Te explicamos quién fue Rómulo Gallegos, cuáles fueron sus principales obras literarias y cuál fue su rol en la política venezolana en la primera mitad del siglo XX.
¿Quién fue Rómulo Gallegos?
Rómulo Gallegos fue un escritor y político venezolano, considerado como el autor más relevante de su país y uno de los más importantes de América Latina en el siglo XX. Su obra más conocida y celebrada es Doña Bárbara, un texto central en la tradición literaria venezolana y latinoamericana, que ha sido reeditado en más de cuarenta ocasiones, traducido a numerosas lenguas y llevado al cine y la televisión.
Además de su rol como escritor, Gallegos jugó un papel importante en la política de su país, primero como ministro de Educación del primer gobierno post gomecista y en 1948 como presidente de la República. Su mandato, sin embargo, duró unos pocos meses, pues fue derrocado por un golpe de Estado que condujo a la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez (1914-2001).
Desde su juventud, Gallegos vivió en el exilio en varias oportunidades, en España, Cuba, México y Estados Unidos, y fue el comisionado y primer presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
- Ver además: Venezuela
Nacimiento y juventud de Rómulo Gallegos
Rómulo Gallegos nació el 2 de agosto de 1884 en Caracas, Venezuela, durante el gobierno del caudillo liberal Joaquín Crespo (1841-1898). Sus padres fueron Rita Freire Guruceaga y Rómulo Gallegos Osío, una pareja capitalina de pocos recursos. En 1894 comenzó sus estudios en el Seminario Metropolitano de Caracas, pero dos años después tuvo que abandonarlos tras la muerte de su madre, porque tuvo que ponerse a trabajar para ayudar a sostener a su familia.
En 1898 logró continuar su educación en el prestigioso Colegio Sucre de Caracas, donde fue alumno de importantes educadores venezolanos de finales del siglo XIX, como José Manuel Núñez Ponte (1870-1965). De allí se graduó de bachiller en 1904 y se inscribió en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, donde cursó la carrera de leyes hasta 1905, cuando nuevamente abandonó los estudios.
El año de 1906 encontró a Gallegos trabajando como jefe de la estación del Ferrocarril Central, en la ciudad capital. Ya en ese entonces había dado sus primeros pasos como escritor, coordinando el semanario El Arco Iris, donde publicó su primer ensayo: “Lo que somos”. Ya la idea de retratar la idiosincrasia venezolana a través de la literatura rondaba entre sus intereses.
Esta idea se afianzó todavía más cuando, en 1908, comenzó la dictadura militar de Juan Vicente Gómez (1857-1935), que se extendió hasta la muerte del caudillo en 1935.
El gomecismo fue una dictadura militar de corte conservador en lo social y cultural que, bajo el nombre de “la rehabilitación”, se opuso a las ideas liberales de su predecesor, el también dictador Cipriano Castro (1858-1924), a quien Gómez expulsó del poder mediante un golpe de Estado. El fin del gomecismo se considera, en la historia de Venezuela, como el inicio de la etapa moderna de esta nación sudamericana.
- Ver también: Dictadura
El gomecismo y el grupo La Alborada
Desde sus comienzos, el régimen gomecista despertó la antipatía de los jóvenes artistas y escritores, sobre todo de aquellos que aspiraban a una Venezuela moderna y liberal. Entre ellos destacaron los jóvenes fundadores del grupo literario La Alborada y del semanario del mismo nombre en el cual transmitieron sus ideas.
Este grupo estuvo conformado por Henrique Soublette (1886-1912), Julio Planchart (1885-1948), Julio Horacio Rosales (1885-1970), Salustio González Rincones (1886-1933) y Rómulo Gallegos. En el primer número del semanario La Alborada publicaron un breve manifiesto del grupo, donde se declaraban “jóvenes y modernos” y decían que:
“Salimos de la oscuridad en la cual nos habíamos encerrado dispuestos a perderlo todo antes que transigir en lo más mínimo con los secuaces de la Tiranía. Muchos de nosotros hemos estado a punto de ahogarnos bajo la presión de aquella negra atmósfera, pero nunca de ceder un ápice de nuestra integridad; hemos de hacer mucho hincapié en esto. Nuestro oscuro pasado nos ha robustecido, nuestro silencio nos da derecho a levantar la voz; puesto que hemos sido víctimas podemos ser acusadores”.
