Operación Barbarroja

Te explicamos qué fue la Operación Barbarroja y por qué fue un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial.

La invasión alemana fue inicialmente exitosa pero se encontró con una dura resistencia soviética.

¿Qué fue la Operación Barbarroja?

La Operación Barbarroja fue la invasión alemana de la Unión Soviética (URSS) durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Fue iniciada el 22 de junio de 1941 y supuso la ruptura del Pacto de no agresión germano soviético que había sido firmado en agosto de 1939. Tras la invasión, la Unión Soviética firmó el acuerdo anglo-soviético que hizo oficial su ingreso en el bando de los Aliados.

La Operación Barbarroja se llamó originalmente Operación Fritz, pero Adolf Hitler la renombró Barbarroja en referencia al emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico Barbarroja, quien en el siglo XII buscó establecer el predominio germano sobre Europa.

En la Operación Barbarroja participaron alrededor de tres millones de hombres, tres mil cuatrocientos tanques de las divisiones Panzer, más de siete mil piezas de artillería, dos mil setecientos aviones y cientos de miles de vehículos y caballos. 

Orientada a invadir la Unión Soviética a lo largo de su extensa frontera occidental, suele ser considerada la mayor movilización militar de la historia. El objetivo de Hitler era lograr una rápida victoria sobre la Unión Soviética para luego concentrar su esfuerzo militar en el frente occidental y mediterráneo.

La contraofensiva soviética de finales de 1941 señaló el comienzo del fracaso de la Operación Barbarroja. Durante la invasión, el Ejército Rojo (soviético) sufrió muchas más bajas que la Wehrmacht (fuerzas armadas alemanas). Sin embargo,  Alemania no pudo vencer rápidamente a las fuerzas soviéticas y esto complicó su situación en el frente oriental, y en el largo plazo, contribuyó a la derrota alemana.

Preguntas frecuentes

¿Qué fue la Operación Barbarroja?

Operación Barbarroja fue el nombre en clave de la invasión alemana de la Unión Soviética que se inició el 22 de junio de 1941, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Implicó la ruptura del Pacto de no agresión germano-soviético firmado antes de la guerra y supuso el ingreso de la Unión Soviética en la coalición de los Aliados contra la Alemania nazi.

¿Cuál era el objetivo de la Operación Barbarroja?

El objetivo de la Operación Barbarroja era la conquista de la Unión Soviética y el derrocamiento del régimen comunista para ampliar el Lebensraum en Europa oriental, es decir, el “espacio vital” para el asentamiento de población alemana y la explotación de sus recursos. También contemplaba la deportación o el exterminio de poblaciones judías y eslavas. Para alcanzar este objetivo se buscaba obtener una victoria rápida sobre el Ejército Rojo.

¿Cuál fue el resultado de la Operación Barbarroja?

En pocos meses las tropas alemanas ganaron un amplio territorio y llegaron a las afueras de Leningrado y Moscú. El éxito de la operación dependía de una rápida victoria, pero la llegada del invierno y la dura resistencia soviética impidieron este resultado. La contraofensiva soviética comenzó en Moscú en diciembre de 1941 y modificó los planes alemanes. Si bien mantuvieron el sitio de Leningrado y lograron entrar en Stalingrado en 1942, los alemanes fueron finalmente expulsados de los territorios de la Unión Soviética entre 1943 y 1944. En mayo de 1945 firmaron la rendición incondicional ante los Aliados.

El contexto histórico

En agosto de 1939 la Unión Soviética y la Alemania nazi firmaron el Pacto de no agresión germano-soviético, que garantizó que el Ejército Rojo no interviniera en los primeros años de la guerra. En septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia, lo que provocó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, tanto el líder soviético Iósif Stalin como el canciller alemán Adolf Hitler sabían que el enfrentamiento entre ambos países era inevitable. Además de representar dos ideologías contrapuestas, Hitler quería expandir el Lebensraum (el “espacio vital” de Alemania) hacia el este y veía a las poblaciones eslavas de Rusia como “inferiores”. 

A esto se sumó que Stalin había ocupado en 1940 los países bálticos y las regiones rumanas de Besarabia y Bukovina del norte, lo que Hitler interpretó como una amenaza a sus intereses económicos en Europa oriental.

Stalin pensaba que Hitler no atacaría a la Unión Soviética hasta después de conquistar Francia y el Reino Unido. La rápida derrota francesa en 1940 hizo que Stalin enviara a su ministro de Asuntos Exteriores, Viacheslav Molotov, a Berlín para emprender más negociaciones y tratar de evitar el ataque alemán. 

Sin embargo, Hitler ya había decidido la invasión, que en un principio se planeó para el 15 de mayo de 1941 pero debió posponerse debido a la necesidad de invadir previamente Yugoslavia y Grecia.

