Felipe II de España

Te contamos quién fue Felipe II de España y cómo fue su reinado. Además, su política exterior y la unión dinástica con Portugal.

¿Quién fue Felipe II de España?

Felipe II fue hijo del emperador Carlos V (Carlos I de España) y de Isabel de Portugal. Pertenecía a la Casa de Habsburgo y, desde muy joven, fue preparado para desempeñar el cargo de rey.

Felipe II nació en 1527 y fue rey de España y sus territorios de ultramar entre 1556 y 1598. Dado que heredó gran parte del imperio de su padre, fue también rey de Cerdeña, Nápoles y Sicilia y soberano del ducado de Milán y de los Países Bajos. En 1580 consiguió la unión dinástica con la corona de Portugal y fue proclamado rey de Portugal como Felipe I.

Felipe II y su padre son considerados los “Austrias mayores”. Felipe II entabló conflictos con diversos Estados (Francia, Inglaterra, los Países Bajos, el Imperio otomano) y sofocó rebeliones y conspiraciones internas. Tras incorporar Portugal y sus posesiones coloniales, el Imperio español alcanzó una gran extensión. Felipe II murió en 1598 y lo sucedió su hijo Felipe III.

Ver además: Monarquía española

La abdicación de Carlos V

Felipe II llegó al trono de España tras la abdicación de Carlos I (Carlos V del Sacro Imperio Romano-Germánico) en 1556. Carlos I había sido el primer rey en gobernar como único monarca en España y había heredado gran parte de Europa y algunos territorios en América.

Cuando decidió abdicar, Carlos I dejó el Sacro Imperio Romano-Germánico en manos de su hermano Fernando, mientras que España y las Indias (los territorios españoles de ultramar, especialmente en América) quedaron bajo la autoridad de su hijo, Felipe II. A partir de entonces, dos ramas de la misma dinastía de los Habsburgo gobernaron en España y Austria.

Ver también: Imperio de Carlos V en España

La monarquía hispánica de Felipe II

Felipe II gobernó un imperio integrado por los reinos y territorios de Castilla, Aragón, Navarra, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, las áreas de América conquistadas por los españoles y Filipinas. A estos extensos territorios se les unió Portugal y su imperio afroasiático y americano en 1580. Con Felipe II la hegemonía española llegó a su apogeo.

Tras viajar por Italia y los Países Bajos, Felipe II se asentó en 1561 en la nueva capital, Madrid. Desde allí gobernó su enorme imperio. A diferencia de lo que ocurrió con su padre, Carlos I, el centro de gravedad del imperio bajo el reinado de Felipe II estuvo en la península, especialmente en Castilla. Felipe II fue también quien promovió la construcción del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Los principales problemas internos del reinado de Felipe II fueron:

• La muerte en 1568 del príncipe heredero Carlos. Este había sido arrestado debido a sus contactos con los miembros de una presunta conjura sucesoria contra Felipe II promovida por parte de la nobleza y los rebeldes flamencos, y murió debido a su débil condición física en el encierro.
• La rebelión de las Alpujarras (entre 1568 y 1571), una serie de sublevaciones moriscas (es decir, de musulmanes convertidos al catolicismo) en Granada contra la prohibición monárquica de costumbres tradicionales. Felipe II reprimió duramente estas sublevaciones. Los moriscos sobrevivientes fueron deportados a otras regiones de España.
• La poderosa figura de su secretario, Antonio Pérez, quien se vio involucrado en diversas conspiraciones y finalmente fue destituido y acusado de corrupción. En este contexto, Felipe II recurrió a la Inquisición para juzgar a Pérez y desconoció los fueros de Aragón. Pérez huyó del país y se convirtió en un activo propagandista contra Felipe II. Apoyado por los enemigos exteriores del rey, se considera que contribuyó a la formación de la llamada “leyenda negra” (la propaganda antiespañola difundida por naciones protestantes).

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La política exterior de Felipe II

Los sucesivos matrimonios de Felipe II fueron parte importante de su política exterior. Se casó con María de Portugal en 1543 y, tras la muerte de esta, con María I Tudor, reina de Inglaterra (quien había restablecido el catolicismo en la isla), en 1554. La pronta muerte de María I llevó a que Felipe se casara con la francesa Isabel de Valois en 1559. Al quedarse nuevamente viudo y sin herederos varones, se casó por cuarta vez, en 1570, con su sobrina Ana de Austria, madre del sucesor al trono español, Felipe III.