Tomado de Revista del Centro de Letras Hispánicas (año 16, n. 18, 2007).
En La Alborada, Gallegos publicó ensayos y artículos no solo literarios, sino también sobre educación, política y otros asuntos de interés. Sin embargo, impulsado por el intercambio intelectual con sus colegas de La Alborada, Gallegos se inició en la escritura de ficción, en el género de la dramaturgia.
En esa época escribió distintas obras teatrales, como “Los ídolos” (1909), “Los predestinados” (1909), “El motor” (1910) o “El milagro del año” (1915), aunque pocas de ellas las publicó en vida. Otras obras, como “Listos” o “La espera”, fueron incluso destruidas por el autor, y se sabe de ellas únicamente por menciones en su correspondencia con su amigo Salustio González Rincones.
En 1912, Gallegos fue designado director del Colegio Federal de Varones de Barcelona, en el oriente del país, y allí conoció a Teotiste Candelaria Arocha Egui (1895-1950), con quien se casó ese mismo año. Teotiste fue su esposa y compañera hasta la muerte y con ella tuvo una única hija, Sonia, en 1938. A finales de 1912 murió el padre de Gallegos y el autor regresó a la capital, donde ocupó la subdirección del Colegio Federal de Caracas.
En ese entonces, Gallegos había debutado como narrador, con la publicación en la revista El Cojo Ilustrado de su cuento “Las rosas”. Pero fue en 1913 cuando apareció su primer compendio de relatos, titulado Los aventureros. Hasta 1922 continuó produciendo distintos relatos, aunque sus principales antologías de cuentos se publicaron décadas después, mayormente por temor a las represalias del gomecismo: La rebelión y otros cuentos en 1946, y La doncella y El último patriota en 1957.
Las novelas de Rómulo Gallegos
A los 36 años de edad, Gallegos publicó su primera novela: El último Solar, que años después reeditó como Reinaldo Solar (1930). Su compromiso con la literatura, a partir de entonces, se afianzó por completo. Entre 1920 y 1922 fue propietario y director de la revista literaria Actualidades y también director de la revista Lectura Semanal.
En 1922, además, fue designado como director del entonces Liceo Caracas, cargo en el que estuvo hasta 1930. Allí fue testigo del surgimiento de la generación que años después construyó la democracia, muchos de los cuales lo convencieron, 20 años más tarde, de ingresar a las filas del partido Acción Democrática (AD). Entre sus alumnos estuvieron el futuro novelista Miguel Otero Silva (1908-1985), el futuro presidente de la república Rómulo Betancourt (1908-1981), el futuro historiador Isaac J. Pardo (1905-2000) y otras futuras personalidades de la cultura y la política venezolana.
En 1925 apareció la segunda novela de Gallegos: La trepadora, un retrato de la dinámica racial del país en el que aboga por el mestizaje como solución a las tensiones heredadas del pasado colonial. Volvió a abordar esta perspectiva, más intensamente, en su posterior y más exitosa obra literaria: Doña Bárbara, aparecida en 1929.
Fruto de un viaje realizado a los llanos venezolanos en 1927, esta novela reinterpreta el dilema latinoamericano de “civilización versus barbarie”, es decir, la tensión entre la sociedad moderna y el pasado rural, y la plasma en el escenario llanero venezolano. Allí, dos personajes se oponen narrativa e ideológicamente: Doña Bárbara, encarnación de la Venezuela rural, supersticiosa y corrupta, y el joven capitalino Santos Luzardo, representante del progreso tecnológico y la modernidad urbana.
Doña Bárbara fue, además, un alegato simbólico en contra del gomecismo, que mantenía a Venezuela sumergida en el atraso y la ruralidad, y a favor de la construcción de un república liberal y democrática, cuyas tensiones se debían resolver a través de la mezcla y no de la segregación.
El éxito de esta novela fue enorme, tanto dentro como fuera del país, y el nombre de Gallegos obtuvo su lugar dentro de la crítica literaria latinoamericana. En 1943 se realizó una versión cinematográfica de cooperación mexicano-venezolana, en la cual el propio Gallegos actuó como guionista y el rol protagónico lo tuvo la actriz mexicana María Félix (1914-2002).
