Te explicamos qué son los sistemas y cuáles son sus características generales. Además, cómo se clasifican y se componen, y algunos ejemplos.
¿Qué son los sistemas?
Un sistema es un conjunto de elementos que interactúan entre sí y con elementos externos de manera organizada, de modo tal que tienden a perpetuar temporalmente el equilibrio. Cualquier segmento de la realidad puede ser considerado un sistema, siempre que pueda ser aislado del resto y entendido como un conjunto organizado en sí mismo. Así, puede haber sistemas biológicos, astronómicos, mecánicos o de cualquier otro tipo.
Los sistemas pueden involucrar elementos concretos, de tipo material, o conceptuales y teóricos. En todos los casos, las entidades que constituyen un sistema obtienen de su acción conjunta un resultado mayor al que tendrían cada una por separado.
La teoría de los sistemas o teoría general de los sistemas es un enfoque interdisciplinario que se ocupa del estudio y la clasificación de los sistemas. Fue fundado por el biólogo alemán Ludwig von Bertalanffy entre 1950 y 1968, con el objetivo de sistematizar los rasgos compartidos por todos los sistemas.
Según esta perspectiva, todo objeto existente forma parte o está conformado por algún tipo de sistema, desde los átomos de una sustancia hasta las instituciones sociales de una democracia. Sin embargo, no siempre es sencillo delimitar en dónde acaba uno y empieza el otro, ya que el enfoque sistémico es, ante todo, una manera de observar y compartimentar una realidad mucho más compleja.
- Ver además: Organización social
Principios esenciales de todos los sistemas
Según la teoría general de los sistemas, es posible identificar tres principios fundamentales que rigen el comportamiento de todos los sistemas:
- Los sistemas existen dentro de otros sistemas. Todo sistema forma parte de un engranaje mayor que a su vez opera como un sistema. Sin embargo, cuando se estudia un sistema en concreto, se deben obviar todos los demás que lo rodean.
- Los sistemas son abiertos. Ningún sistema está totalmente aislado de su exterior, a pesar de que a menudo se lo estudie bajo esa premisa. Se trata de una abstracción, pues en la vida real todo sistema recibe y entrega información (energía o materia) en interacción con el afuera.
- Las funciones de los sistemas obedecen a su estructura. Tanto el funcionamiento como las necesidades de los sistemas dependen del modo específico en que están constituidos. Es decir que la estructura de un sistema determina sus funciones y capacidades.
Características generales de los sistemas
En términos generales, los sistemas se caracterizan a partir de los siguientes elementos:
- Límites. Para que exista un sistema, hace falta delimitar los elementos que lo constituyen y los que no, esto es, separar el adentro del sistema del afuera.
- Propósito. Los sistemas tienen un propósito u objetivo, es decir, un resultado deseado que rige el modo en que se estructura a sí mismo y en que procede su funcionamiento.
- Correlación. Los elementos que componen un sistema exhiben un alto grado de correlación, lo que equivale a decir que, al estimular o modificar uno de ellos, los demás también se ven alterados. Esta correlación también permite relaciones de codependencia, por lo que si una parte del sistema falla, eventualmente lo harán también las demás.
- Equilibrio. En general, los sistemas buscan preservar el equilibrio interno, esto es, una relación estable entre sus partes. A este grado de equilibrio se lo conoce como “homeostasis” y es lo que permite al sistema mantenerse en pie.
- Jerarquía. Todo sistema presenta cierto grado de jerarquización de sus elementos, o sea, de control de unos sobre otros. Esta jerarquía permite en buena medida su estabilidad.
- Adaptación. Frente a los cambios de su entorno, los sistemas tienden a adaptarse para sobrevivir, o sea, para conservar el equilibrio. Esta adaptación puede darse de muchas maneras dependiendo del sistema: ya sea cambiando su estructura o su relación con el exterior.
- Entropía. Se llama “entropía” al grado de desorden que presenta un sistema específico, debido a su tendencia al desgaste, la desintegración y el aumento del azar (aleatoriedad) en su interior. El grado de entropía de un sistema aumenta necesariamente con el pasar del tiempo.
Clasificación de los sistemas
Hay distintas formas de clasificar los sistemas, ya sea según su relación con el entorno, su origen, las relaciones entre sus elementos o su comportamiento a lo largo del tiempo.
Según su relación con el entorno
Dependiendo de su grado de comunicación con el entorno, los sistemas pueden ser de tres tipos:
- Sistemas abiertos. Son aquellos que se comunican libremente con el entorno, es decir, que puede entrar y salir información (energía y materia).
