el nuevo gobierno contó con un equipo político integrado por gente de confianza de Elías Calles, un equipo militar irrumpió en la vivienda del hasta entonces “Jefe Máximo” en la madrugada del 10 de abril de 1936. Elías Calles fue conducido a un avión militar que lo transportó de inmediato al exilio en California, Estados Unidos

El Maximato, así, llegaba a su fin. El presidente Cárdenas pidió la renuncia de todos los políticos afiliados a Elías Calles y una nueva era comenzó en la política mexicana: el “cardenismo”.

Exilio y muerte de Elías Calles

El “Maximato” llegó a su fin la madrugada del 10 de abril de 1936.

Elías Calles se residenció en San Diego, California, con su segunda esposa, Leonor Llorente, con quien se había casado en 1930 y con quien tenía ya dos hijos. No volvió a pisar su patria hasta 1941, cuando fue invitado a regresar por la presidencia de Manuel Ávila Camacho (1897-1955). 

Los últimos años de Elías Calles transcurrieron en su finca en Cuernavaca, donde se entregó a la horticultura y a la jardinería. En octubre de 1945 tuvo que ser operado en la Ciudad de México y falleció, debido a las complicaciones posteriores, el 19 de octubre del mismo año, una semana después de su cirugía

El cortejo fúnebre condujo el cuerpo de Elías Calles de la residencia de su hija Hortensia, en Guadalajara, hasta el Panteón Civil de Dolores, donde recibió sepultura. Posteriormente, en 1969, sus restos fueron trasladados al Monumento a la Revolución de la Ciudad de México, donde permanecen hasta el presente.

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Referencias

  • Buchenau, J. (2007). Plutarco Elías Calles and The Mexican Revolution. Rowman & Littlefield Publishers.
  • Cano Andaluz, A. (2006). La gestión presidencial de Plutarco Elías Calles: bibliografía y notas para su estudio. UNAM.
  • Secretaría de la Defensa Nacional de México. (s. f.). General de División Plutarco Elías Calles. https://www.gob.mx/ 
  • The Encyclopaedia Britannica. (2023). Plutarco Elías Calles (Mexican president). https://www.britannica.com/

¿Cómo citar?

"Plutarco Elías Calles". Autor: Gilberto Farías. De: Argentina. Para: Enciclopedia Humanidades. Disponible en: https://humanidades.com/plutarco-elias-calles/. Última edición: 10 abril, 2024. Consultado: 26 abril, 2024.

Sobre el autor

Autor: Gilberto Farías

Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

Fecha de actualización: 10 abril, 2024
Fecha de publicación: 2 enero, 2024

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