Te explicamos qué fue el cardenismo, su contexto histórico y cómo fue su economía. Además, cuáles son sus características y reforma agraria.
¿Qué fue el cardenismo?
Se conoce como cardenismo al período de la historia mexicana en el que la república estuvo presidida por el general Lázaro Cárdenas del Río (1895-1970), así como a la corriente ideológica identificada con los seis años de su gobierno (de 1934 a 1940). Algunos de sus detractores prefieren el término “cardenato”.
Lázaro Cárdenas llegó a la presidencia como candidato del Partido Nacional Revolucionario (PNR), antecesor del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su plataforma electoral y de gobierno fue el Plan Sexenal, que establecía una serie de reformas basadas en la intervención del Estado en la economía.
El gobierno de Cárdenas fue célebre por medidas como la distribución de tierras a sectores campesinos y la nacionalización de la industria petrolera, así como por el acogimiento de numerosos exiliados españoles que huían de la Guerra Civil.
- Ver además: Historia de México
El Plan Sexenal
El Plan Sexenal fue la plataforma electoral y de gobierno del Partido Nacional Revolucionario, encabezado por Lázaro Cárdenas. Proponía una serie de reformas sociales y económicas que se distanciaban de las políticas del Maximato (es decir, del período entre 1928 y 1934 en el que se sucedieron tres presidentes que gobernaron bajo la influencia de Plutarco Elías Calles, apodado “jefe máximo de la Revolución”).
El Plan Sexenal planteaba una reivindicación de algunos de los principios de la Revolución mexicana que habían sido desatendidos en los últimos años. Formulaba un proyecto para impulsar el crecimiento agrario, industrial y urbano de México durante un período de gobierno (un sexenio, es decir, seis años).
Para tal fin, proponía una reforma agraria, una mayor intervención del Estado en la economía, la nacionalización de industrias y de la explotación petrolera, políticas crediticias para los campesinos, el apoyo a la reorganización sindical y el fomento de la educación pública.
Contexto histórico del cardenismo
A principios del siglo XX, México vivió un período particularmente turbulento. En 1910 comenzó un proceso revolucionario, conocido como Revolución mexicana (1910-1920), que puso fin al régimen dictatorial de Porfirio Díaz (el “Porfiriato”) y se extendió a lo largo de diez años.
Esta década de insurrecciones y guerra civil fue tan importante que cambió radicalmente la política y diversos aspectos de la economía y la sociedad mexicanas. Algunos de los líderes revolucionarios pasaron a ocupar cargos gubernamentales, incluso a veces la presidencia, mientras que otros se levantaron en armas contra los gobiernos constituidos.
En 1917 se proclamó la Constitución Mexicana de 1917, que promovió la expropiación y fraccionamiento de latifundios y consagró derechos laborales. Aunque estos principios buscaban satisfacer las demandas de campesinos y obreros, los conflictos políticos perduraron y las medidas implementadas distaron de solucionar los problemas de distribución de tierras.
Entre 1928 y 1934 gobernaron México tres presidentes que actuaron bajo la influencia de Plutarco Elías Calles, quien fundó en 1929 el Partido Nacional Revolucionario. En 1933, el partido formuló el Plan Sexenal, que planteaba la recuperación de algunos principios de la Revolución mexicana y se convirtió en la plataforma de gobierno de Lázaro Cárdenas, quien llegó a la presidencia en 1934.
¿Quién fue Lázaro Cárdenas del Río?
Lázaro Cárdenas del Río nació en Michoacán, México, el 21 de mayo de 1895. Fue un militar y estadista que participó en la Revolución mexicana bajo el mando de Martín Castrejón y Guillermo García Aragón. Luego participó en la Rebelión de Agua Prieta que derrocó a Venustiano Carranza en 1920, y alcanzó el rango de general con apenas 25 años.
Ocupó distintos cargos públicos, como gobernador de Michoacán (1928-1932), secretario de Gobernación bajo la presidencia de Pascual Ortiz Rubio (1931) y secretario de Guerra y Marina bajo la presidencia de Abelardo L. Rodríguez (1933). Además, fue electo presidente del Partido Nacional Revolucionario (1930-1931). Como candidato de dicho partido, llegó a la presidencia de la república en diciembre de 1934, cargo que ostentó hasta noviembre de 1940.
Tras concluir su mandato presidencial, ejerció como secretario de Defensa (1942-1945) y, posteriormente, se retiró de la función pública, aunque durante un tiempo siguió ejerciendo influencia política. Se instaló en una modesta casa cerca del lago Pátzcuaro, en Michoacán. Allí dedicó el resto de su vida al trabajo social, educativo y agrario, hasta su muerte por cáncer el 19 de octubre de 1970.
La economía del cardenismo
El cardenismo se caracterizó por ser un gobierno nacionalista que defendía la necesidad de un Estado fuerte, capaz de satisfacer las demandas populares que habían motivado la lucha armada durante la época revolucionaria. En este sentido, promovió la intervención estatal en la economía.
Durante el gobierno cardenista se nacionalizaron diversas empresas extranjeras, especialmente las petroleras y los ferrocarriles. Además, se modificó la Ley agraria, se ampliaron las carreteras y se incrementó el crédito para los sectores productivos. Esto provocó un importante aumento del gasto público.
También se impulsó una reorganización de los sindicatos mediante la creación de la Confederación de Trabajadores de México, que implicó un mayor control gubernamental sobre la actividad sindical. Sin embargo, el nivel de gasto estatal y el boicot internacional debido a la expropiación petrolera provocaron dificultades económicas que se hicieron notorias al final del mandato de Cárdenas.