Stalin recibió información de los planes alemanes por diversas fuentes. Espías soviéticos (la célebre red de espías conocida como la “Orquesta Roja”) y hasta el primer ministro británico Winston Churchill le alertaron de la inminente invasión. 

Sin embargo, Stalin pensó que el líder británico solo trataba de enfrentarlo con Hitler y no atendió a sus advertencias. Finalmente, reaccionó cuando las tropas alemanas atravesaron la frontera soviética el 22 de junio de 1941.

Las consecuencias de la Operación Barbarroja

El 22 de junio de 1941, más de tres millones de hombres y tres mil cuatrocientos tanques avanzaron organizados en tres ejércitos: el grupo norte hacia Leningrado, el central hacia Moscú y el sur hacia Ucrania

Los éxitos alemanes fueron contundentes y llegaron en otoño a las afueras de Leningrado y Moscú. Las tropas soviéticas adoptaron en su retirada la táctica de “tierra quemada”: no había que dejar nada que pudiera ser utilizado por el invasor.

Sin embargo, los alemanes fracasaron en su intento de conquistar Moscú, de donde las autoridades soviéticas evacuaron a más de dos millones de civiles. La contraofensiva soviética en diciembre de 1941, en pleno invierno ruso, detuvo e hizo retroceder a las tropas alemanas. 

Por primera vez, la guerra relámpago alemana (Blitzkrieg), que consistía en el uso combinado de tanques, aviones y artillería para conseguir avances rápidos sobre las defensas enemigas, había fracasado. La victoriosa defensa de Moscú levantó la moral de las tropas soviéticas y de todos los que luchaban contra la Alemania de Hitler.

Las tácticas de guerra alemanas durante la invasión de la Unión Soviética fueron severas desde un principio. La represión nazi, sostenida en la idea de que los pueblos eslavos y judíos eran razas “inferiores”, fomentó la resistencia a ultranza de la población y el ejército soviéticos. 

Por otro lado, el gobierno soviético ordenó la ejecución del general Dmitri Pávlov y dos de sus colaboradores, por encontrarlos responsables de permitir la ocupación alemana de Minsk en seis días. Esta situación dio a muchos oficiales soviéticos el mensaje de que era mejor luchar hasta la muerte que rendirse.

Los contraataques soviéticos, el empleo de la guerra de desgaste y la dureza de los inviernos rusos provocaron el debilitamiento de las fuerzas armadas alemanas en el frente oriental. El fracaso final de la invasión alemana de la Unión Soviética se produjo con la derrota en la batalla de Stalingrado en febrero de 1943 y el consecuente retroceso de las tropas alemanas ante las contraofensivas del Ejército Rojo.

Discurso de Stalin en el que llama a la resistencia

Moscú, 3 de julio de 1941

¡Camaradas! ¡Ciudadanos! ¡Hermanos y hermanas! ¡Hombres de nuestro Ejército y nuestra Armada! ¡Me dirijo a ustedes, mis amigos!

El pérfido ataque militar a nuestra tierra, iniciado el 22 de junio por la Alemania de Hitler, continúa.

A pesar de la heroica resistencia del Ejército Rojo, y aunque las más selectas divisiones enemigas y las mejores unidades de la fuerza aérea ya han sido destrozadas y han encontrado su muerte en el campo de batalla, el enemigo sigue avanzando, lanzando nuevas fuerzas al ataque.

Las tropas de Hitler han logrado capturar Lituania, una parte considerable de Letonia, el oeste de la Rusia blanca y parte del oeste de Ucrania. La fuerza aérea fascista está ampliando el ámbito de sus operaciones y está bombardeando Múrmansk, Orsha, Maguilov, Smolensk, Kiev, Odesa y Sebastopol. Un grave peligro se cierne sobre nuestro país.

¿Cómo puede haber sucedido que nuestro glorioso Ejército Rojo haya rendido varias de nuestras ciudades y distritos a los ejércitos fascistas? ¿Es realmente cierto que las tropas de la Alemania fascista son invencibles, como pregonan sin cesar los jactanciosos propagandistas fascistas? ¡Por supuesto que no!

La historia muestra que no hay ejércitos invencibles y nunca los ha habido (...). Lo mismo debe ser dicho hoy del ejército fascista alemán de Hitler. Este ejército aún no se ha encontrado con una seria resistencia en el continente europeo. Solo en nuestro territorio ha encontrado una resistencia seria, y si como resultado de esta resistencia las mejores divisiones del ejército fascista alemán de Hitler han sido derrotadas por nuestro Ejército Rojo, significa que este ejército también puede ser aplastado y será aplastado como lo fueron los ejércitos de Napoleón y Guillermo.

