Te contamos quién fue Voltaire y cuáles fueron sus aportes a la filosofía. Además, su relación con el empirismo y el racionalismo.
¿Quién fue Voltaire?
Voltaire (1694-1778), nacido como François-Marie Arouet, fue un filósofo, ensayista, historiador, abogado y escritor francés. Es conocido por ser una de las figuras principales de la Ilustración. Además fue, junto a Montesquieu (1689-1755) y Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), uno de los motores ideológicos de la Revolución francesa.
Conocido por su ingenio, sus críticas a la Iglesia católica y a la esclavitud, Voltaire creía en la libertad de expresión, la tolerancia religiosa y la separación del Estado y la Iglesia. Fue un escritor prolífico que trabajó en poemas, ensayos, historias, novelas, obras de teatro y exposiciones filosóficas científicas. Entre sus trabajos más conocidos se encuentran Cándido, Tratado sobre la tolerancia, Diccionario filosófico y Cartas filosóficas.
Voltaire fue uno de los primeros pensadores de su época en adquirir renombre internacional, ya que fue un autor polémico y satírico, férreo defensor de los derechos civiles. Discutió en varias ocasiones con Rousseau y fue muy crítico con varios argumentos desarrollados por el filósofo alemán Gottfried Leibniz (1646-1716).
Ver además: Ilustración
Vida de Voltaire
Voltaire nació en Francia el 21 de noviembre de 1694, en la ciudad de París, aunque algunas fuentes sostienen que fue en Châtenay-Malabry. Miembro de una familia noble, era el menor de los cinco hijos del matrimonio formado por François Arouet, un destacado notario, y Marie Marguerite d'Aumar, cuya familia burguesa gozaba de una excelente reputación.
Haber nacido en el seno de una familia acomodada le otorgó una posición económica privilegiada. Sin embargo, a los siete años, experimentó la pérdida de su madre, un evento que algunos historiadores consideran trascendental en su formación. Su padrino, el abate de Châteauneuf, se encargó de su educación, y a los diez años, ingresó en el Colegio jesuita Louis-le-Grand en París. Allí mostró su pasión por la literatura y la versificación.
Más tarde, inició estudios en Leyes, pero su verdadero interés estaba en la literatura y los ambientes literarios parisinos. Adoptó el seudónimo de Voltaire y escribió obras satíricas que le valieron problemas y hasta una reclusión en la prisión de la Bastilla. Voltaire tuvo que exiliarse en Inglaterra en 1726 debido a problemas surgidos por sus obras satíricas y su posición crítica hacia el gobierno y la Iglesia en Francia, que lo llevaron a distanciarse de su padre y a pelearse con el Duque de Orleans. Sin embargo, en 1718, su obra basada en el mito griego "Edipo" le permitió reconciliarse con ambos.
El exilio en Inglaterra no solo le brindó la oportunidad de escapar de la opresión en Francia, sino que también le permitió sumergirse en los ambientes literarios ingleses y establecer contacto con destacados escritores y filósofos de la época, como Alexander Pope (1688-1744) e Isaac Newton (1643-1727). Durante su estancia en el país, Voltaire fue profundamente influenciado por las ideas liberales, desarrolló una marcada aversión hacia el absolutismo y la intolerancia, y se convirtió en un defensor apasionado de la libertad de expresión y la tolerancia religiosa.
Estas experiencias moldearon su pensamiento y estilo de escritura, y a su regreso a Francia, sus obras se impregnaron de un espíritu crítico y de una lucha constante por la justicia y la razón. El exilio en Inglaterra se convirtió en un período crucial en la vida de Voltaire, que le permitió expandir su visión y contribuir significativamente al movimiento ilustrado en Europa.
De vuelta en Francia en 1728, participó en negocios que le llevaron a aumentar su fortuna y le abrieron las puertas de la corte. Continuó escribiendo obras teatrales y ensayos, enfrentando críticas y amenazas. Su obra más escandalosa, "Cartas filosóficas", defendía la tolerancia religiosa y criticaba el fanatismo dogmático del cristianismo. Debido a esto, fue condenado por el Parlamento y refugiado en Cirey, donde mantuvo una larga relación amorosa con Gabrielle Émilie Le Tonnelier de Breteuil, Marquesa de Châtelet.