La política exterior de Felipe II involucró conflictos y relaciones con diferentes Estados:

• Imperio otomano. La idea de la unidad religiosa marcó la política de Felipe II. No dudó en intervenir ante la amenaza de las incursiones berberiscas y turcas en las costas mediterráneas. Felipe II obtuvo una gran victoria, aunque no la definitiva, en la batalla de Lepanto en 1571, mientras reprimía las sublevaciones moriscas en el interior peninsular.
• Francia. En Europa se enfrentó con Francia por el control de Italia (Nápoles y el Milanesado). La paz en Cateau-Cambrésis en 1559 fue favorable a los intereses españoles en la península italiana.
• Inglaterra. Tras la muerte de su segunda esposa, María Tudor, las relaciones se hicieron cada vez más hostiles con Inglaterra, que apoyaba a los rebeldes protestantes en los Países Bajos. El intento de invadir Inglaterra en 1588 con la Armada Invencible acabó en un fracaso que inició el declive del poder naval español en el Atlántico.
• Países Bajos. Felipe II no pudo acabar con el conflicto político (la búsqueda de mayor autonomía) y religioso (la revuelta calvinista) en los Países Bajos. Ninguno de los sucesivos gobernadores de los Países Bajos nombrados por Felipe II pudo impedir que la rebelión se consolidara. Esta situación llevó, en el siglo XVII, a la independencia de las Provincias Unidas (los actuales Países Bajos).
• Portugal. Uno de los mayores triunfos de Felipe II fue conseguir la unidad ibérica con la anexión de Portugal y sus dominios. Para eso, hizo valer sus derechos sucesorios en 1581 en las Cortes de Tomar, tras la muerte sin descendencia del rey portugués, Sebastián I.

La unidad ibérica: Felipe, rey de Portugal

En 1578 murió el rey Sebastián I de Portugal en la batalla de Alcazarquivir. El rey no tenía descendencia y varios candidatos aspiraban al trono, que detentaba la dinastía Avís.

Felipe II, rey de España, era tío de Sebastián I y descendiente directo del rey Manuel I de Portugal, que había reinado entre 1495 y 1521. Por lo tanto, Felipe II reclamó sus derechos al trono portugués.

Parte importante de la nobleza y los grandes comerciantes portugueses favorecían la pretensión española. Se consideraba que la unión ibérica podía producir importantes beneficios políticos y económicos. Sin embargo, las clases populares portuguesas no veían con buenos ojos la anexión a España.

Finalmente, Felipe II decidió la invasión de Portugal, que encargó al duque de Alba. Las tropas castellanas llegaron a Lisboa casi sin encontrar resistencia en 1580.

Las Cortes portuguesas reunidas en Tomar proclamaron rey a Felipe II en 1581, con el nombre de Felipe I de Portugal, y el rey permaneció tres años en Lisboa.

Para consolidar la anexión de Portugal, Felipe se comprometió a mantener y respetar los fueros, costumbres y privilegios de los portugueses. También se comprometió a mantener en sus cargos a todos los funcionarios de la administración central y local, y a todos los efectivos de las guarniciones y armadas que controlaban el Imperio portugués.

Se creó un Consejo de Portugal (a imitación de consejos como el de Castilla y el de Aragón) y se suprimieron las aduanas con Castilla. Por otro lado, la anexión significó la unión de dos enormes imperios. Las posesiones portuguesas en Brasil, África y Asia pasaron al imperio de Felipe II. Por tal razón, se asocia su reinado con la idea de un imperio “en donde nunca se ponía el sol”.

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Referencias

• Cabañas, J. M. (2017). Breve historia de Felipe II. Nowtilus.
• Koenigsberger, H. G. (2022). Philip II. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/ 
• Parker, G. (2012). Felipe II. La biografía definitiva. Planeta.
• Rodríguez-Salgado, M. J. (1992). Un imperio en transición: Carlos V, Felipe II y su mundo. Crítica.