(...) No puede haber duda de que esta efímera ventaja militar para Alemania es solo un episodio, mientras que la tremenda ventaja política de la URSS es un factor de peso y duradero que está destinado a sentar las bases para el logro de destacados éxitos militares del Ejército Rojo en la guerra contra la Alemania fascista (...).

En caso de una retirada forzosa de las unidades del Ejército Rojo, todo el material rodante debe ser evacuado; al enemigo no se le debe dejar ni una sola máquina, ni un solo vagón de ferrocarril, ni una sola libra de grano o galón de combustible. Las granjas colectivas deben ahuyentar todo su ganado y entregar su grano a la custodia de las autoridades estatales para su transporte a la retaguardia (...). En las áreas ocupadas por el enemigo, deben formarse unidades guerrilleras, montadas y a pie; deben organizarse grupos de sabotaje para combatir a las tropas enemigas, fomentar la guerra de guerrillas por todas partes, volar puentes y carreteras, dañar líneas de teléfono y telégrafo (...). En las regiones ocupadas las condiciones deben hacerse insoportables para el enemigo y todos sus cómplices (...).

Esta guerra con la Alemania fascista no puede ser considerada como una guerra ordinaria. No es solo una guerra entre dos ejércitos, es también una gran guerra de todo el pueblo soviético contra las fuerzas del fascismo alemán. El objetivo de esta guerra nacional patriótica en defensa de nuestro país contra los opresores fascistas, no es solo eliminar el peligro que se cierne sobre nuestro país sino también ayudar a todos los pueblos europeos que sufren bajo el yugo del fascismo alemán.

En esta guerra de liberación no estaremos solos. En esta gran guerra tendremos verdaderos aliados en los pueblos de Europa y América, incluido el pueblo alemán que está esclavizado por los déspotas hitlerianos. Nuestra guerra por la libertad de nuestro país se mezclará con la lucha de los pueblos de Europa y América por su independencia, por las libertades democráticas. Será un frente unido de pueblos en defensa de la libertad y contra la esclavitud y las amenazas de esclavitud de los ejércitos fascistas de Hitler (...).

Camaradas, nuestras fuerzas son innumerables. El arrogante enemigo pronto lo descubrirá a su costa. Junto al Ejército Rojo y la Armada, miles de trabajadores, granjeros colectivos e intelectuales se están levantando para luchar contra el enemigo agresor (...). Con el fin de asegurar la rápida movilización de todas las fuerzas de los pueblos de la URSS y rechazar al enemigo que traicioneramente atacó a nuestro país, ha sido formado un Comité Estatal de Defensa en cuyas manos ha sido delegada enteramente la autoridad del Estado.

El Comité Estatal de Defensa ha entrado en funciones y llama a todo nuestro pueblo a reunirse en torno al partido de Lenin y Stalin y en torno al gobierno soviético para apoyar abnegadamente al Ejército Rojo y a la Armada Roja, exterminar al enemigo y asegurar la victoria.

¡Todas nuestras fuerzas para apoyar a nuestro heróico Ejército Rojo y a nuestra gloriosa Armada Roja! ¡Todas las fuerzas del pueblo para la destrucción del enemigo! ¡Adelante, por nuestra victoria!

Iósif Stalin

Sigue con:

Referencias

  • Glantz, D. M. & House, J. M. (2017). Choque de titanes. La victoria del Ejército Rojo sobre Hitler. 3ra edición. Desperta Ferro Ediciones.
  • Hartmann, C. (2018). Operación Barbarroja. La guerra alemana en el este 1941-1945. La Esfera de los Libros.
  • Royde-Smith, J. G. (2023). Operation Barbarossa. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/
  • Stone, N. (2013). Breve historia de la Segunda Guerra Mundial. Ariel.
  • VV.AA. (2022). Barbarroja (I). La invasión de Rusia. Desperta Ferro Contemporánea, nro. 50.

¿Te interesan nuestros contenidos?

Sigue nuestra cuenta de Instagram, donde publicamos contenidos exclusivos.

¿Cómo citar este artículo?

Citar la fuente original de donde tomamos información sirve para dar crédito a los autores correspondientes y evitar incurrir en plagio. Además, permite a los lectores acceder a las fuentes originales utilizadas en un texto para verificar o ampliar información en caso de que lo necesiten.

Para citar de manera adecuada, recomendamos hacerlo según las normas APA, que es una forma estandarizada internacionalmente y utilizada por instituciones académicas y de investigación de primer nivel.

Gayubas, Augusto (12 de noviembre de 2024). Operación Barbarroja. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 12 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/operacion-barbarroja/.

Sobre el autor

Autor: Augusto Gayubas

Doctor en Historia (Universidad de Buenos Aires)

Fecha de actualización: 12 de noviembre de 2024
Fecha de publicación: 28 de septiembre de 2023

¿Te fue útil esta información?

No

    ¡Genial! Muchas gracias por visitarnos :)