Revolución islámica en Irán (1979)

Te explicamos qué fue la Revolución islámica en Irán y cuáles fueron sus antecedentes y sus consecuencias. Además, quién fue Ruhollah Jomeini.

Durante la década de 1970, el ayatolá Rullohah Jomeini se convirtió en el ícono del sentimiento antimonárquico.

¿Qué fue la Revolución islámica?

La Revolución islámica en Irán fue el proceso revolucionario que derrocó la monarquía tradicional del sah (rey) Mohammad Reza Pahlaví y estableció, en su lugar, el gobierno islámico fundamentalista del ayatolá Jomeini. 

Sucedió entre 1978 y 1979, con una continua manifestación popular en diferentes ciudades iraníes en contra del gobierno del sah. Con la caída de la monarquía, se creó la República Islámica de Irán y se estableció un régimen teocrático basado en la ideología del islamismo radical.

Durante las décadas de 1950 y 1960, el sah había consolidado su gobierno con el apoyo de las potencias extranjeras que se beneficiaban de la explotación del petróleo iraní. Bajo presión de estos países, había impulsado una serie de medidas que perjudicaban a los sectores más tradicionalistas de la sociedad iraní, entre ellos a los líderes religiosos. 

Durante la década de 1970, diferentes grupos sociales organizaron la oposición al gobierno del sah y exaltaron al ayatolá (líder religioso) Jomeini como el líder revolucionario que defendía los valores tradicionales de la sociedad iraní. 

Con el triunfo de la revolución, se creó la República Islámica de Irán y se estableció un régimen teocrático gobernado por Jomeini. El nuevo gobierno se estructuró en torno a la ideología del islamismo radical e impuso un estricto control sobre los hábitos sociales, culturales y religiosos de la población

Ver además: Islamismo

Antecedentes de la Revolución iraní

Los orígenes del nacionalismo iraní

Entre 1796 y 1925, Irán estuvo gobernado por la dinastía Kayar. Desde finales del siglo XIX, la sociedad iraní venía atravesando un proceso de occidentalización, fomentado por diferentes grupos que se veían beneficiados por las relaciones y los negocios con las potencias occidentales. A comienzos del siglo XX, la Revolución constitucional iraní estableció una monarquía constitucional que imponía una serie de limitaciones al poder absoluto del sah. 

En 1908, se descubrió un gran yacimiento de petróleo y desde entonces, se convirtió en uno de los mayores proveedores de petróleo del mundo. De esta manera, Irán pasó a estar en el centro de los intereses políticos y económicos de las potencias mundiales. 

Durante la Primera Guerra Mundial, aunque Irán se mantuvo neutral, el país fue ocupado por tropas británicas, otomanas y rusas. Luego, el Reino Unido intentó controlar al gobierno iraní a través del establecimiento de un protectorado británico. Sin embargo, el vacío de poder y la inestabilidad política llevaron al fin de la dinastía Kayar y al establecimiento de una nueva dinastía.

En 1925, el jefe militar nacionalista Reza Pahlavi (padre) lideró un golpe de Estado, asumió como sah de Irán y estableció una nueva dinastía. Durante su gobierno, intentó reformar la sociedad tradicionalista y consolidar la resistencia ante las fuerzas extranjeras. 

Para ello, buscó mejorar la eficacia del gobierno, elevar los niveles educativos de la sociedad y modificar el sistema de propiedad de la tierra. Sin embargo, esto le generó diversos enemigos. 

Por un lado, se ganó la desconfianza de las potencias occidentales. Por otro lado, las comunidades más tradicionalistas vieron sus costumbres y sus valores de vida atacados. Durante la Segunda Guerra Mundial, Irán fue ocupado por tropas británicas y el sah fue obligado a abdicar en favor de su hijo, Mohammed Reza Pahlavi. 

