Te explicamos qué es la Edad del Cobre, cuáles fueron sus culturas y características. Además, los inventos de la época y cómo finalizó.
¿Qué es la Edad del Cobre?
En el estudio de la Prehistoria se conoce como Edad del Cobre, Calcolítico o Eneolítico a un período comprendido entre el Neolítico (la última etapa de la llamada Edad de Piedra) y la Edad del Bronce (ya en la Edad de los Metales). Como su nombre lo indica, esta fue la etapa en que la humanidad conoció el cobre: el segundo (después del oro) de los metales que aprendió a fundir para fabricar herramientas y utensilios.
Al igual que con el resto de las etapas de la Edad de los Metales, no es posible establecer una fecha exacta para indicar el comienzo y el final de la Edad del Cobre. Este tipo de periodización, más que ubicar temporalmente, busca categorizar el desarrollo tecnológico de las diferentes sociedades en su propia historia.
Se han hallado artefactos de cobre de alrededor del 9.000 a. C. en Turquía y el Norte de Irak, aunque lo más probable es que fueran trabajados al frío, mediante el martillado. Las primeras evidencias claras de fundición del metal se encontraron en Anatolia y se estiman próximas al año 6.000 a. C.
En otras regiones en las que este mineral era escaso, el comienzo de la Edad de Cobre se sitúa en los milenios posteriores. Como ocurre con las demás edades prehistóricas, se dio de manera irregular entre las distintas poblaciones del pasado, y no puede usarse como una medida universal del progreso histórico de las sociedades.
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Características de la Edad del Cobre
A muy grandes rasgos, la Edad de Cobre se caracterizó por lo siguiente:
- La humanidad conoció el cobre, un metal dúctil y fácil de usar. Su fundición tuvo inicialmente destinos ornamentales, dado que no es un metal resistente que puede desplazar las herramientas líticas de sílex u obsidiana. Más adelante se comenzó a experimentar con sus primeras aleaciones, con arsénico, oro y plata, y eventualmente con estaño, lo cual condujo al bronce.
- Se produjo un incremento de la producción en las distintas sociedades prehistóricas, lo que trajo consigo una mayor capacidad de intercambio y una mayor especialización artesanal, es decir, cada artesano podía producir nuevos y únicos materiales. La cerámica, sobre todo, fue muy importante, ya que la maestría en el horneado condujo a los primeros pasos en la metalurgia.
- La población humana experimentó su primer gran auge, y eso implicó nuevos modos de ocupación del territorio y las primeras estratificaciones sociales, lo que dio origen a las primeras sociedades complejas. La banda como forma de organización social quedó atrás y las comunidades crecieron hasta integrar miles de individuos. Este crecimiento fomentó, a su vez, el desarrollo de los intercambios económicos y culturales entre las diferentes poblaciones.
- La ganadería trajo consigo el aprovechamiento de los productos derivados, gracias a la utilización no solo de la fuerza animal, sino también de la leche y la lana que producían las especies domesticadas.
- En el ámbito ritual, el calcolítico fue un período muy importante. Surgieron los primeros espacios reservados para el uso ritual o sagrado.
Culturas y asentamientos de la Edad del Cobre
La Edad del Cobre abarca solamente poblaciones de algunas zonas de Asia, Europa y norte de África. Entre las principales culturas y asentamientos del período estuvieron:
- Las culturas mesopotámicas de Samarra (Irak) y Tell-Halaf (Siria), que conocieron la metalurgia del cobre y del plomo hacia el milenio IV a. C., gracias a sus conocimientos avanzados de cerámica. Produjeron estatuillas, sellos y edificaron santuarios, y conocieron la agricultura de regadío.
- La cultura de Nagada en el Valle del Nilo (Egipto), una cultura predinástica desarrollada a partir del 4.000 a. C., cuya mayoría de objetos encontrados son de piedra, pero que también conoció la metalurgia. Se trató de una sociedad con indicios de organización jerárquica, agricultura de regadío y extensas necrópolis que evidencian ya la diferenciación social entre clases. El cobre, el oro y la plata fueron usados ampliamente en la elaboración de alfileres, amuletos y otros adornos, así como una importante artesanía.
