Te contamos qué es la dialéctica en filosofía, su concepción lógica y su concepción metafísica. Además, su origen griego, su relación con el marxismo y con la dialógica.
¿Qué es la dialéctica?
La dialéctica es un término técnico de la filosofía que tiene dos concepciones básicas: una lógica y una metafísica. La concepción lógica (o epistemológica) de la dialéctica refiere a un método para conocer la verdad y el bien. La concepción metafísica de la dialéctica, por otro lado, se refiere a un modo de ser de todas las cosas.
Puntos clave
- La dialéctica implica el cruce de dos partes contrapuestas.
- Es una forma metodológica de hacer filosofía que se usa para interpretar la realidad.
- Hegel introdujo la dialéctica hegeliana con las figuras de tesis, antítesis y síntesis.
- El marxismo incorporó la dialéctica hegeliana para explicar el devenir de la historia y la lucha de clases.
La concepción metafísica de la dialéctica fue introducida por el filósofo alemán G. W. F. Hegel (1770-1831) en el siglo XIX. Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895), padres del comunismo y del marxismo, tomaron la dialéctica hegeliana y la tradujeron a su concepción materialista de la historia. En el siglo XX, Theodor W. Adorno (1903-1969) reformuló la dialéctica marxista en una nueva concepción de la dialéctica que llamó dialéctica negativa.
La palabra dialéctica viene del griego dialektiké techné, que significa “arte del diálogo” o “arte de la conversación o de la discusión”. Dialektiké es una palabra compuesta por dià, “a través de” y léxis, “palabra”. Se puede traducir como “a través de la palabra” o “a través de la argumentación”.
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Dialéctica lógica y dialéctica metafísica
En su sentido técnico filosófico, existen dos nociones de dialéctica. Una es la noción lógica o epistemológica, que entiende a la dialéctica como un método que sirve para conocer la verdad y acceder al bien. La otra es la noción metafísica, propuesta por Hegel, que funciona como un modo de ser de todas las cosas.
- Dialéctica lógica o epistemológica. Es el método o camino que se transita en un diálogo para vincular distintas ideas entre sí. La dialéctica epistemológica descubre las relaciones entre distintas realidades aparentemente opuestas para captar la realidad de modo integral. Se ajusta a la condición relacional, dinámica y estable de la realidad.
- Dialéctica metafísica. Es el método que propone Hegel y vincula las cosas de manera sistemática entre sí y con el Absoluto (la idea de un “Espíritu total” que domina la realidad). La dialéctica hegeliana sostiene que la realidad es el flujo constante de una tesis y su antítesis, de una negación y su contradicción que desembocan en una síntesis, en una superación de la razón. Gracias a la lucha de la tesis y su antítesis se da el progreso, producto de la síntesis.
Una de las formas de la dialéctica hegeliana es la dialéctica del amo y del esclavo. Esta describe las formas de dominio y servidumbre que se dan en el devenir de la historia. Es el reconocimiento de una autoconciencia a otra autoconciencia como igual a sí misma.
Para Marx y Engels, el esquema hegeliano es el modelo teórico que explica el movimiento de lo real y la transformación histórica de la sociedad. El marxismo también utiliza a la dialéctica para explicar la idea de ideología, a la que define como la búsqueda de una seguridad que se transforma en una voluntad de dominio que encarcela a la realidad en un esquema.
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Historia de la dialéctica
La dialéctica como arte de la discusión tiene su origen en el mundo griego. Sócrates (470-399 a. C.) pensaba que la discusión era el mejor método que se podía emplear para aprender y adquirir conocimiento. Su método, que era una forma de acceder a la verdad, se conoce como diálogo socrático y consistía en el intercambio de una serie de argumentos que debían apoyarse en la experiencia cotidiana de los interlocutores, en la razón y en la ausencia de contradicción de sus argumentos.
Platón (427-347 a. C.), por su parte, llevó a la dialéctica socrática al nivel de una herramienta lógica y filosófica. En sus obras se pueden distinguir dos formas de dialéctica:
- Una dialéctica lógico-intelectual, que busca educar la inteligencia del filósofo y lo prepara para ascender al plano de las ideas.