En este contexto, dentro de la sociedad iraní fue creciendo un profundo sentimiento nacionalista ligado a la tradición religiosa y opuesto a la influencia de los países extranjeros, especialmente los occidentales. En 1951, un movimiento popular nacionalista forzó la retirada del sah y lo obligó a exiliarse del país. Como primer ministro asumió uno de los principales líderes nacionalistas, Mohammad Mosaddeq. Ese mismo año, Mosaddeq nacionalizó el petróleo. 

Puede servirte: Monarquía absoluta

La Revolución blanca pro-occidental

En 1953, Estados Unidos y el Reino Unido organizaron un golpe de Estado, derrocaron al gobierno nacionalista y volvieron a imponer al sah Mohammed Reza Pahlavi en el gobierno. 

El sah permitió que las compañías petroleras continúen siendo explotadas por empresas extranjeras. Por algunos años, el sah logró gobernar Irán al eliminar todos los focos de oposición a través de la represión de los enemigos más radicalizados, la reforma de algunos elementos cuestionados del sistema y la cooptación de adversarios moderados. 

En 1963, bajo la presión del presidente norteamericano John F. Kennedy, el sah impulsó un paquete de reformas conocido como la “Revolución blanca” que liberalizaba algunos aspectos de la economía y la sociedad iraníes. 

Entre los cambios más importantes, el paquete integraba la secularización de ciertas normas sociales y educativas y una reforma del sistema de propiedad de la tierra (que beneficiaba a los grandes terratenientes que apoyaban a la monarquía del sah). El objetivo era debilitar a las clases sociales que defendían al nacionalismo tradicionalista y beneficiar a las clases que apoyaban a la monarquía prooccidental del sah.  

Estas reformas generaron un gran descontento entre varios sectores de la población y empezaron a desarrollarse manifestaciones populares espontáneas en diferentes lugares de Irán. Un grupo de ayatolás (clérigos chiítas musulmantes), liderado por Rullohah Jomeini, criticó al sah y predicó en contra de la intervención extranjera que socavaba las tradiciones religiosas y culturales de la sociedad iraní. 

El 5 de junio, Jomeini fue arrestado y enviado a prisión. Esta noticia generó aún mayor descontento en la población y los manifestantes exigieron la liberación de Jomeini, que se convirtió en un ícono del sentimiento tradicionalista antioccidental. Los disturbios duraron varias semanas y se llevaron miles de muertos, del lado de la policía y de los manifestantes. Luego de ser liberado, Jomeini debió exiliarse en Turquía.

La gestación de la revolución islámica

En los años siguientes a las reformas, diferentes elementos llevaron al crecimiento de la oposición revolucionaria contra el sah. Entre los principales fundamentos del descontento popular se encontraba la represión y las políticas abusivas del gobierno. 

Con el objetivo de mantenerse en el poder, el sah fortaleció su aparato represivo y creó una nueva policía secreta llamada Savak para eliminar a los focos de oposición y censurar a sus adversarios. Durante la década de 1970, la violencia política continuó aumentando.

Por otro lado, las medidas económicas de modernización industrial mejoraron las condiciones de un sector de la clase media y de los trabajadores industriales pero perjudicaron gravemente a las clases bajas y al sector mercantil de la clase media, ligado al comercio mercantil del bazar tradicional. Las condiciones de vida de las clases bajas empeoraron por el encarecimiento de la vida en la ciudad, el aumento de los impuestos y el continuo crecimiento de la inflación. 

Además, durante las décadas de 1960 y 1970, aumentó en gran medida la observancia religiosa; es decir, cada vez más personas cumplían con las normas religiosas. La oposición entre la monarquía (sah) y el clero (ayatolá) llevó a que las instituciones y las organizaciones religiosas funcionaran como centros de congregación social en apoyo a la tradición antioccidental.

Desarrollo de la Revolución iraní

El aumento de las manifestaciones populares y la represión policial

Durante 1977, la violencia política se intensificó. Las prédicas de los ayatolás en contra del gobierno se hicieron cada vez más fuertes y las manifestaciones de oposición fueron cada vez más populares. La represión policial llevó al aumento de las concentraciones espontáneas y de la organización de la oposición. 