- La primera civilización europea, aún sin nombre, fue descubierta a inicios del siglo XXI en la región de los Balcanes, Europa oriental, entre el Danubio y Tesalia. Tuvo sus focos principales en las culturas de Vincha (Serbia), Gumenitsa (Rumanía y Bulgaria), Salcuta (el oeste de Bulgaria), Cucuteni (Moldavia, Ucrania y Besarabia) y Tiszapolgar (alrededor de los Cárpatos). Estas culturas compartían una industria minera y metalúrgica de importancia, cuyas piezas de orfebrería datan del año 4.000 a. C. y buena parte han sido halladas en la famosa necrópolis de Varna, en Bulgaria.
- Los pueblos de los kurganes, habitantes de las estepas euroasiáticas al norte del mar Negro, eran una amalgama de diferentes culturas de la región, que compartían una economía ganadera, el uso del caballo y el enterramiento ritual en túmulos (llamados kurganes). Estas tumbas eran mausoleos familiares, cuyos cadáveres se espolvoreaban con ocre y yeso, y se sepultaban junto con objetos cerámicos y ofrendas cárnicas.
- Las culturas del mar Egeo, aparecidas en el IV milenio a. C., protagonistas de una intensa red de intercambios culturales y económicos, y que conocieron el cobre, la construcción de murallas y edificaron los primeros templos en piedra, ubicados en Malta, tales como los yacimientos de Ggantija, Hagar, Qim, Mnajdra o Tarxien. Entre estas culturas se destacaron: los pueblos heládicos de la Grecia continental, la civilización cicládica (en las islas del mismo nombre, de la costa griega) y la civilización micénica (en la isla de Creta).
- Las culturas de la península Ibérica, situadas principalmente en las regiones de Andalucía y Extremeña, así como Alentejo y Algarve, en España y Portugal respectivamente, donde erigieron pueblos fortificados y abundantes megalitos. Sus dos polos culturales fueron Vila Nova y Los Millares (3100 a. C.), muy activos en la producción de ídolos, cerámicas campaniformes y placas de piedra decorada.
Inventos y herramientas de la Edad del Cobre
El cobre permitió confeccionar adornos, utensilios domésticos y estatuillas religiosas. Además permitió fraguar espadas y escudos capaces de resistir el embate de las armas de piedra, ya que se deformaban en lugar de quebrarse y podían volver a su estado original a través del martillado. En aleaciones con arsénico, el cobre adquiría gran dureza, y estos nuevos elementos se traducían en la superioridad militar de la época.
Por otro lado, la intensa red de intercambios que comenzó a darse entre las culturas primitivas del mundo permitieron el uso masivo de la rueda y el carro, así como la difusión de la cerámica campaniforme y de nuevas formas del arado.
Algunos pueblos conocieron, además, el oro, empleado como metal precioso para enterramientos rituales de líderes o jefes.
Fin de la Edad del Cobre
La Edad del Cobre tuvo su fin cuando, en los intentos por dar con un metal más resistente y noble que el cobre, se descubrió su aleación con estaño, que produce el bronce. Las diferentes poblaciones lograron este avance técnico en distintos momentos; hacia el 3200 a. C. en el Próximo Oriente, hacia el 3000 a. C. en Egipto, hacia el 2500 a. C. en Grecia y hacia el 2000 a. C. en Asia Central.
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Referencias
- Eiroa, J. J. (2003). Nociones de prehistoria general. Grupo Planeta (GBS).
- Alimen, M. H., & Steve, M. J. (Eds.). (1989). Prehistoria (Vol. 1). Siglo XXI de España Editores.
- “Edad del cobre” en Wikipedia.
- “Copper Age” en The Encyclopaedia Britannica.
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