- Puede servirte: Cultura latinoamericana
La vida política de Rómulo Gallegos
El inmenso éxito de Doña Bárbara le trajo a Gallegos un elemento indeseado: la atención del régimen gomecista. Dado el prestigio nacional e internacional que el escritor comenzaba a recibir, Gómez nombró a Gallegos senador, con la intención de asimilarlo a su gobierno. El novelista, sin embargo, rechazó el cargo ofrecido y, temiendo alguna represalia, decidió expatriarse a Nueva York en 1931.
Desde entonces y hasta la muerte del dictador en 1935, Gallegos vivió en los Estados Unidos y luego en España. Estando en el exilio publicó otras dos novelas: Cantaclaro en 1934 y Canaima en 1935. Ese mismo año volvió a Venezuela y en 1937 publicó Pobre negro.
En 1936, además, fue nombrado ministro de Instrucción Pública (luego llamado ministro de Educación) del gobierno de transición del militar Eleazar López Contreras (1883-1973). Gallegos ocupó el cargo apenas unos meses: sus intentos por reformar y liberalizar el sistema educativo fueron entorpecidos por el Congreso de mayoría gomecista, y acabó renunciando a su ministerio. Ese mismo año fue electo diputado del congreso nacional (1937-1940) y presidente del Concejo Municipal del Distrito Federal (1940-1941).
Gallegos, sin embargo, consideraba que estaba “prestado” a la política y que su verdadera ocupación era la literaria. Esto, sin embargo, iría cambiando con el tiempo. En 1941, Gallegos fue convencido por sus antiguos alumnos, fundadores del partido Acción Democrática (AD), de sumarse al partido y postularse a la presidencia de la República para las elecciones de 1941.
El general Isaías Medina Angarita (1897-1953) fue el ganador de esas elecciones. Gallegos, así, se dedicó de nuevo a la literatura: en 1942 publicó El forastero, novela que había escrito décadas antes pero no había publicado por miedo al gomecismo, y en 1943 Sobre la misma tierra.
En 1945, cuando el gobierno de Medina Angarita fue derrocado por sectores progresistas descontentos con su tardanza en otorgar el sufragio universal, Acción Democrática volvió a anunciar la candidatura de Gallegos. Uno de sus antiguos alumnos, Rómulo Betancourt, hizo de presidente interino hasta la celebración de las primeras elecciones universales, secretas y directas del país en 1947.
Esta vez Gallegos fue el ganador de las elecciones y asumió el poder el 15 de febrero de 1948.
Derrocamiento y años de exilio
El gobierno de Gallegos fue proteccionista en lo económico e hizo foco en la educación pública y la cultura. Su gabinete estuvo integrado por importantes personalidades de la cultura venezolana, por ejemplo:
- El poeta Andrés Eloy Blanco (1896-1955) fue su ministro de Relaciones Exteriores;
- El filósofo, abogado y educador Luis Beltrán Prieto Figueroa (1902-1993) fue su ministro de Educación;
- El abogado y diplomático Juan Pablo Pérez Alfonzo (1903-1979), considerado como el “padre de la OPEP”, fue su ministro de Fomento;
- El abogado y futuro presidente del país Raúl Leoni (1905-1972) fue su ministro del Trabajo.
En su nuevo cargo, Gallegos fue recibido por el presidente Harry S. Truman en los Estados Unidos, principal socio comercial de Venezuela en materia petrolera, tras lo cual su gobierno logró aumentar la percepción del Estado venezolano en la explotación de crudo de 43 % a 50 %. A este esquema tributario se lo llamó “fifty-fifty” (cincuenta-cincuenta, en inglés) y generó gran descontento entre las empresas transnacionales en el país. Esto último acabó costándole a Gallegos la presidencia.
El gobierno de Gallegos fue sumamente breve: el 24 de noviembre de 1948, su ministro de Defensa, Carlos Delgado Chalbaud (1909-1950), encabezó un golpe de Estado. Sectores militares, auspiciados por los intereses económicos estadounidenses, se sublevaron y exigieron la renuncia y exilio de Gallegos, la depuración de los militantes de Acción Democrática de su gabinete de gobierno y el desarme de las milicias populares afiliadas al partido.
