Esopo

Te explicamos quién fue Esopo, cuáles son sus fábulas más conocidas y qué leyendas se cuentan respecto de su vida.

Esopo fue un fabulista de la Antigua Grecia, cuyas obras han sobrevivido a los siglos

¿Quién fue Esopo?

Esopo fue un escritor de fábulas, chistes y aforismos de la Antigua Grecia en el siglo VI a. C., cuyas obras fueron compiladas por primera vez durante la época Clásica, y traducidas y preservadas en eras posteriores. Su vida está rodeada de cierto misterio, dado que muchas de sus biografías escritas en la antigüedad contienen leyendas. 

Existen, de hecho, estudiosos para los que Esopo es realmente una figura mitológica, que nunca existió. A ello contribuye que la representación más antigua de su persona disponible sea un quílice del 470 a. C., que lo muestra conversando con un zorro.

Las fábulas de Esopo, escritas en prosa, consisten en relatos breves y alegóricos, dotados de una moraleja y protagonizados por diferentes animales y personas. Estos relatos han servido de inspiración a numerosos autores y fabulistas durante 2500 años, como el romano Babrio (s. II-III d. C.), o los franceses María de Francia (s. XII-XIII) y Jean de La Fontaine (1621-1695). 

Los misteriosos orígenes de Esopo

Se piensa que Esopo nació en Mesembria, una antigua ciudad griega en la costa del mar Negro, en el territorio de la actual Bulgaria, entre los siglos VII y VI a. C. Hay autores que le atribuyen orígenes distintos, como la Villa de Amoria, en Frigia, e incluso algunos afirman que era de origen etíope. 

Es difícil dar con una versión oficial de la vida de Esopo, pues no existen fuentes directas a las que acudir. A lo largo del tiempo se ha afirmado que era un joven sumamente astuto, o bien que fue un esclavo griego muy hábil para los relatos. Nada de ello puede comprobarse a ciencia cierta y lo más seguro es que se trate de elaboraciones literarias posteriores.

De hecho, las primeras menciones que se hacen de él en la antigua literatura griega provienen de autores posteriores, como Heródoto (484-425 a. C.), Platón (c. 427-347 a. C.) y Aristóteles (384-322 a. C.). Según Platón, su maestro Sócrates (470-399 a. C.) conocía la obra de Esopo y la citaba de memoria. 

La primera biografía que se hizo del fabulista es incluso posterior: data del siglo I d. C., es de autor anónimo y es una biografía novelada. Por otro lado, en la gran enciclopedia bizantina, la Suda, escrita en el siglo X, se afirma que vivió entre la 40° y 54° Olimpíada, es decir, entre 620 a. C. y 564 a. C. Este mismo documento sostiene que distintas ciudades griegas podrían ser la patria de Esopo: Sardes, Samos, Mesembria y Cotiea.

Otra de las más conocidas biografías de Esopo en tiempos medievales proviene de Constantinopla y es la Vida de Esopo del monje griego Máximo Planudes (1260-1330), quien recogió en ella muchas de las leyendas tejidas en torno a este personaje. 

Además de su supuesta esclavitud, de Esopo también se cuenta que fue asesor del rey Creso de Lidia (c. 595-560 a. C.), de quien habría recibido abundantes riquezas, o bien el descifrador de acertijos del rey espartano Licurgo.

Las fábulas de Esopo

Las fábulas de Esopo han sido traducidas y versionadas a lo largo de los siglos.

Desde la Antigüedad, se le atribuye a Esopo una vasta colección de fábulas que, a lo largo del tiempo, han sido empleadas para la reflexión moral e incluso para la enseñanza. Es posible que estos relatos no fueran de su entera autoría, sino que Esopo recogiera, organizara y reformulara distintas piezas de la tradición oral de la época.

Una fábula es una narración de naturaleza fantástica, protagonizada por personajes arquetípicos (generalmente animales) y cuya anécdota desencadena en una moraleja, o sea, en una enseñanza de tipo moral.

La primera compilación de las fábulas esópicas tuvo lugar en el siglo IV a. C. y fue obra del político y pensador ateniense Demetrio de Falero (350-c.282 a. C.). De esta primera compilación no sobreviven ejemplares, pero fue muy popular e inspiró numerosas versiones posteriores, la más importante de las cuales se denomina Agustana y consta de 500 fábulas distintas.  

En los siglos posteriores, las fábulas de Esopo fueron traducidas y a menudo versionadas por diferentes autores. El primero de ellos fue el fabulista romano Fedro (c. 15 a. C.-50 d. C.), quien no solo tradujo el texto al latín, sino que lo reorganizó en versos yámbicos. Este primer compendio apareció alrededor del siglo I d. C. y fue sumamente influyente en las versiones posteriores.

También trabajaron con el material de Esopo los romanos Babrio (s. II-III d. C.) y Flavio Alviano (s. IV d. C.), la poeta María de Francia (s. XII), el místico persa Yalal ad-Din Rumi (1207-1273), el italiano Francesco del Tuppo (1444-1501), traductor y editor del Aesopus moralisatus, el librero y escritor francés Gilles Corrozet (1510-1568) y el también fabulista Jean de La Fontaine (1621-1695), entre muchos otros. Cada uno adaptó en cierta medida las fábulas de Esopo a su cultura y sus consideraciones literarias.

Hoy en día, las fábulas de Esopo se continúan leyendo y editando, a menudo en formato ilustrado o simplificado para el público infantil. En ese sentido, sus enseñanzas se consideran universales y atemporales, dado que tienen que ver con situaciones y actitudes propias del ser humano, a pesar de que se les atribuyen a los animales.

Algunas de las fábulas de Esopo más conocidas son:

  • “La cigarra y la hormiga”
  • “La tortuga y la liebre”
  • “El zorro y las uvas”
  • “El pastor mentiroso”
  • “El lobo y el cordero”
  • “El lobo y la garza”
  • “El lobo y el perro”
  • “El cuervo y el zorro”
  • “La rata de campo y la rata de ciudad”

La muerte de Esopo

De acuerdo a la tradición, Esopo murió en la ciudad de Delfos, cerca de sus cuarenta años de edad. Algunas versiones afirman que llegó a esa ciudad con las riquezas que le dio el rey Creso, y que tuvo la intención de entregar sus bienes en sacrificio al dios Apolo, pero los lugareños, avariciosos, optaron por asesinarlo y quedarse con sus posesiones. 

Según otras versiones, Esopo habría sido injustamente acusado de robo y blasfemia por los ciudadanos de Delfos, luego de que alguno plantara una copa de oro del templo de Apolo entre sus cosas. En ambas versiones, Esopo fue arrojado al vacío desde un peñasco como castigo. Y el dios Apolo, en venganza, asoló la ciudad con la peste.

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Referencias

  • Esopo. (2016). “Fabulas”. Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio. Trad. P. Bárdenas de la Peña. RBA Libros.
  • Flavio Aviano. (1607). La vida y fabulas del Esopo. En la oficina Plantiniana.
  • The Encyclopaedia Britannica. (2023). Aesop (Legendary Greek fabulist). https://www.britannica.com/ 
  • University of Illinois. (2012). Wise Animals: Aesop and his followers. http://cooper.library.illinois.edu/ 

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Farías, Gilberto (2 de enero de 2024). Esopo. Enciclopedia Humanidades. Recuperado el 5 de noviembre de 2024 de https://humanidades.com/esopo/.

Sobre el autor

Autor: Gilberto Farías

Licenciado en Letras (Universidad Central de Venezuela)

Fecha de actualización: 2 de enero de 2024
Fecha de publicación: 2 de enero de 2024

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