Luego de regresar a París en 1778, la vida de Voltaire estuvo marcada por su continua participación en la esfera política y cultural de la época. Si bien ya era un escritor y filósofo reconocido, continuó produciendo obras de gran importancia y defendiendo sus ideas sobre la libertad de expresión y la tolerancia religiosa. En 1784, Voltaire sufrió una seria enfermedad y, en los años siguientes, su salud se debilitó. Finalmente, el 30 de mayo de 1778, Voltaire falleció en París a los 83 años.
En 1791, dieciséis años después de su muerte, los restos de Voltaire fueron exhumados con motivo de rendirle homenaje y trasladarlos al Panthéon de París, un mausoleo dedicado a albergar los restos de personajes ilustres de la historia francesa. Esta acción resaltó su significativa influencia en la cultura y el pensamiento de la Ilustración, y cómo sus ideas revolucionarias y su compromiso con la justicia y la libertad perduraron en el tiempo.
El legado de Voltaire como escritor, filósofo y defensor de la libertad de expresión sigue siendo una fuente de inspiración en la actualidad.
Pensamiento de Voltaire
Voltaire, reconocido como un auténtico enciclopedista y filósofo de la Ilustración francesa, no desarrolló un sistema coherente de filosofía en sus obras. Su pensamiento, más que una exposición sistemática, se destacó por su actitud ilustrada y su defensa del deísmo, influenciado por su estancia en Inglaterra, y su crítica al ateísmo.
Consideraba la existencia de Dios como un hecho de razón, en contraposición a una cuestión de fe y superstición. Voltaire abogaba por la erradicación de la superstición y el fanatismo, y depositaba su esperanza en la ilustración científica como medio para liberar a la humanidad de prejuicios y supersticiones, promoviendo la tolerancia.
Uno de los aspectos más conocidos de su crítica filosófica fue dirigido al optimismo de Leibniz, el cual sostenía que este mundo era el "mejor de los mundos posibles". Voltaire manifestó su desacuerdo a través del "Poema sobre el desastre de Lisboa" y su famosa obra literaria "Cándido". En esta última, los personajes principales, Cándido y Pangloss (personificación de Leibniz), intentan justificar de manera inverosímil las desventuras humanas, mientras que Martín (personificación del pesimismo) plantea una visión más escéptica. A través de sus obras, Voltaire se burla de conceptos como la finalidad, la armonía preestablecida y la providencia.
Su crítica racionalista también muestra la influencia del empirismo de John Locke (1632-1704). A lo largo de sus escritos, Voltaire confrontó las concepciones falsamente espiritualistas y falsamente materialistas.
El desenlace escéptico y resignado de "Cándido" es memorable, con la reflexión final de los personajes: "Trabajar sin razonar es la única manera de hacer la vida soportable". Después de sus cuestionamientos filosóficos y sus travesías, los protagonistas deciden cultivar la huerta, simbolizando un retorno a lo práctico y terrenal. En síntesis, la obra de Voltaire representa una crítica mordaz y reflexiva sobre la condición humana y los conceptos filosóficos de su época.
Obra de Voltaire
Voltaire produjo una vasta y diversa colección de obras que abarca varios géneros literarios. Sus obras reflejan la perspicacia y la audacia intelectual de Voltaire, así como su compromiso inquebrantable con la razón, la libertad y la justicia.
Entre sus trabajos más destacados se encuentran:
- Cándido (1759). Una sátira que critica la teodicea (la idea que justifica la existencia de Dios a pesar de que haya maldad) y los prejuicios sociales.
- Tratado sobre la tolerancia (1763). Una defensa apasionada de la libertad religiosa y la separación entre Iglesia y Estado.
- Diccionario filosófico (1764). Una enciclopedia que aborda temas como la filosofía, la religión y la historia.
- Cartas inglesas (1733). Una serie de epístolas donde Voltaire elogia el modelo político y filosófico de Inglaterra.