En enero de 1978, el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, alabó de manera pública al gobierno del sah y dijo que había convertido a Irán en un área de estabilidad política en medio de una de las regiones más conflictivas del mundo. 

Jomeini criticó los dichos de Carter y denunció la intervención estadounidense en los asuntos iraníes. En respuesta, uno de los periódicos más importantes publicó una nota editorial criticando a los ayatolás y describiendo a Jomeini como un agente occidental encubierto.

Se iniciaron manifestaciones populares rechazando la difamación y la policía reprimió rebeliones en Qom (donde se encontraba el centro religioso de Jomeini). Los ayatolás convocaron a la tradición chiíta a un periodo de 40 días de duelo por las personas que murieron en la represión. 

Al mes siguiente, otra ola de rebeliones se manifestó en Tabriz y la policía disparó contra los manifestantes. De nuevo los ayatolás convocaron al duelo popular. Se inició así un ciclo de protesta, represión y duelo que se repitió en los meses siguientes en las diferentes ciudades iraníes.

El 8 de septiembre en Teherán (la capital de Irán), en una de las manifestaciones más populares hasta el momento, la Savak comenzó a disparar a fuego abierto contra la población y asesinó a más de doscientas personas. Ese día es conocido como el “viernes negro”.

La caída del sah

Mientras tanto, Estados Unidos se manifestaba de manera pública en apoyo al sah y, de manera privada, lo presionaba para sofocar los disturbios. En noviembre, el sah accedió a establecer un gobierno militar pero se negó a permitir una represión más dura. 

Estados Unidos quiso forzar su decisión y, al mes siguiente, el sah resolvió terminar con el gobierno militar y nombrar a Shahpour Bakhtiar, uno de los líderes de la oposición, como primer ministro. Finalmente, el 16 de enero de 1979, el sah y su familia escaparon del país. 

El 1 de febrero, el ayatolá Jomeini retornó a Irán como un líder revolucionario en medio de la aclamación popular. El 1 de abril de 1979 Irán se convirtió oficialmente en la República islámica de Irán y Jomeini estableció un régimen teocrático que duró hasta su muerte, en 1989.

Consecuencias de la Revolución iraní

La principal consecuencia de la Revolución iraní fue la creación de la República Islámica de Irán. Con la revolución se destituyó la monarquía del sah y, en su lugar, se instaló un régimen teocrático basado en una ideología del islamismo radical.

El gobierno de Jomeini buscó consolidar el poder nacional de Irán y expulsar las fuerzas extranjeras del país. Para ello, nacionalizó la industria del petróleo y permitió la ocupación popular de la embajada de Estados Unidos en Teherán (lo que generó una crisis diplomática conocida como la “crisis de los rehenes en Irán”). 

En consecuencia, Irán comenzó a sufrir un aislamiento internacional impulsado por un boicot estadounidense. Además, entre 1980 y 1988, Jomeini debió enfrentarse a una guerra con Irak (1980-1988). 

Esta situación generó una grave caída de la economía iraní. La crisis fue aprovechada por Jomeini para legitimar una serie de medidas coercitivas bajo las condiciones de emergencia nacional. Estableció un régimen dictatorial basado en el fundamentalismo religioso del islamismo radical. 

Se legalizaron las ejecuciones por crímenes morales, que podían abarcar desde el criticismo al nuevo gobierno a desviaciones religiosas. 

Ruhollah Jomeini (1902-1989)

Ruhollah Jomeini fue un clérigo chiíta iraní que dirigió la revolución que derrocó al sah Reza Pahlevi en 1979, estableció un régimen islámico y gobernó el país hasta su muerte diez años más tarde. Nació el 24 de septiembre de 1902 en Jomein, Irán. Tuvo una profunda educación religiosa que empezó desde edad temprana. 