Cuando Gallegos se negó a obedecer, los militares tomaron el poder y organizaron una Junta Militar de Gobierno en manos de Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez (1914-2001) y Luis Llovera Páez (1913-1977). Gallegos fue apresado y conducido con su familia al exilio. Un mes después, el gobierno estadounidense reconoció al nuevo gobierno. Gallegos llegó inicialmente a Cuba y luego partió a la Ciudad de México, donde vivió en el exilio de 1949 a 1958.
- Ver más en: Golpe de Estado
Los últimos años de Rómulo Gallegos
En la Ciudad de México, Gallegos fue muy bien acogido. Su fama como escritor no solo se debía a Doña Bárbara, sino a las posteriores versiones cinematográficas de Canaima y Cantaclaro, entre otras.
Cuando en 1950 falleció su esposa, el autor se mudó a la ciudad de Morelos y se dedicó nuevamente a escribir. En 1951 publicó La brizna de paja en el viento y al año siguiente comenzó su última novela: Tierra bajo los pies, que permaneció inédita hasta su publicación póstuma en 1973.
Durante la década de 1950, además, Gallegos recibió numerosos reconocimientos a su obra, como la Cruz de San Martín del Estado Argentino y numerosos Doctorados Honoris Causa: por la Universidad de Costa Rica (1951), la Universidad Central de Venezuela (1958), la Universidad de los Andes (1958) y la Universidad del Zulia (1958). En esos años, además, fue considerado para el Premio Nobel de Literatura.
Gallegos regresó a Venezuela tras el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en enero de 1958 y no volvió a dedicarse a la política, aunque tuvo algunas apariciones públicas en el marco de los gobiernos de Acción Democrática. Tampoco publicó ninguna otra obra literaria. Ese año, además, recibió el Premio Nacional de Literatura y fue elegido como individuo de número en la Academia Venezolana de la Lengua.
En 1960 fue elegido para el cargo de Comisionado y primer presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, recién creada en los Estados Unidos. Gallegos ejerció ese cargo hasta 1963. Dos años después, en Venezuela se creó el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, en honor a su trayectoria literaria.
Muerte y legado de Rómulo Gallegos
Rómulo Gallegos falleció en Caracas el 5 de abril de 1969 y fue sepultado junto a su esposa Teotiste en el Cementerio General del Sur. En su honor, se creó en Caracas el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), institución encargada de difundir su obra, administrar el premio de novela que lleva su nombre y actuar como un centro cultural en la capital venezolana.
En 1994 el gobierno venezolano hizo gestiones para trasladar el cuerpo de Gallegos al Panteón Nacional, pero se prefirió respetar el deseo del autor de descansar junto a su esposa. Sin embargo, cuando en 2016 la tumba del escritor y de su esposa fueron profanadas, la alcaldía de Caracas anunció el traslado de sus restos al panteón en el centro de la ciudad.
La obra de Gallegos, por su parte, inspiró a generaciones posteriores de escritores venezolanos y constituye un hito importante en la cultura literaria del continente. La centralidad de su obra también condujo a escritores posteriores, como Guillermo Meneses (1911-1978), a ver a Gallegos como un padre literario contra el cual alzarse literariamente.
Entre las principales obras narrativas de Rómulo Gallegos se encuentran:
- Doña Bárbara (1929)
- La trepadora (1925)
- Cantaclaro (1934)
- Canaima (1935)
- Pobre negro (1937)
- La rebelión y otros cuentos (1946)
Sigue con:
Referencias
- Liscano, J. (1997). “Gallegos, Rómulo”. Diccionario de Historia de Venezuela. Fundación Empresas Polar.
- Marinone, M. (2007). “Somos jóvenes y modernos. La Alborada de Venezuela”. CELEHIS-Revista del Centro de Letras Hispánicas (año 16, n. 18), pp. 67-90.
- The Encyclopaedia Britannica. (2023). Rómulo Gallegos (Venezuelan politician and novelist). https://www.britannica.com/.
- Seijas Díaz, P. (1984). Biografía de Rómulo Gallegos. Ediciones Culturales INCE.
¿Te fue útil esta información?
Sí No¡Genial! Muchas gracias por visitarnos :)