Te explicamos qué es el impresionismo y cuándo surgió este movimiento artístico. Además, cuáles son sus características principales.
¿Qué es el impresionismo?
El impresionismo fue un movimiento inicialmente pictórico y luego extendido a otras artes, como la música, que emergió en Francia entre 1867 y 1886 como reacción a la rigidez del arte académico de su tiempo. Su objetivo principal era capturar el efecto cambiante de la luz sobre las formas.
Los primeros indicios de esta nueva estética aparecieron de la mano de Édouard Manet (1832- 1883), cuyos trabajos comenzaron a mostrar más interés en tonos, texturas y colores que en las formas y los sujetos. Su actitud tuvo mucha influencia en pintores como Berthe Morisot (1841-1895), Claude Monet (1840-1926), Auguste Renoir (1841-1919) y posteriormente Camille Pisarro (1830-1903) y Edgar Degas (1834-1917), quienes se dedicaron a pintar paisajes y figuras en escenas coloridas, protagonizadas por la luz, sus reflejos y sus matices.
Esta actitud rompió con preceptos renacentistas vigentes en la pintura de la época, tales como la perspectiva lineal, la precisión detallista y las figuras idealizadas. El impresionismo se considera como el inicio de la pintura moderna y el primer antecedente de las vanguardias artísticas.
¿Por qué se llama así? El término “impresionista” se empleó por primera vez de manera despectiva. Se le atribuye a un crítico de arte de nombre Louis Leroy, quien lo habría usado a modo de mofa frente a un cuadro de Monet: Impresión, sol naciente (1873). Inspirado en el título de este cuadro, el crítico arremetió en la prensa contra los “pintores impresionistas” expuestos en París, dándole nombre sin saberlo a uno de los movimientos pictóricos más importantes del siglo.
- Ver además: Renacimiento
Características del impresionismo
1. Importancia de la luz
Los impresionistas dejaron la forma en segundo plano, y prefirieron explorar los distintos comportamientos de la luz, como la iluminación artificial en interiores, en el caso de Degas y sus bailarinas; la iluminación natural filtrada por las hojas, en Renoir; o la iluminación natural de un lago y una multitud, en Monet.
En esto daban la espalda al clasicismo, que tenía el volumen y la forma como preocupación principal de la pintura. Los impresionistas priorizaban la luz por sobre los objetos.
2. Uso de colores puros
En esa época se crearon nuevos pigmentos, y los pintores dispusieron de colores más puros. Esto les permitió a los impresionistas explorar nuevas formas de color y contraste.
Así, los impresionistas se atrevieron a hacer juegos de sombras que rompían con la dinámica del claroscuro (la técnica tradicional que emplea luces y sombras para dar sensación de volumen). Utilizaban, en cambio, sombras hechas con colores complementarios. Este avance fue fundamental para las vanguardias a las que el impresionismo abrió la puerta.
3. Pinceladas visibles
En lugar de ocultar el paso del pincel por la superficie del lienzo, los impresionistas preferían la pincelada suelta, el efecto visual de las manchas. Lo que completaba el color y las figuras era la forma en que se superponía una pincelada sobre otra.
4. Pintura al aire libre
La pintura a plein air o al aire libre fue una práctica muy habitual para los impresionistas, quienes se dedicaron intensamente al paisaje. Salir del atelier les permitió captar los diferentes efectos de la luz y los cambios atmosféricos como el viento, la niebla o los reflejos sobre las figuras.
5. Interés por el instante
Los impresionistas se interesaron por atrapar en sus lienzos momentos impermanentes y fugaces, no solo de elementos de la naturaleza (como los efectos transitorios del viento o los rayos del sol), sino también escenas de la vida cotidiana: dinámicas de la calle y la sociedad moderna o actividades de la gente al aire libre.
6. Importancia de la percepción
Para el impresionismo, son fundamentales las percepciones subjetivas, tanto del pintor como del espectador. Las atmósferas, el color, el juego con la luz y la intención de capturar el instante no son algo superficial, sino que buscan conectar con las sensaciones y las emociones humanas.
Principales artistas del impresionismo
- Édouard Manet (1832-1883). Fue un pintor muy influyente para el movimiento impresionista. Algunos críticos aseguran que fue el primer pintor que rompió con el carácter mimético del arte.