Tras su carrera religiosa, Jomeini recibió el título de ayatolá en 1961 y se convirtió en un líder del Islam chiíta. Jomeini estaba en contra de las reformas del sah que afectaban a las propiedades del clero chiíta. Por su actividad como opositor fue arrestado y expulsado del país. 

Se exilió en Irak, en la ciudad Najaf, y desde allí continuó su agitación política en contra de la monarquía de los Pahlevi a los que acusaba de impíos y de estar al servicio de EE. UU. Jomeini sostenía que se debía implementar una teocracia religiosa islámica.

El descontento social en la década de los setenta hizo crecer su popularidad en Irán. Desde su exilio, Jomeini dirigió a un grupo de ayatolás en Irán que promovieron la revolución y dirigieron el levantamiento que derrocó al sah Reza Pahlevi el 16 de enero de 1979. Al mes siguiente, volvió al país aclamado por las multitudes y reconocido como uno de los máximos líderes religiosos de la revolución en Irán. 

En diciembre de 1979, un referéndum aprobó el establecimiento de la República Islámica de Irán y Jomeini fue nombrado líder político y religioso vitalicio. Impuso un régimen dirigido por los "mulás" (clérigos chiítas) y estableció la "sharia" (ley islámica) como orden legal en el país. Durante su gobierno, la represión contra cualquier tipo de oposición fue brutal.

En el terreno internacional rompió la larga alianza con EE. UU. y llamó a los musulmanes a luchar contra los dos imperialismos, norteamericano y soviético. Promovió la  revolución islámica en los países vecinos. Apoyó el asalto de la embajada norteamericana en Irán el 4 de noviembre de 1979 y la toma de rehenes entre el personal diplomático. Este secuestro se mantuvo por más de un año.

En 1980, Irán fue invadido por Irak (cuyo presidente era Saddam Hussein y comenzó una guerra que duró casi una década. En 1988, los dos países se encontraban desgastados política y económicamente por el largo conflicto y acordaron firmar el fin de la guerra. 

Jomeini murió en 1989 a los 89 años por problemas de salud. Desde entonces sigue siendo una figura popular y apoyada por el pueblo Iraní. Su tumba en el cementerio de Behesht Zahra es respetada como un lugar sagrado por la ley iraní. 

Sigue con:

    Referencias

    • Britannica, The Editors of Encyclopaedia (2020). "Iranian Revolution". Encyclopedia Britannica.
      https://www.britannica.com/ 
    • Palmowski, J. (2000). “Iran" and “Iran Hostage Crisis”. A dictionary of twentieth-century world history. Oxford University Press.
    • Van Dijk, R., Gray, W. G., Savranskaya, S., Suri, J., & Zhai, Q. (Eds.). (2013). “Iran” and “Iranian Revolution”. Encyclopedia of the Cold War. Routledge.

    ¿Te interesan nuestros contenidos?

    Sigue nuestra cuenta de Instagram, donde publicamos contenidos exclusivos.

    ¿Cómo citar este artículo?

    Citar la fuente original de donde tomamos información sirve para dar crédito a los autores correspondientes y evitar incurrir en plagio. Además, permite a los lectores acceder a las fuentes originales utilizadas en un texto para verificar o ampliar información en caso de que lo necesiten.

    Para citar de manera adecuada, recomendamos hacerlo según las normas APA, que es una forma estandarizada internacionalmente y utilizada por instituciones académicas y de investigación de primer nivel.

    Kiss, Teresa (17 de noviembre de 2024). Revolución islámica en Irán (1979). Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 17 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/revolucion-islamica-en-iran-1979/.

    Sobre el autor

    Autor: Teresa Kiss

    Profesorado de Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires)

    Fecha de actualización: 17 de noviembre de 2024
    Fecha de publicación: 28 de septiembre de 2023

    ¿Te fue útil esta información?

    No

      ¡Genial! Muchas gracias por visitarnos :)