La nacionalización del petróleo
Una de las medidas más radicales del cardenismo fue la nacionalización en 1938 de la industria petrolera, que hasta ese momento había estado en manos de empresas privadas extranjeras, especialmente estadounidenses y británicas.
Luego de que las compañías petroleras se negaran a aumentar los salarios de sus trabajadores, Cárdenas firmó el decreto de nacionalización, amparado en la Constitución de 1917, que reconocía la propiedad estatal de los recursos. Esto causó tensiones internacionales, especialmente con Gran Bretaña, y varios países promovieron un boicot a la economía mexicana: dejaron de comprarle plata y reclamaron una indemnización inmediata para las compañías expropiadas.
Con la nacionalización se creó Petróleos Mexicanos (Pemex), una empresa estatal dedicada a la producción, transporte, refinación y comercialización de hidrocarburos que sigue existiendo en la actualidad.
A pesar del descontento internacional, el advenimiento de la Segunda Guerra Mundial provocó que el gobierno estadounidense mantuviera una relación de cooperación con México. La intención era conservar el acceso al petróleo y evitar que se hicieran fuertes en México los sectores opositores al gobierno de Cárdenas que parecían afines al nazismo y el fascismo.
La reforma agraria
La agricultura mexicana de comienzos del siglo XX aún tenía la huella de la sociedad colonial. Las tierras eran propiedad de grandes latifundistas y los campesinos sufrían la explotación y la pobreza.
Las demandas campesinas durante la Revolución mexicana exigieron un cambio en la distribución de la tierra, que fue parcialmente atendido por la Constitución de 1917 y los gobiernos constitucionales de la década siguiente. Sin embargo, las modificaciones introducidas por el gobierno de Lázaro Cárdenas implicaron un reparto de tierras mucho mayor que en los años precedentes.
La distribución de tierras cultivables, algunas de ellas expropiadas a latifundistas extranjeros, alcanzó la cifra de 18 millones de hectáreas durante el cardenismo, lo que benefició a aproximadamente un millón de campesinos.
Las tierras distribuidas se organizaron principalmente en la forma de ejidos, es decir, pequeñas unidades productivas que pertenecían a comunidades campesinas pero no podían ser vendidas. Aunque estos ejidos no fueron unidades económicamente relevantes hasta algún tiempo después, el nivel de vida de la clase campesina mejoró.
El Estado mexicano también tomó otras medidas:
- Apoyó un movimiento agrarista conocido como “El asalto a las tierras”, en el norte de Baja California, que buscó tomar las tierras del latifundio de una empresa estadounidense.
- Promovió la creación de la Confederación Nacional Campesina, con el fin de organizar a los campesinos bajo la influencia del Partido Nacional Revolucionario.
- Creó el Banco Nacional de Crédito Ejidal, que concedió préstamos a los campesinos que se habían beneficiado del reparto de tierras.
- Fundó escuelas rurales que ofrecieron a niños y jóvenes el conocimiento necesario para formar centros agropecuarios productivos.
La educación bajo el cardenismo
El gobierno de Cárdenas implementó un modelo educativo laico, que buscaba inculcar entre campesinos y obreros la importancia del trabajo y la productividad para una economía nacional.
Este nuevo modelo educativo, que se denominó «socialista», promovía una instrucción a la vez técnica, científica y humanística. Su foco estuvo puesto en la defensa del proletariado y en el rol del sector agrario y la industria nacional como motores del crecimiento económico.
Como parte de esta política educativa, el gobierno cardenista fundó escuelas rurales, creó el Instituto Politécnico Nacional y repartió libros con enfoques afines a su ideología política y social.
El legado del cardenismo
El cardenismo se caracterizó por ser un gobierno sostenido, en buena medida, en las masas obreras y campesinas. El reparto de tierras durante el gobierno de Lázaro Cárdenas fue el mayor de la historia de México y su política de nacionalizaciones tuvo un importante impacto económico, aunque al final de su mandato la economía atravesó serias dificultades.
Uno de los legados de Cárdenas fue la creación del Partido de la Revolución Mexicana (PRM), sucesor del Partido Nacional Revolucionario y que integraba a sectores militares, obreros y campesinos. Posteriormente, este partido se convirtió en el actual Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Entre los reproches que se le han hecho al cardenismo se cuenta la diferencia entre el modelo de nación autosuficiente, próspera y moderna que propugnó y la realidad de México cuando concluyó su mandato, castigado por la inflación y otras dificultades económicas. Por otro lado, su anticlericalismo y su prédica socialista le sumaron muchos detractores.
El Partido Cardenista
El Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, o simplemente Partido Cardenista, fue una agrupación política que existió entre 1987 y 1997. Reivindicaba la figura de Lázaro Cárdenas como su autor intelectual.
Para las elecciones de 1988, el partido se adhirió al Frente Democrático Nacional y postuló como candidato a presidente a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del expresidente de la República. Este fue derrotado por el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Carlos Salinas de Gortari.
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Referencias
- Córdoba, A. (1974). La política de masas del cardenismo. Era.
- Delgado de Cantú, G. M. (2015). Historia de México. Legado histórico y pasado reciente. Tercera edición. Pearson.
- von Wobeser, G. (coord.) (2014). Historia de México. Fondo de Cultura Económica.
- Gobierno de México (2020). El INEHRM conmemora el 50 aniversario luctuoso de Lázaro Cárdenas del Río con un foro. Gobierno de México. Comunicado.
- "Lázaro Cárdenas" Alexander, R. J. (2022) en Encyclopedia Britannica.
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