Te explicamos qué es la oligarquía, cómo se originó y ejemplos de este régimen. Además, cuáles son sus características y consecuencias.
¿Qué es la Oligarquía?
Se entiende por oligarquía a un régimen o una forma de gobierno en que el poder reside en las manos de unos pocos, generalmente pertenecientes a una misma clase o estrato social, llamados oligarcas.
Se trata de un término cercano al de aristocracia, con el que presenta diferencias ya que la oligarquía no parte del precepto de ser la clase idónea para detentar el poder, sino que simplemente lo detenta.
Es a menudo usado como sinónimo de oligocracia, el gobierno de una minoría minúscula en comparación con el universo social.
La oligarquía consiste en el control político del Estado por un sector minoritario, que bien puede ser una élite política, económica, étnica o militar, siempre y cuando posea los instrumentos para ejercer el monopolio del poder y perpetuarse en el mando.
Ver además: Tecnocracia.
Origen del término
El término proviene del griego: olígos traduce como “pocos” y arko como “comandar”, lo que en conjunto significaría “el mandato de unos pocos”.
El primero en usarlo fue Platón, el filósofo griego, quien valoraba la aristocracia como el gobierno de los mejores y más aptos, pero veía en él el riesgo de degenerar en una oligarquía u oligocracia, ya que los aristócratas heredarían el poder a su descendencia que no necesariamente compartiría su sabiduría y sus principios, pero sí conservaría el poder.
Historia de oligarquía
La oligarquía ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia política, ya que siempre el poder parece ser detentado por una minoría privilegiada, con acceso a las herramientas para forjar la sociedad a su antojo.
Tal es el caso de los caudillos y emperadores que se erigían en la antigüedad y que gobernaban a favor de sus familiares y allegados, o de las castas de la burguesía florentina del Renacimiento como los Medici, quienes acumularon poder político gracias a su influencia en el comercio internacional y el Enriquecimiento.
La oligarquía como esquema social
No sólo se habla de oligarquía cuando se ejerce el gobierno de un Estado: también cuando se cuenta con el monopolio de los recursos de un bien demandado, puede hablarse de una oligarquía económica, empresarial, etc. Se trata de un esquema social de concentración de poderes, que puede darse en cualquier área y en cualquier época.
Incluso en los regímenes comunistas, partidarios de la colectivización forzosa y la abolición de la propiedad privada, surgen paradójicamente las oligarquías en torno al partido único de gobierno y a la burocracia del Estado que concentra sobre sí el poder entero.
Ejemplos de oligarquía
A lo largo de la historia son abundantes los ejemplos de oligarquías. Un ejemplo posible es el famoso apartheid surafricano, en el que la minoría blanca gobernaba a la mayoría negra y les imponía leyes segregacionistas, empobrecedoras, que no les permitían desarrollarse como seres humanos.
Un último caso es, por paradójico que parezca, el de los hermanos Castro, gobernantes dictatoriales de la isla de Cuba desde mediados del siglo XX, quienes se han perpetuado en el poder mediante el partido único de gobierno de su régimen comunista.
Consecuencias de la oligarquía
Las consecuencias posibles de una oligarquía prolongada son:
- Empobrecimiento del sector económico monopolizado, pues nadie puede competir con los oligarcas.
- Inequidad en el reparto de los bienes, ya que muchas veces la oligarquía la componen terratenientes, políticos o grandes capitalistas.
- Resentimiento de los sectores marginados por la oligarquía.
- Debilitamiento de las estructuras democráticas o republicanas, de haberlas.
- Corrupción e injusticia.
Lucha contra las oligarquías
A menudo se ha dicho que todo gobierno republicano ha de luchar contra las oligarquías en su interior, procurando la justa y equitativa repartición de la riqueza y de los bienes, renovando sus cargos gubernamentales con frecuencia y propiciando la contraloría y combatiendo la impunidad. Sin embargo, esta tarea parece ir en contra de la propia naturaleza humana, que tiende al egoísmo y al beneficio de pocos a pesar del malestar de muchos.
Diferencias con la democracia
La oligarquía y la democracia se distinguen claramente en la forma de ejercer el poder, ya que esta última permite a la mayoría expresar su deseo mediante el voto, así sea para designar a quienes han de tomar las decisiones en última instancia.
Mientras que un gobierno oligárquico, incluso si es fruto de una elección democrática, tenderá a concentrar el poder en alguna minoría y a obedecer a los intereses de ésta y no a los del pueblo en general.
Diferencias con la tiranía
Se dice que una oligarquía es la tiranía de unos pocos, así que en realidad se encuentra bastante cerca de este modelo político despótico e imperativo.
Sin embargo, la oligarquía distribuye el poder en una casta o una élite, un pequeño círculo de privilegiados, en lugar de una única figura o un caudillo. Es más semejante, si se quiere, a la aristocracia.
Sigue en: Tiranía.
Los monopolios
La mayoría de las oligarquías funcionan en base a un monopolio, esto es, al manejo cautivo, a veces mafioso, de algún tipo de bien o algún poder específico.
Por ejemplo, las oligarquías empresariales concentran el poder económico, usualmente a través de monopolios en su rama corporativa, que se obtienen gracias a las influencias políticas en el Estado.
Conflictos entre oligarquías
Ocurre a veces que distintas oligarquías se enfrentan entre sí por el control de las naciones, como ocurrió en algunas guerras civiles, como la Guerra Federal Venezolana.
En ella se dieron lucha dos formas de oligarquía: la conservadora y la liberal, ambas representadas por partidos minoritarios y acomodados cuyos modelos de país eran mutuamente excluyentes.
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