Su obra completa, por su parte, se compone de:
- Edipo (1718)
- La henriada (1728)
- Historia de Carlos XII (1730)
- Brutus (1730)
- Zaire (1732)
- El templo del gusto (1733)
- Cartas inglesas o Cartas filosóficas (1734)
- Adélaïde du Guesclin (1734)
- Mundano (1736)
- Epístola sobre Newton (1736)
- Tratado de metafísica (1736)
- El hijo pródigo (1736)
- Ensayo sobre la naturaleza del fuego (1738)
- Elementos de la filosofía de Newton (1738)
- Zulima (1740)
- El fanatismo o Mahoma (1741)
- Mérope (1743)
- Zadig o El destino (1748)
- El mundo como va (1748)
- Nanine o El prejuicio vencido (1749)
- El siglo de Luis XIV (1751)
- Micromegas (1752)
- Poema sobre el desastre de Lisboa (1756)
- Estudio sobre los hábitos y el espíritu de las naciones (1756)
- Historia de los viajes de Escarmentado escrita por él mismo (1756)
- Cándido o El optimismo (1759)
- Historia de un buen brahmán (1761)
- Tancredo (1760)
- La doncella de Orleans (1762)
- Lo que gusta a las damas (1764)
- Diccionario filosófico (1764)
- Jeannot y Colin (1764)
- Del horrible peligro de la lectura (1765)
- Pequeña digresión (1766)
- El filósofo ignorante (1766)
- Tratado sobre la tolerancia (1763)
- El ingenuo (1767)
- La princesa de Babilonia (1768)
- Las cartas de Memmius (1771)
- Hay que tomar partido (1772)
- El clamor de la sangre inocente (1775)
- Del alma (1776)
- Diálogos de Evémero (1777)
Recepción de la obra de Voltaire
La recepción académica del pensamiento de Voltaire ha sido ampliamente estudiada y debatida en diversos campos de investigación. Por ejemplo, en el ámbito de la filosofía, se analiza su crítica a la teodicea en obras como "Cándido", donde pone en tela de juicio la noción de un Dios benevolente ante el sufrimiento humano. En el campo de la literatura, se examinan su estilo satírico y su ingenio en obras como "Micromegas", un cuento filosófico que se burla de la idea de la supremacía humana en el universo. En la historia, se estudia su visión crítica de la monarquía absoluta y su defensa de las ideas ilustradas en obras como "Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones". En la teología, se analiza su obra "Tratado sobre la tolerancia", donde argumenta a favor de la libertad religiosa y critica los abusos de poder de la Iglesia.
La influencia de Voltaire también se extiende a disciplinas como la filosofía política, en especial sus ideas sobre la separación entre Iglesia y Estado y la necesidad de un gobierno basado en la razón y la justicia. Por ejemplo, en su "Carta sobre la tolerancia", defendió el derecho de los individuos a tener diferentes creencias religiosas y propuso un modelo político basado en la convivencia pacífica y la tolerancia mutua.
En relación con la Revolución francesa, el pensamiento de Voltaire ha sido objeto de un intenso escrutinio y análisis académico. La influencia de Voltaire en los eventos que llevaron a la Revolución y en su posterior desarrollo es ampliamente reconocida. Durante el siglo XVIII, sus ideas sobre la libertad, la igualdad y la justicia social resonaron profundamente en los intelectuales y líderes de la época, y sentaron las bases para el clima intelectual que propició la Revolución. Su lucha contra la opresión, la intolerancia y la arbitrariedad del sistema monárquico absolutista se convirtió en un faro para los revolucionarios franceses.
La influencia de Voltaire se puede rastrear en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, uno de los documentos fundamentales de la Revolución francesa, que abogaba por los principios de igualdad, libertad y justicia. Sus ideas sobre la separación entre Iglesia y Estado y su defensa de la tolerancia religiosa también influyeron en la abolición de los privilegios eclesiásticos y la promoción de la libertad de culto durante la Revolución.
Además, la obra de Voltaire fue ampliamente leída y difundida durante este período. Sus escritos, que cuestionaban la autoridad absoluta y abogaban por un gobierno basado en la razón y el consentimiento del pueblo, fueron considerados como un catalizador intelectual para el cambio revolucionario.
Sin embargo, es importante destacar que la relación entre Voltaire y la Revolución francesa no fue unánime ni exenta de controversias. Su defensa de la libertad, la igualdad y la justicia social ejerció una influencia duradera en los líderes y movimientos revolucionarios de la época, aunque también generó debates y tensiones respecto a la aplicación práctica de sus ideas. Además, la violencia y los excesos de la Revolución llevaron a una reevaluación de la figura de Voltaire en períodos posteriores.
La figura de Voltaire es un símbolo de la lucha contra la opresión y la defensa de los derechos humanos, y su legado sigue siendo objeto de estudio y reflexión en el ámbito político hasta el día de hoy.
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Referencias
- Pujol, C. (1999). Voltaire (Vol. 16). Palabra.
- Voltaire, C. (1785). Oeuvres complètes de Voltaire. (No Title).
- Pomeau, R. (1994). Voltaire. Paris: Seuil.
- Leigh, J. (2017). Voltaire. Voltaire Foundation.
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