- Camille Pissarro (1830-1903). Es considerado el padre del impresionismo por su forma de capturar la luz y el movimiento y sus representaciones de la vida cotidiana.
- Claude Monet (1840-1926). Es el creador de la obra Impresión, sol naciente (1872) que identifica y da nombre al movimiento.
- Alfred Sisley (1839-1899). Fue fundador, junto a otros impresionistas, de la sociedad anónima de pintores, grabadores y escultores que organizó la Primera exposición de pintores impresionistas.
- Edgar Degas (1834-1917). Fue pintor, grabador y escultor. Son famosas sus representaciones de bailarinas de ballet.
- Berthe Morisot (1841-1895). Fue una pintora muy comprometida con el movimiento impresionista. Alcanzó tal éxito en vida que tuvo una exposición individual.
- Auguste Renoir (1841-1919). Fue un pintor impresionista que innovó con su paleta de colores colorida y brillante, aunque conservó su apego a la tradición en las temáticas galantes.
Orígenes del impresionismo
El impresionismo fue muy mal recibido por la sociedad francesa de mediados del siglo XIX, como sucede con muchas expresiones que transgreden las normas de su época.
Las obras más osadas de los nuevos pintores eran rechazadas en el prestigioso Salón de pintura y escultura, una exposición organizada por la Academia de Bellas Artes de Francia. Esto provocó en 1863 una protesta que llevó a Napoleón III a organizar el Salón de los Rechazados.
En este nuevo salón se exhibió El baño (en francés Le bain, obra hoy conocida como El almuerzo sobre la hierba) de Édouard Manet, una obra que ocasionó gran escándalo por su temática mundana, su pincelada audaz y su particular tratamiento de la luz. Con esta pintura, Manet inspiró un nuevo estilo que dejó de lado los modelos idealizados y los grandes relatos, que eran los elementos más importantes de la tradición pictórica hasta ese momento.
Las controversias y los rechazos en los círculos oficiales aumentaban a medida que el nuevo arte se alejaba de los cánones clasicistas, lo que animó al grupo de pintores a habilitar sus propios espacios y organizar exposiciones independientes en los años siguientes.
El 15 de abril de 1874, en el antiguo estudio del fotógrafo y escritor Nadar (1820-1910), celebraron la Primera exposición de pintores impresionistas, en paralelo con el Salón oficial de la Academia de Bellas Artes, como señal de protesta. En esa exposición participaron treinta artistas, entre los cuales estaban Paul Cézanne, Edgar Degas, Berthe Morisot, Camille Pissarro, Auguste Renoir y Alfred Sisley.
- Ver también: Puntillismo
Repercusiones del impresionismo
Entre 1874 y 1886 hubo en París ocho exposiciones impresionistas, al margen del salón oficial de la Academia de Bellas Artes de Francia. Esto supuso un avance en el carácter independiente del artista plástico contemporáneo respecto a las instituciones oficiales del arte, y en la constitución de un mercado privado de obras de arte.
El impresionismo fue aceptado en los circuitos artísticos europeos de la época, especialmente en París (la ciudad de peregrinación artística), donde tuvieron lugar numerosas exposiciones universales en las que el impresionismo jugó un papel importante.
Tal vez debido a ello, expandió rápidamente su influencia por las escuelas de arte europeas, se consagró como tendencia y se tradujo a las experiencias artísticas locales.
La escuela impresionista fue recibida en muchos países europeos, y generó pronto variantes locales en Alemania, Bélgica, España, Holanda, Hungría, Italia y Estados Unidos.
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Referencias
- Britannica. (2019). Impressionism | Definition, History, Art, & Facts. En Encyclopædia Britannica. https://www.britannica.com/
- Tate. (2018). Impressionism. Tate. https://www.tate.org.uk/
- Musée des impressionnismes Giverny - Entre Paris et Rouen, dans l’Eure. (n.d.). Musée Giverny. https://www.mdig.fr/
- Ruhrberg, K. (2001). La magia de la luz. El rostro de Jano del impresionismo. En I. F. Walter (Ed.), Arte del siglo XX. Taschen.
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