- Una dialéctica del eros (del amor), que busca educar la voluntad y la virtud, como se expone en Banquete, una de sus obras.
Para Aristóteles (384-322 a. C.), la dialéctica es una lógica de proposiciones probables. Esto significa que es una forma de debate. Las proposiciones probables son los argumentos que se enfrentan y sobre los que hay que decidir para discernir qué es lo bueno y lo malo.
Esta idea de la dialéctica, que Aristóteles desarrolló en Política, una de sus obras, fue asimilada, durante la Edad Media, a la idea de retórica. El desplazamiento al plano de lo retórico quitó a la dialéctica todo signo de rigurosidad. Pensadores como Nicolás Maquiavelo (1469-1527) y René Descartes (1596-1650), que promulgaron sistemas de pensamiento basados en modelos científicos y rigurosos, desconfiaron de la dialéctica por su cercanía a la retórica y la probabilidad. Lo mismo sucedió con Immanuel Kant (1724-1804), aunque él desarrolló una forma propia de dialéctica que llamó dialéctica trascendental.
En el siglo XIX, gracias a Hegel, la dialéctica adquirió un nuevo sentido filosófico, ahora metafísico. Hegel incorporó a la dialéctica la idea de la ley de los contrapuestos que debían enfrentarse. Estos contrapuestos se conocen como tesis y antítesis. Del conflicto de la tesis y la antítesis debía aparecer una superación, la síntesis. Esto sumó a la dialéctica la idea de devenir, que es la incorporación del tiempo y la inestabilidad del ser (que está sujeto al cambio), así como la de lucha, conflicto y negación.
Marx y Engels adaptaron el esquema de la dialéctica hegeliana al materialismo histórico. Tomando el esquema tesis-antítesis, lo incorporaron a la historia, entendida esta como una lucha de clases y una constante relación de poder entre el hombre y la naturaleza. Un siglo más tarde, Adorno reconfiguró la dialéctica marxista en la dialéctica negativa, todavía vigente, que deja en suspensión toda posibilidad de síntesis de la historia.
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Dialéctica y dialogismo
Dialéctica y dialogismo son dos términos que suelen confundirse y, aunque existen similitudes entre ambos, no son lo mismo.
La dialéctica y el dialogismo son pensamientos que asumen que hay un logos o razón en el dinamismo de la realidad. Así, el ejercicio reflexivo tiene que explicar lo que cambia y la razón del cambio. Además, el dialogismo sostiene que el dinamismo de una persona se despliega en su trato con la realidad.
Para el dialogismo, la tarea de la filosofía es explicar el dinamismo de la realidad y el dinamismo histórico y biografías como realidades esenciales y no accidentales del ser humano y de su forma de conocer la realidad.
Sin embargo, el pensamiento dialógico no se afirma como un modelo teórico sino como un trato participativo con la realidad. De esta forma, el dialogismo no interpreta a la realidad sino que dialoga con ella, dejando que la realidad se despliegue en su propia forma de ser. Si la dialéctica es un esquema cerrado que determina el devenir de lo real, el dialogismo abre la tensión a las posibilidades inciertas del devenir de lo real, todavía no definidas.
Referencias
- Lefebvre, H. (1993). Lógica formal, lógica dialéctica. Siglo xxi.
- Gadamer, H. G. (2000). La dialéctica de Hegel. Ediciones Cátedra.
- Hegel, M. (2004). Y la dialéctica.
- Hinkelammert, F. J. (2019). La dialéctica marxista y el humanismo de la praxis. Economía y Sociedad, 24(55), 120-137.
- Yarza, I. (1996). Ética y dialéctica. Sócrates, Platón y Aristóteles. Revista Acta Philosophica, 5(2), 293-315.
- Buck-Morss, S., Benjamin, W., & Adorno, T. W. (1981). Origen de la dialéctica negativa. Siglo XXI de España.
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