- Sistemas cerrados. Son aquellos que tienen una comunicación limitada con el entorno, o sea, que tienen un ingreso y una salida de información restringidos.
- Sistemas aislados. Son aquellos que no poseen comunicación alguna con el entorno. En la vida real no existen los sistemas realmente aislados, pero a efectos de un estudio, se pueden considerar temporalmente como tales.
Según su origen
Dependiendo de cómo hayan surgido, los sistemas pueden ser de dos tipos:
- Sistemas naturales. Son aquellos que están presentes en la naturaleza y se deben a las leyes naturales.
- Sistemas artificiales. Son aquellos que han sido construidos o diseñados por el ser humano.
Según las relaciones entre sus elementos
Dependiendo de cómo se interrelacionen sus elementos constitutivos, los sistemas pueden ser de dos tipos:
- Sistemas simples. Son aquellos que cuentan con pocos elementos y relaciones sencillas entre ellos.
- Sistemas complejos. Son aquellos que cuentan con múltiples elementos y relaciones dinámicas o cambiantes entre ellos.
Según su comportamiento a lo largo del tiempo
Dependiendo de lo que ocurra con un sistema tras el paso del tiempo, se pueden clasificar en dos tipos:
- Sistemas estáticos. Son aquellos que no cambian de manera significativa con el paso del tiempo.
- Sistemas dinámicos. Son aquellos que cambian drásticamente con el paso del tiempo.
Tipos de elementos y procesos de un sistema
Los sistemas pueden tener diferentes tipos de elementos y procesos, dependiendo del rol que juegan en el orden de las cosas.
Tipos de elementos
Los elementos de un sistema son aquellos que intervienen en su funcionamiento. Se pueden clasificar en:
- Componentes. Son los elementos constitutivos del sistema y los que llevan a cabo los procesos que lo involucran.
- Subsistemas. Son sistemas menores creados dentro del sistema por sus componentes. Su correcto funcionamiento es clave para la perpetuidad del sistema.
- Barreras. Son elementos que intentan impedir, controlar o limitar los procesos de entrada y salida del sistema.
Tipos de procesos
Los procesos de un sistema son las relaciones y funciones que desempeñan sus elementos. Se pueden clasificar en:
- Entradas. Son los procesos de ingreso de información al sistema.
- Actividades o transformaciones. Son los procesos que se dan dentro del sistema e involucran a sus elementos.
- Salidas. Son los procesos de egreso de información del sistema.
Importancia de los sistemas
Los sistemas pueden tener una mayor o menor importancia, dependiendo de su naturaleza y de los procesos de los cuales se ocupan. El funcionamiento sistémico parece ser bastante universal en la naturaleza: está presente en el cuerpo de los animales, en el clima del planeta y en el universo mismo que lo rodea. Así, comprender los sistemas es también comprender el funcionamiento de la realidad.
Por este motivo, la teoría general de los sistemas y el enfoque sistémico presentan numerosas ventajas para el estudio de cualquier disciplina. Permiten abordar un tema con una mirada general, holística, capaz de percibir sus características comunes y formular leyes a partir de esa observación.
Ejemplos de sistemas
Los ejemplos posibles de sistemas abundan. Algunos de ellos pueden ser:
- Una familia. Es un sistema integrado por sus miembros, como el padre, la madre y los hijos, entre los cuales existen relaciones y jerarquías.
- Una computadora. Es un sistema complejo integrado por numerosos subsistemas eléctricos, electrónicos y lógicos. Cada uno de ellos cumple con numerosas funciones específicas para garantizar que esta herramienta permita al usuario llevar a cabo, a su vez, sus propias tareas.
- Una molécula. Se trata de un sistema formado por dos o más átomos interrelacionados para formar algún compuesto, como puede ser el agua. Esta molécula buscará preservar sus niveles de energía y estabilidad, pero también puede romperse en sus elementos constitutivos.
- Un ecosistema. Es un sistema compuesto por animales, plantas y microorganismos adaptados a las condiciones naturales, como el clima o los procesos sedimentarios, en un proceso de constante retroalimentación.
- El sistema solar. Se trata de un sistema compuesto por los planetas, sus satélites y el Sol. Entre estos elementos, existen relaciones de gravitación y repulsión, así como transferencias de energía y materia, que mantienen el sistema andando.
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Referencias
- Johansen Bertoglio, O. (1982). Introducción a la teoría general de sistemas. Limusa.
- Real Academia Española. (2023). Sistema. Diccionario de la lengua española. Espasa.
- Von Bertalanffy, L. (1976). Teoría general de los sistemas. Fundamentos, desarrollo, aplicaciones (Trad. Juan Almela). Fondo de Cultura Económica.
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